31 de marzo
"En 1631, John Donne murió en Londres.
Este contemporáneo de Shakespeare o publicó nada, o casi nada.
Siglos después, tenemos la suerte de conocer algunos de los versos que dejó.
Como estos:
Dos veces te amé, o tres veces,
cuando no conocía tu cara ni tu nombre.
O estos:
Me mordió a mí, y ahora a tí,
y en esta pulga se mezclan nuestras sangres.
esta pulga soy yo, y eres tú
y ella es nuestro lecho de bodas,
el templo nuestro".
De Eduardo Galeano
LA YAPA
Este poeta inglés había nacido en 1572 en la misma ciudad en que murió. Educado en la religión católica, luego de un viaje por España e Italia, regresó a Inglaterra y se convitió al anglicanismo. A partir de allí inició su actividad literaria que abarcó la sátira, la poesía... caracterizado por sus grandes metáforas. Su obra de prosa es, también, muy interesante:
"La muerte de cualquier hombre me disminuye, porque yo formo parte de la
humanidad; por tanto nunca mandes a nadie a preguntar por quién doblan
las campanas: doblan por tí" y "Ningún hombre es una isla, algo completo en sí mismo; todo hombre es un fragmento del continente, una parte de un conjunto."
sábado, 30 de marzo de 2013
Día del servicio doméstico
30 de marzo
"Maruja no tenía edad.
De sus años de antes, nada contaba. De sus años de después, nada esperaba.No era linda, ni fea, ni más o menos
Caminaba arrastrando los pies, empuñando el plumero, o la escoba, o el cucharón.
Despierta, hundía la cabeza entre los hombros.
Dormida, hundía la cabeza entre las rodillas.
Cuando le hablaban, miraba al suelo, como quien cuenta hormigas.
Había trabajado en casas ajenas desde que tenía memoria.
Nunca había salido de la ciudad de Lima.
Mucho trajinó, de casa en casa, en ninguna se hallaba. Por fin, encontró un lugar donde fue tratada como si fuera persona.
A los pocos días se fue.
Se estaba encariñando"
de Eduardo Galeano
LA YAPA
nueva ley de servicio doméstico en Argentina.
La nueva ley del servicio doméstico sancionada por el Congreso de la Nación hace menos de una semana, espera la firma de la presidenta Cristina Fernández para su publicación en el Boletín Oficial.
A partir del momento en que se publique en el Boletín Oficial, los empleadores tendrán un plazo de 180 días para poner bajo el nuevo régimen a sus trabajadoras o a las personas que vayan a contratar.
Es un cambio radical en al legislación que está vigente desde 1956 y que dejaba excluido al personal doméstico como al rural de la Ley de Contrato de Trabajo; aún no están bien definidas cuestions como si se equiparará la cuestión salarial. Habrá un registro de empleadores y habrá que dar el alta el momento de tomar al personal, también se ampara al personal por hora. Actualmente se deben hacer los aportes aunque trabaje menos de seis horas semanales mediante el formulario 102 de Afip y el empleador debe contratar una ART.
En el caso de la Asignación Universal Por Hijo las trabajadoras no la pierden porque sólo excluye de este beneficio a tres categorías que son las de los salarios más altos
"Maruja no tenía edad.
De sus años de antes, nada contaba. De sus años de después, nada esperaba.No era linda, ni fea, ni más o menos
Caminaba arrastrando los pies, empuñando el plumero, o la escoba, o el cucharón.
Despierta, hundía la cabeza entre los hombros.
Dormida, hundía la cabeza entre las rodillas.
Cuando le hablaban, miraba al suelo, como quien cuenta hormigas.
Había trabajado en casas ajenas desde que tenía memoria.
Nunca había salido de la ciudad de Lima.
Mucho trajinó, de casa en casa, en ninguna se hallaba. Por fin, encontró un lugar donde fue tratada como si fuera persona.
A los pocos días se fue.
Se estaba encariñando"
de Eduardo Galeano
LA YAPA
nueva ley de servicio doméstico en Argentina.
La nueva ley del servicio doméstico sancionada por el Congreso de la Nación hace menos de una semana, espera la firma de la presidenta Cristina Fernández para su publicación en el Boletín Oficial.
A partir del momento en que se publique en el Boletín Oficial, los empleadores tendrán un plazo de 180 días para poner bajo el nuevo régimen a sus trabajadoras o a las personas que vayan a contratar.
Es un cambio radical en al legislación que está vigente desde 1956 y que dejaba excluido al personal doméstico como al rural de la Ley de Contrato de Trabajo; aún no están bien definidas cuestions como si se equiparará la cuestión salarial. Habrá un registro de empleadores y habrá que dar el alta el momento de tomar al personal, también se ampara al personal por hora. Actualmente se deben hacer los aportes aunque trabaje menos de seis horas semanales mediante el formulario 102 de Afip y el empleador debe contratar una ART.
En el caso de la Asignación Universal Por Hijo las trabajadoras no la pierden porque sólo excluye de este beneficio a tres categorías que son las de los salarios más altos
Aquí hubo una selva
29 de marzo
"Milagro en la jungla amazónica: en el año 1967, un gran chorro de petróleo brotó del Lago Agrio.
A partir de entonces, la empresa Texaco se sentó a la mesa, servilleta al cuello y tenedor en mano, se hartó de engullir petróleo y gas durante un cuarto de siglo, y cagó sobre la selva ecuatoriana setenta y siete mil millones de litros de veneno.
Los indígenas no conocían la palabra contaminación. La aprendieron cuando los peces morían panza arriba en los ríos, las lagunas se volvían saladas, se secaban los árboles de las orillas, los animales huían, la tierra ya no daba frutos y la gente nacía enferma.
Varios presidentes de Ecuador, todos ellos a salvo de cualquier sospecha, colaboraron en la tarea, que fue desinteresadamente aplaudida por los publicistas que la exaltaron, los periodistas que la decoraron, los abogados que la defendieron, los expertos que la justificaron y los científicos que la absolvieron"
de Eduardo Galeano
LA YAPA
el hallazgo del petróleo en el Ecuador, aunque la compañía norteamericana Shell, ya había trabajado desde mucho tiempo atrás en su exploración.
Los conquistadores españoles buscaban oro y plata en el siglo XV.
En 1967 brotó oro... negro, que corren por oleoductos, que son como venas de América latina.
Sobre esas venas cayeron los vampiros de la Shell, Texaco...
En la actualidad, el gobierno del presidente Rafael Correa tiene el proyecto de utilizar la energía de para reducir su propia dependencia de los combustibles fósiles
represas hidroeléctricas
Según indicadores oficiales la pobreza ha bajado de 37% a 27% de la población desde que Correa asumió en el 2007.
Rafael Correa, quien acaba de ganar la reelección presidencial en Ecuador, encara sus nuevos 4 años de gobierno con el reto de atraer inversiones para mantener el crecimiento de la economía y reducir la dependencia del petróleo sin comprometer sus políticas socialistas.
Los programas de subsidios y empleo le ganaron un sólido apoyo en una nación donde, según indicadores oficiales, la pobreza ha bajado desde 37% hasta 27% de la población desde que Correa asumió en el 2007.
"Milagro en la jungla amazónica: en el año 1967, un gran chorro de petróleo brotó del Lago Agrio.
A partir de entonces, la empresa Texaco se sentó a la mesa, servilleta al cuello y tenedor en mano, se hartó de engullir petróleo y gas durante un cuarto de siglo, y cagó sobre la selva ecuatoriana setenta y siete mil millones de litros de veneno.
Los indígenas no conocían la palabra contaminación. La aprendieron cuando los peces morían panza arriba en los ríos, las lagunas se volvían saladas, se secaban los árboles de las orillas, los animales huían, la tierra ya no daba frutos y la gente nacía enferma.
Varios presidentes de Ecuador, todos ellos a salvo de cualquier sospecha, colaboraron en la tarea, que fue desinteresadamente aplaudida por los publicistas que la exaltaron, los periodistas que la decoraron, los abogados que la defendieron, los expertos que la justificaron y los científicos que la absolvieron"
de Eduardo Galeano
LA YAPA
el hallazgo del petróleo en el Ecuador, aunque la compañía norteamericana Shell, ya había trabajado desde mucho tiempo atrás en su exploración.
Los conquistadores españoles buscaban oro y plata en el siglo XV.
En 1967 brotó oro... negro, que corren por oleoductos, que son como venas de América latina.
Sobre esas venas cayeron los vampiros de la Shell, Texaco...
En la actualidad, el gobierno del presidente Rafael Correa tiene el proyecto de utilizar la energía de para reducir su propia dependencia de los combustibles fósiles
represas hidroeléctricas
Correa pretende reducir la dependencia del petróleo en Ecuador
Según indicadores oficiales la pobreza ha bajado de 37% a 27% de la población desde que Correa asumió en el 2007.
Rafael Correa, quien acaba de ganar la reelección presidencial en Ecuador, encara sus nuevos 4 años de gobierno con el reto de atraer inversiones para mantener el crecimiento de la economía y reducir la dependencia del petróleo sin comprometer sus políticas socialistas.
El mandatario de 49 años ha impulsado la
expansión del país sudamericano en los 6 años que ya lleva en el cargo
apoyado en proyectos de infraestructura, hospitales y escuelas, al
tiempo que ha sacado a millones de la pobreza con programas de asistencia directa.
