viernes, 27 de febrero de 2009
LA PROPIEDAD ES UN ROBO. DE CUANDO SE DIO CARACTER SOCIAL A LA PROPIEDAD HASTA QUE UNA CONVENCIÓN ILEGAL LA DEROGÓ: LA CONSTITUCIÓN DE 1949
BOTELLA AL MAR Nº65.
LA CONSTITUCION DE 1949, por MÓNICA OPORTO.
Los fundamentos de la reforma señalaron la voluntad de perfeccionar la Constitución de 1853 cambiando la antigua fórmula de “libertad, igualdad y fraternidad” por los principios que por entonces se imponían en la realidad: Libertad, fraternidad y solidaridad, por los que encontraba su cauce el movimiento nacido y consolidado en octubre de 1945.
La reforma constitucional de 1949 fue social y económicamente amplia y expresaba la inclusión de lo que se conocía por entonces como corriente de constitucionalismo social que ya otros países habían adoptado. Desde el preámbulo se expresaba la indoblegable intención de constituir una Nación socialmente justa, económicamente libre y políticamente soberana. En el cuerpo constitucional se atendía a la protección de los derechos de niños, ancianos, la familia, los trabajadores, la educación y la cultura, con especial atención a la función social de la propiedad, el capital y la actividad económica. Sin embargo, derrocado el gobierno de Perón, los opositores sólo destacaron la posibilidad de la reelección del presidente y vicepresidente.
La reforma de 1949 nació de varios proyectos presentados en el Congreso de la Nación. En la Cámara de Diputados, reunida los días 13 y 14 de agosto de 1948, se discutieron los proyectos presentados por Héctor J. Cámpora, Ángel J. Miel Asquía, José Emilio Visca, Atala, Dri, Tilli, Raúl Bustos Fierro, Luis A. Roche. El proyecto final fue aprobado por 96 votos a favor y 34 en contra. En el Senado fue puesto a consideración el 27 de agosto de 1948 en una sesión a la que asistieron los ministros de Interior, de Relaciones Exteriores y Culto, y de Justicia e Instrucción Pública que se sumaron a los Senadores Durand, Figueiras, Mathus Hoyos, Amelotti, Cruz, De la Zerda, Gómez del Junco, De Lázaro, Basaldúa y Busquet en el uso de la palabra.
Aprobada la necesidad de la reforma por ley 13233 se convocó a elecciones de convencionales para el 5 de diciembre de 1948. El resultado fue que una amplia mayoría del pueblo manifestó su voluntad favorable a la modificación de la Constitución.
La Convención, reunida a partir del 24 de enero de 1949, fue presidida por Domingo Mercante quien gobernaba la provincia de Buenos Aires. Los secretarios fueron Mario A. Goizueta y Bernardino H. Garaguso. Entre sus convencionales se encontraban Arturo Sampay, el ya mencionado Domingo Mercante, José Espejo, Ítalo Luder, Pablo A. Ramella, Eduardo Colom por el peronismo que había logrado la mayoría. Por la minoría el Dr. Moisés Lebensohn, Alfredo Calgano, Aráoz de Lamadrid y R. Lascano.
ALGO PARA RECORDAR
En el Capítulo III artículo nº37 primera parte quedaron establecidos los “Derechos del trabajador, de la familia, de la ancianidad y de la educación y la cultura”. Con respecto a los derechos de los trabajadores, los diez incisos garantizaban lo siguiente:
- derecho al trabajo,
- a una retribución justa,
- a la capacitación,
- a condiciones dignas de trabajo,
- a la preservación de la salud,
- al bienestar (vivienda, indumentaria y alimentación, descanso, elevar el nivel de vida y de trabajo),
- a la seguridad social,
- protección de la familia del trabajador,
- mejoramiento económico y
- a la defensa de los intereses profesionales.
De los sectores que podrían estimarse más vulnerables dentro de la sociedad, se establecían los derechos que asistían a los ancianos. En el artículo 37, parte tercera los ancianos debían contar con:
- derecho a la asistencia
- protección integral resguardada por el Estado directamente o por institutos o fundaciones,
- derecho a la vivienda,
- a la alimentación,
- a un vestido decoroso y apropiado,
- al cuidado de la salud física,
- al cuidado de la salud moral,
- al esparcimiento,
- al trabajo cuando sus condiciones lo permitieran,
- a la tranquilidad liberados de angustias y preocupaciones, y
- derecho al respeto.
El capítulo IV estaba destacaba la función social de la propiedad, el capital y la actividad económica, tal vez por aquello de que “La economía nunca ha sido libre: o la controla el Estado en beneficio del Pueblo o lo hacen los grandes consorcios en perjuicio de éste”, frase pronunciada por el gral. Perón, y venía a rectificar el carácter meramente individualista de la propiedad que había consagrado la anterior Constitución de carácter liberal.
El artículo 39 disponía que “El capital debe estar al servicio de la economía nacional y tener como principal objeto el bienestar social. Sus diversas formas de explotación no pueden contrariar los fines de beneficio común del pueblo argentino …”
La labor de los constituyentes concluyó y la Constitución entró en vigencia el 16 de marzo de 1949.
El golpe de Estado producido en 1955 contra un gobierno legítimo y legal, la dejó sin efecto. Convocó a elecciones de convencionales dentro de un régimen de facto y en agosto de 1957 se dio comienzo a las sesiones preparatorias. Cuando la convención, finalmente, se reunió en Santa Fe a partir de septiembre de ese año, la presidía Ignacio Palacios Hidalgo, y secretarios Marioa Gerarduzzi y Francisco R. García Leyenda.
Es notable la escisión que se produjo dentro de la Unión Cívica Radical (U.C.R.) como consecuencia de los manejos políticos y sociales derivados del golpe de Estado. Cuando se realizaron las elecciones de convencionales obtuvo mayoría el voto en blanco (alcanzaron un 23,3% del total, un poco mas que el sector liderado por Balbín).
El Radicalismo fue dividido entre la Unión Cívica Radical del Pueblo (UCRP) que apoyaba la derogación de la Constitución, la proscripción del peronismo, y estaba claramente identificada con los golpistas, estaba liderada por el Dr. Ricardo Balbín. En tanto que el otros sector, la Unión Cívica Radical Intransigente (UCRI) heredera del pensamiento de Leandro N. Alem (que se quiere pero que no se doble) a través de su líder, el Dr. Oscar Alende, sostuvieron que la Convención era ilegal, condenaron la proscripción del peronismo y se retiraron del recinto. Esto permitió que la UCRP convalidara los actos de un régimen ilegal, el de la “Fusiladora”.
Si bien se incorporó al texto de la vieja Constitución de 1853 un artículo donde se resumieron los derechos de los trabajadores (actual artículo 14 bis que ni siquiera tiene numeración propia…), no corrieron la misma suerte otros derechos como los ya mencionados anteriormente de ancianos, familia, cultural nacional, pero tampoco la igualdad entre el hombre y la mujer, la autonomía universitaria, la gestión estatal de los servicios públicos y la propiedad de los recursos naturales.
Quedaba así consagrada la infamia.
DE LA CONTRADICCIÓN: EL ENEMIGO PRINCIPAL, POR NORBERTO GALASSO
Ya lo advirtió el viejo Mao. Y lo formuló como ley de la contradicción en las cosas. En la vida cotidiana se plantean como dos concepciones del mundo, una contradicción principal y el aspecto principal de la contradicción, la identidad y la lucha entre los aspectos de la contradicción, y el papel del antagonismo en la contradicción.
En esta nota Norberto Galasso deja bien clara la contradicción y sus parte antagónicas. Es cuestión,nada mas, de observar, analizar, y plantearse ¿de qué lado estás, chabón? ¿a quién le "hacés el juego" si te plantás del lado equivocado?
El enemigo principal - Por Norberto Galasso
En Página/12, el 17 de febrero último, el compañero Luis Brunati se suma a la polémica que venimos desarrollando acerca de si Proyecto Sur debe atacar frontalmente y con todo furor al Gobierno, considerándolo el enemigo principal, como lo está haciendo (Pino dice: “Kirchner es perverso”, “traidor”, “el Gobierno es antinacional y antipopular”, “Scalabrini Ortiz y Jauretche habrían visto con simpatía esta protesta rural”, “Scalabrini no estaría en Carta Abierta”, etc.) o si, en cambio, corresponde una crítica lateral, reconociendo aciertos –empujando, para profundizarlos– y señalando errores. Aquí reside el aspecto central de la discusión: quién es el enemigo principal, que ahora retoma Brunati.
Le contesto: lea el compañero Luis el diario La Nación, mire los noticiosos de TN, observe la perversidad de la casi totalidad del periodismo televisivo y la opinión de la casi totalidad de la dirigencia que aparece en “los medios” –ferozmente opositora al Gobierno– y se convencerá de que no puede coincidir con ellos.. López Murphy, Carrió, Escribano, Grondona, la Mesa de Enlace agropecuaria, Longobardi y tantos otros saben bien quién es “el enemigo principal de ellos” y en este momento le apuntan agresivamente, con burlas y saña, al kirchnerismo. Por tanto, Luis, éste no puede ser, al mismo tiempo, el enemigo principal de Proyecto Sur.
Esta gente antinacional y antipopular pretendió “desgastar” al Gobierno, quiso voltearlo con un cacerolazo, logró debilitarlo con sus cortes de ruta, se apropió del cerebro de gran parte de los sectores medios reverdeciendo el gorilismo, apelando al racismo “anticabecita”, al machismo –incluso al “machismo de las mujeres”– ensañándose con Cristina y ahora intenta organizar algo parecido a la Unión Democrática, aunque en dos alas. Una, la liberal-oligárquica de Carrió –UCR en declinación conservadora, traidores como Cobos y hombres de paja del imperio como “el Bulldog”, con el aporte de la hija de Pepe Estensoro y la prepotencia aristocrática de una Bullrich Luro Pueyrredón, renegada de sus osadías juveniles. La otra, la monstruosa degeneración de un sector del peronismo, que retoma la línea menemista-duhaldista, con millonarios como De Narváez, oportunistas como Solá y el fantasma del viejo Pinedo resurrecto en su nieto. Todos ellos, juntos o separados, se esmeran por bajar el telón sobre la experiencia de Néstor y Cristina. A su vez, Fidel, Chávez, Lula, Evo y Correa no quieren que esto ocurra porque consideran a la pareja como compañeros del hundimiento del ALCA y de la necesaria reunificación de América latina con Banco del Sur, moneda latinoamericana y comité de defensa ante cualquier prepotencia imperialista.
De esto no hay duda alguna. Vos me decís en tu artículo que también son enemigos Bunge y Born, Urquía, la Aceitera General Deheza, Monsanto, etc., ¡qué duda cabe! Sólo que el diputado de Proyecto Sur votó a favor de esos intereses sojeros contra la Resolución 125 con el alborozo de La Nación, Clarín, Perfil y otros (lo menos que cabía era abstenerse). También mencionás a otros que, esos sí, hacen buenos negocios como las grandes empresas mineras y petroleras. No eludí este tema –como me criticás por mi nota anterior– ni lo eludo ahora. Digo que hay “amigos del poder”, efectivamente, como también los hay en todos los movimientos que algunos catedráticos llaman despectivamente “populistas”, incluso en el peronismo del ’45. Pero esos negocios no alcanzan para confundir los campos. Son suficientes sí, para señalar compromisos, contradicciones, concesiones del Gobierno. Por eso hay que empujarlo, movilizando al pueblo, para que profundice su política y adopte medidas audaces en esas áreas hoy sujetas al saqueo. Pero no podés caracterizar al Gobierno solamente por esta cuestión, como ocurría con radicales y nacionalistas que conspiraban contra Perón diciendo que entregaba el petróleo o no había nacionalizado la CADE. También te puedo recordar que Perón, seguramente a disgusto, llevó al balcón de la Rosada al asesino de Sandino. ¿Esta actitud tan criticable invalidaba las nacionalizaciones, el no ingreso al FMI, el más del 50 por ciento de la participación de los trabajadores en el ingreso y tantas otras cosas positivas? Evidentemente, no. Había que hacerse el distraído si se estaba dentro del peronismo o criticarlo lateralmente, sin dejar de reconocer el carácter nacional y popular del gobierno, si se estaba en la izquierda nacional (porque de la otra izquierda mejor no hablar). Fue también una concesión cuando el General encarceló a los exilados guatemaltecos del gobierno de Arbenz derrocado por los yanquis. De esta desgraciada medida algunos sacaron la conclusión de que el gobierno era proimperialista, lo recuerdo. Así actuó gente honesta, con grandes ilusiones y quimeras. Lenin también los soportó y los calificó como “el izquierdismo, enfermedad infantil del comunismo”. Como vos sabés, colaboraron para que llegaran los Rojas y Aramburu, quienes liberaron a los guatemaltecos, pero fusilaron a los trabajadores peronistas y dictaron el 4161 y todo lo demás.
En mi anterior artículo decía que me sorprende que compañeros de larga lucha en el peronismo no comprendan las vacilaciones de los gobiernos policlasistas, que también las tuvo el peronismo, aun en sus mejores momentos (Actas de Chapultepec, ¿te acordás?). También me sorprende que omitan los avances de este gobierno y algo tan caro al peronismo como son los derechos de los trabajadores. Porque ahora no sólo hubo disminución de la desocupación y recupero de las paritarias, sino que desde la Comisión parlamentaria de Legislación Laboral presidida por Héctor Recalde se recuperaron conquistas que el menemismo había destruido (sextuplicación del salario mínimo, vital y móvil, suspensión de despidos sin causa, derogación de la ley Banelco, prohibición de uso de banderas extranjeras en los buques para eludir la legislación laboral argentina, limitación a ocho horas de la jornada para peones rurales, modificación de la ley de pasantías, el “dubio pro operario” en juicios laborales, jueces laborales en materia de quiebras, etc.). Y esto no lo promueve “el enemigo principal”, sino el Frente para la Victoria.
Es correcto que Proyecto Sur critique, pero, por favor, no desde el campo del enemigo, no desde La Nación y Perfil, ni en los programas de los periodistas del imperio, que se solazan escuchando las críticas. Elogien lo elogiable y critiquen lo criticable, pero con sumo cuidado para no ser funcionales a la reacción. Crezcan, desarróllense, si pueden, cabalgando junto a lo mejor del Gobierno y cuando deban votar, no le den pasto al enemigo.
También ha salido al ruedo, por correo electrónico, otro dirigente y amigo, Mario Mazitelli, quien señala que la política del imperio es “la alternancia”. Según él, el imperialismo deja hacer al centroizquierda hoy, después en 2011 vendrá la centroderecha y así sucesivamente mientras Proyecto Sur –sostiene un militante honesto como Mario– construye el partido “para hacer la revolución social”. Este supuesto poder inmenso de los sectores dominantes previendo varios gobiernos y manejando a su gusto a todos los argentinos –menos a Proyecto Sur– me sorprende porque se sustenta en categorías liberales, como centroizquierda o centroderecha, que utilizan Morales Solá y sus congéneres. Creo, en cambio, que hay una cuestión nacional que divide a la sociedad en antiimperialistas y proimperialistas y una cuestión social que la divide en explotadores y explotados. Del ensamble de ambas cuestiones nace un proyecto de Liberación Nacional en marcha hacia el socialismo.
Pero esta polémica no la voy a seguir por dos motivos. La primera, porque la egolatría es mala consejera. Y esto de que la plana mayor de Proyecto Sur (sólo faltás vos, Carlitos del Frade, y espero que no lo hagas) se prodigue en discutir conmigo puede provocarme cierta vanidad y apartarme de aquello que aconsejaba Scalabrini: “Ser uno cualquiera que sabe que es uno cualquiera”. La segunda, porque aparecen quienes rebajan el nivel de la discusión, como un tal José Luis que por correo electrónico intenta descalificarme tratándome benévolamente de “anciano”. Como se comprende, a los 72, no estoy para coqueterías, pero si la calificación viene de Proyecto Sur les advierto que si yo soy anciano, Pino es seis meses más anciano que yo.
Pero no es así, Pino, vos y yo sabemos que no somos viejos. Ocurre simplemente –como decía Jauretche– que hace muchos años que somos jóvenes y mantenemos la juventud suficiente para polemizar acerca del destino de esta América latina que insoslayablemente va hacia la unidad y al socialismo. Y, por mi parte, bajo el telón sobre esta polémica, en la certeza de que tarde o temprano las duras luchas por la liberación nacional y social nos encontrarán a todos nosotros, otra vez juntos, en la misma vereda de siempre.
