"CARTAS COMO ESTAS SE ROMPEN".
Pasan los años y la historia, tal como en la frase (atribuida a Marx) se repite "primero como tragedia, después como comedia".
En 1828 el gral. Lavalle asesinó al gobernador de la provincia de Buenos Aires, Manuel Dorrego.
Lo hizo a instancias de varios unitarios que lo alentaron, aunque porqué no, también por propia convicción.
Uno de quienes lo alentó a cometer el asesinato fue Juan Cruz Varela, quien escribió una carta (citada completa por su brevedad) instándolo a cometer el asesinato en estos términos: "Mi General:
Por supuesto que ya sabe usted que Dorrego ha caído preso: en este momento están en consulta el ministro y Brown sobre si lo harán venir o no a Buenos Aires. usted sabe si yo y mil otros están comprometidos en un asunto de que va la suerte del país: en un movimiento que puede importar mucho o nada, según se manejen los resultados.
Después de la sangre que se ha derramado en Navarro, el proceso del que la ha hecho correr, está formado: ésta es la opinión de todos sus amigos de usted; esto será lo que decida de la revolución; sobre todo, si andamos a medias... En fin, usted piense que 200 y más muertos y 500 heridos deben hacer entender a usted cuál es su deber.
Se ha resuelto en este momento que el coronel Dorrego sea remitido al cuartel general de usted. Estara allí de mañana a pasado: este pueblo espera todo de usted y usted debe darle todo.
Cartas como éstas se rompen, y en circunstancias como las presentes, se dispensan estas confianzas a los que usted sabe que no lo engañan, como su atento amigo y servidor.
Juan Cruz Varela."
Año 1977. La historia se repite, trágica por los hechos producidos pero a la vez como una comedia humana, la de no haber aprendido nada por suerte, porque las pruebas, como aquellas "cartas como éstas se rompen" de Juan Cruz Varela que el Gral. Lavalle no rompió, tampoco fueron destruidas. Tapa del diario TIEMPO ARGENTINO del 9-5-2010:
http://tiempo.elargentino.com/ediciones/2010-09-05/tapa