Pero en su carrera tomó medidas que
ampliaron el control del Estado en el clave sector petrolero, lo que
dejó al país de 15 millones de habitantes aún más dependiente de los
ingresos por la explotación del crudo.
Al mismo tiempo, el gobierno realiza proyectos como represas hidroeléctricas para reducir su propia dependencia de los combustibles fósiles.
Luego de que Correa decidió en el 2008
una moratoria de deuda internacional por 3,200 millones de dólares, el
país ha perdido su acceso a los mercados internacionales de
financiamiento.
Los críticos de Correa, un economista
formado en Europa y Estados Unidos, dicen que buena parte del éxito de
su gobierno se ha debido a los elevados precios del petróleo -Ecuador produce unos 500,000 barriles diarios de crudo- y lo acusan de ser un autoritario que se ha peleado con diversos sectores.
Para llevar adelante varias de esas
reformas, el presidente necesitará contar con una mayoría de al menos 70
escaños en la Asamblea Nacional de 137 miembros, que también fue
renovada el domingo.
Los programas de subsidios y empleo le ganaron un sólido apoyo en una nación donde, según indicadores oficiales, la pobreza ha bajado desde 37% hasta 27% de la población desde que Correa asumió en el 2007.
La fabricación de África
28 de marzo
"En 1932, poco después de su estreno, Tarzán, el hombre mono convocaba multitudes que hacíann largas colas en los cines.
Desde entonces, Tarzán fue Johnny Weissmuller, nacido en Rumania, y su aullido, difundido desde Hollywood fue el idioma universal del África, aunque él nunca había estado allí.
Tarzán no tenía un vocabulario muy rico, sólo sabía decir Me Tarzán, you Jane, pero nadaba como nadie, ganó cinco medallas de oro en las olimpíadas, y gritaba como nadie nunca había gritado.
Ese aullido del rey de la selva era obra de Douglas Shearer, un experto en sonido que supo mezclar voces de gorilas, hienas, camellos, violines, sopranos y tenores.
Hasta el último de sus días, Johnny Weissmuller tuvo que soportar el asedio de las admiradoras que le rogaban que aullara".
De Eduardo Galeano
LA YAPA
Hemos evolucionado. Desde el lacónico gutural y salvaje "me Tarzan tu Jane" a hoy.
La tecnología nos ha permitido una mas eficiente comunicación... como anticipó Einstein.
"En 1932, poco después de su estreno, Tarzán, el hombre mono convocaba multitudes que hacíann largas colas en los cines.
Desde entonces, Tarzán fue Johnny Weissmuller, nacido en Rumania, y su aullido, difundido desde Hollywood fue el idioma universal del África, aunque él nunca había estado allí.
Tarzán no tenía un vocabulario muy rico, sólo sabía decir Me Tarzán, you Jane, pero nadaba como nadie, ganó cinco medallas de oro en las olimpíadas, y gritaba como nadie nunca había gritado.
Ese aullido del rey de la selva era obra de Douglas Shearer, un experto en sonido que supo mezclar voces de gorilas, hienas, camellos, violines, sopranos y tenores.
Hasta el último de sus días, Johnny Weissmuller tuvo que soportar el asedio de las admiradoras que le rogaban que aullara".
De Eduardo Galeano
LA YAPA
Hemos evolucionado. Desde el lacónico gutural y salvaje "me Tarzan tu Jane" a hoy.
La tecnología nos ha permitido una mas eficiente comunicación... como anticipó Einstein.
jueves, 28 de marzo de 2013
Día del teatro
27 de marzo"En el año 2010, la empresa Murray Hill Inc. exigió que se dejaran de hacer teatro los políticos que simulan gobernar.
Poco antes, la Suprema Corte de Justicia de los Estados Unidos había declarado que no violan la ley las empresas que financian las campañas elecotrales de los políticos; y desde mucho antes ya eran legales los sobornos que los legisladores reciben a través de los lobbies.
Aplicando el sentido común, Murray Hill Inc. anunció que presentaría su candidatura al Congreso de los Estados Unidos, por el estado de Maryland. Ya era llegada la hora de prescindir de los intermediarios:
-Es nuestra democracia. Nosotros la compramos. Nosotros la pagamos. ¿Por qué no ponernos al volante? Voten por nosotros, para tener la mejor democracia que el dinero puede comprar.
Mucha gente pensó que era una broma. ¿Era?".
LA YAPA
Para el país del consumo, todo tiene precio, todo es factible de compra venta.
Hasta se pensó en modificar el texto constitucional que, en lugar de comenazar con "Nosotros, el pueblo de los Estados Unidos..." como todo el mundo sabe, comenzaría con "Nosotros, las corporaciones de...." etc.
La compra de la República
[Capítulo de la novela Gog. Texto completo.]
Giovanni Papini
La ocasión era buena y el negocio quedó concluido en pocos días. Al presidente le llegaba el agua hasta el cuello: su ministerio, compuesto por paniaguados1 suyos, estaba en peligro. Las arcas de la República estaban vacías; imponer nuevos impuestos hubiera sido la señal para el derrocamiento de todo el clan que asumía el poder, tal vez de una revolución. Ya había un general que armaba bandas de rebeldes y prometía cargos y empleos al primero que llegaba.
Un agente norteamericano que estaba allí me advirtió. El ministro de Hacienda corrió a Nueva York: en cuatro días nos pusimos de acuerdo. Anticipé algunos millones de dólares a la República y además asigné al presidente, a todos los ministros y a sus secretarios unos estipendios dobles que los que recibían del Estado. Me han dado en prenda -sin que lo sepa el pueblo- las aduanas y los monopolios. Además, el presidente y los ministros han firmado un convenio secreto que, prácticamente, me da el control sobre toda la vida de la República. Aunque yo parezca, cuando voy allí, un simple huésped de paso, soy, en realidad, el amo casi absoluto del país. En estos días he tenido que dar una nueva subvención, bastante fuerte, para la renovación del material del ejército y me he asegurado, a cambio de ello, nuevos privilegios.
El espectáculo, para mí, es bastante divertido. Las cámaras continúan legislando, en apariencia libremente; los ciudadanos siguen imaginándose que la República es autónoma e independiente y que de su voluntad depende el curso de los acontecimientos. No saben que todo lo que ellos creen poseer -vida, bienes, derechos civiles- penden, en última instancia, de un extranjero desconocido para ellos, es decir, de mí.
Mañana puedo ordenar la clausura del Parlamento, una reforma de la Constitución, el aumento de las tarifas de aduanas, la expulsión de los inmigrantes. Podría, si quisiese, revelar los acuerdos secretos de la camarilla ahora dominante y derribar con ello al Gobierno, desde el presidente hasta el último secretario. No me sería imposible empujar al país que tengo en mis manos a declarar la guerra a una de las repúblicas limítrofes.
Este poder oculto, pero ilimitado, me ha hecho pasar algunas horas agradables. Sufrir todas las molestias y servidumbre de la comedia política es una fatiga tremenda; pero ser el titiritero que, tras el telón, puede solazarse tirando de los hilos de los fantoches obedientes a sus movimientos es un oficio voluptuoso. Mi desprecio por los hombres encuentra aquí un sabroso alimento y miles de confirmaciones.
Yo no soy más que el rey de incógnito de una pequeña República en desorden, pero la facilidad con que he conseguido adueñármela y el evidente interés de todos los enterados en conservar el secreto, me hace pensar que otras naciones, y bastante más grandes e importantes que mi República, viven, sin darse cuenta, bajo una análoga dependencia de misteriosos soberanos extranjeros. Siendo necesario mucho más dinero para su adquisición, se tratará, en vez de un solo dueño, como en mi caso, de un trust, de un sindicato de negocios, de un grupo restringido de capitalistas o de banqueros.
Pero tengo fundadas sospechas de que otros países son efectivamente gobernados por pequeños comités de reyes invisibles, conocidos solamente por sus hombres de confianza, que continúan representando con naturalidad el papel de jefes legítimos.
Poco antes, la Suprema Corte de Justicia de los Estados Unidos había declarado que no violan la ley las empresas que financian las campañas elecotrales de los políticos; y desde mucho antes ya eran legales los sobornos que los legisladores reciben a través de los lobbies.
Aplicando el sentido común, Murray Hill Inc. anunció que presentaría su candidatura al Congreso de los Estados Unidos, por el estado de Maryland. Ya era llegada la hora de prescindir de los intermediarios:
-Es nuestra democracia. Nosotros la compramos. Nosotros la pagamos. ¿Por qué no ponernos al volante? Voten por nosotros, para tener la mejor democracia que el dinero puede comprar.
Mucha gente pensó que era una broma. ¿Era?".
LA YAPA
Para el país del consumo, todo tiene precio, todo es factible de compra venta.
Hasta se pensó en modificar el texto constitucional que, en lugar de comenazar con "Nosotros, el pueblo de los Estados Unidos..." como todo el mundo sabe, comenzaría con "Nosotros, las corporaciones de...." etc.
La compra de la República
[Capítulo de la novela Gog. Texto completo.]
Giovanni Papini
Nueva York, 22 de marzo.