* Historiador y ensayista.
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En esta nota Norberto Galasso deja bien clara la contradicción y sus parte antagónicas. Es cuestión,nada mas, de observar, analizar, y plantearse ¿de qué lado estás, chabón? ¿a quién le "hacés el juego" si te plantás del lado equivocado?
El enemigo principal - Por Norberto Galasso
En Página/12, el 17 de febrero último, el compañero Luis Brunati se suma a la polémica que venimos desarrollando acerca de si Proyecto Sur debe atacar frontalmente y con todo furor al Gobierno, considerándolo el enemigo principal, como lo está haciendo (Pino dice: “Kirchner es perverso”, “traidor”, “el Gobierno es antinacional y antipopular”, “Scalabrini Ortiz y Jauretche habrían visto con simpatía esta protesta rural”, “Scalabrini no estaría en Carta Abierta”, etc.) o si, en cambio, corresponde una crítica lateral, reconociendo aciertos –empujando, para profundizarlos– y señalando errores. Aquí reside el aspecto central de la discusión: quién es el enemigo principal, que ahora retoma Brunati.
Le contesto: lea el compañero Luis el diario La Nación, mire los noticiosos de TN, observe la perversidad de la casi totalidad del periodismo televisivo y la opinión de la casi totalidad de la dirigencia que aparece en “los medios” –ferozmente opositora al Gobierno– y se convencerá de que no puede coincidir con ellos.. López Murphy, Carrió, Escribano, Grondona, la Mesa de Enlace agropecuaria, Longobardi y tantos otros saben bien quién es “el enemigo principal de ellos” y en este momento le apuntan agresivamente, con burlas y saña, al kirchnerismo. Por tanto, Luis, éste no puede ser, al mismo tiempo, el enemigo principal de Proyecto Sur.
Esta gente antinacional y antipopular pretendió “desgastar” al Gobierno, quiso voltearlo con un cacerolazo, logró debilitarlo con sus cortes de ruta, se apropió del cerebro de gran parte de los sectores medios reverdeciendo el gorilismo, apelando al racismo “anticabecita”, al machismo –incluso al “machismo de las mujeres”– ensañándose con Cristina y ahora intenta organizar algo parecido a la Unión Democrática, aunque en dos alas. Una, la liberal-oligárquica de Carrió –UCR en declinación conservadora, traidores como Cobos y hombres de paja del imperio como “el Bulldog”, con el aporte de la hija de Pepe Estensoro y la prepotencia aristocrática de una Bullrich Luro Pueyrredón, renegada de sus osadías juveniles. La otra, la monstruosa degeneración de un sector del peronismo, que retoma la línea menemista-duhaldista, con millonarios como De Narváez, oportunistas como Solá y el fantasma del viejo Pinedo resurrecto en su nieto. Todos ellos, juntos o separados, se esmeran por bajar el telón sobre la experiencia de Néstor y Cristina. A su vez, Fidel, Chávez, Lula, Evo y Correa no quieren que esto ocurra porque consideran a la pareja como compañeros del hundimiento del ALCA y de la necesaria reunificación de América latina con Banco del Sur, moneda latinoamericana y comité de defensa ante cualquier prepotencia imperialista.
De esto no hay duda alguna. Vos me decís en tu artículo que también son enemigos Bunge y Born, Urquía, la Aceitera General Deheza, Monsanto, etc., ¡qué duda cabe! Sólo que el diputado de Proyecto Sur votó a favor de esos intereses sojeros contra la Resolución 125 con el alborozo de La Nación, Clarín, Perfil y otros (lo menos que cabía era abstenerse). También mencionás a otros que, esos sí, hacen buenos negocios como las grandes empresas mineras y petroleras. No eludí este tema –como me criticás por mi nota anterior– ni lo eludo ahora. Digo que hay “amigos del poder”, efectivamente, como también los hay en todos los movimientos que algunos catedráticos llaman despectivamente “populistas”, incluso en el peronismo del ’45. Pero esos negocios no alcanzan para confundir los campos. Son suficientes sí, para señalar compromisos, contradicciones, concesiones del Gobierno. Por eso hay que empujarlo, movilizando al pueblo, para que profundice su política y adopte medidas audaces en esas áreas hoy sujetas al saqueo. Pero no podés caracterizar al Gobierno solamente por esta cuestión, como ocurría con radicales y nacionalistas que conspiraban contra Perón diciendo que entregaba el petróleo o no había nacionalizado la CADE. También te puedo recordar que Perón, seguramente a disgusto, llevó al balcón de la Rosada al asesino de Sandino. ¿Esta actitud tan criticable invalidaba las nacionalizaciones, el no ingreso al FMI, el más del 50 por ciento de la participación de los trabajadores en el ingreso y tantas otras cosas positivas? Evidentemente, no. Había que hacerse el distraído si se estaba dentro del peronismo o criticarlo lateralmente, sin dejar de reconocer el carácter nacional y popular del gobierno, si se estaba en la izquierda nacional (porque de la otra izquierda mejor no hablar). Fue también una concesión cuando el General encarceló a los exilados guatemaltecos del gobierno de Arbenz derrocado por los yanquis. De esta desgraciada medida algunos sacaron la conclusión de que el gobierno era proimperialista, lo recuerdo. Así actuó gente honesta, con grandes ilusiones y quimeras. Lenin también los soportó y los calificó como “el izquierdismo, enfermedad infantil del comunismo”. Como vos sabés, colaboraron para que llegaran los Rojas y Aramburu, quienes liberaron a los guatemaltecos, pero fusilaron a los trabajadores peronistas y dictaron el 4161 y todo lo demás.
En mi anterior artículo decía que me sorprende que compañeros de larga lucha en el peronismo no comprendan las vacilaciones de los gobiernos policlasistas, que también las tuvo el peronismo, aun en sus mejores momentos (Actas de Chapultepec, ¿te acordás?). También me sorprende que omitan los avances de este gobierno y algo tan caro al peronismo como son los derechos de los trabajadores. Porque ahora no sólo hubo disminución de la desocupación y recupero de las paritarias, sino que desde la Comisión parlamentaria de Legislación Laboral presidida por Héctor Recalde se recuperaron conquistas que el menemismo había destruido (sextuplicación del salario mínimo, vital y móvil, suspensión de despidos sin causa, derogación de la ley Banelco, prohibición de uso de banderas extranjeras en los buques para eludir la legislación laboral argentina, limitación a ocho horas de la jornada para peones rurales, modificación de la ley de pasantías, el “dubio pro operario” en juicios laborales, jueces laborales en materia de quiebras, etc.). Y esto no lo promueve “el enemigo principal”, sino el Frente para la Victoria.
Es correcto que Proyecto Sur critique, pero, por favor, no desde el campo del enemigo, no desde La Nación y Perfil, ni en los programas de los periodistas del imperio, que se solazan escuchando las críticas. Elogien lo elogiable y critiquen lo criticable, pero con sumo cuidado para no ser funcionales a la reacción. Crezcan, desarróllense, si pueden, cabalgando junto a lo mejor del Gobierno y cuando deban votar, no le den pasto al enemigo.
También ha salido al ruedo, por correo electrónico, otro dirigente y amigo, Mario Mazitelli, quien señala que la política del imperio es “la alternancia”. Según él, el imperialismo deja hacer al centroizquierda hoy, después en 2011 vendrá la centroderecha y así sucesivamente mientras Proyecto Sur –sostiene un militante honesto como Mario– construye el partido “para hacer la revolución social”. Este supuesto poder inmenso de los sectores dominantes previendo varios gobiernos y manejando a su gusto a todos los argentinos –menos a Proyecto Sur– me sorprende porque se sustenta en categorías liberales, como centroizquierda o centroderecha, que utilizan Morales Solá y sus congéneres. Creo, en cambio, que hay una cuestión nacional que divide a la sociedad en antiimperialistas y proimperialistas y una cuestión social que la divide en explotadores y explotados. Del ensamble de ambas cuestiones nace un proyecto de Liberación Nacional en marcha hacia el socialismo.
Pero esta polémica no la voy a seguir por dos motivos. La primera, porque la egolatría es mala consejera. Y esto de que la plana mayor de Proyecto Sur (sólo faltás vos, Carlitos del Frade, y espero que no lo hagas) se prodigue en discutir conmigo puede provocarme cierta vanidad y apartarme de aquello que aconsejaba Scalabrini: “Ser uno cualquiera que sabe que es uno cualquiera”. La segunda, porque aparecen quienes rebajan el nivel de la discusión, como un tal José Luis que por correo electrónico intenta descalificarme tratándome benévolamente de “anciano”. Como se comprende, a los 72, no estoy para coqueterías, pero si la calificación viene de Proyecto Sur les advierto que si yo soy anciano, Pino es seis meses más anciano que yo.
Pero no es así, Pino, vos y yo sabemos que no somos viejos. Ocurre simplemente –como decía Jauretche– que hace muchos años que somos jóvenes y mantenemos la juventud suficiente para polemizar acerca del destino de esta América latina que insoslayablemente va hacia la unidad y al socialismo. Y, por mi parte, bajo el telón sobre esta polémica, en la certeza de que tarde o temprano las duras luchas por la liberación nacional y social nos encontrarán a todos nosotros, otra vez juntos, en la misma vereda de siempre.
* Historiador y ensayista.
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sábado, 21 de febrero de 2009
AL LIBERALISMO LO VELARON EN EL SENO DEL IMPERIO.
BOTELLA AL MAR Nº 63. LA ESCRIBE HUGO PRESMAN (Un KPO)
EL MUNDO NO SOLO GIRA, TIEMBLA - Por HUGO PRESMAN -
Ha recorrido un largo camino esa esfera celeste que Ptolomeo ubicó fija en el centro del sistema solar hasta que Copérnico la situó en un lugar menos preponderante girando alrededor del sol. Apenas ayer, hace menos de siete siglos, se comprobó que era redonda.
Los conocimientos nos permitieron saber que se traslada alrededor del sol en un año y rota sobre si misma en veinticuatro horas. La astronomía y las matemáticas aportaron los datos de sus movimientos, pero la política es la que ha descubierto que ahora también tiembla y no como consecuencia de un terremoto. La economía en manos de curanderos al servicio de los propietarios del planeta, ha desatado una crisis que se sabe como comenzó- las famosas hipotecas subprime- pero cuyo final es un interrogante que los brujos se muestran impotentes de imaginar.
Treinta años de políticas insensatas, de arrojar el sentido común al Dios Mercado, de considerar que el Estado es el problema y no la solución, que el goteo haría la prosperidad, que había que desgravar impositivamente a los ricos, que la desregularización es la panacea, concluye con un cataclismo planetario de origen exclusivamente humano.
Apenas veinte años después de la caída del Muro de Berlín, caracterizado por Francis Fukuyama, tomando una idea de Hegel, del " fin de la historia" nos encontramos con la implosión del Muro de Wall Street. A ciento sesenta años del Manifiesto Comunista, un fantasma recorre el planeta. No, no es el fantasma del comunismo. Es la corporización de una desocupación, que para encontrar precarias equivalencias hay que retroceder a 1930.
Las empresas que cotizan en la Bolsa de Nueva York han perdido el 40% de su capital.
En un mes, EE.UU ha arrojado a la calle 600.000 personas, situación que se repite cada mes del último cuatrimestre.
En China, escribe Alfredo Grieco y Bavio en Crítica del 8-02-2009: "…. En las ciudades de la costa, veinte millones de campesinos perdieron sus trabajos por la crisis mundial" Las grandes empresas están abocadas a interminables listas de despidos. EE.UU arroja nuevamente ochocientos mil millones de dólares, como reiteración de una cantidad aproximadamente similar. Buena parte del dinero va a manos de los que provocaron la crisis. Hay demanda de los libros de
Carlos Marx en varios países europeos, el mismo que decía que " el capital llega chorreando sangre y lodo". Se esbozan planes keynesianos, siempre insuficientes porque el incendio se propaga a mayor velocidad que los chorros de agua que se destinan para combatirlos. En Inglaterra y Alemania se discute sobre la nacionalización del sistema bancario. Las catedrales del Dios Mercado se muestran impotentes ante la crisis que la desmoronan.
A diferencia de los naufragios marinos que establecen un orden en el salvataje: primero los niños, luego las mujeres, posteriormente los hombres y por último la tripulación, en los hundimientos capitalistas se invierte el orden: primero los bancos, luego los inversores,
posteriormente las empresas y si quedan recursos los ciudadanos.
Paúl Krugman, el último premio Nóbel de Economía ha escrito: "Algo no muy gracioso sucedió en el camino de la recuperación económica. En las últimas dos semanas, lo que debería haber
sido un debate muy serio sobre como salvar la economía se convirtió en un vulgar teatro político en que los republicanos proclamaron todos los viejos clisés sobre lo dispendioso del gasto y las maravillas de la reducción de impuestos. Es como si el estrepitoso fracaso de los últimos 8 años nunca se hubiera producido. ….Washington perdió todo sentido de que es lo que está en juego, de la realidad de que bien podemos estar cayendo en un abismo y de que , si eso pasa, será muy difícil salir…..Lo peor es la posibilidad de que la economía, como pasó en los 30, termine hundida en una prolongada trampa deflacionaria" En el mismo sentido, el presidente Obama expresó: " No me vengan con los mismos argumentos e ideas gastadas que ayudaron a crear esta crisis."
Parecía dirigirse a los Roberto Cachanovsky, Roque Fernández, Daniel Artana, y tantos otros gestores de negocios que desfilan por los programas nostálgicos de los noventa como los de Mariano Grondona, Marcelo Longobardi y diferentes espacios radiales y televisivos. Como dice muy bien Julio Bárbaro en la Revista Debate: " Al liberalismo argentino le llegó, al fin su hora de gloria: lo velaron en el seno del imperio". Luego Obama agregó para que no queden dudas: "Los que nos metió en este problema fueron los bancos que asumieron riesgos exorbitantes…. La situación no podría ser más grave". Hasta Suiza, un país-banco, el principal de ellos, ha tenido pérdidas y una fuga de capitales sin precedentes.
La economía ha quedado reducida a un acto de fe, como la Inmaculada Concepción, el Espíritu Santo, o la apertura de las aguas del Mar Rojo por parte de Moisés. Estados Unidos
con déficit comercial, de cuenta corriente y presupuestaria, con un endeudamiento que se acerca aceleradamente al monto de su PBI, emite dólares y bonos que son requeridos mundialmente a una tasa irrelevante. Se ha pasado de la burbuja de las hipotecas a la burbuja de los bonos del tesoro norteamericano. Solo en un acto de fe, se basa la convicción que EE.UU no puede quebrar y que el dólar no pueda perder significativamente valor hasta convertirse en apenas un papel. Sería imposible, que una empresa en quiebra o en camino, fuera financiada desesperadamente por inversores de todo el mundo. La economía es indudablemente "racional". Al punto que no se puede medir, en este panorama, cual es el riesgo país de los EE.UU, porque es el único que no se mide. Este es la diferencia entre los bonos de la deuda de un país y los que rinden los bonos de EE.UU
El Presidente del Uruguay ha acuñado una frase sorpresivamente ingeniosa para describir la situación: " El mundo es un manicomio, atendido por los pacientes"
No es posiblemente el fin del capitalismo pero se va a llevar un susto imborrable y legendario. La gente poco importa en este naufragio. Como decía Carlos Marx en su descarnado análisis del sistema y con la solidez de su formación filosófica y su escritura con belleza literaria: "El capital es trabajo muerto que solo se reanima vampirescamente, chupando trabajo vivo". Eso cuando se está en la parte ascendente del ciclo, cuando se efectúa la apropiación privada de las ganancias. En sus crisis, primero se expulsa pasajeros y tripulación y luego de socializan las perdidas. El salvataje es para el dueño del barco.
EL MUNDO NO SOLO GIRA, TIEMBLA - Por HUGO PRESMAN -
Ha recorrido un largo camino esa esfera celeste que Ptolomeo ubicó fija en el centro del sistema solar hasta que Copérnico la situó en un lugar menos preponderante girando alrededor del sol. Apenas ayer, hace menos de siete siglos, se comprobó que era redonda.
