lunes, 22 de diciembre de 2008

EL FONDO Y LA FORMA. EDUCAR ES APRENDER ENSEÑANDO Y MIENTRAS SE ENSEÑA, APRENDER.



BOTELLA AL MAR Nº 34: EN EDUCACIÓN NO SE PUEDE "AVANZAR" COMO UN CANGREJO, SEÑOR MINISTRO DE EDUCACIÓN DE LA C.A.B.A.
Qué es educar? La etimología nos envía a “guiar, conducir”. ¿Qué tipo de educación, guía o conducción queremos para una sociedad que aun no puede reparar los daños mediante la justicia de una casi década de represión y de otra casi década en que la profundización de la economía de mercado profundizó con sus consecuencias en una violencia traducida no sólo en torturas, muerte, desapariciones, sino también en un corrimiento social que produjo que los sectores mas desprotegidos entraran en miseria y exclusión?. ¿Cómo mejorarlo, con mas violencia y autoritarismo? ¿no se impone cambiar?.
A esas décadas correspondió, alternativamente, un modelo educativo que prohibía, censuraba, castigaba, “disciplinaba” con la desaparición del posible enemigo interno, el “subversivo”. Después vinieron los tiempos neoliberales de “reforma educativa” que adelgazaron las asignaturas y los contenidos de una escuela ya bastante castigada porque “guiaba, conducía” a pensar, asistiendo ante las carencias, las necesidades de una sociedad que las padecía en gran número. Fueron años en que la escuela era, además de una institución educativa, un lugar de contención, de alimentación. Todas estas cosas resultaban también altamente peligrosas dado que, como pensaba Paulo Freire, aprender y enseñar son actos simultáneos: sólo se puede enseñar aprendiendo y cuando aprendemos también enseñamos pues el hombre aprehende el mundo y aprende del mundo.
Después, las débiles democracias formales permitieron con mucho esfuerzo para los docentes “enseñar aprendiendo y aprender enseñando”. Crecimos, maduramos, retomamos o intentamos retomar niveles perdidos o abandonados por la fuerza de las realidades para NUNCA MÁS hasta que la violencia se plantó nuevamente contra los docentes cuando en Neuquén estaban enseñando a pelear por derechos y dignidades. De la mano de los violentos, de los que la única forma de frenar el “desorden” de un conflicto social se “combate” identificándolo según principios provenientes de Durkheim. Es que algunas mentes necesitan que impere el orden de lo inmutable, de lo resignado, un orden autoritario que no acepte ni permita cuestionamientos ni movilidades.

Curiosamente (y no tanto) es el orden de los fascistas, el del autoritarismo que no permite mas que una estructura vertical donde se educa basándose en rígida disciplina, que no admite cuestionamientos pero sí impone un diferenciación estricta de jerarquías y roles y el cumplimiento de deberes, una educación con ribetes positivistas durkheimnianos y procesistas.
Por eso, cuando la directora del colegio Mariano Acosta, Raquel Papalardo, después de que se difundiera un video donde mojó (en uno de esos días de intenso calor que sofocó a Buenos Aires) a sus alumnos, utilizando una manguera contra incendios en el festejo de fin de curso, resultó un imperdonable hecho de descontrol y desconocimiento de la disciplina y la jerarquía que generó el caos educativo y provocó que, desde el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires se arremetiera contra ella. Esto y no la falta de presupuesto para atender edificios destartalados, falta de becas y atención del refuerzo alimentario sumado a los bajos salarios de los maestros, es motivo de censura, sumario y despido. Sí, ese mismo Gobierno que reprimió a los docentes que solicitaron la recomposición de sus salarios. Esos mismos docentes que mantuvieron dignamente la huelga ante un Gobierno sordo a toda voz. Ese mismo gobierno cuyo ministro –macrista- de Educación, Mariano Narodowski, olvida o desconoce la trayectoria de la escuela en estas últimas tres décadas y media, y señala que: "La figura de un rector de una escuela secundaria tiene que generar una autoridad legítima y confiable”. Lo que es la burocracia! ¿De qué país venimos y qué país vivimos, cuál es el país real?. Directamente este funcionario colabora con un imaginario social para el cual el único orden posible es el de los menores encarcelados bajando la edad de imputabilidad, el de la autoridad ordenando y disciplinando, y mas aun pendiente de confeccionar un mapa de inseguridades y no de falta de trabajo, de exclusión y de ausencia de escolaridad.
La autoridad se gana y por lo que la Comunidad Educativa manifiesta, la Directora se la ha ganado.
Señor Ministro, recuerde que educar no es poner reglas, disciplinar, ordenar, poner distancia y “tomar distancia”, castigar con golpes en las manos con una regla ni mantener en cuclillas sobre granos de maíz, porque:
"Educar es lo mismo
que poner un motor a una barca...
hay que medir, pensar, equilibrar...
... y poner todo en marcha.
Pero para eso,
uno tiene que llevar en el alma
un poco de marino...
un poco de pirata...
un poco de poeta...
y un kilo y medio de paciencia concentrada.
Pero es consolador soñar
mientras uno trabaja,
que ese barco, ese niño
irá muy lejos por el agua.
Soñar que ese navío
llevará nuestra carga de palabras
hacia puertos distantes, hacia islas lejanas.
Soñar que cuando un día
esté durmiendo nuestra propia barca,
en barcos nuevos seguirá
nuestra bandera enarbolada."
Fuenteovejuna
(PS la poesía es de Gabriel Celaya)