En este mes he comprado una República. Capricho costoso
que no tendrá continuaciones. Era un deseo que tenía desde hace mucho tiempo y
del que he querido librarme. Me imaginaba que eso de ser el amo de un país daba
más gusto. La ocasión era buena y el negocio quedó concluido en pocos días. Al presidente le llegaba el agua hasta el cuello: su ministerio, compuesto por paniaguados1 suyos, estaba en peligro. Las arcas de la República estaban vacías; imponer nuevos impuestos hubiera sido la señal para el derrocamiento de todo el clan que asumía el poder, tal vez de una revolución. Ya había un general que armaba bandas de rebeldes y prometía cargos y empleos al primero que llegaba.
Un agente norteamericano que estaba allí me advirtió. El ministro de Hacienda corrió a Nueva York: en cuatro días nos pusimos de acuerdo. Anticipé algunos millones de dólares a la República y además asigné al presidente, a todos los ministros y a sus secretarios unos estipendios dobles que los que recibían del Estado. Me han dado en prenda -sin que lo sepa el pueblo- las aduanas y los monopolios. Además, el presidente y los ministros han firmado un convenio secreto que, prácticamente, me da el control sobre toda la vida de la República. Aunque yo parezca, cuando voy allí, un simple huésped de paso, soy, en realidad, el amo casi absoluto del país. En estos días he tenido que dar una nueva subvención, bastante fuerte, para la renovación del material del ejército y me he asegurado, a cambio de ello, nuevos privilegios.
El espectáculo, para mí, es bastante divertido. Las cámaras continúan legislando, en apariencia libremente; los ciudadanos siguen imaginándose que la República es autónoma e independiente y que de su voluntad depende el curso de los acontecimientos. No saben que todo lo que ellos creen poseer -vida, bienes, derechos civiles- penden, en última instancia, de un extranjero desconocido para ellos, es decir, de mí.
Mañana puedo ordenar la clausura del Parlamento, una reforma de la Constitución, el aumento de las tarifas de aduanas, la expulsión de los inmigrantes. Podría, si quisiese, revelar los acuerdos secretos de la camarilla ahora dominante y derribar con ello al Gobierno, desde el presidente hasta el último secretario. No me sería imposible empujar al país que tengo en mis manos a declarar la guerra a una de las repúblicas limítrofes.
Este poder oculto, pero ilimitado, me ha hecho pasar algunas horas agradables. Sufrir todas las molestias y servidumbre de la comedia política es una fatiga tremenda; pero ser el titiritero que, tras el telón, puede solazarse tirando de los hilos de los fantoches obedientes a sus movimientos es un oficio voluptuoso. Mi desprecio por los hombres encuentra aquí un sabroso alimento y miles de confirmaciones.
Yo no soy más que el rey de incógnito de una pequeña República en desorden, pero la facilidad con que he conseguido adueñármela y el evidente interés de todos los enterados en conservar el secreto, me hace pensar que otras naciones, y bastante más grandes e importantes que mi República, viven, sin darse cuenta, bajo una análoga dependencia de misteriosos soberanos extranjeros. Siendo necesario mucho más dinero para su adquisición, se tratará, en vez de un solo dueño, como en mi caso, de un trust, de un sindicato de negocios, de un grupo restringido de capitalistas o de banqueros.
Pero tengo fundadas sospechas de que otros países son efectivamente gobernados por pequeños comités de reyes invisibles, conocidos solamente por sus hombres de confianza, que continúan representando con naturalidad el papel de jefes legítimos.
Libertadoras mayas
26 de marzo
"En esta noche de 1936, fue muerta a pedradas Felipa Poot. indígena maya, en el pueblo de Kinchil.
En la pedea, cayeron con ella tres compañeras, también mayas, que a su lado luchaban contra la tristeza y el miedo.
Las mató la casta divina, como se llamaban a sí mismos los dueños de la tierra y de la gente de Yucatán"
Eduardo Galeano
LA YAPA
¿quién es FELIPA POOT?
Autóctona maya joven, flagelada por la pobreza, piso de tierra, paredes de lodo. Siendo capullo percibió, el sometimiento de los hacendados, que mantenían a los campesinos indígenas. Con ayuda del capataz, aprendió, a leer y a escribir español, asistiendo a la escuela rural junto con otros niños, que resulta extraordinario en una época, que no se acostumbraba instruir a los terreños y menos a las niñas, con apenas doce años fue violentada, internada en la selva, por un animal a caballo, su benefactor, esa alteración tuvo fruto su familia la sentenció a rudo trajín físico, al moler el maíz en el metate, le oprimía el vientre. La acción de mover la mano le tensaría los músculos, la forzaron a comer chile, la colgaron de los brazos para que la fuerza de gravedad la liberara, del indeseable producto, los agudos abortivos fallaron, dio a luz a una niña y se negaron a que la conservara, triste sucesión de avatares, apenas a los dos años sus allegados, fue obligada a sostener una relación, de concubinato conveniente con un hombre mucho mayor, con quien procreo un hijo.
Esa relación abusiva, se forjo un temple implacable le dio fuerza para luchar contra la esclavitud, en que estaban sus congéneres indígenas que caracterizo a una mujer bien bragada, siempre con su escopeta colgada al hombro, esta imagen contrastaba con su porte de mestiza, hipiles bordados y sus largos aretes.
Una indígena maya que infundió, valor a mujeres y hombres para luchar por mejorar, las condiciones de su gente, tenía el sentimiento de indignación de las injusticias sociales que enfrentaba su pueblo. Impulso reformas sociales y políticas en beneficio de los suyos. Fue presidenta de la liga femenina “Rita Cetina” de Kinchil Yucatán. Esta señora se destacó en su importante participación del sindicato, la creación “Consejo Municipal Comunitario” que sustituyo a la autoridad de Kinchil. Su lucha por denunciar y erradicar la opresión que daban los latifundistas a sus trabajadores, eran tratados como esclavos, defendía argumentando, la esclavitud se había abolido en1810. Resalta su participación en contra de los caciques y grupos políticos, adversos, que a fuerza de linchamientos sometían a los indios. Una valiente activista comunitaria, sobresaliente en oratoria que le servía para promover los derechos constitucionales, de la jornada de 8 horas de trabajo, y sus derechos laborales, se distinguió por su osadía de andar armada para defenderse , de los tiranos y asesinos a sueldo que con frecuencia mataban a los pobladores de Kinchil y violaban a sus mujeres.
Superando sus miedos se atrevió a liderar un contingente de indios, organizando una rebelión para acabar con la desigualdad, para hacer tratados iguales a la gente blanca con actitud de fémina temeraria, luchaba por el respeto de las mujeres indígenas, surge imperturbable su mítica presencia convirtiéndose en una gran líder revolucionaria.
Los jornaleros de las haciendas henequeneras y los trabajadores carboneros, sufrían a consecuencias del mal gobierno caciquil, el reparto de tierras implementada por las fuerzas de Lázaro Cárdenas, la reforma agraria del presidente, se vuelve un nudo de contradicciones.
Hacendados, rancheros y comerciantes apoyados por el cacique, los líderes traidores del Partido Socialista del Sureste, y la prensa nacional y estatal se enfrentan al movimiento progresista de campesinos Kinchileños asesorado por el profesor Bartolomé Cervera y liderado por ella. Lucha desgastante durante más de quince meses contra las fuerzas de la derecha. Decía “ algun día tengo que morir, así que no tengo miedo de luchar”, sus enemigos cumplieron sus amenazas planeado como una emboscada por tratarse de una mujer audaz, con pasta de protagonista cuando el machismo estaba más arraigado.
Ella nunca se detuvo, a pesar de las advertencias de su posible asesinato, a los treinta y tres años de edad, la prócer maya fue asesinada de un tiro de arma de fuego el 27 de marzo de 1936, estos hechos hablan por si mismos, de una mujer que se adelantó a su época, una revolucionaria maya, en sus ideales le dio el valor suficiente, para transgredir las normas sociales y cultural, como mujer indígena.
Felipa Poot Tzuc nació el 14 de Enero 1903 en la hacienda Santa María en el municipio de Kinchil Yucatán, penúltima de 11 hermanos. El ultimo reclamo; la ampliación del panteón, un cementerio digno, una tumba digna bajo pretexto se planteo, “el pueblo no quiere que se amplíe por la creencia que es una invitación a morirse” este permanece atiborrado de osamentas en los osarios.
fuente http://alonzonovelo.com/mitos-y-leyendas/felipa-poot-lider-maya/
"En esta noche de 1936, fue muerta a pedradas Felipa Poot. indígena maya, en el pueblo de Kinchil.
En la pedea, cayeron con ella tres compañeras, también mayas, que a su lado luchaban contra la tristeza y el miedo.
Las mató la casta divina, como se llamaban a sí mismos los dueños de la tierra y de la gente de Yucatán"
Eduardo Galeano
LA YAPA
¿quién es FELIPA POOT?
Autóctona maya joven, flagelada por la pobreza, piso de tierra, paredes de lodo. Siendo capullo percibió, el sometimiento de los hacendados, que mantenían a los campesinos indígenas. Con ayuda del capataz, aprendió, a leer y a escribir español, asistiendo a la escuela rural junto con otros niños, que resulta extraordinario en una época, que no se acostumbraba instruir a los terreños y menos a las niñas, con apenas doce años fue violentada, internada en la selva, por un animal a caballo, su benefactor, esa alteración tuvo fruto su familia la sentenció a rudo trajín físico, al moler el maíz en el metate, le oprimía el vientre. La acción de mover la mano le tensaría los músculos, la forzaron a comer chile, la colgaron de los brazos para que la fuerza de gravedad la liberara, del indeseable producto, los agudos abortivos fallaron, dio a luz a una niña y se negaron a que la conservara, triste sucesión de avatares, apenas a los dos años sus allegados, fue obligada a sostener una relación, de concubinato conveniente con un hombre mucho mayor, con quien procreo un hijo.