Los conocimientos nos permitieron saber que se traslada alrededor del sol en un año y rota sobre si misma en veinticuatro horas. La astronomía y las matemáticas aportaron los datos de sus movimientos, pero la política es la que ha descubierto que ahora también tiembla y no como consecuencia de un terremoto. La economía en manos de curanderos al servicio de los propietarios del planeta, ha desatado una crisis que se sabe como comenzó- las famosas hipotecas subprime- pero cuyo final es un interrogante que los brujos se muestran impotentes de imaginar.
Treinta años de políticas insensatas, de arrojar el sentido común al Dios Mercado, de considerar que el Estado es el problema y no la solución, que el goteo haría la prosperidad, que había que desgravar impositivamente a los ricos, que la desregularización es la panacea, concluye con un cataclismo planetario de origen exclusivamente humano.
Apenas veinte años después de la caída del Muro de Berlín, caracterizado por Francis Fukuyama, tomando una idea de Hegel, del " fin de la historia" nos encontramos con la implosión del Muro de Wall Street. A ciento sesenta años del Manifiesto Comunista, un fantasma recorre el planeta. No, no es el fantasma del comunismo. Es la corporización de una desocupación, que para encontrar precarias equivalencias hay que retroceder a 1930.
Las empresas que cotizan en la Bolsa de Nueva York han perdido el 40% de su capital.
En un mes, EE.UU ha arrojado a la calle 600.000 personas, situación que se repite cada mes del último cuatrimestre.
En China, escribe Alfredo Grieco y Bavio en Crítica del 8-02-2009: "…. En las ciudades de la costa, veinte millones de campesinos perdieron sus trabajos por la crisis mundial" Las grandes empresas están abocadas a interminables listas de despidos. EE.UU arroja nuevamente ochocientos mil millones de dólares, como reiteración de una cantidad aproximadamente similar. Buena parte del dinero va a manos de los que provocaron la crisis. Hay demanda de los libros de
Carlos Marx en varios países europeos, el mismo que decía que " el capital llega chorreando sangre y lodo". Se esbozan planes keynesianos, siempre insuficientes porque el incendio se propaga a mayor velocidad que los chorros de agua que se destinan para combatirlos. En Inglaterra y Alemania se discute sobre la nacionalización del sistema bancario. Las catedrales del Dios Mercado se muestran impotentes ante la crisis que la desmoronan.
A diferencia de los naufragios marinos que establecen un orden en el salvataje: primero los niños, luego las mujeres, posteriormente los hombres y por último la tripulación, en los hundimientos capitalistas se invierte el orden: primero los bancos, luego los inversores,
posteriormente las empresas y si quedan recursos los ciudadanos.
Paúl Krugman, el último premio Nóbel de Economía ha escrito: "Algo no muy gracioso sucedió en el camino de la recuperación económica. En las últimas dos semanas, lo que debería haber
sido un debate muy serio sobre como salvar la economía se convirtió en un vulgar teatro político en que los republicanos proclamaron todos los viejos clisés sobre lo dispendioso del gasto y las maravillas de la reducción de impuestos. Es como si el estrepitoso fracaso de los últimos 8 años nunca se hubiera producido. ….Washington perdió todo sentido de que es lo que está en juego, de la realidad de que bien podemos estar cayendo en un abismo y de que , si eso pasa, será muy difícil salir…..Lo peor es la posibilidad de que la economía, como pasó en los 30, termine hundida en una prolongada trampa deflacionaria" En el mismo sentido, el presidente Obama expresó: " No me vengan con los mismos argumentos e ideas gastadas que ayudaron a crear esta crisis."
Parecía dirigirse a los Roberto Cachanovsky, Roque Fernández, Daniel Artana, y tantos otros gestores de negocios que desfilan por los programas nostálgicos de los noventa como los de Mariano Grondona, Marcelo Longobardi y diferentes espacios radiales y televisivos. Como dice muy bien Julio Bárbaro en la Revista Debate: " Al liberalismo argentino le llegó, al fin su hora de gloria: lo velaron en el seno del imperio". Luego Obama agregó para que no queden dudas: "Los que nos metió en este problema fueron los bancos que asumieron riesgos exorbitantes…. La situación no podría ser más grave". Hasta Suiza, un país-banco, el principal de ellos, ha tenido pérdidas y una fuga de capitales sin precedentes.
La economía ha quedado reducida a un acto de fe, como la Inmaculada Concepción, el Espíritu Santo, o la apertura de las aguas del Mar Rojo por parte de Moisés. Estados Unidos
con déficit comercial, de cuenta corriente y presupuestaria, con un endeudamiento que se acerca aceleradamente al monto de su PBI, emite dólares y bonos que son requeridos mundialmente a una tasa irrelevante. Se ha pasado de la burbuja de las hipotecas a la burbuja de los bonos del tesoro norteamericano. Solo en un acto de fe, se basa la convicción que EE.UU no puede quebrar y que el dólar no pueda perder significativamente valor hasta convertirse en apenas un papel. Sería imposible, que una empresa en quiebra o en camino, fuera financiada desesperadamente por inversores de todo el mundo. La economía es indudablemente "racional". Al punto que no se puede medir, en este panorama, cual es el riesgo país de los EE.UU, porque es el único que no se mide. Este es la diferencia entre los bonos de la deuda de un país y los que rinden los bonos de EE.UU
El Presidente del Uruguay ha acuñado una frase sorpresivamente ingeniosa para describir la situación: " El mundo es un manicomio, atendido por los pacientes"
No es posiblemente el fin del capitalismo pero se va a llevar un susto imborrable y legendario. La gente poco importa en este naufragio. Como decía Carlos Marx en su descarnado análisis del sistema y con la solidez de su formación filosófica y su escritura con belleza literaria: "El capital es trabajo muerto que solo se reanima vampirescamente, chupando trabajo vivo". Eso cuando se está en la parte ascendente del ciclo, cuando se efectúa la apropiación privada de las ganancias. En sus crisis, primero se expulsa pasajeros y tripulación y luego de socializan las perdidas. El salvataje es para el dueño del barco.
miércoles, 18 de febrero de 2009
Penguins
BOTELLA AL MAR Nº 62. A ESTOS PINGUINOS NO HAY QUIEN LOS PARE.
PROBÁ PASANDO EL MOUSE SOBRE EL GRUPO Y VAS A VER CÓMO SE REAGRUPAN.
ALEJÁ EL MOUSE Y VAS A VER CÓMO SE PONEN EN GUARDIA Y LO PERSIGUEN.
PROBÁ PASANDO EL MOUSE SOBRE EL GRUPO Y VAS A VER CÓMO SE REAGRUPAN.
ALEJÁ EL MOUSE Y VAS A VER CÓMO SE PONEN EN GUARDIA Y LO PERSIGUEN.
DE TODO TE QUEJAS..:!!!
BOTELLA AL MAR Nº 61. MORDISQUITO.
BOTELLA PARA LOS QUE LE BUSCAN EL PELO A LA SOPA CUANDO LA SOPA NO TIENE PELOS. LOS QUE SOSTIENEN, COLABORAN Y EMPUJAN EL CARRITO PORQUE SU LEMA ES: "CUANTO PEOR, MEJOR". POR ESO TRABAJAN DE CONTRAS Y VOCIFERAN DESDE TODOS LOS ESPACIOS, CUALQUIER SITUACIÓN LES SIRVE PARA PONER SUS QUEJAS Y CULPAR AL GOBIERNO. ENTRE ELLOS ESTÁN LOS QUE NO SUPIERON MANEJAR LA SITUACIÓN, LOS QUE GOBERNARON NINGUNEANDO EL PUEBLO, LOS QUE GOBERNARON EN CONNIVENCIA CON INTERESES QUE NO ERAN LOS DEL PUEBLO. TODOS FRACASARON. HOY SON PROFETAS DEL ODIO.
"¿Vos la querés seguir? Y bueno… , vamos a seguirla,
pero dejáme antes aclarar una posición. Yo no discuto
porque crea que tengo toda la razón del mundo. Al contrario,
discuto porque creo que vos no tenés ninguna.
Protestás porque te parece que es elegante. Lo hacés
como una actitud. «Son criterios», decís. Y digo yo: ¿no
será falta de criterio, en vez? Hay personajes que consideran
que una actitud elegante en la vida es la de estar
con un codo apoyado en el mostrador. Otros, sosteniendo
el marco de la puerta, en los zaguanes de las casas.
Hay también señoras que creen que la que no tiene por
lo menos un complejo no es de buena posición. ¡Y bueno!
A vos se te repujó en la cabeza la idea de que la posición
fundamental es negar, desconocer, decir que no. Te
parece que eso da mucha importancia. Que te regala la
apariencia de un hombre que tiene ideas, cuando la verdad
es que negás porque, en realidad, no tenés ninguna
idea. La del hombre aquel que entraba siempre en las
reuniones diciendo: «No sé de qué se trata, ¡pero me
opongo lo mismo!» ¡Pero, no! ¡A mí no me la vas a contar!
Vos negás, protestás, con la misma injusticia del que
arma un escándalo en su casa porque «le perdieron» la
llave del escritorio. Resulta que después de promover
23
la batahola, cuando ya todo está cabeza abajo y en la mitad
del tobogán, la llave del escritorio aparece en la botamanga
de su propio pantalón. Entonces, como ya no
podría justificar todos los gritos en contra, con tal de
no hacer el papelón, esconde la llave en el bolsillo y sigue
protestando para mantener una actitud. Igualito que
vos. Escondés, tu conciencia frente a la realidad de los
hechos y seguís soplando contra el ventilador para no
reconocer que la erraste. Y lo peor es que, queriendo
sostener esa pirueta tuya —de resentido—, inventás argumentos
de manteca. Sí, argumentos que se derriten a la
luz de la evidencia más chiquita. Te molesta —¡lógico!—
esa felicidad preciosa de la gente que cree en lo que ve.
Vos seguís buscando vanamente el pelo en la sopa. Y
pretendés haberlo encontrado con frasecitas definitivas
como estas de: «Ahora uno llama a un electricista y, para
colocar un enchufe miserable, te cobra quince pesos. ¡Yo
no sé adónde vamos a parar!» A ningún lado. ¿Por qué?
Si ahí está tu error. Es que ese enchufe miserable, como
era miserable la situación de ese electricista, ya no lo
son. No hay nada miserable ya. Todo ha adquirido dignidad.
Ésta es la tremenda transformación que se ha operado
y que vos, con la llavecita escondida en la botamanga
del pantalón, seguís negando y desconociendo.
Se ha dado dignidad a la gente. Todo el que trabaja es
considerado dignamente. Y el que ya no puede trabajar
se ha ganado una protección digna. Y es digna la criatura
que todavía no trabaja, porque algún día ocupará
su lugar de combate en la conquista del progreso común.
Pero vos protestas porque te cobran quince pesos
por colocar un enchufe. ¡Claro! ¡La conquista de la dignidad
humana no cuenta para nada para vos! Para vos,
lo único importante son los quince pesos del enchufe.
Pero, decíme: vos, además de protestar, ¿trabajás en algo?
¿Sí? ¿No te das cuenta de que esa conquista admirable
de la dignidad te alcanza a vos también y que todo se
ha equilibrado sobre la marcha misma? ¿O no trabajás
porque sos alabardero del rey y aquí rey no hay? ¡Únicamente
así se entendería! Porque no me vas a contar
que aquí falta trabajo. Ahora… No… ¡Ah!… Creía…
Pero protestás sin advertir que lo único imperdonable
es tu protesta. Y entonces, ¿de qué protestás? Mirá,
«vamo a dejarla», como decía un reo. ¿Sí? Vamos a dejarla.
Porque yo te respeto, pero a mí, ¡a mi no me la vas
a contar!" MORDISQUITO.
BOTELLA PARA LOS QUE LE BUSCAN EL PELO A LA SOPA CUANDO LA SOPA NO TIENE PELOS. LOS QUE SOSTIENEN, COLABORAN Y EMPUJAN EL CARRITO PORQUE SU LEMA ES: "CUANTO PEOR, MEJOR". POR ESO TRABAJAN DE CONTRAS Y VOCIFERAN DESDE TODOS LOS ESPACIOS, CUALQUIER SITUACIÓN LES SIRVE PARA PONER SUS QUEJAS Y CULPAR AL GOBIERNO. ENTRE ELLOS ESTÁN LOS QUE NO SUPIERON MANEJAR LA SITUACIÓN, LOS QUE GOBERNARON NINGUNEANDO EL PUEBLO, LOS QUE GOBERNARON EN CONNIVENCIA CON INTERESES QUE NO ERAN LOS DEL PUEBLO. TODOS FRACASARON. HOY SON PROFETAS DEL ODIO.
"¿Vos la querés seguir? Y bueno… , vamos a seguirla,
pero dejáme antes aclarar una posición. Yo no discuto
porque crea que tengo toda la razón del mundo. Al contrario,
discuto porque creo que vos no tenés ninguna.
Protestás porque te parece que es elegante. Lo hacés
como una actitud. «Son criterios», decís. Y digo yo: ¿no
será falta de criterio, en vez? Hay personajes que consideran
que una actitud elegante en la vida es la de estar
con un codo apoyado en el mostrador. Otros, sosteniendo
el marco de la puerta, en los zaguanes de las casas.
Hay también señoras que creen que la que no tiene por
lo menos un complejo no es de buena posición. ¡Y bueno!
A vos se te repujó en la cabeza la idea de que la posición
fundamental es negar, desconocer, decir que no. Te
parece que eso da mucha importancia. Que te regala la
apariencia de un hombre que tiene ideas, cuando la verdad
es que negás porque, en realidad, no tenés ninguna
idea. La del hombre aquel que entraba siempre en las
reuniones diciendo: «No sé de qué se trata, ¡pero me
opongo lo mismo!» ¡Pero, no! ¡A mí no me la vas a contar!
Vos negás, protestás, con la misma injusticia del que
arma un escándalo en su casa porque «le perdieron» la
llave del escritorio. Resulta que después de promover
23
la batahola, cuando ya todo está cabeza abajo y en la mitad
del tobogán, la llave del escritorio aparece en la botamanga
de su propio pantalón. Entonces, como ya no
podría justificar todos los gritos en contra, con tal de
no hacer el papelón, esconde la llave en el bolsillo y sigue
protestando para mantener una actitud. Igualito que
vos. Escondés, tu conciencia frente a la realidad de los
hechos y seguís soplando contra el ventilador para no
reconocer que la erraste. Y lo peor es que, queriendo
sostener esa pirueta tuya —de resentido—, inventás argumentos
de manteca. Sí, argumentos que se derriten a la
luz de la evidencia más chiquita. Te molesta —¡lógico!—
esa felicidad preciosa de la gente que cree en lo que ve.
Vos seguís buscando vanamente el pelo en la sopa. Y
pretendés haberlo encontrado con frasecitas definitivas
como estas de: «Ahora uno llama a un electricista y, para
colocar un enchufe miserable, te cobra quince pesos. ¡Yo
no sé adónde vamos a parar!» A ningún lado. ¿Por qué?
Si ahí está tu error. Es que ese enchufe miserable, como
era miserable la situación de ese electricista, ya no lo
son. No hay nada miserable ya. Todo ha adquirido dignidad.
Ésta es la tremenda transformación que se ha operado
y que vos, con la llavecita escondida en la botamanga
del pantalón, seguís negando y desconociendo.
Se ha dado dignidad a la gente. Todo el que trabaja es
considerado dignamente. Y el que ya no puede trabajar
se ha ganado una protección digna. Y es digna la criatura
que todavía no trabaja, porque algún día ocupará
su lugar de combate en la conquista del progreso común.
Pero vos protestas porque te cobran quince pesos
por colocar un enchufe. ¡Claro! ¡La conquista de la dignidad
humana no cuenta para nada para vos! Para vos,
lo único importante son los quince pesos del enchufe.
Pero, decíme: vos, además de protestar, ¿trabajás en algo?
¿Sí? ¿No te das cuenta de que esa conquista admirable
de la dignidad te alcanza a vos también y que todo se
ha equilibrado sobre la marcha misma? ¿O no trabajás
porque sos alabardero del rey y aquí rey no hay? ¡Únicamente
así se entendería! Porque no me vas a contar
que aquí falta trabajo. Ahora… No… ¡Ah!… Creía…
Pero protestás sin advertir que lo único imperdonable
es tu protesta. Y entonces, ¿de qué protestás? Mirá,
«vamo a dejarla», como decía un reo. ¿Sí? Vamos a dejarla.
