BOTELLA PARA EL PUEBLO. BOTELLA PARA RECORDAR. LOS AÑOS NO PASAN EN VANO Y LA HISTORIA DEBE SER MAESTRA DE VIDA.
Libertad era un asunto mal manejado por tres.
Libertad era Almirante, General o Brigadier.
Para el pueblo lo que es del pueblo
porque el pueblo se lo ganó.
Para el pueblo lo que es del pueblo;
para el pueblo liberación.
Comer bien era muy raro; comer poco era normal.
Comer era subversivo para el señor militar.
Eran actos de violencia, la alegría popular;
"El pueblo tiene paciencia" dijo un señor General.
Estudiar era pecado; clandestino era saber,
porque cuando el pueblo sabe, no le engaña un Brigadier.
Prohibiremos la esperanza y prohibido está nacer.
"¿No será mucho, Almirante?" "Faltaba más, Coronel."
Y al país lo remataron, y lo remataron mal.
Lo partieron en pedazos, ahora hay que volverlo a armar.
Y ahora el pueblo está en la calle a cuidar y a defender.
Esta patria que ganamos liberada debe ser.
Liberación, liberación, liberación.
miércoles, 31 de diciembre de 2008
martes, 30 de diciembre de 2008
EL VERDADERO MAPA DE LA INSEGURIDAD... TIEMBLE DE NARVÁEZ!!!
UN GORILA ASUSTADO ES UN FASCISTA
ESTA BOTELLA (LA Nº 41) ACOMPAÑA A LA ANTERIOR.
ES QUE SE AGITA EL GORILAJE, SE REAGRUPA, FORMA ALIANZAS, ESCUPE SAPOS Y CULEBRAS EN EL ESPACIO QUE LA MAYORÍA DE LOS MEDIOSGORILAS LES PONE A DISPOSICIÓN.
QUÉ ODIO ANCESTRAL Y ENTRAÑABLE HACIA LO QUE HUELA A POPULAR SIENTEN ESTOS GORILAS QUE, COMO EN EL CUENTO DE MARIO BENEDETTI, SE NUTREN SÓLO DE SANGRE DE BAMBI (DE PURO DELICADOS QUE SON).
EL GORILA DELICADO, de MARIO BENEDETTI. LETRAS DE EMERGENCIA, "Fábulas sin Moraleja"
Desde tiempo inmemorial los Gorilas han ejercido un irrefrenable dominio sobre los Antílopes. Pero, naturalmente, hay Gorilas y Gorilas. La mayoría de ellos son brutales, apabullas a la especies mas débiles y mas pequeñas, con una convicción colonizadora descomunal, y son los principales culpables de que los Antílopes la pasen en la realidad mucho peor que en las gráciles películas de Walt Disney.
No obstante, hubo una vez un Gorila delicado, fino, sutil, un verdadero antropoide de cultura, que moraba en el más inaccesible rincón de la selva, donde era normalmente atendido por todo un harén de gorilas hembras (medidas promedio: 219 – 160 – 207) que lo abanicaban puntualmente con hojas de palma y le dedicaban arrullos que por supuesto eran monocordes.
A diferencia de los Gorilas bestiales, este Gorila delicado se pronunciaba siempre contra todas las formas de violencia selvática, propugnaba la unidad de todos los antropoides y proponía la reforma de la constitución zoológica.
Cierta tarde, mientras los rayos del sol se afinaban pudorosamente al atravesar la saltas ramas, y las Gorilas hembras cepillaban la abundante pelambre del Gorila delicado, acariciaban la piel negra del espléndido rostro, y le masajeaban los potentes bíceps, se escuchó el tan frecuente alarido de los otros Gorilas, los brutales, cuando cazaban o despedazaban un Antílope.
Entonces, el Gorila delicado pestañeó suavemente, y le dijo con desgano a la Gorila hembra mas cercana: “¡Cuándo entenderán que odio la violencia! Por favor, Betty Darling, dile a esos brutos que terminen de una vez esa inmunda tarea y me preparen cuanto antes un rico de helado de sangre de bambi”.
domingo, 28 de diciembre de 2008
PARA PENSAR: LOS MEDIOS ANALIZADOS POR ARTURO JAURETCHE. DONDE DICE "LA PRENSA" "LA NACION" PONGA CLARIN Y DA EL MISMO RESULTADO.
BOTELLA AL MAR Nº 40. LOS MEDIOS "OBJETIVOS"... "LIBRES Y DEMOCRÁTICOS"... LEYENDO A JAURETCHE PARA REFLEXIONAR SOBRE ESTOS MEDIOS QUE TAN HABILMENTE NOS "ENROSCAN LA VÍVORA", NOS PINTAN LA REALIDAD SEGÚN SU AGENDA Y SU "DOCTRINA"
Palabras previas a LA PRENSA CIEN AÑOS CONTRA EL PAIS escritas por Arturo Jauretche, un libro que editó el SIndicato de Luz y Fuerza de Cap. Federal en 1970
"Hace poco tiempo relaté, por televisión, una noticia que me había llegado poco antes: El director de La Prensa había cohonestado la escasa circulación del "GRAN DIARIO" con una supuesta decadencia cultural del país. Habría dicho: "¡Cómo estará la Argentina cuando "La Prensa" vende 70.000 ejemplares y "Crónica" 700.000!".
Señalé entonces algo que el director de "La Prensa" no puede de ninguna manera comprende y que explica el hecho, sin constituir una sobrevaloración de "Crónica". Dije que los pueblos pueden equivocarse en lo que quieren pero no se equivocan nunca en lo que no quieren.
¿Por qué esa actitud?
En "Los Profetas del Odio y la Yapa", haciendo el análisis de la superestructura cultural y los instrumentos de que se vale para la colonización pedagógica he hablado con extensión del papel que allí cumple "La Prensa".
En el "Manual de Zonceras Argentinas"; dos de estas se particularizan con el tema. Son la zoncera "El Cuarto Poder" y la zoncera "Dice La Nación, Dice La Prensa".
En la primera se señala en qué consiste ese cuarto poder, que no es de cuarta sino de primera; a su vez la segunda, es una zoncera en gran parte perimida. Evoca la época en que los grandes diarios hacían opinión administrándola como complemento de la higiene matinal y el desayuno, de tal forma que cada lector, como un disco repetía durante el resto de la jornada lo que le habían grabado por la mañana respaldándolo con la autoridad de los dos "Grandes Diarios":
La caída de la circulación, que motivó las expresiones comentadas mas arriba del director de "La Prensa", es la mejor prueba de que pasó el tiempo de la tiranía del cuarto poder y del acatamiento a lo loro de lo dicho en la columna magistral de los editoriales. Esto se sabe perfectamente en las redacciones y para obviar el que nadie les lleve el apunte a lo que editorialmente se dice, se ha dado en el recurso de dar la información de los hechos, no como ocurren sino como debieran ocurrir según la doctrina profesada por el periódico. Esto lo digo expresamente en el comentario de esta zoncera: "Ahora nadie se entera aparentemente de cuáles son las doctrinas de los grandes diarios, por los editoriales, que no son inéditos, pero es como si lu fueran: son ileídos. Pero el lector no las puede evitar a lo largo de la información, donde se dan las opiniones como noticia. Así, leyéndolas usted no se entera de cómo ocurrieron los hechos pero se entera de cómo debieron ocurrir, según la doctrina de los editoriales. De tal manera, un telegrama de La Quiaca, de Hong Kong, París, Nueva York o Durban contiene mas doctrina que datos ciertos, sobre todo cuando los datos ciertos se dan de patadas con las doctrinas, lo que revela que en "La Nación" y en "La Prensa" ya saben qué es lo que se lee. Esto ha llevado a que los redactores seleccionados sean lo que rellenan y adoban los telegramas, y que lo que no sirven escriban los editoriales, por lo que no es raro que los escriba algún Mitre o algún Paz".
He vivido bastantes años para ver la amplia curva del ascenso y luego la del descenso desde el cenit, del prestigio de los grandes periódicos hasta esta hora de decadencia definitiva.
Hijo de mi tiempo y de mi época los vi en mi infancia, cuando miraba hacia arriba como los veo ahora en mi vejez, mirando hacia abajo. Pero lo que importa no es cómo los vi y los veo yo, sino cómo los ve el pueblo, y compruebo que en éste se ha ido produciendo una toma de conciencia paralela a la maduración que se produjo en mí: a medida que el país fue elaborando una conciencia de sus propios intereses y una fe y esperanza en el destino nacional, y se destruían los mitos y las supersticiones coloniales que la obstaculizaba, esta conciencia alcanzaba también a la identificación de los instrumentos de la colonización pedagógica. Así hemos llegado al momento en que la misma circulación, escasa o abundante, ya ni siquiera es índice de la eficacia periodística porque la masa de lectores ha identificado la calidad empresaria del supuesto órgano magistral. Han pasado los tiempos en que los grandes diarios eran citados como autoridades. Mas bien, en lugar de manifestarse “dice La Nación”, dice “LA Prensa”, suele comentarse hoy: “Hasta lo dicen La Prensa y La Nación”; para mostrar una verdad tan evidente que los enemigos natos de la misma no pueden disimular.
Tal vez he contribuido algo a esta forma de conciencia del país, particularmente en este aspecto de la superestructura cultural del coloniaje. Me he preocupado permanentemente de divulgar los métodos utilizados para magnificar o disminuir los acontecimientos o los personajes, sin necesidad de recurrir a la burda mentira, entre otras formas divulgando ciertas técnicas periodísticas que hoy ya son de conocimiento general. Por ejemplo, lo que se hace con el titulaje, con el cuerpo de la letra, con el recuadro, con la foto, etc., destacando unos hechos y disminuyendo otros, así como con la colocación de la noticia en páginas principales, o perdidas entre los avisos, y sobre todo por el manejo de las páginas impares y pares que permiten poner lo que se quiere difundir en la página que da al frente a la derecha, la non, y las que se quieren ocultar o disminuir en la página par, a la izquierda, en el revés de la hoja.
Supongo que estos antecedentes explican que se me haya buscando para esta nota preliminar, puesta aquí a manera de prólogo.
En un pequeño periódico, de esos de escasa vida y peor suerte, que nunca llegaron a ser cuarto poder ni tienen ADEPA ni SIP, que salen a campear por ellos pero son, sin embargo, las únicas y auténticas expresiones de libertad de prensa frente a la libertad de empresa, que no da cabida al pensamiento nacional, he publicado en noviembre de 1969, es decir, hace un año, un artículo comentando el centenario de “La Prensa”. Lo reproduzco porque allí he sintetizado la transición de la libertad de prensa a la libertad de empresa desde el momento origen periodístico al próspero momento publicitario.
“Hace cien años apareció el primer número de “La Prensa”: muy escasos habitantes del país se enteraron. Ahora que tenemos veinticinco millones de habitantes es muy difícil que haya quedado alguno sin enterarse de eso que ocurrió hace cien años, tanto es el tachín-tachín que hace “La Prensa” en este recíproco mandarse la pelota de la dirección al corresponsal, del corresponsal a la dirección, del rotariano al león, y del león al rotariano, todo con discursos, fotografías y páginas enteras de información. Y como “La Nación” anda también en no se qué festejo y repite el mismo juego con corresponsales, rotarianos y leones, entre los dos –Prensa y Nación- han complicado el barullo peloteándose también de periódico a periódico, de corresponsal a corresponsal y desde luego de rotariano a rotariano y de león a león respectivo. Como es de práctica se suman ministros, gobernadores, directores de escuela, conjuntos recreativos, logias masónicas, frailes Cuchettis, Draganis, Monetas, Perazzos, D ´Andreas (sobrinito) y demás comparsas”.
“Me parece la ocasión propicia para acordarse de lo que era “La Prensa• o de cualquier otra hoja hace cien años”.
“Para esa fecha un señor Paz o un señor Mitre, lo mismo que un señor Mongo, decidían sacar un diario y esto era posible con unos pocos pesos. La redacción la constituían gentes que militaban en la misma idea que el propietario y todos, informando o dando sus opiniones, daban la del periódico, porque había identidad entre ellos y la dirección, desde que se habían reunido como copartícipes de un ideario mas que como asalariados dependientes de un jefe”.
“Cualquiera que no estaba de acuerdo con las ideas de ese diario y quería discutirlas, se juntaba con otros que pensaban como él y entre todos aportaban unos peos, y ya estaba, otro diario. Ni siquiera hacía falta tener imprenta porque había impresores a los que sólo era cuestión de pagar y el sostenimiento del periódico dependía de su venta y suscripción pues era mantenido como prensa de opinión por los que opinaban como él”.
“Entonces decir libertad de prensa tenía sentido y se identificaba con la libertad de opinión. No cualquiera y caprichosamente pero siempre que se significaba algo y hubiera una voluntad dispuesta a expresarse era posible ejercer la liberad de opinión a través de la libertad de prensa. En esa época se le atribuyó a esta libertad de opinión capacidad de gobierno, tanta que se llamó a la prensa en general cuarto poder”.
“Pero las cosas han cambiado desde hace cien años y hay entre “La Prensa” de entonces y la de ahora, la misma distancia que de la carreta al cohete teledirigido. Hoy solamente una gran empresa puede editar la prensa de manera que la libertad de prensa se ha hecho por razones económicas, casi imposible –aun cuando el tirano de turno quiera obligar la existencia de esa libertad- . NO hay posible prensa sin empresa, y así, ésta no expresa la opinión periodística sino la opinión del negocio que es a su vez la expresión de otros negocios, los de los avisadores, que reclaman una línea de ideas a través de las agencias de publicidad. La información ya no es tampoco periodística porque depende de las agencias que también son empresas. Estamos en plena libertad de empresa”.
“El poder económico –en gran parte extranjero en países como el nuestro- se ha hecho poder de gobierno y su agente mas directo es precisamente ese cuarto poder que es la prensa, que es mas fuerte cuando mas deja de ser opinión, es decir, cuando mas deja de ser opinión, es decir, cuando mas expresa a la empresa y menos a la prensa”.
“El periodista a su vez es un simple asalariado que lo único que tiene que hacer es obedecer opinando como le dicen que opine, o como no le dicen, porque pronto se olvida que es asalariado y acomoda su cabeza para pensar como la empresa, convirtiéndose en parte de esta misma, tal vez porque es el único que en el periódico tiene conciencia de su situación, es decir mala conciencia. Que es la que tienen todos esos alcahuetes posando de pensadores periodistas alrededor del señor Gainza. Este es el único que piensa, si pensar se puede llamar a esa función intelectual que cumple por razones hereditarias como una enfermedad. Porque la empresa y ciertas enfermedades tienen, entre otras cosas, de común, esto: son hereditarias”.
