jueves, 27 de septiembre de 2012

Pompas fúnebres


27 de setiembre
"Durante las once presidencias de Antonio López de Santa Anna, México perdió la mitad de su territorio y el presidente perdió una pierna.
Medio México fue almorzado por el vecino del norte, al cabo de algunas batallas y a cambio de quince millones de dólares, y la pierna, caída en combate, fue enterrada en el día de hoy de 1842, con honores militares, en el cementerio Santa Paula.
El presidente, llamado Héroe, Águila, Benemérito, Guerrero Inmortal, Padre de la Patria, Alteza Serenísima, Napoleón del Oeste y César Mexicano, vivía en una mansión de Xalapa, que más bien parecía un palacio de Versalles.
El presidente había traído de París todos los muebles y los adornos y los adornitos. En el dormitorio tenía un enorme espejo, curvilíneo, que mejoraba a quien en él se contemplara.
Cada mañana, al despertar, se paraba ante el mágico espejo que le devolvía la imagen de un caballero alto y apuesto. Y honesto."
De: Eduardo Galeano.


LA YAPA. Antonio López de Santa Anna se quería tanto que, he aquí su pierna.
Antonio de Padua María Severino López de Santa Anna y Pérez de Lebrón presidente de México en once ocasiones, se unió en distintas ocasiones a realistas, insurgentes, monárquicos, republicanos, liberales y conservadores. 
Santa Anna fue también gobernador de Yucatán en 1824.
Tras la derrota y perdida de la mitad del territorio mexicano Santa Anna abandonó el país En 1853 Santa Anna fue nombrado presidente de nuevo. 
Carente de prejuicios e inmune a las críticas de sus adversarios, instituye una medida para obtener dinero, vende un trozo de territorio a Estados Unidos, La Mesilla.
Ya por entonces se hizo llamar Alteza Serenísima, a la vez que decretaba una ley para nombrarse dictador vitalicio.
Podrían inferirse en esos cambios de conducta la profundización de una locura que lo llevó, años más tarde a tratar con tanto empeño a su pierna izquierda, o a cobrar impuestos a los perros de compañía y a las ventanas de las casas, dictaminó el color de uniforme de los empleados públicos, construyó innumerables monumentos autodedicados por todo el país y concentró todo el poder en su persona... 
México fue invadida por los franceses (esembarco en Veracruz). Santa Anna los enfrentó. En esa ocasión un cañón en la puerta del muelle,  fue disparado, y la lluvia de metralla casi le arrancó la pierna izquierda
La pierna fue sepultada con honores en un jardín de Manga de Clavo su hacienda xalapeña
LA HISTORIA DE LA PIERNA 
La pierna fue desenterrada y reinhumada en el cementerio capitalino de Santa Paula el 27 de septiembre de 1842, en medio de un gran desfile militar y político. Carlos María de Bustamante refiere que “se hizo un brillante entierro, desconocido para nuestros mayores, del miembro de un hombre aún vivo, al que concurrió por la novedad y rareza de la función, la gente más ilustre de México y un inmenso pueblo atraído por la novedad de este singular espectáculo”. 
Por entonces circularon unos versos satíricos: 
“Es santa sin ser mujer,/ 
es rey sin el cetro real;/ 
es hombre mas no cabal/ 
y sultán al parecer./ 
Que vive debemos creer,/ 
parte en el sepulcro está.../ 
¿Si será esto de la tierra/ 
o qué demonios será?”.
 En diciembre de 1844 un grupo de personas  que no olvidaba las "Locuras" y tiranías de Santa Anna, sacó la pierna del sepulcro y la arrastró por las calles de la ciudad. 
Santa Anna por su parte, viejo y en desastrosa situación económica, recibía a algunos que le llevaban huesos o piernas momificadas; decían que era la extremidad salvada de la turba iracunda. Santa Anna murió en junio de 1876. Fue sepultado en el cementerio del Tepeyac, en la Villa de Guadalupe. El paradero de su pierna se desconoce.

(extractado de http://historia-y-cultura.blogspot.com.ar/2011/09/el-entierro-de-la-pierna-izquierda-del.html)