Porque yo te respeto, pero a mí, ¡a mi no me la vas
a contar!" MORDISQUITO.
lunes, 16 de febrero de 2009
CHAVEZ, ESTA VEZ MI VOTO NO ES NEGATIVO
BOTELLA AL MAR Nº 60. SALUDAMOS AL GOBIERNO DE LA HERMANA REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA. QUE NO NOS LA VENGAN A CONTAR CAMBIADA, ES UN TRIUNFO DE LA DEMOCRACIA. ES UN TRIUNFO DEL CHAVISMO.
BOTELLA CON OXIGENO PARA AMÉRICA LATINA.
SALUDADO POR FIDEL Y POR LA AMÉRICA DEL SUBSUELO SUBLEVADO QUE AHORA ES VISIBLE, TIENE VOZ Y CORAZÓN Y DIJO SI!
Con 94.2 por ciento del escrutinio, votan en favor de la enmienda 54.36% y en contra 45.63%
De Fidel Castro, el primer mensaje "por una victoria que por su magnitud es imposible medirla"
>
BOTELLA AL ALBA Nº 60
BOTELLA CON OXIGENO PARA AMÉRICA LATINA.
SALUDADO POR FIDEL Y POR LA AMÉRICA DEL SUBSUELO SUBLEVADO QUE AHORA ES VISIBLE, TIENE VOZ Y CORAZÓN Y DIJO SI!
Con 94.2 por ciento del escrutinio, votan en favor de la enmienda 54.36% y en contra 45.63%
De Fidel Castro, el primer mensaje "por una victoria que por su magnitud es imposible medirla"
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BOTELLA AL ALBA Nº 60
miércoles, 11 de febrero de 2009
HAY QUE CONCEPTUAR LOS HECHOS Y LA HISTORIA DE LA REALIDAD ARGENTINA. RODOLFO PUIGROSS
BOTELLA AL MAR Nº 59 NO PASARÁN
BELLAS ABSTRACCIONES Y MORTALES REALIDADES
por Carlos O. Suárez
“ Las izquierdas comparten con el liberalismo y el nacionalismo de minorías el hábito mental de conceptuar conceptos, en lugar de conceptuar los hechos y la historia de la realidad argentina”.
RODOLFO PUIGGRÓS
En una reunión del Comité Central del Partido Bolchevique (23/02/1918), Vladimir I. Lenin afirmó: “Es preciso combatir la frase revolucionaria para que no se diga un día de nosotros esta amarga verdad: LA FRASE REVOLUCIONARIA SOBRE LA GUERRA REVOLUCIONARIA HA MATADO LA REVOLUCIÓN”.
Tan llamativa expresión en labios del líder de la Revolución Rusa de 1917, estaba referida a la ofensiva de los “comunistas de izquierda” ( Bujarin y otros), quienes proponía declarar la “guerra revolucionaria” al imperio alemán, cuyas tropas ocupaban extensas zonas de la naciente Unión Soviética, y así mismo a los restantes gobiernos de Europa Occidental.
La desoladora realidad de un pueblo extenuado por cuatro años de contienda bélica en el contexto de la gran guerra de 1914-1918, así como de una país cuya infraestructura productiva y de comunicaciones había colapsado, no era suficiente para convencer a los “izquierdistas” que pretendían suplantar al devastador presente por sus consignas abstractas en pos de la revolución mundial.
Ese recuerdo acerca de la dramática coyuntura soviética de 1918 nos traslada a los ininterrumpidos debates que en la actualidad se producen en Argentina, cuando ciertos y dirigentes de “izquierda” atacan indiscriminadamente al gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, al igual que en su momento hicieron respecto a la gestión de Néstor Kirchner.
La galería dirigencial de los que poseen el raro privilegio de la equivocación permanente – variante no advertida en su época por León Trotski – ha sido enriquecida por figuras provenientes del Movimiento Peronista, aquejados de pronto por el virus del purismo ideológico. Es en consecuencia que atacan sin tregua al “kirchsnerismo”, categoría política que resumiría todos los males de la humanidad, mientras apoyan a la Mesa de Enlace del “campo” en sus campañas antigubernamentales.
De no conocer a personalidades como Pino Solanas , Alcira Argumedo y Claudio Lozano, podría pensarse que nos hallamos ante los clásicos grupos financiados por las fundaciones norteamericanas y la Sociedad Rural, cuando en cambio debemos concluir que tales dirigentes confunden “sonidos” con “intención”.
En la nota del historiador Norberto Galasso ( Página 12 – 1/02/2009), este se extiende sobre los negativos ejemplos de nuestra historia en relación a los que basados en ideologías puras e inmarcesibles terminaron haciéndole el juego al imperio y la oligarquía nativa.
No vamos a referirnos a quienes en nombre del “socialismo” compartieron las tribunas con Spruille Braden o a los que entre 1976 y 1983 resultaron ser cómplices de la dictadura al repudiar “la violencia de ambos signos”.
Sabemos, desee luego, que el camino al infierno está empedrado de buenas intenciones, aunque los compañeros surgidos del movimiento nacional deberían recordar las experiencias en que “los revolucionarios “ y “los clasistas” de hoy asaltaban los sindicatos junto a la infantería de marina en 1955.
No es ocioso recordar al respecto que los decretos 154 y 155 de 1983, por los cuales el presidente Raúl Alfonsín decidió enjuiciar a las cúpulas de las Fuerzas Armadas y a la Conducción Nacional de Montoneros, iniciando la siniestra política de los “Dos Demonios”, se basó en una presentación ante la Justicia del entonces titular de la Federación Agraria, Humberto Volando, quien adjuntó como “prueba subversiva” un ejemplar de “Vencer”, órgano del Movimiento Peronista Montonero.
Los herederos de aquellos “demócratas” de 1983, servidores de tiempo completo del FMI y el Banco Mundial, se lanzaron a las rutas en el 2008 con el revolucionario objetivo de perpetuar los gigantescos beneficios de la renta agraria. Es entonces que el que no entienda la esencia del conflicto en curso, podrá citar a Lenin, Gramsci o Mao, pero en la práctica es un agente del imperio y la oligarquía.
Norberto Galasso recuerda a Scalabrini Ortiz cuando en las vísperas del golpe reaccionario de 1955 plantea que la opción no se daba “entre Perón y el Arcángel San Miguel” sino “entre Perón y Federico Pinedo”.
Y hoy, aquí y ahora, el pueblo no tiene que elegir entre Cristina Fernández de Kirchner y la Revolución Socialista, sino, lisa y llanamente entre este gobierno – con todas las limitaciones que puedan señalársele - y la coalición de partidos y organizaciones patronales del agro al servicio de la restauración golpista de 1930, 1955 y 1976.
Buenos Aires, 10 de febrero de 2009.-
*Carlos O. Suárez
Periodista.
Escritor especializado en temas de política nacional y latinoamericana.
Columnista de diarios y revistas de Argentina y México: "Primera Plana", "El Sol", "El Día".
Profesor de Historia de América Latina (Universidades y Centros de Investigación de Arentina- UBA-, México e Italia).
Director de Prensa y Difusión de la Universidad de Buenos Aires.
Director de Relaciones Internacionales de la Sociedad Argentina de Escritores.
Colaborador de las editoriales Fondo de Cultura (México) y autor de la colección "Transformaciones" del Centro Editor de América Latina.
Autor, entre otros libros, de:
"Globalización y mafias en América Latina".
"La estrategia neocolonial del imperio (Documentos Santa Fe I, II y IV), en colaboación con Beba Balvé, Luis Brunati y otros autores.
"Esto pasó en El Salvador".
"El continuismo dictatorial en Argentina " (1976-2000).
Integrante de la Secretaría de Prensa y Difusión del FREJULI y el PJ (1973-1989).
Integrante de la Mesa Nacional de Intransigencia y Movilización Peronista.
Integrante del Consejo Superior del Mov. Peronista Montonero.
Secretario General de los Capítulos Argentinos del Tribunal Antimperialista de Nuestra América (T.A.N.A.)y
la Asociación por la Unidad de Nuestra América.
Columnista y miembro de la Redacción de A.L.I.A. y Anca Nahuel multimedios
PUBLICADO EN www.alia.com.ar el 11/02/2009 15:23:29 -03:00 GMT
Agencia Latina de Información AlternatiVA.
BELLAS ABSTRACCIONES Y MORTALES REALIDADES
por Carlos O. Suárez
“ Las izquierdas comparten con el liberalismo y el nacionalismo de minorías el hábito mental de conceptuar conceptos, en lugar de conceptuar los hechos y la historia de la realidad argentina”.
RODOLFO PUIGGRÓS
En una reunión del Comité Central del Partido Bolchevique (23/02/1918), Vladimir I. Lenin afirmó: “Es preciso combatir la frase revolucionaria para que no se diga un día de nosotros esta amarga verdad: LA FRASE REVOLUCIONARIA SOBRE LA GUERRA REVOLUCIONARIA HA MATADO LA REVOLUCIÓN”.
Tan llamativa expresión en labios del líder de la Revolución Rusa de 1917, estaba referida a la ofensiva de los “comunistas de izquierda” ( Bujarin y otros), quienes proponía declarar la “guerra revolucionaria” al imperio alemán, cuyas tropas ocupaban extensas zonas de la naciente Unión Soviética, y así mismo a los restantes gobiernos de Europa Occidental.
La desoladora realidad de un pueblo extenuado por cuatro años de contienda bélica en el contexto de la gran guerra de 1914-1918, así como de una país cuya infraestructura productiva y de comunicaciones había colapsado, no era suficiente para convencer a los “izquierdistas” que pretendían suplantar al devastador presente por sus consignas abstractas en pos de la revolución mundial.
Ese recuerdo acerca de la dramática coyuntura soviética de 1918 nos traslada a los ininterrumpidos debates que en la actualidad se producen en Argentina, cuando ciertos y dirigentes de “izquierda” atacan indiscriminadamente al gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, al igual que en su momento hicieron respecto a la gestión de Néstor Kirchner.
La galería dirigencial de los que poseen el raro privilegio de la equivocación permanente – variante no advertida en su época por León Trotski – ha sido enriquecida por figuras provenientes del Movimiento Peronista, aquejados de pronto por el virus del purismo ideológico. Es en consecuencia que atacan sin tregua al “kirchsnerismo”, categoría política que resumiría todos los males de la humanidad, mientras apoyan a la Mesa de Enlace del “campo” en sus campañas antigubernamentales.
De no conocer a personalidades como Pino Solanas , Alcira Argumedo y Claudio Lozano, podría pensarse que nos hallamos ante los clásicos grupos financiados por las fundaciones norteamericanas y la Sociedad Rural, cuando en cambio debemos concluir que tales dirigentes confunden “sonidos” con “intención”.
En la nota del historiador Norberto Galasso ( Página 12 – 1/02/2009), este se extiende sobre los negativos ejemplos de nuestra historia en relación a los que basados en ideologías puras e inmarcesibles terminaron haciéndole el juego al imperio y la oligarquía nativa.
No vamos a referirnos a quienes en nombre del “socialismo” compartieron las tribunas con Spruille Braden o a los que entre 1976 y 1983 resultaron ser cómplices de la dictadura al repudiar “la violencia de ambos signos”.
Sabemos, desee luego, que el camino al infierno está empedrado de buenas intenciones, aunque los compañeros surgidos del movimiento nacional deberían recordar las experiencias en que “los revolucionarios “ y “los clasistas” de hoy asaltaban los sindicatos junto a la infantería de marina en 1955.
No es ocioso recordar al respecto que los decretos 154 y 155 de 1983, por los cuales el presidente Raúl Alfonsín decidió enjuiciar a las cúpulas de las Fuerzas Armadas y a la Conducción Nacional de Montoneros, iniciando la siniestra política de los “Dos Demonios”, se basó en una presentación ante la Justicia del entonces titular de la Federación Agraria, Humberto Volando, quien adjuntó como “prueba subversiva” un ejemplar de “Vencer”, órgano del Movimiento Peronista Montonero.
Los herederos de aquellos “demócratas” de 1983, servidores de tiempo completo del FMI y el Banco Mundial, se lanzaron a las rutas en el 2008 con el revolucionario objetivo de perpetuar los gigantescos beneficios de la renta agraria. Es entonces que el que no entienda la esencia del conflicto en curso, podrá citar a Lenin, Gramsci o Mao, pero en la práctica es un agente del imperio y la oligarquía.
Norberto Galasso recuerda a Scalabrini Ortiz cuando en las vísperas del golpe reaccionario de 1955 plantea que la opción no se daba “entre Perón y el Arcángel San Miguel” sino “entre Perón y Federico Pinedo”.
Y hoy, aquí y ahora, el pueblo no tiene que elegir entre Cristina Fernández de Kirchner y la Revolución Socialista, sino, lisa y llanamente entre este gobierno – con todas las limitaciones que puedan señalársele - y la coalición de partidos y organizaciones patronales del agro al servicio de la restauración golpista de 1930, 1955 y 1976.
Buenos Aires, 10 de febrero de 2009.-
*Carlos O. Suárez
Periodista.
Escritor especializado en temas de política nacional y latinoamericana.
Columnista de diarios y revistas de Argentina y México: "Primera Plana", "El Sol", "El Día".
Profesor de Historia de América Latina (Universidades y Centros de Investigación de Arentina- UBA-, México e Italia).
Director de Prensa y Difusión de la Universidad de Buenos Aires.
Director de Relaciones Internacionales de la Sociedad Argentina de Escritores.
Colaborador de las editoriales Fondo de Cultura (México) y autor de la colección "Transformaciones" del Centro Editor de América Latina.
Autor, entre otros libros, de:
"Globalización y mafias en América Latina".
"La estrategia neocolonial del imperio (Documentos Santa Fe I, II y IV), en colaboación con Beba Balvé, Luis Brunati y otros autores.
"Esto pasó en El Salvador".
"El continuismo dictatorial en Argentina " (1976-2000).
Integrante de la Secretaría de Prensa y Difusión del FREJULI y el PJ (1973-1989).
Integrante de la Mesa Nacional de Intransigencia y Movilización Peronista.
Integrante del Consejo Superior del Mov. Peronista Montonero.
Secretario General de los Capítulos Argentinos del Tribunal Antimperialista de Nuestra América (T.A.N.A.)y
la Asociación por la Unidad de Nuestra América.
Columnista y miembro de la Redacción de A.L.I.A. y Anca Nahuel multimedios
PUBLICADO EN www.alia.com.ar el 11/02/2009 15:23:29 -03:00 GMT
Agencia Latina de Información AlternatiVA.
lunes, 9 de febrero de 2009
BOTELLA AL MAR Nº 58 EL MAPA DE LA INSEGURIDAD DE LOS MEDIOS.
MAPA DE LA INSEGURIDAD DE LA INFORMACIÓN.
QUEDA CLARO, TODO SALE DEL MISMO ALAMBIQUE, OBSERVEN, SAQUEN SUS CONCLUSIONES Y DESPUES HAGAN, COMO DICE UMBERTO ECO: UNA GUERRILLA SEMIOLÓGICA, DONDE LO REVOLUCIONARIO ESTÁ EN DECODIFICAR CORRECTAMENTE EL MENSAJE. O COMO DIJO SCALABRINI: "Cuando usted no entiende una cosa, pregunte hasta que la entienda. Si no la entiende es que están tratando de robarlo. Cuando usted entienda eso, ya habrá aprendido a defender la patria"
QUEDA CLARO, TODO SALE DEL MISMO ALAMBIQUE, OBSERVEN, SAQUEN SUS CONCLUSIONES Y DESPUES HAGAN, COMO DICE UMBERTO ECO: UNA GUERRILLA SEMIOLÓGICA, DONDE LO REVOLUCIONARIO ESTÁ EN DECODIFICAR CORRECTAMENTE EL MENSAJE. O COMO DIJO SCALABRINI: "Cuando usted no entiende una cosa, pregunte hasta que la entienda. Si no la entiende es que están tratando de robarlo. Cuando usted entienda eso, ya habrá aprendido a defender la patria"
viernes, 6 de febrero de 2009
BOTELLA AL MAR Nº 57 LA GUERRA CULTURAL Y POLÍTICA.