“Soy uno de los veinticinco millones de personas obligadas a enterarse de este centenario. Así es como he vuelto a leer “La Prensa” para enterarme de que en “La Prensa” todavía no están enterados de que la libertad de prensa, en el caso de “La Prensa” es exclusivamente la libertad de Gainza, para opinar ante veinticinco millones de argentinos que sólo pueden opinar periodísticamente si Gainza les da permiso. O el otro, del otro diario festejador”:
“Uno no sabe cuándo éstos hablan de libertad de prensa, si son o se hacen. Yo creo que se hacen, porque al fin y al cabo ellos tampoco opinan: son muñecos de Don Pucho, pues sus empresas están atadas a la otra empresa: la que es económica y sirve al amo imperial”.[…]
Palabras previas a LA PRENSA CIEN AÑOS CONTRA EL PAIS escritas por Arturo Jauretche, un libro que editó el SIndicato de Luz y Fuerza de Cap. Federal en 1970
"Hace poco tiempo relaté, por televisión, una noticia que me había llegado poco antes: El director de La Prensa había cohonestado la escasa circulación del "GRAN DIARIO" con una supuesta decadencia cultural del país. Habría dicho: "¡Cómo estará la Argentina cuando "La Prensa" vende 70.000 ejemplares y "Crónica" 700.000!".
Señalé entonces algo que el director de "La Prensa" no puede de ninguna manera comprende y que explica el hecho, sin constituir una sobrevaloración de "Crónica". Dije que los pueblos pueden equivocarse en lo que quieren pero no se equivocan nunca en lo que no quieren.
¿Por qué esa actitud?
En "Los Profetas del Odio y la Yapa", haciendo el análisis de la superestructura cultural y los instrumentos de que se vale para la colonización pedagógica he hablado con extensión del papel que allí cumple "La Prensa".
En el "Manual de Zonceras Argentinas"; dos de estas se particularizan con el tema. Son la zoncera "El Cuarto Poder" y la zoncera "Dice La Nación, Dice La Prensa".
En la primera se señala en qué consiste ese cuarto poder, que no es de cuarta sino de primera; a su vez la segunda, es una zoncera en gran parte perimida. Evoca la época en que los grandes diarios hacían opinión administrándola como complemento de la higiene matinal y el desayuno, de tal forma que cada lector, como un disco repetía durante el resto de la jornada lo que le habían grabado por la mañana respaldándolo con la autoridad de los dos "Grandes Diarios":
La caída de la circulación, que motivó las expresiones comentadas mas arriba del director de "La Prensa", es la mejor prueba de que pasó el tiempo de la tiranía del cuarto poder y del acatamiento a lo loro de lo dicho en la columna magistral de los editoriales. Esto se sabe perfectamente en las redacciones y para obviar el que nadie les lleve el apunte a lo que editorialmente se dice, se ha dado en el recurso de dar la información de los hechos, no como ocurren sino como debieran ocurrir según la doctrina profesada por el periódico. Esto lo digo expresamente en el comentario de esta zoncera: "Ahora nadie se entera aparentemente de cuáles son las doctrinas de los grandes diarios, por los editoriales, que no son inéditos, pero es como si lu fueran: son ileídos. Pero el lector no las puede evitar a lo largo de la información, donde se dan las opiniones como noticia. Así, leyéndolas usted no se entera de cómo ocurrieron los hechos pero se entera de cómo debieron ocurrir, según la doctrina de los editoriales. De tal manera, un telegrama de La Quiaca, de Hong Kong, París, Nueva York o Durban contiene mas doctrina que datos ciertos, sobre todo cuando los datos ciertos se dan de patadas con las doctrinas, lo que revela que en "La Nación" y en "La Prensa" ya saben qué es lo que se lee. Esto ha llevado a que los redactores seleccionados sean lo que rellenan y adoban los telegramas, y que lo que no sirven escriban los editoriales, por lo que no es raro que los escriba algún Mitre o algún Paz".
He vivido bastantes años para ver la amplia curva del ascenso y luego la del descenso desde el cenit, del prestigio de los grandes periódicos hasta esta hora de decadencia definitiva.
Hijo de mi tiempo y de mi época los vi en mi infancia, cuando miraba hacia arriba como los veo ahora en mi vejez, mirando hacia abajo. Pero lo que importa no es cómo los vi y los veo yo, sino cómo los ve el pueblo, y compruebo que en éste se ha ido produciendo una toma de conciencia paralela a la maduración que se produjo en mí: a medida que el país fue elaborando una conciencia de sus propios intereses y una fe y esperanza en el destino nacional, y se destruían los mitos y las supersticiones coloniales que la obstaculizaba, esta conciencia alcanzaba también a la identificación de los instrumentos de la colonización pedagógica. Así hemos llegado al momento en que la misma circulación, escasa o abundante, ya ni siquiera es índice de la eficacia periodística porque la masa de lectores ha identificado la calidad empresaria del supuesto órgano magistral. Han pasado los tiempos en que los grandes diarios eran citados como autoridades. Mas bien, en lugar de manifestarse “dice La Nación”, dice “LA Prensa”, suele comentarse hoy: “Hasta lo dicen La Prensa y La Nación”; para mostrar una verdad tan evidente que los enemigos natos de la misma no pueden disimular.
Tal vez he contribuido algo a esta forma de conciencia del país, particularmente en este aspecto de la superestructura cultural del coloniaje. Me he preocupado permanentemente de divulgar los métodos utilizados para magnificar o disminuir los acontecimientos o los personajes, sin necesidad de recurrir a la burda mentira, entre otras formas divulgando ciertas técnicas periodísticas que hoy ya son de conocimiento general. Por ejemplo, lo que se hace con el titulaje, con el cuerpo de la letra, con el recuadro, con la foto, etc., destacando unos hechos y disminuyendo otros, así como con la colocación de la noticia en páginas principales, o perdidas entre los avisos, y sobre todo por el manejo de las páginas impares y pares que permiten poner lo que se quiere difundir en la página que da al frente a la derecha, la non, y las que se quieren ocultar o disminuir en la página par, a la izquierda, en el revés de la hoja.
Supongo que estos antecedentes explican que se me haya buscando para esta nota preliminar, puesta aquí a manera de prólogo.
En un pequeño periódico, de esos de escasa vida y peor suerte, que nunca llegaron a ser cuarto poder ni tienen ADEPA ni SIP, que salen a campear por ellos pero son, sin embargo, las únicas y auténticas expresiones de libertad de prensa frente a la libertad de empresa, que no da cabida al pensamiento nacional, he publicado en noviembre de 1969, es decir, hace un año, un artículo comentando el centenario de “La Prensa”. Lo reproduzco porque allí he sintetizado la transición de la libertad de prensa a la libertad de empresa desde el momento origen periodístico al próspero momento publicitario.
“Hace cien años apareció el primer número de “La Prensa”: muy escasos habitantes del país se enteraron. Ahora que tenemos veinticinco millones de habitantes es muy difícil que haya quedado alguno sin enterarse de eso que ocurrió hace cien años, tanto es el tachín-tachín que hace “La Prensa” en este recíproco mandarse la pelota de la dirección al corresponsal, del corresponsal a la dirección, del rotariano al león, y del león al rotariano, todo con discursos, fotografías y páginas enteras de información. Y como “La Nación” anda también en no se qué festejo y repite el mismo juego con corresponsales, rotarianos y leones, entre los dos –Prensa y Nación- han complicado el barullo peloteándose también de periódico a periódico, de corresponsal a corresponsal y desde luego de rotariano a rotariano y de león a león respectivo. Como es de práctica se suman ministros, gobernadores, directores de escuela, conjuntos recreativos, logias masónicas, frailes Cuchettis, Draganis, Monetas, Perazzos, D ´Andreas (sobrinito) y demás comparsas”.
“Me parece la ocasión propicia para acordarse de lo que era “La Prensa• o de cualquier otra hoja hace cien años”.
“Para esa fecha un señor Paz o un señor Mitre, lo mismo que un señor Mongo, decidían sacar un diario y esto era posible con unos pocos pesos. La redacción la constituían gentes que militaban en la misma idea que el propietario y todos, informando o dando sus opiniones, daban la del periódico, porque había identidad entre ellos y la dirección, desde que se habían reunido como copartícipes de un ideario mas que como asalariados dependientes de un jefe”.
“Cualquiera que no estaba de acuerdo con las ideas de ese diario y quería discutirlas, se juntaba con otros que pensaban como él y entre todos aportaban unos peos, y ya estaba, otro diario. Ni siquiera hacía falta tener imprenta porque había impresores a los que sólo era cuestión de pagar y el sostenimiento del periódico dependía de su venta y suscripción pues era mantenido como prensa de opinión por los que opinaban como él”.
“Entonces decir libertad de prensa tenía sentido y se identificaba con la libertad de opinión. No cualquiera y caprichosamente pero siempre que se significaba algo y hubiera una voluntad dispuesta a expresarse era posible ejercer la liberad de opinión a través de la libertad de prensa. En esa época se le atribuyó a esta libertad de opinión capacidad de gobierno, tanta que se llamó a la prensa en general cuarto poder”.
“Pero las cosas han cambiado desde hace cien años y hay entre “La Prensa” de entonces y la de ahora, la misma distancia que de la carreta al cohete teledirigido. Hoy solamente una gran empresa puede editar la prensa de manera que la libertad de prensa se ha hecho por razones económicas, casi imposible –aun cuando el tirano de turno quiera obligar la existencia de esa libertad- . NO hay posible prensa sin empresa, y así, ésta no expresa la opinión periodística sino la opinión del negocio que es a su vez la expresión de otros negocios, los de los avisadores, que reclaman una línea de ideas a través de las agencias de publicidad. La información ya no es tampoco periodística porque depende de las agencias que también son empresas. Estamos en plena libertad de empresa”.
“El poder económico –en gran parte extranjero en países como el nuestro- se ha hecho poder de gobierno y su agente mas directo es precisamente ese cuarto poder que es la prensa, que es mas fuerte cuando mas deja de ser opinión, es decir, cuando mas deja de ser opinión, es decir, cuando mas expresa a la empresa y menos a la prensa”.
“El periodista a su vez es un simple asalariado que lo único que tiene que hacer es obedecer opinando como le dicen que opine, o como no le dicen, porque pronto se olvida que es asalariado y acomoda su cabeza para pensar como la empresa, convirtiéndose en parte de esta misma, tal vez porque es el único que en el periódico tiene conciencia de su situación, es decir mala conciencia. Que es la que tienen todos esos alcahuetes posando de pensadores periodistas alrededor del señor Gainza. Este es el único que piensa, si pensar se puede llamar a esa función intelectual que cumple por razones hereditarias como una enfermedad. Porque la empresa y ciertas enfermedades tienen, entre otras cosas, de común, esto: son hereditarias”.
“Soy uno de los veinticinco millones de personas obligadas a enterarse de este centenario. Así es como he vuelto a leer “La Prensa” para enterarme de que en “La Prensa” todavía no están enterados de que la libertad de prensa, en el caso de “La Prensa” es exclusivamente la libertad de Gainza, para opinar ante veinticinco millones de argentinos que sólo pueden opinar periodísticamente si Gainza les da permiso. O el otro, del otro diario festejador”:
“Uno no sabe cuándo éstos hablan de libertad de prensa, si son o se hacen. Yo creo que se hacen, porque al fin y al cabo ellos tampoco opinan: son muñecos de Don Pucho, pues sus empresas están atadas a la otra empresa: la que es económica y sirve al amo imperial”.[…]
LA FÁBULA, PARA QUE NO NOS AGARRE EL 2009 EN ESTADO DESPREVENIDO
BOTELLA AL MAR Nº 39. LA FÁBULA DE LOS CERDOS ASADOS. LA FÁBULA DEL SENTIDO COMUN PARA QUE EL BOSQUE NOS PERMITA VER EL BOSQUE...
Por Gustavo Francisco Cirigiliano
Cuenta el viejo profesor que una vez se incendió un bosque en el que estaban los cerdos, que se asaron. Los hombres, acostumbrados a comer carne curda, los probaron y luego, cada vez que querían comer cerdos asados, prendían fuego al bosque.
Una de las posibles variantes de un viejo cuento sobre el origen del asado es ésta.
Cierta vez se produjo un incendio en un bosque en el que se encontraban cerdos. Estos se asaron. Los hombres, acostumbrados a comer carne cruda, los probaron y los hallaron exquisitos. Luego, cada vez que querían comer cerdos asados, prendían fuego a un bosque…hasta que descubrieron un nuevo método.
Pero lo que yo quiero narrar es lo que sucedió cuando se intentó modificar El Sistema para implantar uno nuevo. Hacía tiempo que algunas cosas no marchaban bien: los animales se carbonizaban, a veces quedaban parcialmente crudos, otras, de tal manera quemados que era imposible utilizarlos. Como era un procedimiento montado en gran escala preocupaba mucho a todos, porque si El sistema fallaba en gran medida, las pérdidas ocasionadas eran igualmente grandes. Miles eran los que se alimentaban de esa carne asada, y también muchos miles eran los que tenían ocupación en esa tarea. Por tanto El sistema simplemente no debía fallar. Pero, curiosamente, a medida que se hacía en mayor escala, más parecía fallar y mayores pérdidas causar.
En razón de las deficiencias, aumentaban las quejas. Ya era un clamor general la necesidad de reformar a fondo El Sistema. Tanto que todos los años se reunían Congresos, Seminarios, Conferencias, Jornadas para hallar la solución. Pero parece que no acertaban a mejorar el mecanismo, porque al año siguiente se volvían a repetir los Congresos, Seminarios, Conferencias y Jornadas. Y así siempre.
Las causas del fracaso de El Sistema, según los especialistas, debían atribuirse o bien a la indisciplina de los cerdos que no permanecían donde debieran, o bien a la inconstante naturaleza del fuego tan difícil de controlar, a los árboles excesivamente verdes, o a la humedad de la tierra, o al Servicio de Informaciones Meteorológicas que no acertaba con el lugar, momento y cantidad de lluvias, o…
Las causas eran –como se ve- difíciles de determinar porque en verdad El Sistema para asar cerdos era muy complejo: se había montado una gran estructura; una gran maquinaria, con innumerables variables, se había institucionalizado. Había individuos dedicados a encender: los igniferi, que a su vez eran especialistas de sectores; incendiador o ignifer de zona norte, de zona oeste, etc., incendiador nocturno, diurno, con especialización matinal o vesperal, incendiador de verano, de invierno (con disputas jurisdiccionales sobre el otoño y la primavera). Había especialistas en vientos (anemotécnicos). Había un director General de Asamiento y Alimentación Asada, un director de Técnicas Ígneas (con su Consejo General de Asesores), un Administrador General de forestación Incendiable, una Comisión Nacional de Entrenamiento Profesional en Porcología, un Instituto Superior de Cultura y Técnicas Alimentarias (el I.S.C.Y.T.A.) y el BODRIO (Bureau Orientador de Reformas Ígneo-Operativas).