Esa relación abusiva, se forjo un temple implacable le dio fuerza para luchar contra la esclavitud, en que estaban sus congéneres indígenas que caracterizo a una mujer bien bragada, siempre con su escopeta colgada al hombro, esta imagen contrastaba con su porte de mestiza, hipiles bordados y sus largos aretes.
Una indígena maya que infundió, valor a mujeres y hombres para luchar por mejorar, las condiciones de su gente, tenía el sentimiento de indignación de las injusticias sociales que enfrentaba su pueblo. Impulso reformas sociales y políticas en beneficio de los suyos. Fue presidenta de la liga femenina “Rita Cetina” de Kinchil Yucatán. Esta señora se destacó en su importante participación del sindicato, la creación “Consejo Municipal Comunitario” que sustituyo a la autoridad de Kinchil. Su lucha por denunciar y erradicar la opresión que daban los latifundistas a sus trabajadores, eran tratados como esclavos, defendía argumentando, la esclavitud se había abolido en1810. Resalta su participación en contra de los caciques y grupos políticos, adversos, que a fuerza de linchamientos sometían a los indios. Una valiente activista comunitaria, sobresaliente en oratoria que le servía para promover los derechos constitucionales, de la jornada de 8 horas de trabajo, y sus derechos laborales, se distinguió por su osadía de andar armada para defenderse , de los tiranos y asesinos a sueldo que con frecuencia mataban a los pobladores de Kinchil y violaban a sus mujeres.
Superando sus miedos se atrevió a liderar un contingente de indios, organizando una rebelión para acabar con la desigualdad, para hacer tratados iguales a la gente blanca con actitud de fémina temeraria, luchaba por el respeto de las mujeres indígenas, surge imperturbable su mítica presencia convirtiéndose en una gran líder revolucionaria.
Los jornaleros de las haciendas henequeneras y los trabajadores carboneros, sufrían a consecuencias del mal gobierno caciquil, el reparto de tierras implementada por las fuerzas de Lázaro Cárdenas, la reforma agraria del presidente, se vuelve un nudo de contradicciones.
Hacendados, rancheros y comerciantes apoyados por el cacique, los líderes traidores del Partido Socialista del Sureste, y la prensa nacional y estatal se enfrentan al movimiento progresista de campesinos Kinchileños asesorado por el profesor Bartolomé Cervera y liderado por ella. Lucha desgastante durante más de quince meses contra las fuerzas de la derecha. Decía “ algun día tengo que morir, así que no tengo miedo de luchar”, sus enemigos cumplieron sus amenazas planeado como una emboscada por tratarse de una mujer audaz, con pasta de protagonista cuando el machismo estaba más arraigado.
Ella nunca se detuvo, a pesar de las advertencias de su posible asesinato, a los treinta y tres años de edad, la prócer maya fue asesinada de un tiro de arma de fuego el 27 de marzo de 1936, estos hechos hablan por si mismos, de una mujer que se adelantó a su época, una revolucionaria maya, en sus ideales le dio el valor suficiente, para transgredir las normas sociales y cultural, como mujer indígena.
Felipa Poot Tzuc nació el 14 de Enero 1903 en la hacienda Santa María en el municipio de Kinchil Yucatán, penúltima de 11 hermanos. El ultimo reclamo; la ampliación del panteón, un cementerio digno, una tumba digna bajo pretexto se planteo, “el pueblo no quiere que se amplíe por la creencia que es una invitación a morirse” este permanece atiborrado de osamentas en los osarios.
fuente http://alonzonovelo.com/mitos-y-leyendas/felipa-poot-lider-maya/
La anunciación
cinturón utilizado por la Virgen |
"En algún día como hoy, día más, día menos, el arcángel Gabriel bajó del cielo y la Virgen María se
enteró de que el hijo de Dios habitaba su vientre
Las reliquias de la Virgen se veneran ahora, en numerosas iglesias del mundo:
zapatillas y pantuflas que ella usó;
camisones y vestidos que fueron suyos;
cofias, diademas, peines;
velos y cabellos;
huellas de la leche que dio de mamar a Jesús
y sus cuatro anillos nupciales, anque ella se casó una sola vez".
De Eduardo Galeano
LA YAPA
Imagen superior: cinturón que se cree fue utilizado por la Virgen en el momento de asunción, y....
ATENCIÓN: LAS 10 RELIQUIAS RELIGIOSAS MÁS IMPORTANTES DEL MUNDO, EH? http://top10.variaditos.com/las-10-reliquias-religiosas-mas-importantes-del-mundo
Por qué desaparecimos a los desaparecidos
24 de marzo
"En el día de hoy del año 1976, nació la dictadura militar que desapareció a miles de argentinos.
Veinte años después, el general Jorge Rafael Videla explicó al periodista Guido Braslavsky:
-No, no se podía fusilar. pongamos un número, pongamos cinco mil. La sociedad argentina no se hubiera bancado los fusilamientos: ayer dos en Buenos Aires, hoy seis en Córdoba, mañana cuatro en Rosario, y así hasta cinco mil... No, no se podía ¿Y dar a conocer dónde están los restos? Pero ¿qué es lo que podemos señalar? ¿En el mar, en el Río de la Plata, en el Riachuelo?. Se pensó, en su momento dar a conocer las listas. Pero luego se planteó: si se dan por muertos, enseguida vienen las preguntas que no se pueden responder: quién mató, cuándo, dónde, cómo...."
De Eduardo Galeano.
L YAPA
se puede pasar por la vida, morir y ser nada mas que un ser humano que vivió
sin embargo, los desaparecidos quedaron más vivos que nunca. Los desaparecieron para invisibilizarlos, para frenarlos, para detener su actos. Pero no lograron desaparecerlos sino físicamente. En la memoria, esos son los imprescindibles, los que dieron fuerza y formaron una gran conciencia
Y no fueron sólo argentinos, también había chilenos, paraguayos, uruguayos, bolivianos....
Nos duele que no estén, pero son el sustrato de este presente.
"derribarás un árbol, dos, tres, cuatro
pero la hoja no
siempre hay una hoja que se salva
y vuela bajo el sol" José Pedroni
"En el día de hoy del año 1976, nació la dictadura militar que desapareció a miles de argentinos.
Veinte años después, el general Jorge Rafael Videla explicó al periodista Guido Braslavsky:
-No, no se podía fusilar. pongamos un número, pongamos cinco mil. La sociedad argentina no se hubiera bancado los fusilamientos: ayer dos en Buenos Aires, hoy seis en Córdoba, mañana cuatro en Rosario, y así hasta cinco mil... No, no se podía ¿Y dar a conocer dónde están los restos? Pero ¿qué es lo que podemos señalar? ¿En el mar, en el Río de la Plata, en el Riachuelo?. Se pensó, en su momento dar a conocer las listas. Pero luego se planteó: si se dan por muertos, enseguida vienen las preguntas que no se pueden responder: quién mató, cuándo, dónde, cómo...."
De Eduardo Galeano.
L YAPA
se puede pasar por la vida, morir y ser nada mas que un ser humano que vivió
sin embargo, los desaparecidos quedaron más vivos que nunca. Los desaparecieron para invisibilizarlos, para frenarlos, para detener su actos. Pero no lograron desaparecerlos sino físicamente. En la memoria, esos son los imprescindibles, los que dieron fuerza y formaron una gran conciencia
Y no fueron sólo argentinos, también había chilenos, paraguayos, uruguayos, bolivianos....
Nos duele que no estén, pero son el sustrato de este presente.
"derribarás un árbol, dos, tres, cuatro
pero la hoja no
siempre hay una hoja que se salva
y vuela bajo el sol" José Pedroni
Por qué masacramos a los indios
23 de marzo
En su idioma maya ixil dos indígenas de Quiché relatan las matanzas perpetradas por el ejército durante el gobierno "En el año 1982, el general Efraín Rïos Montt volteó a oro general, mediante una certera zancadilla, y se proclamó presidente de Guatemala.
Un año y medio después, el presidente, pastor de la Iglesia del Verbo, con sede en California, se atribuyó la victoria en la guerra santa que exterminó cuatrocientas cuarenta comunidades indígenas. Según él, esa hazaña no hubiera sido posible sin la ayuda del Espíritu Santo, que dirigía sus servicios de inteligencia. Otro importante colaborador, su asesor espiritual Francisco Bianchi explicó a un corresponsal del diario The New York Times:
-La guerrilla tiene muchos colabroadores entre los indios. Esos indios son subversivos, ¿verdad? ¿Y cómo acabar con la subversión? Es evidente que hay que matar a esos indios. Y luego se dirá: "están masacrando inocentes". Pero no son inocentes."
De Eduardo Galeano.
LA YAPA
JUICIO AL GENOCIDA RIOS MOTT
Ella perdió a tres hermanos de cuatro, tres y un año, así como a su padre, a quien los soldados condujeron a un puente donde le dispararon, pero como no murió, lo atacaron con machete.