BOTELLA CON EL MENSAJE DE RICARDO FORSTER. LA IMPORTANCIA DE DAR LA BATALLA EN EL NIVEL POLÍTICO Y CULTURAL.
Crisis del neoliberalismo y nuevos desafíos político-culturales
03-02-2009 / La batalla por la resignificación de las palabras.
Cada época redefine y reinterpreta los lenguajes y los conceptos políticos para adaptarlos a sus propias necesidades; a veces se trata de matices, de modificaciones imperceptibles, mínimas, de esas que parecen no dejar marcas; otras, somos testigos de giros elocuentes, de cambios dramáticos en el sentido y en el contenido de lo nombrado, como si las nuevas necesidades abiertas por la escena actual exigiesen una profunda depuración de los modos del decir tradicionales. En tiempos de revolución nada permanece intocado y, mucho menos, las palabras con las que estábamos acostumbrados a decir y a nombrar las cosas y a la sociedad. Allí todo se perturba y entra en una redefinición sustancial buscando transformar las antiguas tradiciones en las nuevas gramáticas de la historia y del futuro.
Pero no hace falta imaginar un cataclismo social ni regresar sobre las sendas perdidas de la revolución para descubrir de qué distintos modos una época va produciendo sus interpretaciones y sus demonizaciones; cómo puede apropiarse de viejos conceptos para definirlos de otra manera haciéndoles jugar un juego muy distinto al que antes jugaba. Un giro conservador también lleva dentro suyo la capacidad para resignificar lenguajes y cosas, mundos materiales y sociales. En las dos décadas finales del siglo XX pudimos ver cómo el giro neoliberal no sólo modificaba de cuajo las reglas de la economía, las formas del intercambio y el universo del trabajo sino, más grave y sistemático, generó las condiciones para una colosal transformación cultural que sigue marcando a fuego nuestra actualidad y los modos a través de los que gran parte de los sujetos sociales se ven a sí mismos, miran a los otros y definen lo verdadero y lo falso de este tiempo político, económico y social. El neoliberalismo se apropió de los lenguajes de la industria del espectáculo y de la información movilizándolos con la intención de horadar el sentido común haciéndolo mutar hacia un nuevo régimen de valor.
Los grandes medios de comunicación jugaron un papel decisivo en la transformación cultural que le imprimió al mundo la ideología de mercado lanzando al tacho de los desperdicios todo aquello que podía recordar al Estado de Bienestar, a las políticas keynesianas de intervención, a la idea de responsabilidad solidaria entre los trabajadores activos y los jubilados sin dejar de mencionar la invisibilización que cayó sobre los sectores subalternos, esos vastos mundos populares que fueron silenciados y desposeídos de derechos y de identidades legítimas para convertirse simplemente en pobrecitos, en desclasados o en marginales irredimibles. La revolución cultural neoliberal logró naturalizar la pobreza y la ineficiencia "estructural" del Estado al mismo tiempo que iba vaciando de todo contenido el espacio público y a la política para dejar paso a la lógica empresarial y a sus recursos como nuevo maná del orden global. Se inició el tiempo del fervor privatizador, máxima panacea planetaria.
El santo y seña de la época fue la libre competencia, la desregulación y la flexibilización laboral. El mercado, esa sagrada "mano invisible" teorizada por Adam Smith en el siglo XVIII como punto de partida del liberalismo clásico, alcanzó su mayor dimensión mítica convirtiéndose en el verdadero dios de la época, suerte de gran padre universal por el que debía pasar todo lo significativo a la hora de definir si una nación era o no parte de la civilización. El mercado como absoluto, como paridor no sólo de la riqueza material sino, también y fundamentalmente, como garante último de la libertad y de la democracia. Unidad indisoluble entre mercado y democracia liberal, ése fue el núcleo ideológico de las últimas décadas. Manos libres, gramáticas de directorio de empresa, competencia, especulación financiera sin control alguno, organismos internacionales puestos al servicio de la ideología de mercado y de los intereses de los países centrales que les exigían a los periféricos que hicieran todo aquello que ellos no estaban dispuestos a hacer.
Las nuevas palabras desplazaron a las viejas o simplemente les hicieron dar un giro de 180 grados para que pasaran a significar otra cosa. Cayeron como dioses muertos aquellas ideas y prácticas que pudieran recordar ese otro tiempo en el que la lógica del mercado encontraba sus límites y sus reglas o, de un modo más radical, se utilizó el desbarrancamiento del régimen soviético para destituir de aquí a la eternidad cualquier opción anticapitalista o que simplemente se moviera por los continentes conceptuales de la igualdad o de la redistribución de la riqueza. Reinó una palabra única, monocorde, totalitaria pero camuflada con todo el glamour hollywoodense; la promesa californiana infectó las conciencias universales mientras la gran potencia imperial iba camino a su propia crisis sin antes arrojar sobre el planeta la barbarie militarista de los inolvidables texanos.
Entre nosotros, imitadores gustosos de las estéticas primermundistas, el menemismo, con la complicidad de amplios sectores de la economía, de la política y de la cultura (sin excluir a los progresistas de la Alianza, ansiosos por moralizar la política sin modificar un ápice la lógica perversa de la convertibilidad), terminó de realizar el plan iniciado por la dictadura, uno de cuyos ejes principales era la destrucción del aparato productivo junto con la desaparición de toda memoria ligada a la equidad social. El menemismo naturalizó los valores del mercado, los exacerbó, frivolizó la política, la vació de contenidos transformándola en un vodevil. Modificó las conciencias habilitando prácticas y políticas afincadas en la lógica del más puro egoísmo devastador del espacio público y de la solidaridad social. Sus palabras centrales fueron: privatización, primer mundo, mercado, relaciones carnales, flexibilización, shopping center, country, AFJP como sinónimo de una ancianidad a la sueca […] de la plata dulce a la convertibilidad la trama social y cultural de los argentinos fue profunda y decisivamente transformada hasta alcanzar niveles de desigualdad inimaginables apenas unas décadas atrás.
Tal vez por eso el centro de la contienda actual no sea el económico (la colosal crisis del sistema especulativo-financiero del capitalismo neoliberal habla por sí sola) sino, centralmente, el cultural y político. Tratar de remover años de penetración ideológica y de horadación del sentido común; buscar recomponer un tejido social desgarrado junto con los valores que le daban sustento a esa matriz igualitarista que atravesó durante gran parte del siglo XX a nuestra sociedad, es quizás el mayor desafío de una política popular y democrática. Y en ese desafío el modo de decir, las maneras del nombrar y la resignificación de las palabras serán fundamentales. Allí se dará una batalla sin la cual no habrá posibilidad cierta de modificar el rumbo de las cosas.
LO TENEMOS QUE CONSTRUIR:
jueves, 5 de febrero de 2009
BOTELLA AL MAR Nº 56. A MÍ NO ME LA VAS A CONTAR... MORDISQUITO
BOTELLA AL MAR DEL CAMBALACHE. Mordisquito fue el seudónimo con que Enrique Santos Discépolo expresaba sus ideas a través del diálogo imaginario con ese personaje que no reconocía las conquistas sociales del peronismo.
Para los que quieran el libro completo está en http://www.elortiba.org/pdf/Mordisquito.pdf
Resulta que antes no te importaba nada y ahora te importa
todo. Sobre todo lo chiquito. Pasaste de náufrago
a financista sin bajarte del bote. Vos, sí, vos, que ya estabas
acostumbrado a saber que tu patria era la factoría
de alguien y te encontraste con que te hacían el regalo de
una patria nueva, y entonces, en vez de dar las gracias
por el sobretodo de vicuña, dijiste que había una pelusa
en la manga y que vos no lo querías derecho sino cruzado.
¡Pero con el sobretodo te quedaste! Entonces, ¿qué
me vas a contar a mí? ¿A quién le llevás la contra? Antes
no te importaba nada y ahora te importa todo. Y protestás.
¿Y por qué protestás? ¡Ah, no hay té de Ceilán!
Eso es tremendo. Mirá qué problema. Leche hay, leche
sobra; tus hijos, que alguna vez miraban la nata por turno,
ahora pueden irse a la escuela con la vaca puesta.
¡Pero no hay té de Ceilán! Y, según vos, no se puede vivir
sin té de Ceilán. Te pasaste la vida tomando mate cocido,
pero ahora me planteás un problema de Estado porque
no hay té de Ceilán. Claro, ahora la flota es tuya, ahora
los teléfonos son tuyos, ahora los ferrocarriles son tuyos,
ahora el gas es tuyo, pero…, ¡no hay té de Ceilán! Para
entrar en un movimiento de recuperación como este al
que estamos asistiendo, han tenido que cambiar de sitio
muchas cosas y muchas ideas; algunas, monumentales;
otras, llenas de amor o de ingenio; ¡todas asombrosas!
El país empezó a caminar de otra manera, sin que lo
metieran en el andador o lo llevasen atado de una cuerda;
el país se estructuró durante la marcha misma; ¡el país
remueve sus cimientos y rehace su historia!
Pero, claro, vos estás preocupado, y yo lo comprendo:
porque no hay té de Ceilán. ¡Ah… ni queso!
¡No hay queso! ¡Mirá qué problema! ¿Me vas a decir a
mí que no es un problema? Antes no había nada de
nada, ni dinero, ni indemnización, ni amparo a la vejez,
y vos no decías ni medio; vos no protestabas nunca, vos
te conformabas con una vida de araña. Ahora ganás bien;
ahora están protegidos vos y tus hijos y tus padres. Sí;
pero tenés razón: ¡no hay queso! Hay miles de escuelas
nuevas, hogares de tránsito, millones y millones para
comprar la sonrisa de los pobres; sí, pero, claro, ¡no hay
queso! Tenés el aeropuerto, pero no tenés queso. Sería
un problema para que se preocupase la vaca y no vos,
pero te preocupás vos. Mirá, la tuya es la preocupación
del resentido que no puede perdonarle la patriada a los
salvadores.
Para alcanzar lo que se está alcanzando hubo que
resistir y que vencer las más crueles penitencias del
extranjero y los más ingratos sabotajes a este momento
de lucha y de felicidad. Porque vos estás ganando una
guerra. Y la estás ganando mientras vas al cine, comés
cuatro veces al día y sentís el ruido alegre y rendidor que
hace el metabolismo de todos los tuyos. Porque es la primera
vez que la guerra la hacen cincuenta personas mientras
dieciséis millones duermen tranquilas porque tienen
trabajo y encuentran respeto. Cuando las colas se formaban
no para tomar un ómnibus o comprar un pollo
o depositar en la caja de ahorro, como ahora, sino para
20
pedir angustiosamente un pedazo de carne en aquella
vergonzante olla popular, o un empleo en una agencia
de colocaciones que nunca lo daba, entonces vos veías
pasar el desfile de los desesperados y no se te movía un
pelo, no. Es ahora cuando te parás a mirar el desfile de
tus hermanos que se ríen, que están contentos… pero eso
no te alegra porque, para que ellos alcanzaran esa felicidad,
¡ha sido necesario que escasease el queso! No
importa que tu patria haya tenido problemas de gigantes,
y que esos problemas los hayan resuelto personas.
Vos seguís con el problema chiquito, vos seguís buscándole
la hipotenusa al teorema de la cucaracha, ¡vos, el
mismo que está preocupado porque no puede tomar té
de Ceilán! Y durante toda tu vida tomaste mate! ¿Y a
quién se la querás contar? ¿A mí, que tengo esta memoria
de elefante? ¡No, a mí no me la vas a contar!
Para los que quieran el libro completo está en http://www.elortiba.org/pdf/Mordisquito.pdf
Resulta que antes no te importaba nada y ahora te importa
todo. Sobre todo lo chiquito. Pasaste de náufrago
a financista sin bajarte del bote. Vos, sí, vos, que ya estabas
acostumbrado a saber que tu patria era la factoría
de alguien y te encontraste con que te hacían el regalo de
una patria nueva, y entonces, en vez de dar las gracias
por el sobretodo de vicuña, dijiste que había una pelusa
en la manga y que vos no lo querías derecho sino cruzado.
¡Pero con el sobretodo te quedaste! Entonces, ¿qué
me vas a contar a mí? ¿A quién le llevás la contra? Antes
no te importaba nada y ahora te importa todo. Y protestás.
¿Y por qué protestás? ¡Ah, no hay té de Ceilán!
Eso es tremendo. Mirá qué problema. Leche hay, leche
sobra; tus hijos, que alguna vez miraban la nata por turno,
ahora pueden irse a la escuela con la vaca puesta.
¡Pero no hay té de Ceilán! Y, según vos, no se puede vivir
sin té de Ceilán. Te pasaste la vida tomando mate cocido,
pero ahora me planteás un problema de Estado porque
no hay té de Ceilán. Claro, ahora la flota es tuya, ahora
los teléfonos son tuyos, ahora los ferrocarriles son tuyos,
ahora el gas es tuyo, pero…, ¡no hay té de Ceilán! Para
entrar en un movimiento de recuperación como este al
que estamos asistiendo, han tenido que cambiar de sitio
muchas cosas y muchas ideas; algunas, monumentales;
otras, llenas de amor o de ingenio; ¡todas asombrosas!
El país empezó a caminar de otra manera, sin que lo
metieran en el andador o lo llevasen atado de una cuerda;
el país se estructuró durante la marcha misma; ¡el país
remueve sus cimientos y rehace su historia!
Pero, claro, vos estás preocupado, y yo lo comprendo:
porque no hay té de Ceilán. ¡Ah… ni queso!
¡No hay queso! ¡Mirá qué problema! ¿Me vas a decir a
mí que no es un problema? Antes no había nada de
nada, ni dinero, ni indemnización, ni amparo a la vejez,
y vos no decías ni medio; vos no protestabas nunca, vos
te conformabas con una vida de araña. Ahora ganás bien;
ahora están protegidos vos y tus hijos y tus padres. Sí;
pero tenés razón: ¡no hay queso! Hay miles de escuelas
nuevas, hogares de tránsito, millones y millones para
comprar la sonrisa de los pobres; sí, pero, claro, ¡no hay
queso! Tenés el aeropuerto, pero no tenés queso. Sería
un problema para que se preocupase la vaca y no vos,
pero te preocupás vos. Mirá, la tuya es la preocupación
del resentido que no puede perdonarle la patriada a los
salvadores.
Para alcanzar lo que se está alcanzando hubo que
resistir y que vencer las más crueles penitencias del
extranjero y los más ingratos sabotajes a este momento
de lucha y de felicidad. Porque vos estás ganando una
guerra. Y la estás ganando mientras vas al cine, comés
cuatro veces al día y sentís el ruido alegre y rendidor que
hace el metabolismo de todos los tuyos. Porque es la primera
vez que la guerra la hacen cincuenta personas mientras
dieciséis millones duermen tranquilas porque tienen
trabajo y encuentran respeto. Cuando las colas se formaban
no para tomar un ómnibus o comprar un pollo
o depositar en la caja de ahorro, como ahora, sino para
20
pedir angustiosamente un pedazo de carne en aquella
vergonzante olla popular, o un empleo en una agencia
de colocaciones que nunca lo daba, entonces vos veías
pasar el desfile de los desesperados y no se te movía un
pelo, no. Es ahora cuando te parás a mirar el desfile de
tus hermanos que se ríen, que están contentos… pero eso
no te alegra porque, para que ellos alcanzaran esa felicidad,
¡ha sido necesario que escasease el queso! No
importa que tu patria haya tenido problemas de gigantes,
y que esos problemas los hayan resuelto personas.
Vos seguís con el problema chiquito, vos seguís buscándole
la hipotenusa al teorema de la cucaracha, ¡vos, el
mismo que está preocupado porque no puede tomar té
de Ceilán! Y durante toda tu vida tomaste mate! ¿Y a
quién se la querás contar? ¿A mí, que tengo esta memoria
de elefante? ¡No, a mí no me la vas a contar!
miércoles, 4 de febrero de 2009
BOTELLA AL MAR nº 55 NORBERTO GALASSO Y LA CLARIDAD MERIDIANA.
BOTELLA CON CLARIDAD PARA LOS QUE ESTÁN PERDIDOS EN LA NEBLINA. GRACIAS NORBERTO GALASSO.