El BODRIO era tan grande que tenía un Inspector de Reformas cada 7.000 cerdos, aproximadamente. Y era precisamente el BODRIO el que propiciaba anualmente los Congresos, Seminarios, Conferencias y Jornadas. Pero estos solo parecían servir para aumentar el BODRIO, en burocracia.
Se había proyectado y se hallaba en pleno crecimiento la formación de nuevos bosques y selvas, siguiendo las últimas indicaciones técnicas (en regiones elegidas según una determinada orientación y donde los vientos no soplaban más de tres horas seguidas, donde era reducido el porcentaje de humedad, etc.).
Había miles de personas trabajando en la preparación de esos bosques que luego se habrían de incendiar. Había especialistas en Europa y en los EE.UU. estudiando la importación de las mejores maderas, árboles, cepas, semillas, de mejores y más potentes fuegos, estudiando ideas operativas (por ejemplo: cómo hacer pozos para que en ellos cayeran los cerdos). Había además grandes instalaciones para conservar los cerdos antes del incendio, mecanismos para dejarlos salir en el momento oportuno, técnicos en su alimentación.
Había expertos en la construcción de establos para cerdos; profesores formadores de los expertos en la construcción de establos para cerdos; universidades que preparaban a los profesores formadores de los expertos en la construcción de establos para cerdos; investigadores que brindaban en fruto de su trabajo a las universidades que preparaban a los profesores formadores de los expertos en la construcción de establos para cerdos; fundaciones que apoyaban a los investigadores que brindaban en fruto de su trabajo a las universidades que preparaban a los profesores formadores de los expertos en la construcción de establos para cerdos, etc.
Las soluciones que los Congresos sugerían eran por ejemplo: aplicar triangularmente el fuego luego de raíz cuadrada de n – 1 por velocidad de viento sur; soltar los cerdos quince minutos antes que el fuego promedio del bosque alcanzara 47 º C; otros decían que era necesario poner grandes ventiladores que servirían para orientar la dirección del fuego. Y así por el estilo. Y no se necesita decirlo, muy pocos de los expertos estaban de acuerdo entre sí, y cada uno tenía investigaciones y datos para aprobar sus afirmaciones.
Un día, un ignifer Categoría S-O/D-M/V-LL (o sea un encendedor de bosques especialidad sudoeste, diurno, matinal, licenciatura en verano lluvioso), llamado Juan Sentido-Común, dijo que el problema era muy fácil de resolver. Todo consistía, según él, en que primero se matara al cerdo elegido, se lo limpiara y cortara adecuadamente y se lo pusiera en un enrejado metálico o armazón sobre unas brasas hasta que por efecto del calor y no de la llama se encontrara a punto.
- “¿Matar?”, exclamó indignado el Administrador de forestación.- “¡Cómo vamos a hacer que la gente mate! Ahora el que mata es el fuego. ¿Nosotros matar? ¡Nunca!”
Enterado el Director General de Asamiento, lo mandó a llamar. Le preguntó qué cosas raras andaba diciendo por ahí, y luego de escucharlo, le dijo:
- “Lo que Ud. dice está bien, pero sólo en teoría. No va a andar en la práctica. Más aún, es impracticable. Veamos, ¿qué hace Ud. con los anemotécnicos, en el caso de que se adopte lo que sugiere?”.
- “No sé”, respondió Juan.
- “¿Dónde coloca los encendedores de las diversas especialidades?”.
- “No sé”.
- “¿Y los especialistas en semillas, en maderas? ¿Y los diseñadores de establos de siete pisos, con sus nuevas máquinas limpiadoras y las perfumadoras automáticas?”.
- “No sé”.
- “Y a los individuos que han ido al extranjero a perfeccionarse durante años, y cuya formación ha costado tanto al país, ¿los voy a poner a limpiar cerditos?”.
- “No sé”.
- “Y los que se han especializado todos estos años en integrar Congresos y Seminarios y Jornadas para la Reforma y Mejoramiento de El sistema, si lo suyo resuelve todo, ¿qué hago con ellos?”
- “No sé”.
- “¿Se da Ud. cuenta ahora de que la suya no es la solución que necesitamos todos? ¿Ud. cree que si todo fuera tan simple no la hubieran hallado antes nuestros especialistas? ¡A ver! ¿Qué autores dicen eso? ¿Qué autoridad puede avalar su sugestión? ¡Ud. se imagina que yo no puedo decirles a los Ingenieros de Anemotécnica que es cuestión de poner brasitas sin llama! ¿Y qué hago con los bosques ya preparados, a punto de ser quemados, que sólo poseen madera apta para el fuego-en-conjunto, cuyos árboles no producen frutos, cuya escasez de hojas hace que no sirvan para sombra? ¿Qué hago? ¡Dígame!”.
- “No sé”.
- “¿Qué hago con la comisión Redactora de Programas de Asado, con sus Departamentos de clasificación y Selección de Cerdos, Arquitectura Funcional de Establos, Estadística y Población, etc.?”.
- “No sé”.
- “Dígame: el ingeniero en Porcopirotecnia, don J. C. de Figuración, ¿no es una extraordinaria personalidad científica?”.
- “Sí, parece que sí”.
- “Bueno. El simple hecho de poseer valiosos y extraordinarios ingenieros en pirotecnia indica que El sistema es bueno. Y, ¿qué hago yo con individuos tan valiosos?”.
- “No sé”.
- “¿Ha visto? Ud. lo que tiene que traer como solución es cómo hacer mejores anemotécnicos, cómo conseguir más rápidamente encendedores del oeste (que es nuestra dificultad mayor), cómo hacer establos de ocho pisos o más, en lugar de sólo siete como ahora. Hay que mejorar lo que tenemos y no cambiarlo. Tráigame Ud. una propuesta para que nuestros becarios en Europa cuesten menos, o cómo hacer una buena revista para el análisis profundo del problema de la Reforma del asamiento. Eso es lo que necesitamos. Eso es lo que el país necesita. ¡A Ud. lo que le falta es sensatez, Sentido-Común! Dígame, por ejemplo, ¿qué hago con mi buen amigo (y pariente) el Presidente de la Comisión para el Estudio para el Aprovechamiento Integral de los Residuos de los ex-Bosques?”.
- “Realmente estoy perplejo”, dijo Juan.
- “Bueno. Ahora que conoce bien el problema, no vaya por ahí diciendo que Ud. lo arregla todo. Ahora ve que el problema es más serio y no tan simple como se imaginaba. Uno desde abajo y desde afuera dice. Pero hay que estar adentro para conocer el problema y saber las dificultades. Ahora, entre nosotros, le recomiendo que no insista con lo suyo porque podría traerle dificultades con su puesto. ¡No por mí! Yo se lo digo por su bien, porque yo lo comprendo; yo le entiendo su planteo, pero Ud. sabe, puede encontrarse con otro superior menos comprensivo, Ud. sabe cómo son, a veces ¿eh?...”.
El pobre Juan Sentido-Común no dijo ni mú. Sin saludar, entre asustado y atontado, con la sensación de estar caminando cabeza abajo, salió y no se le vio nunca más. No se sabe dónde fue. Por eso es que dicen que en estas tareas de reforma y mejora de El Sistema, falta Sentido-Común.
La “Fábula de los cerdos asados”, de Gustavo F. J. Cirigliano, fue publicada originalmente en la revista Cátedra y Vida, Buenos Aires, 1959.
sábado, 27 de diciembre de 2008
BOTELLA AL MAR N`37... YA SABEMOS TODOS LOS CUENTOS. NO NOS DUERMEN CON CUENTOS
BOTELLA QUE LLEVA EL MENSAJE DE LEÓN FELIPE. QUE NO TE DUERMAN CON CUENTOS... YA NO NOS DUERMEN LOS MEDIOS CON SUS CUENTOS.
SÉ TODOS LOS CUENTOS
Yo no sé muchas cosas, es verdad.
Digo tan sólo lo que he visto.
Y he visto:
Que la cuna del hombre la mecen con cuentos,
que los gritos de angustia del hombre los ahogan
con cuentos,
que el llanto del hombre lo taponan con cuentos,
que los huesos del hombre los entierran con cuentos,
y que el miedo del hombre…
ha inventado todos los cuentos.
Yo no sé muchas cosas, es verdad,
pero me han dormido con todos los cuentos…
y sé todos los cuentos.
SÉ TODOS LOS CUENTOS
Yo no sé muchas cosas, es verdad.
Digo tan sólo lo que he visto.
Y he visto:
Que la cuna del hombre la mecen con cuentos,
que los gritos de angustia del hombre los ahogan
con cuentos,
que el llanto del hombre lo taponan con cuentos,
que los huesos del hombre los entierran con cuentos,
y que el miedo del hombre…
ha inventado todos los cuentos.
Yo no sé muchas cosas, es verdad,
pero me han dormido con todos los cuentos…
y sé todos los cuentos.
jueves, 25 de diciembre de 2008
BOTELLA AL MAR Nº 36. SOLICITADA DE LEONARDO FAVIO.
En esta botella va la solicitada publicada por Leonardo Favio en Página 12 que resume en pocas palabras una realidad contundente.
Leonardo, si nos hubieras avisado!!! muchísimos estábamos dispuestos a colaborar para la publicación!!
Sr. Vicepresidente de la república Argentina
Dr. Julio César Cleto Cobos
De mi mayor consideración:
Creo tener la solución para "el problema que lo conflictúa (según escuhé esta mañana -martes- en una radio). Es muy simple: renuncie. Renuncie al cargo que se ganó de upa, porque –no se engañe ni engañe- Ud. no fue elegido por el pueblo, sino por un traspié fatal del Dr. Kirchner. Aunque dudo que lo hará porque Ud. no siente culpa; o, mejor dicho, Ud. no tiene nivel para ser culpable".
No sea atolondrado, renuncie y será el acto más heroico y aventurado de su desdibujada vida.
Leonardo Favio
PD: mucho le agradeceré -si estuviera dentro de sus posibilidades- me ayude a pagar el costo de esta solicitada.
miércoles, 24 de diciembre de 2008
BOTELLA AL MAR N°35 NUEVA PRESENCIA. HERMAN SCHILLER
Recoge esta botella para leer su contenido detenidamente porque vale la pena de punta a punta:
" En otras partes del mundo sin duda es distinto, pero entre
palestinos e israelíes sólo la paz es revolucionaria."
DISCURSO DE HERMAN SCHILLER EN EL HOMENAJE A "NUEVA PRESENCIA"
(9-XII-08, esquina de Castelli y Valentín Gómez
En la Argentina se sigue criminalizando la pobreza, porque
sigue siendo delito ser joven, pobre y morocho.
En la Argentina, en nuestro país, desde el 10 de diciembre de
1983, es decir desde que se fue la dictadura y se instaló ésto que
algunos llaman "democracia", otros "democracia de baja intensidad" y
otros "mero republicanismo formal"; en ese lapso, que va del 10 de
diciembre de 1983 hasta hoy, o sea en 25 años, la policía de gatillo
fácil asesinó a 2557 personas inermes --inermes quiere decir
desarmadas-- , producto de la tortura en comisarías o de fusilamientos
lisos y llanos. Eso por supuesto no incluye ni los enfrentamientos ni
los presuntos enfrentamientos.
Las cifras han sido rigurosamente documentadas por ese importante
organismo surgido después de la dictadura que es la Correpí, la
Coordinadora contra la Represión Policial e Institucional. La cifra,
quizás sea mayor, pero esto es lo que está documentado.
2557 asesinatos; de los cuales 1062 fueron cometidos por el
aparato represivo del Estado desde el 25 de mayo del 2003, o sea
durante la era K. Un verdadero genocidio. Un verdadero terrorismo de
Estado en plena "democracia". Que también tiene desaparecidos como
Julio Jorge López, cuya aparición con vida seguimos reclamando, así
como el juicio y castigo a los culpables de su secuestro.
¿Qué tiene que ver esto con el homenaje a "Nueva Presencia"? Y,
mucho, porque éste sería hoy uno de los temas básicos de este
semanario si pudiera salir de nuevo, y no los sambenitos reaccionarios
de la inseguridad con que nos satura hasta el hartazgo la derecha
mediática y sus epígonos.
En la Argentina, las fuerzas represivas del Estado matan hoy a un
pibe cada día y medio como promedio. Y repito, por si alguno se
distrajo: como consecuencia de torturas y fusilamientos. Eso sucede
esencialmente en los barrios más pobres, en los barrios donde hace
décadas que cerraron las fábricas y la educación y la salud son
absolutamente precarias.
"Nueva Presencia" fue una publicación que, en medio de terribles
hostilidades externas e internas, trató, desde la identidad judía, de
identificarse directamente con los sectores más oprimidos, con los
sectores más explotados y con los sectores, como se denomina hoy, más
excluídos.
Entonces era una lucha contra el régimen militar fascista que hacía
desaparecer a quienes se le oponían. Para eso puso el cuerpo y el alma
para denunciar a los masacradores y a sus cómplices cercanos y
lejanos.
Hoy "Nueva Presencia" no sale porque a quienes nos interesa una
publicación así no tenemos plata y los que sí tienen plata, aunque
presuman de progresistas, no les interesa para nada que "Nueva
Presencia" renazca de sus cenizas.
Hoy, efectivamente, "Nueva Presencia" ya no está en la calle, pero
como ustedes podrán más o menos apreciar, todavía seguimos enteros
peleando en otros terrenos.
En estos momentos junto a los trabajadores de General Motors y
otras automotrices, que salieron a combatir las suspensiones, los
despidos y el fantasma de la desocupación; y a gritar que la crisis
del capitalismo no debe recaer sobre las espaldas de los que menos
tienen. Y, también, junto a los docentes, los médicos y demás
trabajadores de la salud. Y junto a los obreros de los frigoríficos y
curtiembres que están sufriendo despidos masivos. Y junto a los
vecinos ambientalistas de Esquel, Catamarca y tantos otros lugares que
se movilizan todos los días, sin que los medios digan una sola
palabra, contra los monopolios mineros que contaminan el medio
ambiente y saquean el subsuelo del país.
