Parece mentira... pasaron ya 57 años de su muerte (se cumplirán este julio), y sin embargo sigue concitando el odio de la oligarquía.
Una frágil mujer, una convencida que aun sigue concitando el amor y es bandera de lucha del pueblo, de sus grasitas, de los patas sucias en la fuente.
Porque supo delimitar claramente los espacios. El espacio nacional y popular, diferente del espacio del coloniaje y la entrega, de los que Don Arturo nos habla tanto.
Dos formas (macros) de entender la Patria. La patria (así con minúsculas) puesta al servicio de intereses ajenos, donde se beneficiaban sólo los sectores que privilegiaban su posición social y económica, en tanto vivían pendientes de pensar la realidad con la cabeza puesta en el extranjero (en una época fue Inglaterra o Francia, luego serían los EEUU).
Y la Patria (con mayúsculas), la de los argentinos, en la que se prioriza pensar los problemas argentinos con la mente puesta en Argentina. Una Patria donde se priorice beneficiar a la mayoría por sobre una minoría que detentaba privilegios.
Porque la tenía bien clara: “unos pocos días al año, represento el papel de Eva Perón; y en ese papel creo que me desempeño cada vez mejor, pues no me parece difícil ni desagradable.
La inmensa mayoría de los días soy en cambio Evita, puente tendido entre las esperanas del pueblo y las manos realizadoras de Perón, primera peronista argentina, y éste sí que me resulta papel difícil, y en el que nunca estoy totalmente contenta de mí.
De Eva Perón no interesa que hablemos.
Lo que ella hace aparece demasiado profusamente en los diarios y revistas de todas partes.
En cambio, si interesa que hablemos de “Evita”, y no porque sienta ninguna vanidad en serlo sino porque quien comprenda a “Evita” tal vez encuentre luego fácilmente comprensible a sus “descamisados”, el pueblo mismo, y ese nunca se sentirá más de lo que es… ¡nunca se convertirá pro lo tanto en oligarca, que es lo peor que puede sucederle a un peronista!.
Yo se que cuando ellos me critican a mí en el movimiento, lo que en el fondo les duele es la Revolución.
…
Por eso tratan de destruirme".
Por eso la odió tanto la oligarquía.
Por eso, porque es visceral y genético, le salió el comentario a "Biolca".