Los aliados posibles y el enemigo principal
http://www.pagina12.com.ar/fotos/20090202/notas/na08fo01.jpg
Por Norberto Galasso
Días atrás, se publicaron en este diario notas de opinión de Hugo Barcia y Alcira Argumedo referidas a declaraciones de Pino Solanas donde responsabilizaba por la mortalidad infantil no sólo al Gobierno, sino también a "cómplices, mentores intelectuales, etc.", entre los cuales se hallaría el grupo Carta Abierta. Alcira no refutó las apreciaciones correctas de Barcia sobre la mortalidad infantil, sino que fundamentó el furibundo antikirchnerismo de Proyecto Sur en siete puntos, entre los cuales los puntos 2, 3, 4 y 6 corresponden a uno solo: la política del Gobierno respecto a los recursos naturales; el punto 1 se refiere al Tren Bala, proyecto que puede considerarse frustrado, el 4 al blanqueo de capitales y el 7 a la prórroga de las licencias a los medios de comunicación. Además, ratificó las críticas de Pino a Carta Abierta. Estas posiciones no son nuevas en Proyecto Sur: en La Nación, Pino ha señalado que "Kirchner es un traidor a la patria e hipotecó el futuro" (29/9/2007), en Perfil sostuvo que "Kirchner continúa a Menem" (20/5/2007) y últimamente calificó a este gobierno de "antinacional y antipopular". Si esto lo pregonasen Altamira, Ripoll o Alderete, no escribiría estas líneas pues la izquierda abstracta, liberal o antinacional, como se la quiera llamar, se ha especializado, desde Yrigoyen hasta hoy, en ser funcional a la reacción, en nombre del socialismo y sólo la izquierda nacional ha sabido comprender a los movimientos nacionales cabalgando a su lado mientras intentaba mantener su independencia política, ideológica y organizativa, aunque también allí hubo claudicaciones como la de Ramos frente al menemismo. Pero como estas críticas (confundiendo al posible aliado con el enemigo principal) provienen de compañeros con los cuales hemos transitado caminos de lucha, como en el frustrado Proyecto Sur de 2002/03, alguien que pertenece a las bases de Carta Abierta, orienta la Corriente Política E. S. Discépolo y dirige el periódico Señales Populares, se ve obligado, con el dolor que provoca criticar a antiguos compañeros, a intervenir en la polémica.
A las críticas de Alcira, podemos oponer:
1) La avanzada política de derechos humanos del kirchnerismo.
2) La avanzada política latinoamericana que contribuyó a hundir el proyecto del ALCA, que desde el Unasur contribuyó a evitar el golpe de Estado en Bolivia y que ha logrado la simpatía y apoyo de Chávez y Fidel, quienes, según parece, saben algo de imperialismo y cuestión nacional.
3) La depuración de la Corte Suprema de Justicia con la incorporación de figuras de capacidad y conducta incontrovertible.
4) El recupero de los aportes previsionales al tomar las AFJP, dando un fuerte golpe al poder financiero.
5) La reconversión de una economía de especulación por un modelo productivo que permitió una importante disminución de la desocupación y la pobreza.
6) El intento de redistribuir el ingreso a través de la Resolución 125, afectando la renta agraria diferencial, en el mismo sentido que lo hizo Perón en el '46 a través de los tipos de cambio selectivos. (En este caso, no vale el argumento de Alcira acerca de la votación de Lozano, pues la AFIP (resolución 1898/2008) inició acción contra las grandes exportadoras por los 1700 millones de pesos evadidos (El Cronista, 22/1/2009). Y aun cuando no lo hubiera hecho, esto obligaba, por lo menos a la abstención y no a ser cobertura de izquierda de la nueva Unidad Democrática que están conformando Carrió, Morales, López Murphy y otros.)
7) El recupero del rol del Estado: en Correos, Aguas, transporte aéreo, astilleros, algunos ramales ferroviarios, proyecto de tomar la fábrica de aviones de Córdoba y el canal Encuentro.
El kirchnerismo es pues todo esto y es también buena parte de lo que dice Alcira, como ocurre normalmente con los movimientos nacionales en gestación, policlasistas, contradictorios, clientelistas, pragmáticos, conciliadores, con "amigos del poder" que hacen negocios. ¿Se lo tenemos que decir nosotros, desde la izquierda nacional, justamente a los peronistas? Diría Jauretche, ¿dónde se ha visto que los hijos enseñen a los padres cómo se hacen los hijos? ¿Qué hubiera hecho Pino cuando Perón se negó a expropiar a la corrupta y recorrupta CADE? ¿Hubiera dicho que era "un gobierno antinacional y antipopular"? Claro, desde la izquierda abstracta es fácil decir, ¿por qué Perón no desarrolló fuertemente la minería?, ¿por qué apenas dio el puntapié inicial con Somisa cuya primera colada es de la época de Frondizi? ¿Y el contrato petrolero con la California? ¿Habría dicho acaso: "¡Qué antinacional y antipopular es este Perón!"? Pino dice en otro artículo: "Perón no estaría hoy en el PJ". Yo pregunto: ¿era mucho mejor el PJ del '54? ¿No había entonces "amigos del poder" que hacían negocios? ¿Quiénes eran Jorge Antonio y Silvio Tricerri? ¿O entonces resulta que Codovilla tenía razón siendo funcional al imperialismo para que sanease a la Argentina emporcada por los "negros peronistas" del '45?
Por otra parte, somos ya lechuzas demasiado cascoteadas para entrar en la moralina boba de la Carrió: la corrupción es intrínseca al capitalismo y cuando está la reacción en el poder disimula sus negocios con leyes a su conveniencia; cuando estamos los del pueblo algunos violan esas leyes y hacen sus negocitos. Pregúntenle a Chávez, que sabe de esto, como también de la clase media de Caracas escandalizada moralmente, aunque, igual que la nuestra, evade impuestos con toda naturalidad.
Por momentos me asombro, porque parece que hay que enseñarles peronismo a los peronistas. Ningún gobierno, decía Perón, cumple el 100 por ciento de los objetivos nacionales y populares, porque está el enemigo que también es fuerte. Cuando cumple el 50 por ciento o más ya el balance es favorable. Jauretche le decía a Jorge Del Río cuando se deslizaba a la oposición porque Perón no expropiaba la CADE: "Es importante, sí, pero usted no puede ver la historia por el agujerito de la cerradura de la CADE".
El balance general es el que interesa. Escuchen esto mis viejos y queridos amigos: "Hay muchos actos, y no de los menos trascendentales por cierto, de la política interna y externa del general Perón que no serían aprobados por el tribunal de las ideas matrices que animaron a mi generación. Pero de allí no tenemos derecho a deducir que la intención fuese menos pura y generosa. En el dinamómetro de la política, esas transigencias miden los grados de coacción de todo orden con que actúan las fuerzas extranjeras en el amparo de sus intereses y de su conveniencia. No debemos olvidar en ningún momento –cualesquiera sean las diferencias de apreciación– que las opciones que nos ofrece la vida política argentina son limitadas. No se trata de optar entre el general Perón y el arcángel San Miguel. Se trata de optar entre el general Perón y Federico Pinedo. Todo lo que socava a Perón, fortalece a Pinedo, en cuanto él simboliza un régimen político y económico de oprobio y un modo de pensar ajeno y opuesto al pensamiento del país" (1947). No hace falta que te diga a vos, Pino, que hiciste recientemente una película sobre "los hombres que están solos y esperan", que el autor es Raúl Scalabrini Ortiz. Por eso, como decía Jacques Prevert, es muy peligroso dejar que los intelectuales jueguen con fósforos porque, retomando a Jauretche, combatir lo bueno ("desgastando", creando "clima destituyente") puede significar que en vez de lograr lo mejor, sirvamos para que vuelva lo malo.
En esta Argentina de hoy hay que luchar para profundizar este proceso, cabalgándole al lado, marcando críticas, proponiendo soluciones superadoras, empujando, pero no atacando desde enfrente, presionando para que fracase, porque la única opción que hay hoy la conocemos y viene de lejos: Bullrich Luro Pueyrredón, Pinedo, Estensoro, López Murphy, Grondona, Anchorena, los grandes pulpos mediáticos... y el Tío Sam.
Por esta razón, Proyecto Sur debería sumarse a Carta Abierta en vez de arrojarle críticas y trabajar desde allí, para incorporar a la lucha a los sectores populares, para movilizar, exigiendo al Gobierno que profundice lo realizado, porque –y vuelvo a decir, me da vergüenza explicarlo a compañeros de larga militancia– aquí hay una cuestión nacional argentina y latinoamericana por resolver. Y estamos frente a una oportunidad como nunca tuvimos antes. Lo saben Fidel, Chávez, Evo, Correa y muchos otros y lo intuyen los pueblos. Quienes socaven este proceso –con planteos que desconocen la correlación de fuerzas existente– asumen una grave responsabilidad si se frustra esta gran oportunidad para ir dando pasos hacia una América latina unida y soberana, marchando en el camino del socialismo del siglo XXI.
* Historiador y ensayista.
Los aliados posibles y el enemigo principal
http://www.pagina12.com.ar/fotos/20090202/notas/na08fo01.jpg
Por Norberto Galasso
Días atrás, se publicaron en este diario notas de opinión de Hugo Barcia y Alcira Argumedo referidas a declaraciones de Pino Solanas donde responsabilizaba por la mortalidad infantil no sólo al Gobierno, sino también a "cómplices, mentores intelectuales, etc.", entre los cuales se hallaría el grupo Carta Abierta. Alcira no refutó las apreciaciones correctas de Barcia sobre la mortalidad infantil, sino que fundamentó el furibundo antikirchnerismo de Proyecto Sur en siete puntos, entre los cuales los puntos 2, 3, 4 y 6 corresponden a uno solo: la política del Gobierno respecto a los recursos naturales; el punto 1 se refiere al Tren Bala, proyecto que puede considerarse frustrado, el 4 al blanqueo de capitales y el 7 a la prórroga de las licencias a los medios de comunicación. Además, ratificó las críticas de Pino a Carta Abierta. Estas posiciones no son nuevas en Proyecto Sur: en La Nación, Pino ha señalado que "Kirchner es un traidor a la patria e hipotecó el futuro" (29/9/2007), en Perfil sostuvo que "Kirchner continúa a Menem" (20/5/2007) y últimamente calificó a este gobierno de "antinacional y antipopular". Si esto lo pregonasen Altamira, Ripoll o Alderete, no escribiría estas líneas pues la izquierda abstracta, liberal o antinacional, como se la quiera llamar, se ha especializado, desde Yrigoyen hasta hoy, en ser funcional a la reacción, en nombre del socialismo y sólo la izquierda nacional ha sabido comprender a los movimientos nacionales cabalgando a su lado mientras intentaba mantener su independencia política, ideológica y organizativa, aunque también allí hubo claudicaciones como la de Ramos frente al menemismo. Pero como estas críticas (confundiendo al posible aliado con el enemigo principal) provienen de compañeros con los cuales hemos transitado caminos de lucha, como en el frustrado Proyecto Sur de 2002/03, alguien que pertenece a las bases de Carta Abierta, orienta la Corriente Política E. S. Discépolo y dirige el periódico Señales Populares, se ve obligado, con el dolor que provoca criticar a antiguos compañeros, a intervenir en la polémica.
A las críticas de Alcira, podemos oponer:
1) La avanzada política de derechos humanos del kirchnerismo.
2) La avanzada política latinoamericana que contribuyó a hundir el proyecto del ALCA, que desde el Unasur contribuyó a evitar el golpe de Estado en Bolivia y que ha logrado la simpatía y apoyo de Chávez y Fidel, quienes, según parece, saben algo de imperialismo y cuestión nacional.
3) La depuración de la Corte Suprema de Justicia con la incorporación de figuras de capacidad y conducta incontrovertible.
4) El recupero de los aportes previsionales al tomar las AFJP, dando un fuerte golpe al poder financiero.
5) La reconversión de una economía de especulación por un modelo productivo que permitió una importante disminución de la desocupación y la pobreza.
6) El intento de redistribuir el ingreso a través de la Resolución 125, afectando la renta agraria diferencial, en el mismo sentido que lo hizo Perón en el '46 a través de los tipos de cambio selectivos. (En este caso, no vale el argumento de Alcira acerca de la votación de Lozano, pues la AFIP (resolución 1898/2008) inició acción contra las grandes exportadoras por los 1700 millones de pesos evadidos (El Cronista, 22/1/2009). Y aun cuando no lo hubiera hecho, esto obligaba, por lo menos a la abstención y no a ser cobertura de izquierda de la nueva Unidad Democrática que están conformando Carrió, Morales, López Murphy y otros.)
7) El recupero del rol del Estado: en Correos, Aguas, transporte aéreo, astilleros, algunos ramales ferroviarios, proyecto de tomar la fábrica de aviones de Córdoba y el canal Encuentro.
El kirchnerismo es pues todo esto y es también buena parte de lo que dice Alcira, como ocurre normalmente con los movimientos nacionales en gestación, policlasistas, contradictorios, clientelistas, pragmáticos, conciliadores, con "amigos del poder" que hacen negocios. ¿Se lo tenemos que decir nosotros, desde la izquierda nacional, justamente a los peronistas? Diría Jauretche, ¿dónde se ha visto que los hijos enseñen a los padres cómo se hacen los hijos? ¿Qué hubiera hecho Pino cuando Perón se negó a expropiar a la corrupta y recorrupta CADE? ¿Hubiera dicho que era "un gobierno antinacional y antipopular"? Claro, desde la izquierda abstracta es fácil decir, ¿por qué Perón no desarrolló fuertemente la minería?, ¿por qué apenas dio el puntapié inicial con Somisa cuya primera colada es de la época de Frondizi? ¿Y el contrato petrolero con la California? ¿Habría dicho acaso: "¡Qué antinacional y antipopular es este Perón!"? Pino dice en otro artículo: "Perón no estaría hoy en el PJ". Yo pregunto: ¿era mucho mejor el PJ del '54? ¿No había entonces "amigos del poder" que hacían negocios? ¿Quiénes eran Jorge Antonio y Silvio Tricerri? ¿O entonces resulta que Codovilla tenía razón siendo funcional al imperialismo para que sanease a la Argentina emporcada por los "negros peronistas" del '45?
Por otra parte, somos ya lechuzas demasiado cascoteadas para entrar en la moralina boba de la Carrió: la corrupción es intrínseca al capitalismo y cuando está la reacción en el poder disimula sus negocios con leyes a su conveniencia; cuando estamos los del pueblo algunos violan esas leyes y hacen sus negocitos. Pregúntenle a Chávez, que sabe de esto, como también de la clase media de Caracas escandalizada moralmente, aunque, igual que la nuestra, evade impuestos con toda naturalidad.
Por momentos me asombro, porque parece que hay que enseñarles peronismo a los peronistas. Ningún gobierno, decía Perón, cumple el 100 por ciento de los objetivos nacionales y populares, porque está el enemigo que también es fuerte. Cuando cumple el 50 por ciento o más ya el balance es favorable. Jauretche le decía a Jorge Del Río cuando se deslizaba a la oposición porque Perón no expropiaba la CADE: "Es importante, sí, pero usted no puede ver la historia por el agujerito de la cerradura de la CADE".
El balance general es el que interesa. Escuchen esto mis viejos y queridos amigos: "Hay muchos actos, y no de los menos trascendentales por cierto, de la política interna y externa del general Perón que no serían aprobados por el tribunal de las ideas matrices que animaron a mi generación. Pero de allí no tenemos derecho a deducir que la intención fuese menos pura y generosa. En el dinamómetro de la política, esas transigencias miden los grados de coacción de todo orden con que actúan las fuerzas extranjeras en el amparo de sus intereses y de su conveniencia. No debemos olvidar en ningún momento –cualesquiera sean las diferencias de apreciación– que las opciones que nos ofrece la vida política argentina son limitadas. No se trata de optar entre el general Perón y el arcángel San Miguel. Se trata de optar entre el general Perón y Federico Pinedo. Todo lo que socava a Perón, fortalece a Pinedo, en cuanto él simboliza un régimen político y económico de oprobio y un modo de pensar ajeno y opuesto al pensamiento del país" (1947). No hace falta que te diga a vos, Pino, que hiciste recientemente una película sobre "los hombres que están solos y esperan", que el autor es Raúl Scalabrini Ortiz. Por eso, como decía Jacques Prevert, es muy peligroso dejar que los intelectuales jueguen con fósforos porque, retomando a Jauretche, combatir lo bueno ("desgastando", creando "clima destituyente") puede significar que en vez de lograr lo mejor, sirvamos para que vuelva lo malo.