Todo esto es parte de nuestra lucha cotidiana actual. Que por
supuesto no quedará reflejada en las página de "Nueva Presencia",
porque ya hace veinte años que dejó de existir.
Últimamente estoy recibiendo homenajes por "Nueva Presencia. Y,
como soy quizás esquizofrénico, los acepto y al ratito me arrepiento,
pero creo que lo hago porque estoy harto de que los burgueses judíos
me traten como marginal y bicho raro, cuando son ellos en realidad los
que están navegando en contra de las corrientes de la historia.
Y estos homenajes, que vienen de afuera de la comunidad judía,a
ellos los irrita. Y yo siento enorme placer cuando ellos están
irritados por mi causa. Es como en una vieja y hermosa canción en
ídish titulada "Avreiml der marvijer", que es la historia de un
raterito de barrio, en este caso de un raterito de un barrio judío
pobre de la Europa Orienta de la década del treinta, pero bien podría
ocurrir en Berazategui, en Ciudad Oculta o en González Catán. Y
"Avreiml der marjiver", el pequeño raterito, canta con la voz
entrecortada del enorme placer que siente cuando "un sucio magnate"
cae entre sus manos.
Y bien, agradezco los homenajes, pero respetuosamente, con toda la
cautela que puedo, les digo que sigo siendo un hombre antisistema que
confronta con el poder. O para decirlo con otros vocablos: sigo siendo
revolucionario y apuesto a la revolución socialista que lleve al poder
a los más desposeídos.
Por eso trato de hablar del pasado despacito y sin exagerar, a
pesar de todo el orgullo que siento por lo que hicimos en el pasado.
Prefiero en cambio hablar de las luchas contemporáneas, las que se
libran en estos mismos momentos.
Un libro judío de la antigüedad, el "Pirkei Avot", escrito en
idioma arameo, contiene un aforismo, un consejo, que me ha guiado
siempre: "Al titvadá larashut", no te acerques al poder.
No sólo he tratado de estar lo más lejos posible del poder del
Estado opresor, sino que lo he enfrentado todas las veces que he
podido. Ayer en "Nueva Presencia", hoy en las durísimas peleas de
todos los días. Por eso me he diferenciado tanto del judaísmo oficial,
que ayer fue condescendiente con los asesinos de uniforme y hoy cada
día se mimetiza más con los explotadores.
A propósito del judaísmo oficial, que se autodefine a sí mismo como
"genuino", a esta misma hora, o quizás dentro de algunos minutos,
realizarán un acto por el Día de los Derechos Humanos. Vaya
hipocresía. Sabemos muy bien dónde estuvieron y dónde están.
De todos modos quiero decir que la expresión "derechos humanos" la
utilizo lo menos posible. Es una expresión cada día más deslucida y
manoseada. Hoy cualquier burgués, cualquier tilingo, habla delos
derechos humanos. Y, desde la DAIA hasta el Citibank, tienen una
comisión de derechos humanos.
"Nueva Presencia" fue un periódico judío. Y un periódico judío que
decidió asumir papeles de vanguardia en la lucha contra el fascismo
era, a fines de los setenta y principios de los ochenta, un fenómeno
que algunos sorprendidos consideraron esotérico.
Los dirigentes judíos, es bastante conocido, combatieron a "Nueva
Presencia" sin piedad. Y, del otro lado, hubo quienes no ocultaron su
aprensión prejuiciosa. Pero a medida que iba creciendo quedó claro que
no venía a blanquear a nadie, sino que simplemente se dedicó a recoger
la tradición revolucionaria de los trabajadores judíos. Esta tradición
revolucionaria que hizo que miles de judíos participaran de la
Revolución de Octubre. Esa misma tradición revolucionaria que originó
que miles de jóvenes judíos argentinos formaran parte del ERP, de
Montoneros y demás organizaciones combatientes.
---------------------
Hace algunos años llegó a Buenos Aires un representante del
Farabundo Martí de Liberación Nacional (FMLN), o sea la guerrilla
salvadoreña que peleaba contra la feroz dictadura de ese país. Se
llamaba Rutilo Sánchez y yo lo fui a entrevistar.
El reportaje transcurría sobre carriles más o menos previstos,
pero en un momento determinado apareció el tema judío. Y el dirigente
guerrillero me dijo: "Ah, tú eres judío. Qué bien, porque en Nueva
York tenemos un rabino que es una maravilla. Cada combatiente de
nuestras organizaciones, cada exiliado de Centroamérica que llega
allí, él los refugia en su sinagoga y les da techo y comida.
Y yo le pregunté entonces no sin cierto asombro: ¿Y quién es ese
rabino? Y él me respondió: se llama Marshal Meyer.
Efectivamente, Marshal Meyer, en su sinagoga de "Bet Yeshurún" de
Nueva York, solía decir que una sinagoga que sólo sirve para rezar, en
realidad no sirve para nada. Y agregó: si alguien quiere hacer del
judaísmo un club privado a mí no me interesa.
Y por qué traigo esta anécdota tan significativa. Para subrayar las
diferencias.
En Villa Crespo, barrio de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires,
había una escuela judía abandonada llamada Jaim Najman Bialik, en la
calle Aguirre. Los indigentes del barrio fueron a la escuela y la
ocuparon como ocupan legítimamente tantos edificios abandonados. Y qué
hicieron los burgueses judíos de Buenos Aires: llamaron a la policía
para desalojar el edificio.
Y todos sabemos muy bien que si hubiera estado Marshal Meyer en la
calle Aguirre, en vez de llamar a la policía hubiera organizado
enseguida la comida para los ocupantes.
Marshal nunca quiso blanquear a nadie. Solía ser muy duro al
denunciar las lacras internas.
De todos modos quiero subrayar que Marshal y yo no éramos lo mismo.
Había matices y diferencias bastante profundas. El se había criado en
Manhattan y yo cerca de la cancha de Atlanta. El era creyente y rabino
y yo ateo y socialista. El no era antiimperialista porque decía que
eso era una boludés de los intelectuales de izquierda y yo soy
profundamente antiimperialista. El era muy elegante y vestía como
Robert Redford y yo me cagaba en la elegancia.
Había no pocas diferencias. Y, sin embargo, tuvimos tantos acuerdos
y tanta amistad. El no tenía aliados en la comunidad judía para
enfrentar a la dictadura, salvo algunas excepciones de su entorno. Y
yo no tenía ninguna posibilidad de hacer alianza con la izquierda
judía, que estaba congelada y paralizada en el mejor de los casos o
apoyando a la dictadura, en el peor de los casos.
Con Marshal Meyer nos unió al principio el espanto, pero después
una profunda convicción sobre la necesidad de pelear juntos.
Durante toda la etapa aciaga del '76 al '83, el genocidio pareció
importarle muy poco al judaismo oficial, que priorizaba que la
comunidad judía pudíera expresar su identidad sin inconvenientes.
"La izquierda y los terroristas están junto a quienes anhelan
destruir al Estado judío", solían expresar los dirigentes judíos una y
otra vez. Y, al través de sus declaraciones, discursos, comunicados,
notas en la prensa adicta y demás, surgía claramente que sus
posiciones a favor del régimen autoritario no era un tema táctico,
sino de íntima convicción. Por eso decían: "Los militares se
encuentran de nuestro lado; en cambio, los subversivos alientan a
nuestros enemigos".
En 1980, cuando casi toda América latina estaba sometida a feroces
dictaduras militares al servicio de los intereses de Washington, el
general Sharón, que era ministro de Defensa de Israel, visitó al
general Policarpo Paz, jefe de la dictadura hondureña, que en esos
días era denunciada en todo el mundo por su política criminal. Y
Sharón, luego de la visita, dijo sin ruborizarse: "Israel no sólo le
vende armas a Honduras por negocios, sino porque está con nosotros en
la lucha común contra el comunismo internacional".
En ese momento llegó a Buenos Aires Menajem Hacohen, un raro caso
de rabino ortodoxo que se consideraba a sí mismo como socialista y que
integraba en la Knéset el bloque opositor laborista. Al preguntarle en
una entrevista acerca de esas declaraciones de Sharón, Menajem Hacohen
me respondió: "Merecen todo mi repudio. Hemos creado el Estado Judío
para que sea distinto, justo y socialista, y no para convertirlo en
proveeduría de armamentos para las dictaduras militares de América
latina".
Después que testimonié ante el juez Baltasar Garzón, en abril del
'99, fui invitado por el Partido Socialista de Israel ("Meretz") a
visitar ese país. Estaba pronunciando una conferencia en "Tzavta" de
Tel Aviv sobre la caracterología fascista y antisemita de la represión
dictatorial en Argentina, cuando sorpresivamente se presentaron dos ex
ministros del gobierno de Itzjak Rabín: Iosi Sarid y Amnón
Rubinstein. Ambos señalaron que habían concurrido para "rendirle
homenaje a un luchador por los derechos humanos que dignifica al
pueblo judío", lo que para mi resultó una abrumadora gratificación en
contraste con los palos que habitualmente recibo por parte de la
reaccionaria dirección comunitaria judía local. En esa ocasión, tanto
Iosi Sarid como Amnón Rubinstein enfatizaron que habían concurrido a
ese acto también para denunciar "el papel nefasto de sus gobiernos
como cómplices de las peores dictaduras
latinoamericanas y del apartheid sudafricano".
Y Iosi Sarid, que en aquellos días todavía era considerado como el
líder del ala izquierda de su partido, agregó: "Israel debería pedir
perdón a todos los familiares de las víctimas de esos regímenes
sangrientos".
Esto lo dijo Iosi Sarid y quiero puntualizar algo antes de seguir
adelante: no estoy tratando de levantar mi persona y de disminuir todo
lo que esté enfrente. No es que en esa época yo era bueno y ellos eran
malos --a lo mejor, y seguramente, debe haber sido al revés, porque
no puedo ni debo omitir que cometí muchísimos y gruesos errores--,
sino que se trataba de los criterios filosóficos e ideológicos,
absolutante antagónicos, con que se tomó el asunto desde el principio:
para mí los desaparecidos eran mis compañeros de lucha, muchos de
ellos combatientes de las organizaciones armadas populares, mientras
que para el judaísmo oficial eran terroristas que estaban en la vereda
de enfrente. Esto lo subrayo con la voz más alta que tengo para
destacar el oportunismo de los que hoy se pretenden autoblanquear en
el edificio de la calle Pasteur.
Para mí judíos genuinos fueron, por ejemplo, Simón Radowitzky, que
hizo justicia popular y se tragó 21 años de cárcel en Ushuaia o Marcos
Osatinsky, que perteneció a la Juventud Judía de Tucumán, luego fue
uno de los fundadores de las FAR, las Fuerzas Armadas Revolucionarias,
y terminó asesinado por los militares genocidas. Judíos genuinos
fueron ellos y no los estafadores del Banco Mayo o del Banco
Patricios, cuyos continuadores se aprestan en estos momentos a
realizar el acto de autoblanqueo.
Todos los judíos detenidos-desaparecidos (hasta ahora se llevan
contabilizados alrededor de 2000), que entregaron su vida
generosamente, y aunque no lo supieran o dijeran lo contrario, estaban
para mí infinitamente más cerca de las utopías de justicia social de
los antiguos profetas de Israel que de los corruptos burgueses que
desde añares vienen conduciendo las instituciones judías locales.
Admito, sin embargo, que el tema no es sencillo.
En el año 2000, cuando estuve en Cuba por última vez, fui invitado
por la comunidad judía. Fue en un Shabat. Entonces hice en la tierra
de Fidel lo que no hago en Buenos Aires: participé del ritual
sabático. Fue en el hermoso templo judío de La Habana, cerca del
Malecón.
Y bien, después de las oraciones, me hicieron hablar. Y dije
exactamente lo que pienso: hay muchos judíos que no entienden a los
revolucionarios y, lamentablemente, muchos revolucionarios que no
entienden a los judíos. Y yo trato de bailar en los dos casamientos al
mismo tiempo y no siempre lo hago bien.
Este acto de hoy también trata de bailar en los dos casamientos. Y
todavía es muy prematuro saber si lo estamos logrando. Al menos lo
intentamos con la mayor honradez posible.
Si fuera redactor de "Ambito Financiero", mañana titularía la
crónica de este acto así: "Extraño acto judeopiquetero". Y si "Nueva
Presencia" estuviera saliendo, lo titularía de este modo: "Es para la
DAIA que lo mira por TV".
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Y bien, compañeras y compañeros: he sido muy crítico con el
judaísmo oficial y muy crítico con los gobiernos israelíes.
Pero que quede claro: si algún compañero de izquierda, si algún
compañero revolucionario, ha venido a este acto a escuchar que yo diga
que estoy en contra de la existencia de Israel, se equivocó de acto.
Chile tuvo una de las tiranías más sangrientas y represoras del
planeta. A nadie, salvo que estuviera loco, se le hubiera ocurrido
decir que hay que disolver Chile por causa de Pinochet.
Todo nuestro apoyo a los luchadores israelíes que, en condiciones
muy difíciles, están peleando por cosas parecidas a las nuestras. Todo
nuestro apoyo a los 1500 israelíes que hace algunas semanas, en una
movilización que asombró al mundo, rompieron el bloqueo del ejército
israelí a Gaza y llevaron toneladas de alimentos a los palestinos.
Todo nuestro apoyo a los muchos israelíes que hace muy pocos días
manifestaron en Tel Aviv para repudiar el vergonzoso voto israelí
contra la Revolución Cubana en las Naciones Unidas. La manifestación
reclamó también que Israel deje de ser felpudo del genocida Bush.
Todo nuestro apoyo a Fuerza Latina, también conocido en hebreo como
"Coaj Ovdim" (Fuerza Obrera), una agrupación clasista surgida
recientemente en Israel para alejarse de la burocracia sindical, y que
obtuvo, en poco tiempo, valiosas victorias a través de huelgas como
las que tuvieron lugar en el puerto de Tel Aviv y en la
Universidad de Beer Sheva. Todo nuestro apoyo a "Betzelem", la
principal organización de derechos humanos de Israel, candidata a
Premio Nobel de la Paz y que ha denunciado claramente el terrorismo de
Estado de sus gobiernos y ha hecho varios actos en contra del Muro de
la vergüenza.
A todos esos compañeros israelíes, luchadores y socialistas, no
puedo ir a decirles: muchachos, suicídense, porque en Buenos Aires hay
algunos boludos de izquierda que así lo piden.