La indígena relató en su idioma maya ixil que ella y la mayoría de los niños fueron lanzados a un río donde casi todos murieron ahogados. Al caer, ella sufrió fractura en la pierna izquierda y después le dispararon y una bala hizo blanco en el mismo pie.
Otro testigo, Juan Saquic, de 49 años, originario de San Juan Cotzal, en Quiché, señaló que los soldados llegaron a sus aldeas y quemaron entre 500 y 600 casas, lo cual los obligó a huir hacia las montañas, donde varios niños murieron de hambre y diversas enfermedades.
En su idioma maya ixil dos indígenas de Quiché relatan las matanzas perpetradas por el ejército durante el gobierno "En el año 1982, el general Efraín Rïos Montt volteó a oro general, mediante una certera zancadilla, y se proclamó presidente de Guatemala.
Un año y medio después, el presidente, pastor de la Iglesia del Verbo, con sede en California, se atribuyó la victoria en la guerra santa que exterminó cuatrocientas cuarenta comunidades indígenas. Según él, esa hazaña no hubiera sido posible sin la ayuda del Espíritu Santo, que dirigía sus servicios de inteligencia. Otro importante colaborador, su asesor espiritual Francisco Bianchi explicó a un corresponsal del diario The New York Times:
-La guerrilla tiene muchos colabroadores entre los indios. Esos indios son subversivos, ¿verdad? ¿Y cómo acabar con la subversión? Es evidente que hay que matar a esos indios. Y luego se dirá: "están masacrando inocentes". Pero no son inocentes."
De Eduardo Galeano.
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JUICIO AL GENOCIDA RIOS MOTT
"Periódico La Jornada
Guatemala, 25 de marzo de 2013.
Testigos sobrevivientes de matanzas perpetradas por el ejército de
Guatemala durante la dictadura de Efraín Ríos Montt, entre 1982 y 1983,
pidieron hoy justicia en su declaración ante el tribunal, donde se
cumplió el quinto día del juicio contra el ex presidente de facto, para quien familiares y seguidores exigieron un proceso justo en una manifestación afuera de la corte.Yo vine a declarar para pedir justicia, porque no tenía ninguna culpa de lo que me hicieron, dijo Elena Caba, quien no pudo recordar su edad, pero señaló que tenía
ocho o nueve añoscuando el 3 de abril de 1982 llegó el ejército a su comunidad y dio muerte a 96 personas entre hombres, mujeres y niños.
Ella perdió a tres hermanos de cuatro, tres y un año, así como a su padre, a quien los soldados condujeron a un puente donde le dispararon, pero como no murió, lo atacaron con machete.
La indígena relató en su idioma maya ixil que ella y la mayoría de los niños fueron lanzados a un río donde casi todos murieron ahogados. Al caer, ella sufrió fractura en la pierna izquierda y después le dispararon y una bala hizo blanco en el mismo pie.
Otro testigo, Juan Saquic, de 49 años, originario de San Juan Cotzal, en Quiché, señaló que los soldados llegaron a sus aldeas y quemaron entre 500 y 600 casas, lo cual los obligó a huir hacia las montañas, donde varios niños murieron de hambre y diversas enfermedades.
Ríos Montt, junto a quien fue su jefe de inteligencia militar,
el ex general José Mauricio Rodríguez, son enjuiciados por los delitos
de genocidio y deberes a la humanidad por la matanza del ejército de mil
771 indígenas de la etnia ixil en comunidades del departamento de
Quiché.
Al comenzar la jornada, la juez Jazmín Barrios, que preside el tribunal A de mayor riesgo, permitió el regreso del abogado y ex guerrillero Danilo Rodríguez como defensor de Ríos Montt.
Rodríguez se unió a Marco Antonio Cornejo para defender al ex dictador, una vez que explicó a la juez que no abandonó a su cliente y que su ausencia al comenzar el juicio, el 19 de marzo, se debió a que el acusado decidió a última hora remplazar a su equipo de abogados.
Mientras, afuera del tribunal, familiares de los acusados y simpatizantes realizaron un plantón y extendieron mantas con mensajes en demanda de
fuente http://www.jornada.unam.mx/2013/03/26/mundo/017n1mun
Al comenzar la jornada, la juez Jazmín Barrios, que preside el tribunal A de mayor riesgo, permitió el regreso del abogado y ex guerrillero Danilo Rodríguez como defensor de Ríos Montt.
Rodríguez se unió a Marco Antonio Cornejo para defender al ex dictador, una vez que explicó a la juez que no abandonó a su cliente y que su ausencia al comenzar el juicio, el 19 de marzo, se debió a que el acusado decidió a última hora remplazar a su equipo de abogados.
Mientras, afuera del tribunal, familiares de los acusados y simpatizantes realizaron un plantón y extendieron mantas con mensajes en demanda de
juicios justosy señalaron que la paz no puede tomar bando.
Creemos que en Guatemala no se cometió genocidio, lo que sucedió fue un enfrentamiento armado interno, dijo Ingrid Argueta, sobrina de Ríos Montt. Mañana continuará el juicio"
fuente http://www.jornada.unam.mx/2013/03/26/mundo/017n1mun
domingo, 24 de marzo de 2013
"Conozco muchos matrimonios perfectos, que tienen hijos desviados" Bernardo Neustadt
REFLEXIONES DE BERNARDO NEUSTADT A POCO DE PRODUCIDO EL GOLPE DE ESTADO DE 24 DE MARZO DE 1976
"La educación “de antes”, la autoridad “de antes” están cuestionadas. Reconozco que algunas
rigideces “de antes” o las exageraciones consiguieron efectos contrarios. Algunos psicólogos llegaron a trabajar exclusivamente sobre “castraciones de infancia”. Pero nos
pasamos al otro bando. Al mundo abierto, sin limitaciones, con el clisé argumental: “NO
HAY QUE TRABAR LAS INDIVIDUALIDADES PORQUE SE PUEDE TRAUMAR”. Todo
sin penitencia. Y toda la libertad es poca; entonces sobreviene el aburrimiento. Tal vez
algunos se deslicen hacia la droga; otros al amor libre; algunos de tanto facilismo, tal
vez terminen en la “homosexualidad”, y una “minoría potente” asesinando o mandando
a asesinar en nombre de un mundo mejor. ¡Ah…y de Dios!..."
¿Se preguntó usted cuántas Anas Marías González hay? (1976)
«“¡Pobre!; jamás sabrá lo que es ser joven, luchar, conquistar; nació banquero…”
(Rothschild, ante la cuna de su primer hijo).
“Mamá me aburro…”. “Papá, quiero una moto, porque Charlie se compró una japonesa…”.
“Vivian se fue a Europa, y tiene 17 años…”. “¿Puedo faltar al colegio porque no
estudié y hoy tengo una prueba…?” (“Mirá que si no me rateo”) Son las expresiones que
más se escuchan en los hogares –clase media alta o económicamente fuertes– y donde
los padres tienen, tal vez, mucha comunicación, pero ninguna autoridad.
A partir de ahí el diálogo con los progenitores es inverso: “Mis padres tuvieron mucho
rigor conmigo, pero ninguna comunicación… No hablaban con los hijos. Yo sí.
Porque no quiero que a ellos les pase lo que a mí…”. Otro lugar común: “Sí, le compré
un auto. Ya sé que tiene 18 años… ¡Pero qué querés! Luis María le regaló un auto a
Fernando, y si él lo hace… Además prefiero eso antes de que me lo saquen sin permiso”.
Entonces uno reprocha: “Pero escuchame, un auto a un muchacho de 18 años
que no trabaja… Después se aburre. La aventura amorosa no exige conquista. Todo
a la mano… Más tarde, la incitación a otras audacias y por ahí DESCUBREN que hay
pobres y alguien los convence que la sociedad es altamente injusta y que hay que cambiar
el mundo. ¿Cómo?... Secuestrando, matando, quebrando la autoridad del país…”
Todas estas reflexiones mías, tengo que confesarlas, caen en el vacío. Se encogen
de hombros. “Eres un exagerado…El mundo cambió mucho. Si no te hacés amigo de
tus hijos, los perdés…”. Como no les “muevo el piso” me lo quieren mover a mí con la
inversión de prueba. ¿Pero cuándo les dije que no sean amigos de sus hijos? ¿Cuándo
les pedí un rigor excesivo? ¿En qué momento planteé que les hicieran pasar hambre o
les negaran acceso al mundo moderno? ¡Nunca! Pero gradualmente. Exigiendo algún
esfuerzo. Un término medio entre que los padres no permitían a sus hijos de 20 años
opinar en la mesa y los hijos de ahora que a los 17 ó 18 años se aferran a una exclusividad:
“Los viejos no entienden nada…” ¿ENTENDER ES CEDER Y CONCEDER TODO?
Porque si cualquier cosa fuera posible, nada sería posible…
No dramatizo. Planteo un cuadro familiar de cada instante. Adolescentes “cuidados-
descuidados”. Muchos derechos, escasos deberes. De la responsabilidad, ni
hablar. Usted se enojará a esta altura y me dirá: “En mi casa no pasa eso...”. No hablo
de su CASA. Hablo de “LAS CASAS”.