En esta Argentina de hoy hay que luchar para profundizar este proceso, cabalgándole al lado, marcando críticas, proponiendo soluciones superadoras, empujando, pero no atacando desde enfrente, presionando para que fracase, porque la única opción que hay hoy la conocemos y viene de lejos: Bullrich Luro Pueyrredón, Pinedo, Estensoro, López Murphy, Grondona, Anchorena, los grandes pulpos mediáticos... y el Tío Sam.
Por esta razón, Proyecto Sur debería sumarse a Carta Abierta en vez de arrojarle críticas y trabajar desde allí, para incorporar a la lucha a los sectores populares, para movilizar, exigiendo al Gobierno que profundice lo realizado, porque –y vuelvo a decir, me da vergüenza explicarlo a compañeros de larga militancia– aquí hay una cuestión nacional argentina y latinoamericana por resolver. Y estamos frente a una oportunidad como nunca tuvimos antes. Lo saben Fidel, Chávez, Evo, Correa y muchos otros y lo intuyen los pueblos. Quienes socaven este proceso –con planteos que desconocen la correlación de fuerzas existente– asumen una grave responsabilidad si se frustra esta gran oportunidad para ir dando pasos hacia una América latina unida y soberana, marchando en el camino del socialismo del siglo XXI.
* Historiador y ensayista.
lunes, 2 de febrero de 2009
BOTELLA AL MAR Nº 54. ALERTA, ALERTA, ALERTA QUE CAMINA, LA ESPADA DE BOLIVAR POR AMÉRICA LATINA!
Ilustración de A. Payés
nota publicada por Mónica Oporto en: http://www.loquesomos.org/lacalle/tuopinion/Decuando.htm
DE CUANDO AMÉRICA LATINA PRODUJO EL BLOQUEO DE LOS EEUU.
BOTELLA AL MAR PARA LATINOAMÉRICA. PARA ESTAR ALERTAS Y ATENTOS, QUE NO QUIEBREN ESTE PRESENTE.
Están cambiando los tiempos
Para bien o para mal
Para mal o para bien
Nada va a quedar igual
(Cielito de los Muchachos, Mario Benedetti-Daniel Viglietti)
América Latina avanza en la profundización de procesos políticos y económicos que parecían, al principio, tímidos y prontos a secarse, destinados al fracaso y a fracasar por el boicot al que nos tenía acostumbrados la intervención –siempre preventiva- del Gran Hermano del norte cuyos tentáculos –se supo, no sólo no pudieron ocultarlo sino que tampoco quisieron evitar darlo a conocer con orgullo: intervinieron en Guatemala contra Jacobo Árbenz tanto como en Chile contra Salvador Allende para derrocarlos y exterminar el paso revolucionario que daban-. Fueron aquellos pasos pioneros como los de Cuba, pero que no tuvieron la suerte con que sí contó la revolución iniciada en 1953 cuando un pequeño grupo acompañó la toma del Cuartel Moncada, paso que se convirtió en el punto de no-retorno para los que, posteriormente, se lanzaron a la Sierra Maestra a derrocar al dictador Batista que contaba con el apoyo norteamericano.
Norteamericanas fueron las tropas que, también, intervinieron el territorio y la Aduana en Haití, el país (posiblemente) mas pobre de nuestra América, exprimido por la acción imperial.
Norteamericanos fueron los que ambicionaron poseer la isla de Cuba, y los que iniciaron la guerra de 1898 contra España para despojarla de las últimas posesiones coloniales americanas bajo el lema de “dar libertad a los cubanos”, aunque después los aplastaron con la imposición de la Enmienda Platt y el nombramiento de los tres primeros gobernadores sin contar con que posteriormente sólo participaron de las elecciones aquellos fácilmente dirigidos por los EE.UU.
Norteamericanos los que se instalaron en territorio mexicano tras los pasos de la Doctrina Monroe (América para ellos), y tras un Destino manifiesto que los impulsó a llevar los beneficios de la libertad y la democracia a todo el mundo. Y descuartizaron a México como el castigo ejemplar de un nuevo Tupac Amaru. Pobrecito México, tan cerca de los EE.UU... que el lobo feroz le devoró la mitad de su territorio. Para colmo, con Porfirio Díaz los norteamericanos contaron con una mano amiga interna.
Norteamericanos fueron los capitales invertidos que acompañaron la aventura de Keith Minor, el “rey sin corona de centroamérica” cuando daba forma a la United Fruit Company y se compraba vidas y haciendas, tierras y trenes, barcos y correos, muelles y comunicaciones en América Central, parte norte de América del Sur y del Caribe, y gobernó a través de la empresa –UFCo- un vasto imperio en tierras americanas, y de manera arbitraria apoyó con sus dólares a dictadores de derechas que arrestaron, torturaron y asesinaron a dirigentes y militantes que denunciaron su accionar.
Norteamericanos fueron quienes apoyaron la secesión del territorio que hoy es Panamá -una escisión de la Gran Colombia- que le reportó el “beneficio” del reconocimiento de la independencia por parte del gobierno imperial pero a costa de una franja de territorio –the Canal Zone- que en la década de 1960 fue reivindicada por un grupo de estudiantes y culminó en una masacre. Y norteamericanos los instructores instalados en Panamá en la Escuela de las Américas, un enclave del imperio en territorio americano, por donde pasaron infinidad de militares latinoamericanos y recibieron instrucción para la detección, persecución, tortura y asesinato de todo militante o simpatizante de organizaciones sociales que despidiera cierto ”tufillo rojo” en plena Guerra Fría. Pretexto norteamericano para justificar la presencia y la intervención, que luego perfeccionaron con el “premio al mérito” con que beneficiaron a militares latinoamericanos que eran instruidos en la mencionada Escuela (de Asesinos) y se constituirían no sólo en potentes difusores sino en gendarmes al servicio del imperio programados para no ver mas que enemigos internos.
Norteamericanos fueron los que invadieron Nicaragua y para quedarse propiciaron con su apoyo el crecimiento de la figura de Anastasio Somoza jefe de la Guardia Nacional funcional para eliminar al general de Hombres Libres, Augusto César Sandino.
Norteamericanos fueron los que comandaron a los marines que de tanto en tanto desembarcaron en Haití. O en Nicaragua.
Y norteamericano el embajador que en 1946 publicó un libro “Blanco” para iniciar una campaña contra Perón. Ese mismo embajador, accionista de la United Fruit que, asociado con las elites locales de Argentina y con el Partido Comunista, el Partido Socialista y algunos sectores del Radicalismo (no el Yrigoyenista) formaron la Unión Democrática con vistas a derrocar en las elecciones al movimiento popular al que, paradójicamente, ayudaron a fortalecer. El movimiento que congregó en su seno a los sectores, hasta entonces ignorados: los trabajadores.
Norteamericanos los hombres de la CIA y los dólares otorgados al gral. René Barrientos por entonces presidente (de facto) Bolivia para ejecutar las órdenes imperiales y que, en octubre de 1967 sirvieron para atrapar y matar al Che Guevara.
Norteamericanos fueron los que invadieron la Bahía de Cochinos para derribar al gobierno de Fidel Castro y debieron salir “como rata por tirante”, derrotados, y como represalia dos años mas tarde condenaron a la isla a lo que se conoce como BLOQUEO, prohibiendo a todo país aliado de EE.UU. todo intercambio con Cuba, y a los países que quisieran gozar de los beneficios de la amistad norteamericana, puestos en conocimiento de cuál debía ser la conducta esperada para poder alcanzar un espacio al lado del imperio, unas migajas. Pero Cuba resistió.
Y el resto de los países de América Latina avanzó, maltrecho, asesinado, torturado, empobrecido, condicionado por alianzas que no significaron progreso, castigado, amenazado, mandoneado por elites cipayas desde adentro pero al servicio de los de afuera. Y América vivió mirando al norte, a ese norte que nos impusieron para decirnos acto seguido, según la impuesta posición del mapa, “el norte es el que ordena”, el que está arriba, y el sur abajo, sujeto verticalmente al orden.
Hasta ahora en que, de a poco, paso a paso, lenta pero profundamente surgió la América profunda, la que estaba oculta y fue creciendo en Bolivia, en Ecuador, en Brasil, en Chile, en Paraguay, en Venezuela, en Argentina, en Cuba… dejando atrás la adolescencia difícil para posicionarse en la adultez a través de instituciones y decisiones. Y hoy, por qué no, poner el metro a las intervenciones y las decisiones impuestas desde el imperio al resto de América, pero más aun con la decisión impostergable y definida de abrir las puertas a la hermana República de Cuba, concretar un cada vez mas sólido bloque que decrete el bloqueo a EE.UU., que nos reúna en nuestras coincidencias para que ya no nos divida, invada, ni frene procesos políticos, sociales, intelectuales y económicos vitales para América Latina la que, no obstante, debe estar atenta y vigilante. Porque en EEUU cambiaron algunas cosas… para que nada cambie.
LQSomos. Mónica Oporto. Enero de 2009
Los Americanos (Piero)
Ellos nacen ancianos
Y van envejeciendo
A través de la vida
Los americanos
Y nacen convencidos
Que no hay nadie en el mundo
Que sea más importante
Que los americanos
Napoleón para ellos
Fue un señor italiano
Que organizó la cosa
Sin americanos
Y están más que seguros
Que no hubiera perdido
Waterloo con la ayuda
De los americanos
Si conocen historia
No es por haber leído
Si no de haberla visto
En el cine americano
Con grandes escenarios
Y música grandiosa
En el sutil estilo
de los americanos
De mandíbulas grandes
De tanto mascar chicles
Es muy común el verlos
A los americanos
Luciendo mil colores
Todos menos el negro
Al que no consideran
Del gusto americano
Cuando son mayorcitos
Se visten de turistas
Y salen por el mundo
Los americanos
En viaje organizado
Con romance incluido
A lo largo pagado
Por americanos
Si hay algo que se admire
Donde quiera que vayan
Es la gran elegancia
De los americanos
Con típicos atuendos
Se mezclan con la gente
Y nadie se da cuenta
Que son americanos
Y además siempre compran
Valiosas cosas viejas
Recién envejecidas
Para americanos
Y después en sus casas
Reciben amistades
Que alaban el buen gusto
De los americanos
Y en los clubes nocturnos
Se sienten inspirados
Los americanos
Y es muy común hallarlos
Bailando sin descanso
Derrochando la gracia
De los americanos
Y bien amigos míos
Ya basta por ahora
Les dije lo que pude
De los americanos
Y si los ven...
Si los ven les dan mis respetuosos saludos
A los americanos
nota publicada por Mónica Oporto en: http://www.loquesomos.org/lacalle/tuopinion/Decuando.htm
DE CUANDO AMÉRICA LATINA PRODUJO EL BLOQUEO DE LOS EEUU.
BOTELLA AL MAR PARA LATINOAMÉRICA. PARA ESTAR ALERTAS Y ATENTOS, QUE NO QUIEBREN ESTE PRESENTE.
Están cambiando los tiempos
Para bien o para mal
Para mal o para bien
Nada va a quedar igual
(Cielito de los Muchachos, Mario Benedetti-Daniel Viglietti)
América Latina avanza en la profundización de procesos políticos y económicos que parecían, al principio, tímidos y prontos a secarse, destinados al fracaso y a fracasar por el boicot al que nos tenía acostumbrados la intervención –siempre preventiva- del Gran Hermano del norte cuyos tentáculos –se supo, no sólo no pudieron ocultarlo sino que tampoco quisieron evitar darlo a conocer con orgullo: intervinieron en Guatemala contra Jacobo Árbenz tanto como en Chile contra Salvador Allende para derrocarlos y exterminar el paso revolucionario que daban-. Fueron aquellos pasos pioneros como los de Cuba, pero que no tuvieron la suerte con que sí contó la revolución iniciada en 1953 cuando un pequeño grupo acompañó la toma del Cuartel Moncada, paso que se convirtió en el punto de no-retorno para los que, posteriormente, se lanzaron a la Sierra Maestra a derrocar al dictador Batista que contaba con el apoyo norteamericano.
Norteamericanas fueron las tropas que, también, intervinieron el territorio y la Aduana en Haití, el país (posiblemente) mas pobre de nuestra América, exprimido por la acción imperial.
Norteamericanos fueron los que ambicionaron poseer la isla de Cuba, y los que iniciaron la guerra de 1898 contra España para despojarla de las últimas posesiones coloniales americanas bajo el lema de “dar libertad a los cubanos”, aunque después los aplastaron con la imposición de la Enmienda Platt y el nombramiento de los tres primeros gobernadores sin contar con que posteriormente sólo participaron de las elecciones aquellos fácilmente dirigidos por los EE.UU.
Norteamericanos los que se instalaron en territorio mexicano tras los pasos de la Doctrina Monroe (América para ellos), y tras un Destino manifiesto que los impulsó a llevar los beneficios de la libertad y la democracia a todo el mundo. Y descuartizaron a México como el castigo ejemplar de un nuevo Tupac Amaru. Pobrecito México, tan cerca de los EE.UU... que el lobo feroz le devoró la mitad de su territorio. Para colmo, con Porfirio Díaz los norteamericanos contaron con una mano amiga interna.
Norteamericanos fueron los capitales invertidos que acompañaron la aventura de Keith Minor, el “rey sin corona de centroamérica” cuando daba forma a la United Fruit Company y se compraba vidas y haciendas, tierras y trenes, barcos y correos, muelles y comunicaciones en América Central, parte norte de América del Sur y del Caribe, y gobernó a través de la empresa –UFCo- un vasto imperio en tierras americanas, y de manera arbitraria apoyó con sus dólares a dictadores de derechas que arrestaron, torturaron y asesinaron a dirigentes y militantes que denunciaron su accionar.
Norteamericanos fueron quienes apoyaron la secesión del territorio que hoy es Panamá -una escisión de la Gran Colombia- que le reportó el “beneficio” del reconocimiento de la independencia por parte del gobierno imperial pero a costa de una franja de territorio –the Canal Zone- que en la década de 1960 fue reivindicada por un grupo de estudiantes y culminó en una masacre. Y norteamericanos los instructores instalados en Panamá en la Escuela de las Américas, un enclave del imperio en territorio americano, por donde pasaron infinidad de militares latinoamericanos y recibieron instrucción para la detección, persecución, tortura y asesinato de todo militante o simpatizante de organizaciones sociales que despidiera cierto ”tufillo rojo” en plena Guerra Fría. Pretexto norteamericano para justificar la presencia y la intervención, que luego perfeccionaron con el “premio al mérito” con que beneficiaron a militares latinoamericanos que eran instruidos en la mencionada Escuela (de Asesinos) y se constituirían no sólo en potentes difusores sino en gendarmes al servicio del imperio programados para no ver mas que enemigos internos.
Norteamericanos fueron los que invadieron Nicaragua y para quedarse propiciaron con su apoyo el crecimiento de la figura de Anastasio Somoza jefe de la Guardia Nacional funcional para eliminar al general de Hombres Libres, Augusto César Sandino.
Norteamericanos fueron los que comandaron a los marines que de tanto en tanto desembarcaron en Haití. O en Nicaragua.
Y norteamericano el embajador que en 1946 publicó un libro “Blanco” para iniciar una campaña contra Perón. Ese mismo embajador, accionista de la United Fruit que, asociado con las elites locales de Argentina y con el Partido Comunista, el Partido Socialista y algunos sectores del Radicalismo (no el Yrigoyenista) formaron la Unión Democrática con vistas a derrocar en las elecciones al movimiento popular al que, paradójicamente, ayudaron a fortalecer. El movimiento que congregó en su seno a los sectores, hasta entonces ignorados: los trabajadores.
Norteamericanos los hombres de la CIA y los dólares otorgados al gral. René Barrientos por entonces presidente (de facto) Bolivia para ejecutar las órdenes imperiales y que, en octubre de 1967 sirvieron para atrapar y matar al Che Guevara.
Norteamericanos fueron los que invadieron la Bahía de Cochinos para derribar al gobierno de Fidel Castro y debieron salir “como rata por tirante”, derrotados, y como represalia dos años mas tarde condenaron a la isla a lo que se conoce como BLOQUEO, prohibiendo a todo país aliado de EE.UU. todo intercambio con Cuba, y a los países que quisieran gozar de los beneficios de la amistad norteamericana, puestos en conocimiento de cuál debía ser la conducta esperada para poder alcanzar un espacio al lado del imperio, unas migajas. Pero Cuba resistió.