La historia dela humanidad es la historia de la lucha de clases.
Lo dijo el Manifiesto de 1848 de Marx y Engels. Eso también vale para
Israel, donde hay explotadores y explotados como en cualquier otra
parte del mundo. Todo nuestro repudio a los explotadores y toda
nuestra solidaridad con los explotados y luchadores. El que pida la
desaparición de todo un pueblo, sin hacer la diferencia entre
explotadores y explotados, no es mi compañero, sino un fascista.
La única salida para el drama de esos pueblos que se desangran es paz,
amistad y reconocimiento recíproco entre Palestina e Israel. No la paz
del imperialismo, sino paz con justicia acordada entre ambos
contendientes en igualdad de condiciones.
Cuando surja el Estado palestino soberano seremos los primeros en
ir a saludarlo, aquí, en Buenos Aires. Un Estado palestino al lado de
Israel, no en lugar de Israel.
Nos place enormemente que la placa colocada en el 2002 por el
Movimiento Judío por los Derechos Humanos y la embajada palestina en
la esquina de la Avenida Estado de Israel y la calle Palestina,
todavía esté allí. Y ya van para seis años.
En otras partes del mundo sin duda es distinto, pero entre
palestinos e israelíes sólo la paz es revolucionaria.
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"Nueva Presencia" de ayer. "Nueva Presencia" de hoy. Treinta años
después son casi las mismas luchas.
Y termino con dos invocaciones. Una es una antigua oración judía
por la supervivencia: "Sheejeianu vekimanu veiguianu lazmán hazé". La
otra es más reciente y se hizo carne entre los revolucionarios de todo
el mundo. La pronunció un grande, el comandante Ernesto Che Guevara:
"Hasta la victoria siempre".
lunes, 22 de diciembre de 2008
EL FONDO Y LA FORMA. EDUCAR ES APRENDER ENSEÑANDO Y MIENTRAS SE ENSEÑA, APRENDER.
BOTELLA AL MAR Nº 34: EN EDUCACIÓN NO SE PUEDE "AVANZAR" COMO UN CANGREJO, SEÑOR MINISTRO DE EDUCACIÓN DE LA C.A.B.A.
Qué es educar? La etimología nos envía a “guiar, conducir”. ¿Qué tipo de educación, guía o conducción queremos para una sociedad que aun no puede reparar los daños mediante la justicia de una casi década de represión y de otra casi década en que la profundización de la economía de mercado profundizó con sus consecuencias en una violencia traducida no sólo en torturas, muerte, desapariciones, sino también en un corrimiento social que produjo que los sectores mas desprotegidos entraran en miseria y exclusión?. ¿Cómo mejorarlo, con mas violencia y autoritarismo? ¿no se impone cambiar?.
A esas décadas correspondió, alternativamente, un modelo educativo que prohibía, censuraba, castigaba, “disciplinaba” con la desaparición del posible enemigo interno, el “subversivo”. Después vinieron los tiempos neoliberales de “reforma educativa” que adelgazaron las asignaturas y los contenidos de una escuela ya bastante castigada porque “guiaba, conducía” a pensar, asistiendo ante las carencias, las necesidades de una sociedad que las padecía en gran número. Fueron años en que la escuela era, además de una institución educativa, un lugar de contención, de alimentación. Todas estas cosas resultaban también altamente peligrosas dado que, como pensaba Paulo Freire, aprender y enseñar son actos simultáneos: sólo se puede enseñar aprendiendo y cuando aprendemos también enseñamos pues el hombre aprehende el mundo y aprende del mundo.
Después, las débiles democracias formales permitieron con mucho esfuerzo para los docentes “enseñar aprendiendo y aprender enseñando”. Crecimos, maduramos, retomamos o intentamos retomar niveles perdidos o abandonados por la fuerza de las realidades para NUNCA MÁS hasta que la violencia se plantó nuevamente contra los docentes cuando en Neuquén estaban enseñando a pelear por derechos y dignidades. De la mano de los violentos, de los que la única forma de frenar el “desorden” de un conflicto social se “combate” identificándolo según principios provenientes de Durkheim. Es que algunas mentes necesitan que impere el orden de lo inmutable, de lo resignado, un orden autoritario que no acepte ni permita cuestionamientos ni movilidades.
Curiosamente (y no tanto) es el orden de los fascistas, el del autoritarismo que no permite mas que una estructura vertical donde se educa basándose en rígida disciplina, que no admite cuestionamientos pero sí impone un diferenciación estricta de jerarquías y roles y el cumplimiento de deberes, una educación con ribetes positivistas durkheimnianos y procesistas.
Por eso, cuando la directora del colegio Mariano Acosta, Raquel Papalardo, después de que se difundiera un video donde mojó (en uno de esos días de intenso calor que sofocó a Buenos Aires) a sus alumnos, utilizando una manguera contra incendios en el festejo de fin de curso, resultó un imperdonable hecho de descontrol y desconocimiento de la disciplina y la jerarquía que generó el caos educativo y provocó que, desde el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires se arremetiera contra ella. Esto y no la falta de presupuesto para atender edificios destartalados, falta de becas y atención del refuerzo alimentario sumado a los bajos salarios de los maestros, es motivo de censura, sumario y despido. Sí, ese mismo Gobierno que reprimió a los docentes que solicitaron la recomposición de sus salarios. Esos mismos docentes que mantuvieron dignamente la huelga ante un Gobierno sordo a toda voz. Ese mismo gobierno cuyo ministro –macrista- de Educación, Mariano Narodowski, olvida o desconoce la trayectoria de la escuela en estas últimas tres décadas y media, y señala que: "La figura de un rector de una escuela secundaria tiene que generar una autoridad legítima y confiable”. Lo que es la burocracia! ¿De qué país venimos y qué país vivimos, cuál es el país real?. Directamente este funcionario colabora con un imaginario social para el cual el único orden posible es el de los menores encarcelados bajando la edad de imputabilidad, el de la autoridad ordenando y disciplinando, y mas aun pendiente de confeccionar un mapa de inseguridades y no de falta de trabajo, de exclusión y de ausencia de escolaridad.
La autoridad se gana y por lo que la Comunidad Educativa manifiesta, la Directora se la ha ganado.
Señor Ministro, recuerde que educar no es poner reglas, disciplinar, ordenar, poner distancia y “tomar distancia”, castigar con golpes en las manos con una regla ni mantener en cuclillas sobre granos de maíz, porque:
"Educar es lo mismo
que poner un motor a una barca...
hay que medir, pensar, equilibrar...
... y poner todo en marcha.
Pero para eso,
uno tiene que llevar en el alma
un poco de marino...
un poco de pirata...
un poco de poeta...
y un kilo y medio de paciencia concentrada.
Pero es consolador soñar
mientras uno trabaja,
que ese barco, ese niño
irá muy lejos por el agua.
Soñar que ese navío
llevará nuestra carga de palabras
hacia puertos distantes, hacia islas lejanas.
Soñar que cuando un día
esté durmiendo nuestra propia barca,
en barcos nuevos seguirá
nuestra bandera enarbolada."
Fuenteovejuna
(PS la poesía es de Gabriel Celaya)
miércoles, 17 de diciembre de 2008
UNASUR. TODOS UNIDOS TRIUNFAREMOS
TODOS UNIDOS TRIUNFAREMOS
BOTELLA AL MAR Nº33 la botella que recogieron los países de América Latina que construyeron el UNASUR.
La reunión del UNASUR es la esperada y cada vez más consolidada concreción de la Unión de las Naciones Sudamericanas. Hoy más unidas que nunca con el ingreso de Cuba, el regreso posible en el siglo en que las democracias de América latina han madurado bastante sobre la base de las durísimas pruebas a que la sometieron décadas de movimientos sociales y represión desde mediados del siglo pasado en que llovieron gobiernos de facto, luego reemplazados por democracias formales.
El UNASUR es un hecho fundamental que viene a revertir años de división orquestada por los hijos del… Tío Sam. El UNASUR es una propuesta de integración, una respuesta regional para enfrentar poderosos bloques y pseudo tratados de libre comercio con que se intenta exprimir un poco mas a las castigadas economías latinoamericanas, pero es también una necesidad desde el punto de vista coyuntural frente a una crisis que nos exportan desde su centro de origen.
Si los integrantes del UNASUR continúan con sagacidad e inteligencia evitando cualquier quiebre, se puede esperar mucho más.
Es remarcable el hecho de haber producido de manera inmediata la respuesta ante los hechos de Bolivia, reaccionando con rapidez para apoyar a la democracia de Evo Morales e instalando una comisión que dio como resultado un informe que fue aprobado y dio a conocer los hechos de la masacre de Pando producida dentro del conflicto ocasionado por los prefectos de varios departamentos de ese país.
Pero también dentro del UNASUR se ha creado un Consejo de Defensa regional y un Consejo Sudamericano de Salud. Se debe acelerar la puesta en marcha del Banco del Sur propuesto por Chávez ya que resulta fundamental para evitar la dependencia de financiaciones externas, y sería esperable que se acelerara exitosamente el tema aun pendiente de la búsqueda de un arancel externo común.
Pero al sumar a Cuba al UNASUR, país al que se refirió la presidenta Fernández diciendo que ha regresado “al lugar del cual nunca debió haber salido” fue la obvia referencia al aislamiento al cual EE.UU. condenó a Cuba desde febrero de 1962 y que fue acatado por la mayoría de los países latinoamericanos durante años. Años de servilismo al imperio por convencimiento de los sectores dirigentes y por imposición de las políticas exteriores norteamericanas.
Sin embargo el crecimiento y la coincidencia de democracias de signo nacional y popular más atentas a la realidad del continente y a la integración y complementación permitieron la constitución de este espacio de discusión e integración que, si se mantienen alerta y vigilante, podrá evitar cualquier maniobra que pretenda desestabilizarlos y desunirnos. Aunque todavía existen en América latina algunas pretendidas democracias que no son más que correveidiles del imperio.
No obstante en esta cumbre de integración se están proyectando las reformas necesarias para hacernos fuertes, enfrentar la crisis que nos endosó el imperio y alcanzar la cooperación económica que refuerce a cada país de América latina.
Porque como dijo Paulo Freire, nadie se salva solo, todos nos salvamos en comunidad.
Sólo unidos triunfaremos.
sábado, 13 de diciembre de 2008
BOTELLA AL MAR Nº 32 : ESA MUJER
BOTELLA AL MAR Nº 32.
DE LOS GRASITAS
LOS DESCAMISADOS
LOS CABECITAS NEGRAS
TODO ASUMIDO
GRACIAS A
Esa mujer - DE RODOLFO WALSH
El coronel elogia mi puntualidad:
Es puntual como los alemanes dice.
O como los ingleses.
El coronel tiene apellido alemán.
Es un hombre corpulento, canoso, de cara ancha, tostada.
He leído sus cosas propone. Lo felicito.
Mientras sirve dos grandes vasos de whisky, me va informando, casualmente, que tiene veinte años de servicios de informaciones, que ha estudiado filosofía y letras, que es un curioso del arte. No subraya nada, simplemente deja establecido el terreno en que podemos operar, una zona vagamente común.
Desde el gran ventanal del décimo piso se ve la ciudad en el atardecer, las luces pálidas del río. Desde aquí es fácil amar, siquiera momentáneamente, a Buenos Aires. Pero no es ninguna forma concebible de amor lo que nos ha reunido.
El coronel busca unos nombres, unos papeles que acaso yo tenga.
Yo busco una muerta, un lugar en el mapa. Aún no es una búsqueda, es apenas una fantasía: la clase de fantasía perversa que algunos sospechan que podría ocurrírseme.
Algún día (pienso en momentos de ira) iré a buscarla. Ella no significa nada para mí, y sin embargo iré tras el misterio de su muerte, detrás de sus restos que se pudren lentamente en algún remoto cementerio. Si la encuentro, frescas altas olas de cólera, miedo y frustrado amor se alzarán, poderosas vengativas olas, y por un momento ya no me sentiré solo, ya no me sentiré como una arrastrada, amarga, olvidada sombra.
El coronel sabe dónde está.
Se mueve con facilidad en el piso de muebles ampulosos, ornado de marfiles y de bronces, de platos de Meissen y Cantón. Sonrío ante el Jongkind falso, el Fígari dudoso. Pienso en la cara que pondría si le dijera quién fabrica los Jongkind, pero en cambio elogio su whisky.
El bebe con vigor, con salud, con entusiasmo, con alegría, con superioridad, con desprecio. Su cara cambia y cambia, mientras sus manos gordas hacen girar el vaso lentamente.
Esos papeles dice.
Lo miro.
Esa mujer, coronel.
Sonríe.
Todo se encadena filosofa.
A un potiche de porcelana de Viena le falta una esquirla en la base. Una lámpara de cristal está rajada. El coronel, con los ojos brumosos y sonriendo, habla de la bomba.
La pusieron en el palier. Creen que yo tengo la culpa. Si supieran lo que he hecho por ellos, esos roñosos.
¿Mucho daño? pregunto. Me importa un carajo.
Bastante. Mi hija. La he puesto en manos de un psiquiatra. Tiene doce años dice.
El coronel bebe, con ira, con tristeza, con miedo, con remordimiento.
Entra su mujer, con dos pocillos de café.
Contale vos, Negra.
Ella se va sin contestar; una mujer alta, orgullosa, con un rictus de neurosis. Su desdén queda flotando como una nubecita.
La pobre quedó muy afectada explica el coronel. Pero a usted no le importa esto.
¡Cómo no me va a importar!... Oí decir que al capitán N y al mayor X también les ocurrió alguna desgracia después de aquello.
El coronel se ríe.
La fantasía popular -dice-. Vea cómo trabaja. Pero en el fondo no inventan nada. No hacen más que repetir.
Enciende un Marlboro, deja el paquete a mi alcance sobre la mesa.
-Cuénteme cualquier chiste -dice.
Pienso. No se me ocurre.
Cuénteme cualquier chiste político, el que quiera, y yo le demostraré que estaba inventado hace veinte años, cincuenta años, un siglo. Que se usó tras la derrota de Sedán, o a propósito de Hindenburg, de Dollfuss, de Badoglio.
-¿Y esto?
La tumba de Tutankamón -dice el coronel-. Lord Carnavon. Basura.
El coronel se seca la transpiración con la mano gorda y velluda.
-Pero el mayor X tuvo un accidente, mató a su mujer.
¿Qué más? dice, haciendo tintinear el hielo en el vaso.
-Le pegó un tiro una madrugada.
La confundió con un ladrón sonríe el coronel . Esas cosas ocurren.