Entonces una noche, trágica, una adolescente, Ana María González, se desliza sigilosa
en el “hogar más amigo”, y, traicionando todos los sentimientos de amistad, gratitud,
nobleza, FRÍA-MEN-TE, cumple la misión de asesinar a un hombre. No importa
que se tratara del jefe de la Policía Federal. ERA UN HOMBRE que al acostarse iba a
encontrar su último sueño, dinamitado por un explosivo colocado por la mejor amiga de
su hija. Fue como si hubiéramos “descubierto un nuevo mundo”. Como si no conociéramos
que en Monte Chingolo pelearon y murieron adolescentes que trataron de tomar
un cuartel. Como si en cada conversación de la Argentina de hoy no escucháramos a
menudo: “La hija de fulano es marxista, está a la izquierda, o tiene algo que ver con la
guerrilla…” Y ocurre que no son precisamente hijos de obreros. Ni adolescentes que
“viven mal” económicamente. O que se levantan a las seis de la mañana para ir a una
fábrica o un empleo. No. Son los “hijos de la comodidad”. Los “cuidados-descuidados”.
¿Qué está pasando? ¿Por qué no nos revisamos? El hijo de un empresario que
hace mucho por el país y que da trabajo a miles de obreros, un día que va rumbo a Ezeiza
para dirigirse a Europa se da cuenta: que hay villas de emergencia cerca del aeropuerto;
tiene un ataque de “desesperación” y se va a la subversión. Hoy está detenido.
Creo…El hijo de un ex gobernador, Felipe Sapag, líder natural de su provincia, traiciona
la buena fe de un brigadier y casi lo asesina. El sobrino del almirante Alemann lo entrega
para el secuestro. Un hijo de Julio Alsogaray, uno de nuestros militares más inteligentes,
de mejor formación ideológica, muere como guerrillero en Tucumán. ¿Entonces?
(…)
Volcados así los hechos, usted me dirá: pero, ¿qué hace? ¿Cómo controlar cada
acción de los amigos y amigas de nuestros hijos en una sociedad así desfigurada?
¿Cómo evitar “el uso” de nuestros propios hijos? Tal vez recuperando la autoridad perdida
que no es arbitrariedad ni autoritarismo. Le pedimos AUTORIDAD Y PODER al
GOBIERNO. ¿Por casa cómo andamos? Ana María González, ¿dónde se afilió para la
destrucción? ¿Quién pobló sus pocos años de tanta enfermedad? ¿Qué hicieron sus
padres? ¿Indiferentes? ¿Dialogadores? No faltará quien achaque a la separación de algún
matrimonio la “responsabilidad”. Conozco muchos matrimonios perfectos, que tienen
hijos desviados. Ana María González, ejecutora material de un monstruoso crimen,
es menos importante por sus 20 años que los que la instigaron o la “aprovecharon”.
Añadir leyenda |
No quiero seguir sin una aclaración vital; Ana María González es una adolescente
que asesina. No partamos de esta base para decir que TODA LA JUVENTUD ESTÁ ENFERMA.
Que todos los padres descuidan a los hijos o los vuelven muy cómodos. Miles
de Anas Marías González estudian, trabajan, sueñan, se frustran y no matan generales.
(…)
No estoy escribiendo. Estoy volcando toda mi meditación en estos días. La educación
“de antes”, la autoridad “de antes” están cuestionadas. Reconozco que algunas
rigideces “de antes” o las exageraciones consiguieron efectos contrarios. Algunos psicólogos
llegaron a trabajar exclusivamente sobre “castraciones de infancia”. Pero nos
pasamos al otro bando. Al mundo abierto, sin limitaciones, con el clisé argumental: “NO
HAY QUE TRABAR LAS INDIVIDUALIDADES PORQUE SE PUEDE TRAUMAR”. Todo
sin penitencia. Y toda la libertad es poca; entonces sobreviene el aburrimiento. Tal vez
algunos se deslicen hacia la droga; otros al amor libre; algunos de tanto facilismo, tal
vez terminen en la “homosexualidad”, y una “minoría potente” asesinando o mandando
a asesinar en nombre de un mundo mejor. ¡Ah…y de Dios!
Aquí llego al final. A lo mejor usted concuerda. Reflexiona. Examina. No se encoge
de hombros. A lo mejor usted me acusa de exagerado, “de no saber nada”. De “aterrar”
en vez de preocupar. No sé… Cada argentino es un misterio. Prometo que quiero servir.
Que tengo el alma habitada de enigmas. Que algunos están aquí. Otros, aún, duermen
dentro mío. No se puede arreglar el país sin arreglar la sociedad.
No me dé simplemente la razón, si la tengo. No se enoje conmigo si no coincide.
Haga algo.
Amén.
Bernardo Neustadt.»
(Revista Gente, N° 571, Buenos Aires, 1° de julio de 1976.)
el heredero: Bernardo Lanata |
viernes, 22 de marzo de 2013
Día del agua
22 de marzo
"De agua somos.
Del agua brotó la vida. Los ríos son la sangre que nutre la tierra, y están hechas de agua las células que nos piensan las lágrimas quen os lloran y lam emoria que nos recuerda.La memorian os cuenta que los desiertos de hoy fueron los bosques de ayer, y que el mundo seco supo ser mundo mojado, en aquellos remotos tiempos en que el agua y la tierra eran de nadie y eran de todos.
¿Quién se quedó con el agua? El mono que tenía el garrote. El mono desarmado murió de un garrotazo. Si no recuerdo mal, así comenzba la película 2001 Odisea del espacio.Algún tiempo después, en el año 2009, una nave espacial descubrió que hay agua en la luna. la noticia apresuró los planes de conquisat.Obre luna."
De Eduardo Galeano
LA YAPA
El agua potable es tan valiosa y tan propensa a escasear como el petróleo.
Con el tiempo el mono del garrote necesitó de ambas cosas y el más exitoso de los monos que llevaba el garrote se avalanzó sobre el control del agua y del petróleo, de los alimentos y la biodiversidad.
"De agua somos.
Del agua brotó la vida. Los ríos son la sangre que nutre la tierra, y están hechas de agua las células que nos piensan las lágrimas quen os lloran y lam emoria que nos recuerda.La memorian os cuenta que los desiertos de hoy fueron los bosques de ayer, y que el mundo seco supo ser mundo mojado, en aquellos remotos tiempos en que el agua y la tierra eran de nadie y eran de todos.
¿Quién se quedó con el agua? El mono que tenía el garrote. El mono desarmado murió de un garrotazo. Si no recuerdo mal, así comenzba la película 2001 Odisea del espacio.Algún tiempo después, en el año 2009, una nave espacial descubrió que hay agua en la luna. la noticia apresuró los planes de conquisat.Obre luna."
De Eduardo Galeano
LA YAPA
El agua potable es tan valiosa y tan propensa a escasear como el petróleo.
Con el tiempo el mono del garrote necesitó de ambas cosas y el más exitoso de los monos que llevaba el garrote se avalanzó sobre el control del agua y del petróleo, de los alimentos y la biodiversidad.
El mundo tal cual es
21 de marzo
"La segunda guerra mundial fue la que más gente mató en toda la historia de las carnicerías humanas, pero el conteo de las vítimas se quedó corto.
Muchos soldados de las colonias no figuraron en las listas de los muertos. Eran lo nativos australianos, hindúes, birmanos, filipinos, argelinos, senegaleses, vietnamitas, y tantos otros negros, marrones y amarillos obligados a morir por las banderas de sus amos.
Cotizaciones: Hay vivientes de primera, segunda, tercera y cuarta categoría.
A los muertos les pasa lo mismo."
De Eduardo Galeano
LA YAPA
"Sentado sobre los muertos
que se han callado en dos meses,
beso zapatos vacíos
y empuño rabiosamente
la mano del corazón
y el alma que lo sostiene.
Que mi voz suba a los montes
y baje a la tierra y truene,
eso pide mi garganta
desde ahora y desde siempre.
Acércate a mi clamor,
pueblo de mi misma leche,
árbol que con tus raíces
encarcelado me tienes,
que aquí estoy yo para amarte
y estoy para defenderte
con la sangre y con la boca
como dos fusiles fieles.
Si yo salí de la tierra,
si yo he nacido de un vientre
desdichado y con pobreza,
no fue sino para hacerme
ruiseñor de las desdichas,
eco de la mala suerte,
y cantar y repetir
a quien escucharme debe
cuanto a penas, cuanto a pobres,
cuanto a tierra se refiere.
Ayer amaneció el pueblo
desnudo y sin qué comer,
y el día de hoy amanece
justamente aborrascado
y sangriento justamente.
En su mano los fusiles
leones quieren volverse:
para acabar con las fieras
que lo han sido tantas veces.
Aunque le faltan las armas,
pueblo de cien mil poderes,
no desfallezcan tus huesos,
castiga a quien te malhiere
mientras que te queden puños,
uñas, saliva, y te queden
corazón, entrañas, tripas,
cosas de varón y dientes.
Bravo como el viento bravo,
leve como el aire leve,
asesina al que asesina,
aborrece al que aborrece
la paz de tu corazón
y el vientre de tus mujeres.
No te hieran por la espalda,
vive cara a cara y muere
con el pecho ante las balas,
ancho como las paredes.
Canto con la voz de luto,
pueblo de mí, por tus héroes:
tus ansias como las mías,
tus desventuras que tienen
del mismo metal el llanto,
las penas del mismo temple,
y de la misma madera
tu pensamiento y mi frente,
tu corazón y mi sangre,
tu dolor y mis laureles.
Antemuro de la nada
esta vida me parece.