Y el resto de los países de América Latina avanzó, maltrecho, asesinado, torturado, empobrecido, condicionado por alianzas que no significaron progreso, castigado, amenazado, mandoneado por elites cipayas desde adentro pero al servicio de los de afuera. Y América vivió mirando al norte, a ese norte que nos impusieron para decirnos acto seguido, según la impuesta posición del mapa, “el norte es el que ordena”, el que está arriba, y el sur abajo, sujeto verticalmente al orden.
Hasta ahora en que, de a poco, paso a paso, lenta pero profundamente surgió la América profunda, la que estaba oculta y fue creciendo en Bolivia, en Ecuador, en Brasil, en Chile, en Paraguay, en Venezuela, en Argentina, en Cuba… dejando atrás la adolescencia difícil para posicionarse en la adultez a través de instituciones y decisiones. Y hoy, por qué no, poner el metro a las intervenciones y las decisiones impuestas desde el imperio al resto de América, pero más aun con la decisión impostergable y definida de abrir las puertas a la hermana República de Cuba, concretar un cada vez mas sólido bloque que decrete el bloqueo a EE.UU., que nos reúna en nuestras coincidencias para que ya no nos divida, invada, ni frene procesos políticos, sociales, intelectuales y económicos vitales para América Latina la que, no obstante, debe estar atenta y vigilante. Porque en EEUU cambiaron algunas cosas… para que nada cambie.
LQSomos. Mónica Oporto. Enero de 2009
Los Americanos (Piero)
Ellos nacen ancianos
Y van envejeciendo
A través de la vida
Los americanos
Y nacen convencidos
Que no hay nadie en el mundo
Que sea más importante
Que los americanos
Napoleón para ellos
Fue un señor italiano
Que organizó la cosa
Sin americanos
Y están más que seguros
Que no hubiera perdido
Waterloo con la ayuda
De los americanos
Si conocen historia
No es por haber leído
Si no de haberla visto
En el cine americano
Con grandes escenarios
Y música grandiosa
En el sutil estilo
de los americanos
De mandíbulas grandes
De tanto mascar chicles
Es muy común el verlos
A los americanos
Luciendo mil colores
Todos menos el negro
Al que no consideran
Del gusto americano
Cuando son mayorcitos
Se visten de turistas
Y salen por el mundo
Los americanos
En viaje organizado
Con romance incluido
A lo largo pagado
Por americanos
Si hay algo que se admire
Donde quiera que vayan
Es la gran elegancia
De los americanos
Con típicos atuendos
Se mezclan con la gente
Y nadie se da cuenta
Que son americanos
Y además siempre compran
Valiosas cosas viejas
Recién envejecidas
Para americanos
Y después en sus casas
Reciben amistades
Que alaban el buen gusto
De los americanos
Y en los clubes nocturnos
Se sienten inspirados
Los americanos
Y es muy común hallarlos
Bailando sin descanso
Derrochando la gracia
De los americanos
Y bien amigos míos
Ya basta por ahora
Les dije lo que pude
De los americanos
Y si los ven...
Si los ven les dan mis respetuosos saludos
A los americanos
domingo, 1 de febrero de 2009
BOTELLA AL MAR Nº 53. AMANECE QUE NO ES POCO.
BOTELLA AL MAR PUBLICADA POR JORGE GILES EN MIRADAS AL SUR EL 1 DE FEBRERO DE 2009
EN LA SENDA DEL CRECIMIENTO.
Venían de Traslasierra y de las vecindades de otros pueblos más lejanos, eran varios miles los cordobeses que se dieron cita en Villa Dolores el pasado jueves para escuchar a la Presidenta Cristina Fernández. Como si esos hombres y mujeres de acento cantarín, volvieran a encontrarse con don Arturo Illía, el último Presidente de la República que los visitó allá por 1966.
Fue en un acto oficial con el gobernador y el intendente local, en coincidencia con el cierre del encuentro de una Concertación plural que hace posible que Hipólito Irigoyen, en algún lugar del cosmos y de la historia, se abrace a la distancia con el General Perón.
Un grupo de muchachos y muchachas no paraban de cantar la enseñanza de León Gieco, “si un traidor puede más que unos cuantos, que esos cuantos no lo olviden fácilmente”. Y ellos, con sus esperanzas intactas, estaban diciendo que no se olvidaban de Cobos.
Mientras el gobierno y las fuerzas políticas que lo respaldan avanzan con decisiones en favor del empleo, el consumo interno y la construcción de consensos amplios y generosos, los opositores no paran de dar vergüenza ajena.
Macri paseando por Suiza y Carrió por EE.UU. reclamando porque se le perdieron 4 millones de boletas, aproximadamente 20 toneladas de papel, en las últimas elecciones. Habrá que pedirle que no haga más el ridículo porque, en verdad, esa fue la diferencia que le sacó precisamente quien resultó primera y hoy nos gobierna, con más de 8 millones de votos a favor. Pero además, alguien debería decirles que vengan a trabajar de vez en cuando. No es un buen ejemplo para la sociedad que los dirigentes políticos vivan vacacionando.
El colmo es escuchar a Eduardo Buzzi afirmando muy compungido que el quite de las cartas de porte con el que lucraban corporativamente, les ocasionó 50 empleos menos. Seamos serios, el cultivo intensivo de la soja transgénica que ellos defienden, causó el éxodo y el desarraigo cruel de 300.000 familias campesinas en los últimos años, sin hablar de la sobre explotación que sufren los peones rurales.
Saber como todos saben, aunque no se admita públicamente, que las primeras proyecciones de este año electoral indican que el oficialismo rondaría el 60 % de los votos y la diáspora opositora se repartiría el resto en pequeñas porciones, nos acarrea un peligro: caer en la pereza del pensamiento. Para evitarla, es conveniente repasar que si el posibilismo fue la enfermedad política que azotó estas pampas cuando la democracia aún andaba gateando, el foquismo iluminado, el mesianismo y el vanguardismo, fueron y son las expresiones de grupos que en su orfandad de pueblo terminan transformándose en “patrullas perdidas”, como en su momento definió certeramente Rodolfo Walsh.
No es bueno para las fuerzas populares y democráticas, abrevar en ninguna de esas fuentes para entender, acompañar y ayudar a profundizar el actual proceso político que vive la Argentina y los países de la región. Sí es conveniente, tener memoria y registro de la historia que nos precede, para no cometer los mismos desatinos.
Con virtudes y defectos, el proyecto que encarnan la Presidenta Cristina Fernández y Néstor Kirchner, es consecuencia de las luchas sociales que hicieron colapsar el viejo país en diciembre de 2001. Algunas medidas gubernamentales, incluso, a veces parecieran ir unos pasos adelante de lo que teóricamente permite la correlación de fuerzas entre los sectores populares y los que representan el poder económico más concentrado. El punto de apoyo principal está puesto en las demandas populares antes que en una organización política. Es todo un dato de la realidad. Se entiende, de este modo, que la voluntad presidencial en sintonía con el deseo de las mayorías populares, son los que hacen posibles los cambios que impactan sobre la vida concreta de los argentinos.
¿Se ha superado, entonces, la etapa de la crisis política, entendida ésta desde el concepto gramsciano de “lo nuevo que aún no nace y lo viejo que no termina de morir”?
Creemos que sí. Por eso insistimos en que lo nuevo ya nació y está expresado en este espacio político, social y cultural, configurado por el kirchnerismo en su más amplia acepción peronista, frentista y concertadora. Con sus propios límites, sus impurezas, sus contradicciones, sus potencialidades, sus debilidades y sus fortalezas. Asumir que hay un nuevo país y un nuevo movimiento popular, significa valorar una herramienta vital para el triunfo de quienes se identifican con el proyecto que nos gobierna. Lo viejo está en retirada, pero resiste. Lo nuevo deberá seguir avanzando, creciendo y mejorando, porque no hay tregua con los que apuestan al pasado que dejamos atrás definitivamente.
El escenario nacional muestra a las claras el límite posible de abordar, exitosa y productivamente, desde la acción política. Dicho con elocuencia esquemática: no hay nada más “a la izquierda” que este proyecto nacional y popular y si lo hubiera, será desde el interior del mismo proyecto de donde saldrán las respuestas que correspondan. Nadie está en condiciones de abordar, en soledad, ese espacio utópico que algunos reclaman como urgente. Es pura fantasía, irresponsable por cierto, la pretensión de buscar el desgaste del gobierno con la excusa de apostar al desarrollo de una alternativa superadora.
Si este gobierno, supongamos, se llegara a desgastar, arrastraría consigo a todos los espacios identificados con el progresismo y la centroizquierda y por tanto, la única que sacaría provecho sería la vieja derecha travestida de posmoderna. No lo decimos para amedrentar a nadie que piensa diferente, sino para convidar a que cada uno asuma sus responsabilidades ante este proceso histórico. Nada más ni nada menos.
Se deberá andar con cuidado para no dilapidar el camino recorrido por los argentinos desde el 2003. Por primera vez, hay gobierno y hay fuerzas de gobierno: el PJ, el Socialismo, el Partido Intransigente, la Concertación, el Partido de la Victoria, el Frente Grande, los movimientos políticos y sociales y otras agrupaciones cercanas.
Este dato revelador obliga a ser responsables, a ser generosos de espíritu, con vocación permanente de unidad nacional y de articulación con otros sectores, al compromiso con los que menos tienen, a construir un nuevo pensamiento que armonice el cambio con la memoria histórica, a recuperar el valor de la política y a convocar lo mejor de nuestros sueños, caminando junto a aquellos que, por trayectoria, no deberían estar ausentes en esta hora que vive América Latina, con gobernantes que, como dice la Presidenta, después de tantos sufrimientos, se parecen en serio a los pueblos que representan.
En el país de los argentinos, amanece, que no es poco.
EN LA SENDA DEL CRECIMIENTO.
Venían de Traslasierra y de las vecindades de otros pueblos más lejanos, eran varios miles los cordobeses que se dieron cita en Villa Dolores el pasado jueves para escuchar a la Presidenta Cristina Fernández. Como si esos hombres y mujeres de acento cantarín, volvieran a encontrarse con don Arturo Illía, el último Presidente de la República que los visitó allá por 1966.
Fue en un acto oficial con el gobernador y el intendente local, en coincidencia con el cierre del encuentro de una Concertación plural que hace posible que Hipólito Irigoyen, en algún lugar del cosmos y de la historia, se abrace a la distancia con el General Perón.
Un grupo de muchachos y muchachas no paraban de cantar la enseñanza de León Gieco, “si un traidor puede más que unos cuantos, que esos cuantos no lo olviden fácilmente”. Y ellos, con sus esperanzas intactas, estaban diciendo que no se olvidaban de Cobos.
Mientras el gobierno y las fuerzas políticas que lo respaldan avanzan con decisiones en favor del empleo, el consumo interno y la construcción de consensos amplios y generosos, los opositores no paran de dar vergüenza ajena.
Macri paseando por Suiza y Carrió por EE.UU. reclamando porque se le perdieron 4 millones de boletas, aproximadamente 20 toneladas de papel, en las últimas elecciones. Habrá que pedirle que no haga más el ridículo porque, en verdad, esa fue la diferencia que le sacó precisamente quien resultó primera y hoy nos gobierna, con más de 8 millones de votos a favor. Pero además, alguien debería decirles que vengan a trabajar de vez en cuando. No es un buen ejemplo para la sociedad que los dirigentes políticos vivan vacacionando.
El colmo es escuchar a Eduardo Buzzi afirmando muy compungido que el quite de las cartas de porte con el que lucraban corporativamente, les ocasionó 50 empleos menos. Seamos serios, el cultivo intensivo de la soja transgénica que ellos defienden, causó el éxodo y el desarraigo cruel de 300.000 familias campesinas en los últimos años, sin hablar de la sobre explotación que sufren los peones rurales.
Saber como todos saben, aunque no se admita públicamente, que las primeras proyecciones de este año electoral indican que el oficialismo rondaría el 60 % de los votos y la diáspora opositora se repartiría el resto en pequeñas porciones, nos acarrea un peligro: caer en la pereza del pensamiento. Para evitarla, es conveniente repasar que si el posibilismo fue la enfermedad política que azotó estas pampas cuando la democracia aún andaba gateando, el foquismo iluminado, el mesianismo y el vanguardismo, fueron y son las expresiones de grupos que en su orfandad de pueblo terminan transformándose en “patrullas perdidas”, como en su momento definió certeramente Rodolfo Walsh.
No es bueno para las fuerzas populares y democráticas, abrevar en ninguna de esas fuentes para entender, acompañar y ayudar a profundizar el actual proceso político que vive la Argentina y los países de la región. Sí es conveniente, tener memoria y registro de la historia que nos precede, para no cometer los mismos desatinos.
Con virtudes y defectos, el proyecto que encarnan la Presidenta Cristina Fernández y Néstor Kirchner, es consecuencia de las luchas sociales que hicieron colapsar el viejo país en diciembre de 2001. Algunas medidas gubernamentales, incluso, a veces parecieran ir unos pasos adelante de lo que teóricamente permite la correlación de fuerzas entre los sectores populares y los que representan el poder económico más concentrado. El punto de apoyo principal está puesto en las demandas populares antes que en una organización política. Es todo un dato de la realidad. Se entiende, de este modo, que la voluntad presidencial en sintonía con el deseo de las mayorías populares, son los que hacen posibles los cambios que impactan sobre la vida concreta de los argentinos.
¿Se ha superado, entonces, la etapa de la crisis política, entendida ésta desde el concepto gramsciano de “lo nuevo que aún no nace y lo viejo que no termina de morir”?
Creemos que sí. Por eso insistimos en que lo nuevo ya nació y está expresado en este espacio político, social y cultural, configurado por el kirchnerismo en su más amplia acepción peronista, frentista y concertadora. Con sus propios límites, sus impurezas, sus contradicciones, sus potencialidades, sus debilidades y sus fortalezas. Asumir que hay un nuevo país y un nuevo movimiento popular, significa valorar una herramienta vital para el triunfo de quienes se identifican con el proyecto que nos gobierna. Lo viejo está en retirada, pero resiste. Lo nuevo deberá seguir avanzando, creciendo y mejorando, porque no hay tregua con los que apuestan al pasado que dejamos atrás definitivamente.
El escenario nacional muestra a las claras el límite posible de abordar, exitosa y productivamente, desde la acción política. Dicho con elocuencia esquemática: no hay nada más “a la izquierda” que este proyecto nacional y popular y si lo hubiera, será desde el interior del mismo proyecto de donde saldrán las respuestas que correspondan. Nadie está en condiciones de abordar, en soledad, ese espacio utópico que algunos reclaman como urgente. Es pura fantasía, irresponsable por cierto, la pretensión de buscar el desgaste del gobierno con la excusa de apostar al desarrollo de una alternativa superadora.
Si este gobierno, supongamos, se llegara a desgastar, arrastraría consigo a todos los espacios identificados con el progresismo y la centroizquierda y por tanto, la única que sacaría provecho sería la vieja derecha travestida de posmoderna. No lo decimos para amedrentar a nadie que piensa diferente, sino para convidar a que cada uno asuma sus responsabilidades ante este proceso histórico. Nada más ni nada menos.
Se deberá andar con cuidado para no dilapidar el camino recorrido por los argentinos desde el 2003. Por primera vez, hay gobierno y hay fuerzas de gobierno: el PJ, el Socialismo, el Partido Intransigente, la Concertación, el Partido de la Victoria, el Frente Grande, los movimientos políticos y sociales y otras agrupaciones cercanas.
Este dato revelador obliga a ser responsables, a ser generosos de espíritu, con vocación permanente de unidad nacional y de articulación con otros sectores, al compromiso con los que menos tienen, a construir un nuevo pensamiento que armonice el cambio con la memoria histórica, a recuperar el valor de la política y a convocar lo mejor de nuestros sueños, caminando junto a aquellos que, por trayectoria, no deberían estar ausentes en esta hora que vive América Latina, con gobernantes que, como dice la Presidenta, después de tantos sufrimientos, se parecen en serio a los pueblos que representan.
En el país de los argentinos, amanece, que no es poco.
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