Pero el capitán N. . .
Tuvo un choque de automóvil, que lo tiene cualquiera, y más él, que no ve un caballo ensillado cuando se pone en pedo.
¿Y usted, coronel?
Lo mío es distinto dice. Me la tienen jurada.
Se para, da una vuelta alrededor de la mesa.
Creen que yo tengo la culpa. Esos roñosos no saben lo que yo hice por ellos. Pero algún día se va a escribir la historia. A lo mejor la va a escribir usted.
Me gustaría.
Y yo voy a quedar limpio, yo voy a quedar bien. No es que me importe quedar bien con esos roñosos, pero sí ante la historia, ¿comprende?
Ojalá dependa de mí, coronel.
Anduvieron rondando. Una noche, uno se animó. Dejó la bomba en el palier y salió corriendo.
Mete la mano en una vitrina, saca una figurita de porcelana policromada, una pastora con un cesto de flores.
-Mire.
A la pastora le falta un bracito.
Derby -dice. Doscientos años.
La pastora se pierde entre sus dedos repentinamente tiernos. El coronel tiene una mueca de fierro en la cara nocturna, dolorida.
¿Por qué creen que usted tiene la culpa?
Porque yo la saqué de donde estaba, eso es cierto, y la llevé donde está ahora, eso también es cierto. Pero ellos no saben lo que querían hacer, esos roñosos no saben nada, y no saben que fui yo quien lo impidió.
El coronel bebe, con ardor, con orgullo, con fiereza, con elocuencia, con método.
-Porque yo he estudiado historia. Puedo ver las cosas con perspectiva histórica. Yo he leído a Hegel.
¿Qué querían hacer?
Fondearla en el río, tirarla de un avión, quemarla y arrojar los restos por el inodoro, diluirla en ácido. ¡Cuanta basura tiene que oír uno! Este país está cubierto de basura, uno no sabe de dónde sale tanta basura, pero estamos todos hasta el cogote.
Todos, coronel. Porque en el fondo estamos de acuerdo, ¿no? Ha llegado la hora de destruir. Habría que romper todo.
-Y orinarle encima.
Pero sin remordimientos, coronel. Enarbolando alegremente la bomba y la picana. ¡Salud! -digo levantando el vaso.
No contesta. Estamos sentados junto al ventanal. Las luces del puerto brillan azul mercurio. De a ratos se oyen las bocinas de los automóviles, arrastrándose lejanas como las voces de un sueño. El coronel es apenas la mancha gris de su cara sobre la mancha blanca de su camisa.
Esa mujer le oigo murmurar. Estaba desnuda en el ataúd y parecía una virgen. La piel se le había vuelto transparente. Se veían las metástasis del cáncer, como esos dibujitos que uno hace en una ventanilla mojada.
El coronel bebe. Es duro.
Desnuda dice. Éramos cuatro o cinco y no queríamos mirarnos. Estaba ese capitán de navío, y el gallego que la embalsamó, y no me acuerdo quién más. Y cuando la sacamos del ataúd -el coronel se pasa la mano por la frente, cuando la sacamos, ese gallego asqueroso...
Oscurece por grados, como en un teatro. La cara del coronel es casi invisible. Sólo el whisky brilla en su vaso, como un fuego que se apaga despacio. Por la puerta abierta del departamento llegan remotos ruidos. La puerta del ascensor se ha cerrado en la planta baja, se ha abierto más cerca. El enorme edificio cuchichea, respira, gorgotea con sus cañerías, sus incineradores, sus cocinas, sus chicos, sus televisores, sus sirvientas, Y ahora el coronel se ha parado, empuña una metralleta que no le vi sacar de ninguna parte, y en puntas de pie camina hacia el palier, enciende la luz de golpe, mira el ascético, geométrico, irónico vacío del palier, del ascensor, de la escalera, donde no hay absolutamente nadie y regresa despacio, arrastrando la metralleta.
Me pareció oír. Esos roñosos no me van a agarrar descuidado, como la vez pasada.
Se sienta, más cerca del ventanal ahora. La metralleta ha desaparecido y el coronel divaga nuevamente sobre aquella gran escena de su vida.
...se le tiró encima, ese gallego asqueroso. Estaba enamorado del cadáver, la tocaba, le manoseaba los pezones. Le di una trompada, mire -el coronel se mira los nudillos, que lo tiré contra la pared. Está todo podrido, no respetan ni a la muerte. ¿Le molesta la oscuridad?
No.
Mejor. Desde aquí puedo ver la calle. Y pensar. Pienso siempre. En la oscuridad se piensa mejor.
Vuelve a servirse un whisky.
Pero esa mujer estaba desnuda -dice, argumenta contra un invisible contradictor-. Tuve que taparle el monte de Venus, le puse una mortaja y el cinturón franciscano.
Bruscamente se ríe.
Tuve que pagar la mortaja de mi bolsillo. Mil cuatrocientos pesos. Eso le demuestra, ¿eh? Eso le demuestra.
Repite varias veces "Eso le demuestra", como un juguete mecánico, sin decir qué es lo que eso me demuestra.
-Tuve que buscar ayuda para cambiarla de ataúd. Llamé a unos obreros que había por ahí. Figúrese como se quedaron. Para ellos era una diosa, qué sé yo las cosas que les meten en la cabeza, pobre gente.
¿Pobre gente?
Sí, pobre gente.El coronel lucha contra una escurridiza cólera interior. Yo también soy argentino.
Yo también, coronel, yo también. Somos todos argentinos.
Ah, bueno dice.
¿La vieron así?
Sí, ya le dije que esa mujer estaba desnuda. Una diosa, y desnuda, y muerta. Con toda la muerte al aire, ¿sabe? Con todo, con todo...
La voz del coronel se pierde en una perspectiva surrealista, esa frasecita cada vez más rémova encuadrada en sus líneas de fuga, y el descenso de la voz manteniendo una divina proporción o qué. Yo también me sirvo un whisky.
Para mí no es nada -dice el coronel. Yo estoy acostumbrado a ver mujeres desnudas. Muchas en mi vida. Y hombres muertos. Muchos en Polonia, el 39. Yo era agregado militar, dése cuenta.
Quiero darme cuenta, sumo mujeres desnudas más hombres muertos, pero el resultado no me da, no me da, no me da... Con un solo movimiento muscular me pongo sobrio, como un perro que se sacude el agua.
A mí no me podía sorprender. Pero ellos...
¿Se impresionaron?
Uno se desmayó. Lo desperté a bofetadas. Le dije: "Maricón, ¿ésto es lo que hacés cuando tenés que enterrar a tu reina? Acordate de San Pedro, que se durmió cuando lo mataban a Cristo." Después me agradeció.
Miró la calle. "Coca" dice el letrero, plata sobre rojo. "Cola" dice el letrero, plata sobre rojo. La pupila inmensa crece, círculo rojo tras concéntrico círculo rojo, invadiendo la noche, la ciudad, el mundo. "Beba".
Beba dice el coronel.
Bebo.
¿Me escucha?
-Lo escucho.
Le cortamos un dedo.
¿Era necesario?
El coronel es de plata, ahora. Se mira la punta del índice, la demarca con la uña del pulgar y la alza.
Tantito así. Para identificarla.
-¿No sabían quién era?
Se ríe. La mano se vuelve roja. "Beba".
Sabíamos, sí. Las cosas tienen que ser legales. Era un acto histórico, ¿comprende?
Comprendo.
-La impresión digital no agarra si el dedo está muerto. Hay que hidratarlo. Más tarde se lo pegamos.
¿Y?
Era ella. Esa mujer era ella.
¿Muy cambiada?
No, no, usted no me entiende. lgualita. Parecía que iba a hablar, que iba a... Lo del dedo es para que todo fuera legal. El profesor R. controló todo, hasta le sacó radiografías.
¿El profesor R.?
-Sí. Eso no lo podía hacer cualquiera. Hacía falta alguien con autoridad científica, moral.
En algún lugar de la casa suena, remota, entrecortada, una campanilla. No veo entrar a la mujer del coronel, pero de pronto esta ahí, su voz amarga, inconquistable.
¿Enciendo?
No.
Teléfono.
Deciles que no estoy.
Desaparece.
Es para putearme explica el coronel-. Me llaman a cualquier hora. A las tres de la madrugada, a las cinco.
-Ganas de joder digo alegremente.
Cambié tres veces el número del teléfono. Pero siempre lo averiguan.
¿Qué le dicen?
Que a mi hija le agarre la polio. Que me van a cortar los huevos. Basura.
Oigo el hielo en el vaso, como un cencerro lejano.
Hice una ceremonia, los arengué. Yo respeto las ideas, les dije. Esa mujer hizo mucho por ustedes. Yo la voy a enterrar como cristiana. Pero tienen que ayudarme.
El coronel está de pie y bebe con coraje, con exasperación, con grandes y altas ideas que refluyen sobre él como grandes y altas olas contra un peñasco y lo dejan intocado y seco, recortado y negro, rojo y plata.
La sacamos en un furgón, la tuve en Viamonte, después en 25 de Mayo, siempre cuidándola, protegiéndola, escondiéndola. Me la querían quitar, hacer algo con ella. La tapé con una lona, estaba en mi despacho, sobre un armario, muy alto. Cuando me preguntaban qué era, les decía que era el transmisor de Córdoba, la Voz de la Libertad.
Ya no sé dónde está el coronel. El reflejo plateado lo busca, la pupila roja. Tal vez ha salido. Tal vez ambula entre los muebles. El edificio huele vagamente a sopa en la cocina, colonia en el baño, pañales en la cuna, remedios, cigarrillos, vida, muerte.
-Llueve -dice su voz extraña.
Miro el cielo: el perro Sirio, el cazador Orión.
Llueve día por medio dice el coronel-. Día por medio llueve en un jardín donde todo se pudre, las rosas, el pino, el cinturón franciscano.
Dónde, pienso, dónde.
¡Está parada! -grita el coronel. ¡La enterré parada, como Facundo, porque era un macho!
Entonces lo veo, en la otra punta de la mesa. Y por un momento, cuando el resplandor cárdeno lo baña, creo que llora, que gruesas lágrimas le resbalan por la cara.
No me haga caso -dice, se sienta. Estoy borracho.
Y largamente llueve en su memoria.
Me paro, le toco el hombro.
¿Eh? -dice ¿Eh? -dice.
Y me mira con desconfianza, como un ebrio que se despierta en un tren desconocido.
-¿La sacaron del país?
-Sí.
¿La sacó usted?
Sí.
-¿Cuántas personas saben?
DOS.
¿El Viejo sabe?
Se ríe.
-Cree que sabe.
¿Dónde?
No contesta.
Hay que escribirlo, publicarlo.
Sí. Algún día.
Parece cansado, remoto.
¡Ahora! me exaspero. ¿No le preocupa la historia? ¡Yo escribo la historia, y usted queda bien, bien para siempre, coronel!
La lengua se le pega al paladar, a los dientes.
-Cuando llegue el momento... usted será el primero...
No, ya mismo. Piense. Paris Match. Life. Cinco mil dólares. Diez mil. Lo que quiera.
Se ríe.
¿Dónde, coronel, dónde?
Se para despacio, no me conoce. Tal vez va a preguntarme quién soy, qué hago ahí.
Y mientras salgo derrotado, pensando que tendré que volver, o que no volveré nunca. Mientras mi dedo índice inicia ya ese infatigable itinerario por los mapas, uniendo isoyetas, probabilidades, complicidades. Mientras sé que ya no me interesa, y que justamente no moveré un dedo, ni siquiera en un mapa, la voz del coronel me alcanza como una revelación.
Es mía -dice simplemente. Esa mujer es mía.
VOLVER A LOS 17. DISTINTAS VERSIONES DEL MISMO HECHO
A BUEN ENTENDEDOR POCAS PALABRAS BASTAN. AQUI BASTA CON ANALIZAR LOS ADJETIVOS PARA ENTENDER LAS INTENCIONES Y EL USO DE CIERTOS VOCABLOS COMO "PUEBLO" "DEMOCRACIA" y "LIBERTAD".
BOTELLA AL MAR Nº 31
16 DE OCTUBRE 1945
“franco tren de provocar incidencias y dirimirlas a balazos”
trataron de desfilar los elementos “Peronistas”. Desde temprano circulaba ayer en la ciudad la versión de que una numerosa columna de peronistas, todos ellos “Hombres guapos”, se proponía desfilar por las calles céntricas en franco tren de provocar incidencias y dirimirlas a balazos.
La policía destacó empleados de Investigaciones y reforzó la vigilancia cargo de los agentes de las respectivas seccionales. Muchas personas de filiación democrática concurrieron también al atardecer a la calle Florida pues el anuncio de este desfile de los últimos admiradores del ex vicepresidente, Ministro de Guerra y Secretario de Trabajo y Previsión, había despertado lógica curiosidad.
De: Diario Crítica.
17 DE OCTUBRE 1945
“Toda clase de métodos de coerción”
Mediante la violencia tratan de impedir el trabajo en Avellaneda.
Recurrieron a toda clase de métodos de coerción y contando con una inexplicable pasividad por parte de la policía, que se negó a intervenir en los casos en que se solicitó su protección, elementos adictos al ex vicepresidente de la República intentaron poner en práctica un plan de perturbación del orden tendiente a impedir la normalización institucional del país. Para asegurarse del éxito del movimiento, desde ayer se habían echado a correr ciertas versiones según las cuales todas las conquistas sociales obtenidas últimamente habían sido derogadas. No obstante la anunciada huelga ha hallado escaso eco entre los trabajadores.
Diario El Mundo
“Grupos dispersos que recorren las calles con paso cansino”
En varias zonas de Buenos Aires los grupos peronianos cometieron sabotajes y desmanes.
El anunciado movimiento popular de los peronistas ha fracasado estrepitosamente en un ridículo de extraordinarias proporciones. Las multitudinarias e imponente columnas de los adictos al ex vicepresidente prometían reunir para dar las sensación cabal de su poderío, se han trocado en grupos dispersos que recorren las calles con paso cansino, en medio de la indiferencia y el desprecio de la población, y dando la impresión de comparsas extenuadas que comprenden la inutilidad del papel que se les quiere hacer representar.
No obstante, ante el fracaso, los elementos más recalcitrantes de este peronismo en veloz menguante, tratan de hallar desquite cometiendo desmanes y recurriendo al sabotaje…
A esto ha quedado reducido el seudo movimiento obrero que no ha mucho, en un jactancioso reportaje, el ex vicepresidente prometía que involucraría a tres millones de obreros, a unos insignificantes núcleos de exaltados que, al amparo de una tolerancia inexplicable, pretende asumir una representación que no les corresponde.