Aquí estoy para vivir
mientras el alma me suene,
y aquí estoy para morir,
cuando la hora me llegue,
en los veneros del pueblo
desde ahora y desde siempre.
Varios tragos es la vida
y un solo trago es la muerte"
"La segunda guerra mundial fue la que más gente mató en toda la historia de las carnicerías humanas, pero el conteo de las vítimas se quedó corto.
Muchos soldados de las colonias no figuraron en las listas de los muertos. Eran lo nativos australianos, hindúes, birmanos, filipinos, argelinos, senegaleses, vietnamitas, y tantos otros negros, marrones y amarillos obligados a morir por las banderas de sus amos.
Cotizaciones: Hay vivientes de primera, segunda, tercera y cuarta categoría.
A los muertos les pasa lo mismo."
De Eduardo Galeano
LA YAPA
"Sentado sobre los muertos
que se han callado en dos meses,
beso zapatos vacíos
y empuño rabiosamente
la mano del corazón
y el alma que lo sostiene.
Que mi voz suba a los montes
y baje a la tierra y truene,
eso pide mi garganta
desde ahora y desde siempre.
Acércate a mi clamor,
pueblo de mi misma leche,
árbol que con tus raíces
encarcelado me tienes,
que aquí estoy yo para amarte
y estoy para defenderte
con la sangre y con la boca
como dos fusiles fieles.
Si yo salí de la tierra,
si yo he nacido de un vientre
desdichado y con pobreza,
no fue sino para hacerme
ruiseñor de las desdichas,
eco de la mala suerte,
y cantar y repetir
a quien escucharme debe
cuanto a penas, cuanto a pobres,
cuanto a tierra se refiere.
Ayer amaneció el pueblo
desnudo y sin qué comer,
y el día de hoy amanece
justamente aborrascado
y sangriento justamente.
En su mano los fusiles
leones quieren volverse:
para acabar con las fieras
que lo han sido tantas veces.
Aunque le faltan las armas,
pueblo de cien mil poderes,
no desfallezcan tus huesos,
castiga a quien te malhiere
mientras que te queden puños,
uñas, saliva, y te queden
corazón, entrañas, tripas,
cosas de varón y dientes.
Bravo como el viento bravo,
leve como el aire leve,
asesina al que asesina,
aborrece al que aborrece
la paz de tu corazón
y el vientre de tus mujeres.
No te hieran por la espalda,
vive cara a cara y muere
con el pecho ante las balas,
ancho como las paredes.
Canto con la voz de luto,
pueblo de mí, por tus héroes:
tus ansias como las mías,
tus desventuras que tienen
del mismo metal el llanto,
las penas del mismo temple,
y de la misma madera
tu pensamiento y mi frente,
tu corazón y mi sangre,
tu dolor y mis laureles.
Antemuro de la nada
esta vida me parece.
Aquí estoy para vivir
mientras el alma me suene,
y aquí estoy para morir,
cuando la hora me llegue,
en los veneros del pueblo
desde ahora y desde siempre.
Varios tragos es la vida
y un solo trago es la muerte"
miércoles, 20 de marzo de 2013
El mundo al revés
20 de marzo
"El 20 de marzo del año 2003, los aviones de Irak bombardearon los Estados Unidos.
Tras las bombas, las tropas iraquíes invadieron el territorio norteamericano.
Hubo numerosos daños colaterales. Muchos civiles estdounidenses, en su mayoría mujeres y niños, perdieron la vida o fueron mutilados. Se desconoce la cifra exacta porque la tradición manda contar las víctimas de las tropas invasores y prohíbe contar las víctimas de la población invadida.
La guerra fue inevitable. La seguridad de Irak, y de la humanidad entera, estaba amenazada por las armas de destrucción masiva acumuladas en los arsenales de los Estados Unidos.
Ningún fundamento tenían, en cambio, los rumores insidiosos que atribuían a Irak la intención de quedarse con el petróleo de Alaska"
de Eduardo Galeano
LA YAPA
la prensa insidiosa aún insiste en que es Estados Unidos el atacante...
"El 20 de marzo del año 2003, los aviones de Irak bombardearon los Estados Unidos.
Tras las bombas, las tropas iraquíes invadieron el territorio norteamericano.
Hubo numerosos daños colaterales. Muchos civiles estdounidenses, en su mayoría mujeres y niños, perdieron la vida o fueron mutilados. Se desconoce la cifra exacta porque la tradición manda contar las víctimas de las tropas invasores y prohíbe contar las víctimas de la población invadida.
La guerra fue inevitable. La seguridad de Irak, y de la humanidad entera, estaba amenazada por las armas de destrucción masiva acumuladas en los arsenales de los Estados Unidos.
Ningún fundamento tenían, en cambio, los rumores insidiosos que atribuían a Irak la intención de quedarse con el petróleo de Alaska"
de Eduardo Galeano
LA YAPA
la prensa insidiosa aún insiste en que es Estados Unidos el atacante...
Bush nos dijo que Irak tiene armas de destrucción masiva, ahora Obama viene con un discurso parecido respecto de Siria
Nacimiento del cine
19 de marzo
"En 1895, los hermanos Lumiere, Louis y Auguste, filmaron un brevísimo cortmetraje que mostraba la salida de los obreros en una fábria de Lyon.
Esa película, la primera en la historia del cine, fue vista por muy pocos amigos, y por nadie más.Por fin, el 28 de diciembre, los hermanos Lumiere la ofrecieron al público, junto con otros nueve cortometrajes de su autoría, que también registraban fugaces momentos de la realidad.
En el subsuelo del Grand Café de París, se realizó el estreno mundial del prodigioso espectáculo hijo de la linterna mágica, la rueda de la vida y otras artes de los ilusionistas.Lleno total. Treinta y cinco personas a un franco por silla.
George Mélies fue uno de los espectadores. Quiso comprar la cámara filmadora. Como no se la vendieron no tuvo más remedio que inventar una".
De Eduardo Galeano
LA YAPA
La salida http://youtu.be/lrKaFECkLJg
"En 1895, los hermanos Lumiere, Louis y Auguste, filmaron un brevísimo cortmetraje que mostraba la salida de los obreros en una fábria de Lyon.
Esa película, la primera en la historia del cine, fue vista por muy pocos amigos, y por nadie más.Por fin, el 28 de diciembre, los hermanos Lumiere la ofrecieron al público, junto con otros nueve cortometrajes de su autoría, que también registraban fugaces momentos de la realidad.
En el subsuelo del Grand Café de París, se realizó el estreno mundial del prodigioso espectáculo hijo de la linterna mágica, la rueda de la vida y otras artes de los ilusionistas.Lleno total. Treinta y cinco personas a un franco por silla.
George Mélies fue uno de los espectadores. Quiso comprar la cámara filmadora. Como no se la vendieron no tuvo más remedio que inventar una".
De Eduardo Galeano
LA YAPA
La salida http://youtu.be/lrKaFECkLJg
martes, 19 de marzo de 2013
Con los dioses adentro
18 de marzo
"En la cordillera de los Andes, los conquistadores españoles habían expulsado a los dioses indígenas.
Extirpada fue la idolatría.
Pero allá por el año 1560, los dioses regresaron. Viajaron con sus grandes alas, venidos no se sabe de dónde, y se metieron en los cuerpos de sus hijos, desde Ayacucho hasta Oruro, y en esos cuerpos bailaron. Las danzas, que bailaban la rebelión, fueron castigadas con el azote o la horca, pero no hubo manera de pararlas. Y siguieron anunciando el fin de la humillación.
En lengua quechua, la palabra naupa significa fue, pero también significa será"
de Eduardo Galeano
LA YAPA
Del tiempo de ñaupa
http://www.youtube.com/watch?v=07Zz6EAWa1s
"En la cordillera de los Andes, los conquistadores españoles habían expulsado a los dioses indígenas.
Extirpada fue la idolatría.
Pero allá por el año 1560, los dioses regresaron. Viajaron con sus grandes alas, venidos no se sabe de dónde, y se metieron en los cuerpos de sus hijos, desde Ayacucho hasta Oruro, y en esos cuerpos bailaron. Las danzas, que bailaban la rebelión, fueron castigadas con el azote o la horca, pero no hubo manera de pararlas. Y siguieron anunciando el fin de la humillación.
En lengua quechua, la palabra naupa significa fue, pero también significa será"
de Eduardo Galeano
LA YAPA
Del tiempo de ñaupa
http://www.youtube.com/watch?v=07Zz6EAWa1s
Ellos supieron escuchar
17 de marzo
"Carlos y Cudrun Lenkersdorf habían nacido y vivido en Alemania.
En el año 1973, estos ilustres profesores llegaron a México. Y entraron al mundo maya, a una comunidad tojolabal, y se presentaron diciendo:
-Venimos a aprender.
Los indígenas callaron.
Al rato, alguno explicó el silencio:
-Es la primera vez que alguien nos dice eso.
Y aprendiendo se quedaron allí, Gudrun y Carlos, durante años de años.
De la lengua maya aprendieron que no hay jerarquía que separe al sujeto del objeto, porque yo bebo el agua que me bebe y soy mirado por todo lo que miro, y aprendieron a saludar así:
-Yo soy otro tú.
-Tú eres otro yo."
De Eduardo Galeano.
LA YAPA
Es como la magia de dos espejos enfrentados
al mirar en mi ves que sos vos
y yo al mirarte a vos me veo a mí.
