"El pueblo de Tambogrande dormía en lecho de oro.
Había oro bajo las casas, y nadie lo sabía.
La noticia llegó junto con la orden desalojo. EL gobierno peruano había vendido el pueblo entero a la empresa Mahattan Minerals Corporation.
Ahora serán todos millonarios, les dijeron. Pero nadie obedeció. En el día de hoy del año 2002, se conoció el resultado del plebiscito: los habitantes de Tambogrande decidieron seguir viviendo de las paltas, los mangos, las limas y demás frutos de la tierra trabajosamente conquistada al desierto.
Bien saben ellos que el oro maldice los lugares donde aparece: deja cerros volados por la dinamita y ríos envenenados por los residuos de las empresas mineras, que contiene mas cianuro que agua bendita.
Y quizás también saben que el oro enloquece a la gente, porque el hambre de oro crece comiendo.
En 1533, el conquistador español Francisco Pizarro mandó estrangular a Atahualpa, rey del Perú, aunque ya Atahualpa le había entregado todo el oro que exigía".
de Eduardo Galeano
LA YAPA
Es la eterna maldición del rey Midas. El oro, todo lo que toca, lo envenena. Empezando por la mente humana y su codicia.
"Pizarro mató a Atahualpa sin ver que mataba el sol
mi mundo se ha derrumbado
igual que mi corazón.
La sangre que se derrama
es sangre del señor
el cosmos se va con ella
ha muerto un hijo del Sol.
Qué abismo abrirá sus fauces
para tragar mi dolor?
Pizarro mató a Atahualpa
y el Cusco entero murió"