De: Diario Crítica.
“Al grito de hoy es el grito del pueblo: ¡Viva Perón!”
El auténtico pueblo argentino expresa su solidaridad con Perón.
Desde el mediodía una inmensa marejada humana se volcó, como respondiendo a una tácita consigna, por diversas arterias, en dirección al Hospital Militar Central, donde el Coronel J.D. Perón sigue bajo “protección”.
Millares y millares de trabajadores encolumnados tras banderas argentinas, enfervorizados al grito constante de “PERÖN, PERÓN”.
Las mujeres de los trabajadores argentinos pusieron la nota amable en esta grandiosa fiesta del trabajo y la libertad del pueblo argentino, llevando flores, insignias, banderas y retratos del líder del pueblo.
La columna, al llegar frente al Hospital Militar Central, como contenida por un dique monumental, condensó, desbordando las calles adyacentes, mientras que el final de la columna seguía aun encaminándose por Las Heras, Av. Bullrich, Luis María Campos y otras calles. Desde todas las esquinas, nutridos grupos de obreros se sumaron a las columnas agregando su voz al grito de hoy es el grito del pueblo: ¡Viva Perón!.
De: Diario La Época
lunes, 8 de diciembre de 2008
BOTELLA AL MAR Nº 30 AGUSTÍN TOSCO
" Yo no me planteo cómo tendré que morir, creo que mi fin será consecuente con mi lucha, no sé en qué circunstancia. Lo importante es morir con los ideales de uno. Ahora, no me gustaría morir habiendo traicionado a mi clase".
Agustín Tosco nació en Coronel Moldes, Córdoba en mayo de 1930. Contaba 18 años cuando empieza a trabajar en Luz y Fuerza, en el taller electromecánico.
A lo largo de su vida demostró una profunda identificación con los conflictos sociales y dedicó mucho tiempo a lecturas que le permitieron construir sus conocimientos gremiales. En la escuela aprendió conceptos, de la vida nació su vocación por los otros, por la defensa de los derechos de los trabajadores y su ética. Su convicción militante retratada por Vicente Zito Lema cuando anota que: “Símbolo del Cordobazo ¬ una de las mayores gestas populares del siglo¬, prisionero de las dictaduras, ejemplo aun en el cansancio, en la desorientación o en la peor desventura, colocando al servicio de los demás un enorme coraje personal y esa férrea voluntad con que se transforma la realidad. Veía el socialismo como un camino para la construcción del hombre nuevo y la nueva sociedad. Como pocos luchó para que así fuera. Tuvo la pasión de los convencidos, la fraternidad de los justos y alcanzó, sin dejar de ser nunca un trabajador, el más alto grado de conciencia crítica que en su tiempo se pudo lograr. Mirándonos en él, nadie se animará a pensar que la clase obrera argentina come vidrio. La conversación había entrado en lo personal y dio pie a la última pregunta, pertinente para aquellos tiempos donde los destinos trágicos se habían convertido en una cotidianeidad: ¿cómo quisiera morir y cómo no quisiera?. Contestó casi sin respirar, pareció que las palabras las tenía siempre en la punta de la lengua: "El marxismo dice que la muerte es necesaria. Yo no me planteo cómo tendré que morir, creo que mi fin será consecuente con mi lucha, no sé en qué circunstancia. Lo importante es morir con los ideales de uno. Ahora, no me gustaría morir habiendo traicionado a mi clase".
Sus condiciones personales lo hacen sobresalir como conductor, ya como presidente del Centro de Estudiantes de la Escuela Presidente Roca en la ciudad de Córdoba, mas adelante subdelegado en Luz y Fuerza, luego delegado, Secretario del cuerpo de delegados, llega a la conducción y mas tarde Secretario gremial de la Federación Argentina de Trabajadores de Luz y Fuerza (FATLYF).
La “revolución libertadora” que se ocupó de “disciplinar” toda disidencia gremial particularmente las provenientes del peronismo pero también de todo sector combativo, lo inhabilitó hasta 1957. En este último año participó de la huelga que paralizó Luz y Fuerza y terminó en la cárcel.
El plan económico de Adalbert Krieger Vasena precipitó al movimiento obrero a la calle en lo que constituyó una muestra de fuerza impresionante por las calles de Córdoba. El “Cordobazo” fue una severa demostración de un movimiento obrero cohesionado por encima de las diferencias ideológicas, pero unitario en cuanto al objetivo claro de decirle NO al funesto régimen de facto. Las medidas de Krieger Vasena atendían a la destrucción de la industria nacional.
Desde la cárcel denunció claramente desde prisión: “Somos prisioneros del sistema que aún impera en nuestro país y rehenes de la dictadura que lo agobia […] Los prisioneros de Luz y Fuerza, como los demás detenidos, hemos mantenido y mantendremos permanentemente en alto la dignidad personal que se liga indisolublemente con la dignidad del gremio y del Movimiento Obrero.
No hemos claudicado nunca en la constante lucha contra la dictadura ni claudicaremos jamás aún cuando las puertas de la cárcel no se abran para nosotros. Las grandes consignas de la Justicia Social y de la Liberación Nacional han adquirido mayor valor para nosotros. Si antes las sentíamos y comprendíamos, hoy son parte indisoluble de nuestra conciencia y de nuestra doctrina sindical.
2) Rendimos una vez más un profundo homenaje a nuestros mártires, Santiago Pampillón, Hilda Guerrero de Molina, Cabral, Bello, Blanco, Mena y a aquellos que por nuestra situación no conocemos sus nombres. A los que cayeron bajo la represión brutal de la dictadura, un recuerdo sagrado y la seguridad histórica, de que los sectores del privilegio y de la reacción no podrán detener jamás el avance de los pueblos por más crímenes que cometan, por más ciudadanos que encarcelen, por más persecuciones y atropellos que consuman.
3) Ratificamos nuestro repudio a todos los elementos participacionistas que en esta oportunidad también habrán “participado” de la represión dictatorial; a los simuladores, a los oportunistas, a los débiles de espíritu a los que se niegan así mismos, a los que se salvan pasándose en complicidad o por omisión a la vereda de enfrente. A nosotros nos condena la injusticia y la arbitrariedad. A ellos los condena la verdad del Pueblo. Preferimos toda la vida la prisión con el respeto de nuestros compañeros, que la libertad con su repudio, como les sucede a los partipacionistas.
4) Tenemos una inmensa fe en que el Pueblo triunfará. Que deberá normalizarse institucionalmente el país. Que la voluntad soberana del Pueblo determine quién y cómo gobernar. Para ello la unidad combativa del Movimiento Obrero, del estudiantado, de los sacerdotes progresistas, de las fuerzas civiles y militares patrióticas, de todos los hombres y mujeres argentinos, es un factor de fundamental importancia. El neofascismo comunitarista, caerá inexorablemente aplastado por la conjunción de los esfuerzos inspirados en los sentimientos y pensamientos nacionales, populares y progresistas. La misión de cada uno es construir ese destino, al que la absoluta mayoría del Pueblo aspira.
5) La férrea Unidad del Gremio debe continuar como hasta ahora y si es posible fortalecerla aún más. Ésta que padecemos, es una sanción más de las tantas que nos aplicaron a Luz y Fuerza y que caen simultáneamente sobre tantos hombres e instituciones que luchan por el reconocimiento de sus derechos.
Nos han dicho invocando a la Patria, que somos todos argentinos. Sabemos que es así formalmente, pero que hay una realidad más esencial; la mayoría de los argentinos quieren y defienden su Patria; una minoría privilegiada y reaccionaria, reniega de la misma, la vende o la entrega.
6) Todo lo que de constructivo pueden aportar para consolidar la dirección del Gremio, deben darlo nuestros compañeros. Sabemos que así será porque estamos convencidos de lo permanente de esa frase que es patrimonio de la CGT de los Argentinos. “Es preferible honra sin Sindicatos, que Sindicatos sin honra”. Los Sindicatos no son uno o cien edificios, los verdaderos Sindicatos son un conjunto de Compañeros unidos por el gran ideal de Justicia y de redención humana. Lo demás viene por añadidura.
...
10) Nuestra libertad tiene relativa importancia. Todas las preocupaciones y esfuerzos deben dirigirse fundamentalmente a erradicar el régimen que oprime al país. A reconquistar los derechos sindicales conculcados. A lograr un reconocimiento integral de los derechos humanos. En eso estuvimos todos y en eso debemos proseguir.
En la acción por concretar esos ideales nos mantenemos. La cárcel aprisiona nuestros cuerpos, pero el espíritu es libre y con su solidez se derrota a los tiranos….
Un afectuoso saludo y un gran abrazo para todos los compañeros de Luz y Fuerza de Córdoba AGUSTIN J. TOSCO.” .
Tosco sufrió encarcelamientos en diversas oportunidades, siempre vinculados con su actividad en defensa de los trabajadores. Fue así que lo encarcelaron en Rawson, en Devoto. En la década de 1970 fue llevado a prisión a disposición del Poder Ejecutivo Nacional.
Osvaldo Bayer aporta que perseguido y amenazado durante el gobierno de “Isabel”. En octubre de 1974 se intervino el sindicato de Luz y Fuerza y Tosco pasó a la clandestinidad, amenazado y perseguido, pero además enfermó sin que pudiera acceder a un hospital debido a que si lo encontraban lo iban a matar. Algunos amigos médicos arriesgaron su vida para atenderlo. Así, en la clandestinidad, murió el 5 de noviembre de 1975.
La coherencia de su pensamiento y sus acciones queda plasmada en estas palabras: -¿Qué objetivos persigue como dirigente y como hombre?
"-Hago lo que hago porque quiero a la justicia. Si bien yo nací en una familia de pequeños propietarios y no he experimentado la injusticia que sufre tanta gente, tantos trabajadores, sé que no sólo lucha contra ella quien la padece, sino también quien la comprende. Claro que la represión la hemos sufrido nosotros también. Pero lo fundamental es que todos los que tenemos un concepto de justicia y equidad, debemos luchar para construir una nueva sociedad que permita al hombre salir de la enajenación a que lo conduce este sistema que afecta hasta el derecho de vivir. La mortalidad infantil, el analfabetismo, la deficiencia sanitaria, la falta de vivienda son parte de este sistema injusto.
-¿Cómo llegó a estas convicciones? ¿Estudiando?
-Sí, a través de la lectura. Yo estudié en la escuela primaria y luego hice un curso de cuatro años en una escuela técnica. Más tarde, tres años en la Universidad Tecnológica, donde me recibí de electrotécnico. Por lo demás, leí lo que cayó en mis manos: José Ingenieros, fundamentalmente, y también novelas y ensayos sobre los problemas del movimiento obrero.
-¿Es difícil lograr coherencia entre lo que uno piensa y lo que uno hace?
-Es difícil, si más aún en este tipo de sociedad cuando nosotros pretendemos tener una moral que no sea la típica de esta sociedad, nos encontramos permanentemente con esta tabla de valores, que pretende colocar a toda la población bajo su imperativo. Ahora es difícil, pero no imposible. Llevar a la práctica las ideas de uno requiere un esfuerzo, pero mucha gente lo hace."
SOBRE EL CORDOBAZO. SU TESTIMONIO
La instauración del Estado de Sitio; la intervención a sindicatos; la prisión a disposición del Poder Ejecutivo de cientos y cientos de personas; el injusto castigo de ira disciplinaria, disponiendo la cesantía de numerosos trabajadores, constituyeron una realidad insospechada para nosotros y para el pueblo.
Sin embargo el régimen que se arrogó, sin ningún tipo de mandato, la representación popular; el régimen que usurpó el poder, en lugar de resolver siquiera, los más mínimos problemas del país, instrumentó una política reaccionaria al servicio de los intereses oligárquicos y antinacionales y en contra de todo lo que los argentinos quieren.
Nosotros hemos visto y vivido lo que sucedió en Córdoba. Hemos visto a miles y miles de hombres, mujeres y jóvenes que, sin temer salieron a la calle a gritar su vibrante protesta. Hemos visto verdaderas mareas humanas que reclamaban justicia, libertad y democracia, los hemos visto actuar con valor, decisión y firmeza incomparables... ¿Qué exigía ese Pueblo en lucha?. Exigía respeto a su soberana voluntad; exigía la normalización institucional, para que el Gobierno fuera elegido por decisión de la mayoría de la población, sin persecuciones para con las ideas y doctrinas de ningún argentino. Exigía que se aumentaran los salarios en un 40 %, que era lo que había crecido el costo de la vida. Exigía el respeto al derecho de asociación, reunión y libre expresión. Exigía la defensa del patrimonio nacional, absorbido, cada vez más, por los monopolios extranjeros. Exigía la creación de nuevas fuentes de trabajo, para eliminar la desocupación que trae miseria y desesperación a los hogares. Exigía la reincorporación de los cesantes y el levantamiento de las sanciones por haber hecho uso del derecho constitucional de huelga. Exigía la anulación de la política de racionalización en las empresas del Estado y del desconocimiento de derechos contractuales de las empresas privadas. Exigía una Universidad abierta a las posibilidades de los hijos de los trabajadores y consustanciada con los intereses del país. Exigía la eliminación de las quitas zonales, que reducen las remuneraciones de los obreros por el sólo hecho de vivir en el interior del país. Exigía la restitución del sábado inglés, que disminuyó los salarios en más del 9 % y aumentó la jornada laboral.. Todas estas cosas y muchas más, exigía el pueblo, cansado de peticionar ante los sordos oídos del Gobierno. Cansado de que se prohibieran y disolvieran violentamente sus actos y manifestaciones. Cansado de ser atropellado y escarnecido. Ya el 16 de mayo en Córdoba se cumplió un extraordinario paro general de 24 horas. El 29 y 30 de Mayo se cumplirían otro paro general de 37 horas, con actos públicos, en demanda de soluciones.
Antes de la media hora de marcha, desde las fábricas a la ciudad, las fuerzas represivas ya habían asesinado a un compañero de Mecánicos, y comenzaron a atacar a los trabajadores y estudiantes con saña digna de invasores bárbaros.
Toda la responsabilidad de lo ocurrido cae, inexorablemente, sobre las fuerzas de represión y los Gobiernos Provincial y Nacional, que lo ordenaron. De nada puede culparse al pueblo que salió a defender sus derechos y los defendió con sus tres armas fundamentales: la razón, la verdad y la justicia.
