"Se trata de un círculo vicioso: el aparato de la colonización pedagógica elabora el personaje a través de un proceso en el que éste va haciendo carrera en el profesorado, el periodismo, en las ciencias o en las letras, en la política, etcétera. esta carrera es llevada al nivel de la opinión pública por la gran prensa que le va anotando los elementos de prestigio a través de una amplia publicidad. Que el individuo tenga méritos y calidades para la técnica en que se dice especializado, no es imprescindible. Si verdaderamente vale, mucho mejor. Pero si no hay uno capaz para el objetivo, el personaje se construye con cualquier farabute, porque lo que importa no es su técnica sino su servicio, y su servicio consiste en utilizar el prestigio que se le da para prestigiar lo que el aparato de la colonización sostiene, y aun más: para prestigiar el propio aparato.
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(los figurones) son piezas de un sistema y que el sistema construye los figurones deliberadamente para la función colonizadora.
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la falsificación de la historia es una política de la historia. Prestigiar políticas y políticos pasados en un modo de prestigiar políticas y políticos presentes en cuanto son su continuidad; lo mismo desprestigiar políticas y políticos presentes ..."
ARTURO JAURETCHE.