16 de julio
"Blanca era la camiseta de Brasil. Y nunca más fue blanca, desde que el Mundial de 1950 demostró que ese color daba desgracia.
Doscientas mil estatuas de piedra en el estadio de Maracaná: el partido final había concluido, Uruguay era campeón del mundo, y el público no se movía.
En la cancha deambulaban, todavía, algunos jugadores.
Los dos mejores, Obdulio y Zizinho, se cruzaron.
Se cruzaron, se miraron.
Eran muy diferentes. Obdulio, el vencedor, era de hierro. Zizinho, el vencido, estaba hecho de música. Pero también eran muy parecidos: los dos habían jugado lastimados casi todo el campeonado, uno con el tobillo inflamado, el otro con la rodilla hinchada, y a aninguno se le había escuchado una queja.
Al fin del partido, no sabían si darse un puñetazo o un abrazo.
Años después, le pregunté a Obdulio:
-¿te ves con Zizinho?
-Si. De vez en cuando. Cerramos los ojos y nos vemos."
de Eduardo Galeano
LA YAPA
Enorme tragedia http://www.youtube.com/watch?v=6pMmRFKKZfk