Una de las consecuencias de la represión de la Dictadura, son los trece prisioneros de Rawson; los 11 de Neuquén y los 7 de Córdoba. Todos juzgados y condenados por Consejos de Guerra, en forma injusta y arbitraria, sin una posibilidad adecuada de defensa.
Si bien estamos muy lejos de Córdoba, no podemos sentirnos menos que orgullosos de todos los compañeros de Trelew y Rawson. La inmediata constitución de una Comisión de Solidaridad que visitó la cárcel, en misión fraternal, e hizo llegar importantes provisiones a nuestros presos y que trabaja infatigablemente para solucionar todos los problemas que padecen y que los visita todos los días Domingos, ha demostrado que la unidad, el compañerismo y la solidaridad son virtudes imprescindibles de la clase trabajadora. Por más que existan dirigentes claudicantes, conciliadores y participacionistas.
Cárcel de Rawson, 13/julio/1969
Agustín Tosco nació en Coronel Moldes, Córdoba en mayo de 1930. Contaba 18 años cuando empieza a trabajar en Luz y Fuerza, en el taller electromecánico.
A lo largo de su vida demostró una profunda identificación con los conflictos sociales y dedicó mucho tiempo a lecturas que le permitieron construir sus conocimientos gremiales. En la escuela aprendió conceptos, de la vida nació su vocación por los otros, por la defensa de los derechos de los trabajadores y su ética. Su convicción militante retratada por Vicente Zito Lema cuando anota que: “Símbolo del Cordobazo ¬ una de las mayores gestas populares del siglo¬, prisionero de las dictaduras, ejemplo aun en el cansancio, en la desorientación o en la peor desventura, colocando al servicio de los demás un enorme coraje personal y esa férrea voluntad con que se transforma la realidad. Veía el socialismo como un camino para la construcción del hombre nuevo y la nueva sociedad. Como pocos luchó para que así fuera. Tuvo la pasión de los convencidos, la fraternidad de los justos y alcanzó, sin dejar de ser nunca un trabajador, el más alto grado de conciencia crítica que en su tiempo se pudo lograr. Mirándonos en él, nadie se animará a pensar que la clase obrera argentina come vidrio. La conversación había entrado en lo personal y dio pie a la última pregunta, pertinente para aquellos tiempos donde los destinos trágicos se habían convertido en una cotidianeidad: ¿cómo quisiera morir y cómo no quisiera?. Contestó casi sin respirar, pareció que las palabras las tenía siempre en la punta de la lengua: "El marxismo dice que la muerte es necesaria. Yo no me planteo cómo tendré que morir, creo que mi fin será consecuente con mi lucha, no sé en qué circunstancia. Lo importante es morir con los ideales de uno. Ahora, no me gustaría morir habiendo traicionado a mi clase".
Sus condiciones personales lo hacen sobresalir como conductor, ya como presidente del Centro de Estudiantes de la Escuela Presidente Roca en la ciudad de Córdoba, mas adelante subdelegado en Luz y Fuerza, luego delegado, Secretario del cuerpo de delegados, llega a la conducción y mas tarde Secretario gremial de la Federación Argentina de Trabajadores de Luz y Fuerza (FATLYF).
La “revolución libertadora” que se ocupó de “disciplinar” toda disidencia gremial particularmente las provenientes del peronismo pero también de todo sector combativo, lo inhabilitó hasta 1957. En este último año participó de la huelga que paralizó Luz y Fuerza y terminó en la cárcel.
El plan económico de Adalbert Krieger Vasena precipitó al movimiento obrero a la calle en lo que constituyó una muestra de fuerza impresionante por las calles de Córdoba. El “Cordobazo” fue una severa demostración de un movimiento obrero cohesionado por encima de las diferencias ideológicas, pero unitario en cuanto al objetivo claro de decirle NO al funesto régimen de facto. Las medidas de Krieger Vasena atendían a la destrucción de la industria nacional.
Desde la cárcel denunció claramente desde prisión: “Somos prisioneros del sistema que aún impera en nuestro país y rehenes de la dictadura que lo agobia […] Los prisioneros de Luz y Fuerza, como los demás detenidos, hemos mantenido y mantendremos permanentemente en alto la dignidad personal que se liga indisolublemente con la dignidad del gremio y del Movimiento Obrero.
No hemos claudicado nunca en la constante lucha contra la dictadura ni claudicaremos jamás aún cuando las puertas de la cárcel no se abran para nosotros. Las grandes consignas de la Justicia Social y de la Liberación Nacional han adquirido mayor valor para nosotros. Si antes las sentíamos y comprendíamos, hoy son parte indisoluble de nuestra conciencia y de nuestra doctrina sindical.
2) Rendimos una vez más un profundo homenaje a nuestros mártires, Santiago Pampillón, Hilda Guerrero de Molina, Cabral, Bello, Blanco, Mena y a aquellos que por nuestra situación no conocemos sus nombres. A los que cayeron bajo la represión brutal de la dictadura, un recuerdo sagrado y la seguridad histórica, de que los sectores del privilegio y de la reacción no podrán detener jamás el avance de los pueblos por más crímenes que cometan, por más ciudadanos que encarcelen, por más persecuciones y atropellos que consuman.
3) Ratificamos nuestro repudio a todos los elementos participacionistas que en esta oportunidad también habrán “participado” de la represión dictatorial; a los simuladores, a los oportunistas, a los débiles de espíritu a los que se niegan así mismos, a los que se salvan pasándose en complicidad o por omisión a la vereda de enfrente. A nosotros nos condena la injusticia y la arbitrariedad. A ellos los condena la verdad del Pueblo. Preferimos toda la vida la prisión con el respeto de nuestros compañeros, que la libertad con su repudio, como les sucede a los partipacionistas.
4) Tenemos una inmensa fe en que el Pueblo triunfará. Que deberá normalizarse institucionalmente el país. Que la voluntad soberana del Pueblo determine quién y cómo gobernar. Para ello la unidad combativa del Movimiento Obrero, del estudiantado, de los sacerdotes progresistas, de las fuerzas civiles y militares patrióticas, de todos los hombres y mujeres argentinos, es un factor de fundamental importancia. El neofascismo comunitarista, caerá inexorablemente aplastado por la conjunción de los esfuerzos inspirados en los sentimientos y pensamientos nacionales, populares y progresistas. La misión de cada uno es construir ese destino, al que la absoluta mayoría del Pueblo aspira.
5) La férrea Unidad del Gremio debe continuar como hasta ahora y si es posible fortalecerla aún más. Ésta que padecemos, es una sanción más de las tantas que nos aplicaron a Luz y Fuerza y que caen simultáneamente sobre tantos hombres e instituciones que luchan por el reconocimiento de sus derechos.
Nos han dicho invocando a la Patria, que somos todos argentinos. Sabemos que es así formalmente, pero que hay una realidad más esencial; la mayoría de los argentinos quieren y defienden su Patria; una minoría privilegiada y reaccionaria, reniega de la misma, la vende o la entrega.
6) Todo lo que de constructivo pueden aportar para consolidar la dirección del Gremio, deben darlo nuestros compañeros. Sabemos que así será porque estamos convencidos de lo permanente de esa frase que es patrimonio de la CGT de los Argentinos. “Es preferible honra sin Sindicatos, que Sindicatos sin honra”. Los Sindicatos no son uno o cien edificios, los verdaderos Sindicatos son un conjunto de Compañeros unidos por el gran ideal de Justicia y de redención humana. Lo demás viene por añadidura.
...
10) Nuestra libertad tiene relativa importancia. Todas las preocupaciones y esfuerzos deben dirigirse fundamentalmente a erradicar el régimen que oprime al país. A reconquistar los derechos sindicales conculcados. A lograr un reconocimiento integral de los derechos humanos. En eso estuvimos todos y en eso debemos proseguir.
En la acción por concretar esos ideales nos mantenemos. La cárcel aprisiona nuestros cuerpos, pero el espíritu es libre y con su solidez se derrota a los tiranos….
Un afectuoso saludo y un gran abrazo para todos los compañeros de Luz y Fuerza de Córdoba AGUSTIN J. TOSCO.” .
Tosco sufrió encarcelamientos en diversas oportunidades, siempre vinculados con su actividad en defensa de los trabajadores. Fue así que lo encarcelaron en Rawson, en Devoto. En la década de 1970 fue llevado a prisión a disposición del Poder Ejecutivo Nacional.
Osvaldo Bayer aporta que perseguido y amenazado durante el gobierno de “Isabel”. En octubre de 1974 se intervino el sindicato de Luz y Fuerza y Tosco pasó a la clandestinidad, amenazado y perseguido, pero además enfermó sin que pudiera acceder a un hospital debido a que si lo encontraban lo iban a matar. Algunos amigos médicos arriesgaron su vida para atenderlo. Así, en la clandestinidad, murió el 5 de noviembre de 1975.
La coherencia de su pensamiento y sus acciones queda plasmada en estas palabras: -¿Qué objetivos persigue como dirigente y como hombre?
"-Hago lo que hago porque quiero a la justicia. Si bien yo nací en una familia de pequeños propietarios y no he experimentado la injusticia que sufre tanta gente, tantos trabajadores, sé que no sólo lucha contra ella quien la padece, sino también quien la comprende. Claro que la represión la hemos sufrido nosotros también. Pero lo fundamental es que todos los que tenemos un concepto de justicia y equidad, debemos luchar para construir una nueva sociedad que permita al hombre salir de la enajenación a que lo conduce este sistema que afecta hasta el derecho de vivir. La mortalidad infantil, el analfabetismo, la deficiencia sanitaria, la falta de vivienda son parte de este sistema injusto.
-¿Cómo llegó a estas convicciones? ¿Estudiando?
-Sí, a través de la lectura. Yo estudié en la escuela primaria y luego hice un curso de cuatro años en una escuela técnica. Más tarde, tres años en la Universidad Tecnológica, donde me recibí de electrotécnico. Por lo demás, leí lo que cayó en mis manos: José Ingenieros, fundamentalmente, y también novelas y ensayos sobre los problemas del movimiento obrero.
-¿Es difícil lograr coherencia entre lo que uno piensa y lo que uno hace?
-Es difícil, si más aún en este tipo de sociedad cuando nosotros pretendemos tener una moral que no sea la típica de esta sociedad, nos encontramos permanentemente con esta tabla de valores, que pretende colocar a toda la población bajo su imperativo. Ahora es difícil, pero no imposible. Llevar a la práctica las ideas de uno requiere un esfuerzo, pero mucha gente lo hace."
SOBRE EL CORDOBAZO. SU TESTIMONIO
La instauración del Estado de Sitio; la intervención a sindicatos; la prisión a disposición del Poder Ejecutivo de cientos y cientos de personas; el injusto castigo de ira disciplinaria, disponiendo la cesantía de numerosos trabajadores, constituyeron una realidad insospechada para nosotros y para el pueblo.
Sin embargo el régimen que se arrogó, sin ningún tipo de mandato, la representación popular; el régimen que usurpó el poder, en lugar de resolver siquiera, los más mínimos problemas del país, instrumentó una política reaccionaria al servicio de los intereses oligárquicos y antinacionales y en contra de todo lo que los argentinos quieren.
Nosotros hemos visto y vivido lo que sucedió en Córdoba. Hemos visto a miles y miles de hombres, mujeres y jóvenes que, sin temer salieron a la calle a gritar su vibrante protesta. Hemos visto verdaderas mareas humanas que reclamaban justicia, libertad y democracia, los hemos visto actuar con valor, decisión y firmeza incomparables... ¿Qué exigía ese Pueblo en lucha?. Exigía respeto a su soberana voluntad; exigía la normalización institucional, para que el Gobierno fuera elegido por decisión de la mayoría de la población, sin persecuciones para con las ideas y doctrinas de ningún argentino. Exigía que se aumentaran los salarios en un 40 %, que era lo que había crecido el costo de la vida. Exigía el respeto al derecho de asociación, reunión y libre expresión. Exigía la defensa del patrimonio nacional, absorbido, cada vez más, por los monopolios extranjeros. Exigía la creación de nuevas fuentes de trabajo, para eliminar la desocupación que trae miseria y desesperación a los hogares. Exigía la reincorporación de los cesantes y el levantamiento de las sanciones por haber hecho uso del derecho constitucional de huelga. Exigía la anulación de la política de racionalización en las empresas del Estado y del desconocimiento de derechos contractuales de las empresas privadas. Exigía una Universidad abierta a las posibilidades de los hijos de los trabajadores y consustanciada con los intereses del país. Exigía la eliminación de las quitas zonales, que reducen las remuneraciones de los obreros por el sólo hecho de vivir en el interior del país. Exigía la restitución del sábado inglés, que disminuyó los salarios en más del 9 % y aumentó la jornada laboral.. Todas estas cosas y muchas más, exigía el pueblo, cansado de peticionar ante los sordos oídos del Gobierno. Cansado de que se prohibieran y disolvieran violentamente sus actos y manifestaciones. Cansado de ser atropellado y escarnecido. Ya el 16 de mayo en Córdoba se cumplió un extraordinario paro general de 24 horas. El 29 y 30 de Mayo se cumplirían otro paro general de 37 horas, con actos públicos, en demanda de soluciones.
Antes de la media hora de marcha, desde las fábricas a la ciudad, las fuerzas represivas ya habían asesinado a un compañero de Mecánicos, y comenzaron a atacar a los trabajadores y estudiantes con saña digna de invasores bárbaros.
Toda la responsabilidad de lo ocurrido cae, inexorablemente, sobre las fuerzas de represión y los Gobiernos Provincial y Nacional, que lo ordenaron. De nada puede culparse al pueblo que salió a defender sus derechos y los defendió con sus tres armas fundamentales: la razón, la verdad y la justicia.
Una de las consecuencias de la represión de la Dictadura, son los trece prisioneros de Rawson; los 11 de Neuquén y los 7 de Córdoba. Todos juzgados y condenados por Consejos de Guerra, en forma injusta y arbitraria, sin una posibilidad adecuada de defensa.
Si bien estamos muy lejos de Córdoba, no podemos sentirnos menos que orgullosos de todos los compañeros de Trelew y Rawson. La inmediata constitución de una Comisión de Solidaridad que visitó la cárcel, en misión fraternal, e hizo llegar importantes provisiones a nuestros presos y que trabaja infatigablemente para solucionar todos los problemas que padecen y que los visita todos los días Domingos, ha demostrado que la unidad, el compañerismo y la solidaridad son virtudes imprescindibles de la clase trabajadora. Por más que existan dirigentes claudicantes, conciliadores y participacionistas.
Cárcel de Rawson, 13/julio/1969
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