La otredad no es desafío ni violencia sino una continuación mía en otro humano.
"Carlos y Cudrun Lenkersdorf habían nacido y vivido en Alemania.
En el año 1973, estos ilustres profesores llegaron a México. Y entraron al mundo maya, a una comunidad tojolabal, y se presentaron diciendo:
-Venimos a aprender.
Los indígenas callaron.
Al rato, alguno explicó el silencio:
-Es la primera vez que alguien nos dice eso.
Y aprendiendo se quedaron allí, Gudrun y Carlos, durante años de años.
De la lengua maya aprendieron que no hay jerarquía que separe al sujeto del objeto, porque yo bebo el agua que me bebe y soy mirado por todo lo que miro, y aprendieron a saludar así:
-Yo soy otro tú.
-Tú eres otro yo."
De Eduardo Galeano.
LA YAPA
Es como la magia de dos espejos enfrentados
al mirar en mi ves que sos vos
y yo al mirarte a vos me veo a mí.
La otredad no es desafío ni violencia sino una continuación mía en otro humano.
Cuentacuentos
16 de marzo
"En estos días, y en otros también, celebran sus festivales los narradores que relatan cuentos a viva voz, escribiendo en el aire.
Los cuentacuentos tienen numerosas divinidades que los inspiran y los amparan.
Entre ellas, Rafuema, el abuelo que contó la historia del origen del pueblo uitoto, en la región colombiana de Araracuara.
Rafuema contó que los uitotos habían nacido de las palabras que contaban su nacimiento. Y cada vez que él lo contaba, los uitotos volvían a nacer."
de Eduardo Galeano.
LA YAPA
No simples cuentacuentos sino encargados de transmitir una cultura a las generaciones jovenes. La importancia de la batalla cultural.
TOMATE TU TIEMPO Y LEÉ ESTE RELATO DEL CUENTACUENTOS...
LA DE LOS FUERTES
El viejo Barba-Larga hizo una en su narración, se lamió los grasientos dedos y se los enjugó en sus desnudos costados, por encima del andrajo de piel de oso que le cubría. Agachados en torno a él estaban enormes tres jóvenes, sus nietos: Corre-Ciervos, Cabeza-Rubia y Miedoso-de-la-Noche. Su aspecto era muy similar. Se cubrían parcialmente con pieles de animales salvajes. Eran de constitución enjuta y menuda, de caderas estrechas y arqueadas, pero al mismo tiempo tenían pecho ancho, brazos largos y fuertes, y manos. Un espeso vello les cubría el tórax y los hombros, así como la parte externa de brazos y piernas. Sus cabellos eran marañas de sucias greñas, con largos mechones que a menudo se interponían ante sus pequeños ojos, negros y brillantes como los de un pájaro. Tenían los ojos muy juntos y los pómulos anchos, mientras que sus mandíbulas inferiores eran grandes y sobresalientes.
Era una clara noche estrellada. Por debajo de ellos, perdiéndose en la distancia, se alineaban sierras cubiertas de bosque. En la lejanía, el resplandor de un volcán teñía de rojo el cielo. A sus espaldas se abría la negra boca de una caverna, de la cual surgían de cuando en cuando frías corrientes de aire. Ante ellos ardía una gran hoguera. A su lado se encontraba el cuerpo de un oso parcialmente devorado y, a cierta distancia, en torno a éste, unos cuantos perros grandes, lanudos y de aspecto alobunado. Por tierra, junto a cada hombre, se encontraba un arco con flechas y un gran garrote. A la entrada de la cueva, varias lanzas primitivas se hallaban apoyadas contra la roca.
-Y así fue como nos trasladamos de la caverna al árbol -concluyó Barba-Larga.
Se rieron ruidosamente, como niños grandes, recordando la historia que les acababa de contar. Barba-Larga se rió también mientras saltaba y bailaba el largo huesecillo que le atravesaba el cartílago de la nariz, dándole un aspecto aún más feroz. No eran exactamente éstas sus palabras, pero eso es lo que venían a decir los sonidos animales que su boca emitía.
-Y esto es lo primero que recuerdo del Valle del Mar -continuó Barba-Larga-. Éramos una gente muy necia. No conocíamos el secreto de la fuerza. Porque, ¡fijaos!, cada familia vivía por su cuenta y sólo se preocupaba de sí misma. Éramos treinta familias, pero no nos fortalecíamos unas con otras. Vivíamos en un mutuo temor continuo. Nadie hacía visitas. En la copa de un árbol hacíamos un chozo de maleza y ramas, y en la plataforma de fuera teníamos un montón de piedras destinadas a las cabezas de quienes se les ocurriera visitarnos. Además, teníamos nuestras lanzas y flechas. Nunca pasábamos por debajo de los árboles de las otras familias tampoco. Mi hermano pasó una vez bajo el árbol de buuú y le rompieron la cabeza; y así fue como terminó.
"El viejo Buuú era muy fuerte. Se decía que podía arrancarle a uno la cabeza de un tirón, aunque yo nunca oí que lo hiciera, porque nadie le daba ocasión. Y mi padre tampoco. Un día en que mi padre había bajado a la playa, Buuú comenzó a perseguir a mi madre. Ella no podía correr mucho porque la víspera había recibido el zarpazo de un oso mientras recogía bayas en las montañas. Entonces Buuú se apoderó de ella y se la llevó a su árbol. Mi padre nunca pudo recuperarla. Tenía miedo porque el viejo Buuú le hacía gestos amenazadores.
"Pero a mi padre no le importó. Brazo-Fuerte era otro hombre fuerte y uno de los mejores pescadores. Pero un día buscando huevos de gaviota, se cayó del acantilado. Después de aquello, nunca recuperó su fuerza. Tosía mucho y se le encogieron los hombros. Entonces mi padre se apoderó de su mujer, y cuando vino a reclamarla, tosiendo bajo nuestro árbol, mi padre se reía de él y le arrojaba piedras. Era nuestra manera de ser en aquellos días. No sabíamos cómo apoyarnos mutuamente y hacernos fuertes."
-¿Y un hermano hubiera sido capaz de robar la mujer a otro hermano? -preguntó Corre-Ciervos.
-Si se había ido a vivir solo a otro árbol, sí.
-Pues nosotros no hacemos esas cosas ahora -objetó Miedoso-de-la-Noche.
-Porque yo he educado mejor a vuestros padres -respondió Barba-Larga, sacando con su peluda garra un puñado de sebo de las entrañas del oso y chupándolo con aire meditabundo. De nuevo enjugó las manos en sus desnudos costados y prosiguió:
-Lo que os cuento ocurrió hace mucho tiempo, antes de que aprendiéramos la lección.
-Debíais ser muy necios para no haberos dado cuenta -comentó Corre-Ciervos, mientras Cabeza-Rubia daba un gruñido de aprobación.
-Sí que lo éramos; pero nuestra necedad llegó a ser aún mayor, como ahora veréis. No obstante, algo llegamos a aprender, y fue de esta manera. Los comepeces no habíamos aprendido a aunar nuestra fuerza hasta convertirla en la fuerza de todos juntos. Pero los comecarne, que vivían al otro lado de la divisoria que separa el Gran Valle, se mantenían unidos: unidos cazaban, pescaban y luchaban. Un día entraron en nuestro valle. Cada uno de nuestras familias se refugió en su cueva o en su árbol. Los comecarne sólo eran diez, pero luchaban juntos mientras que nosotros luchábamos cada familia por su cuenta.
Barba-Larga fue contando lenta y penosamente con los dedos.
-Nosotros éramos sesenta hombres -consiguió al fin expresar por medio de labios y dedos-. Y teníamos mucha fuerza; sólo que no lo sabíamos. Vimos cómo los diez hombres atacaban el árbol de Buuú. El se defendió valientemente; pero estaba perdido. Los demás mirábamos. Cuando unos comecarne intentaron subir al árbol, Buuú tuvo que salir al descubierto para arrojarles piedras sobre las cabezas. Con lo cual, los otros, que estaban esperando precisamente esto, le acribillaron a flechazos. Y así terminó Buuú.
"A continuación, los comecarne liquidaron al Tuerto y a su familia, que se habían refugiado en su cueva. Hicieron una hoguera a la entrada de ésta y la llenaron de humo hasta hacerlos salir, como hicimos nosotros hoy con el oso. Luego fueron a buscar a Seis-Dedos a su árbol, y mientras le daban muerte a él y a su hijo mayor, los demás huimos de allí. Capturaron a algunas de nuestras mujeres, y mataron a dos viejos que no podían correr deprisa y a varios niños. A las mujeres se las llevaron consigo al Gran Valle.
"Después de aquello, los demás volvimos cautelosamente, y, tal vez porque estábamos atemorizados y sentíamos necesidad de compañía, el caso es que nos pusimos a hablar de lo ocurrido. Era nuestra primera reunión; nuestro primer consejo de verdad. Y en aquel consejo, por primera vez, formamos una tribu. Porque habíamos aprendido la lección. De los diez comecarne, cada uno había tenido la fuerza de los diez, porque luchaban como un solo hombre. Ellos habían sumado su fuerza. Nosotros, en cambio, de las treinta familias y sesenta hombres que éramos, habíamos tenido solamente la fuerza de un hombre, porque cada uno había luchado por sí.
"Fue una gran charla la que mantuvimos, y también difícil, porque entonces no teníamos las palabras de ahora para hablar. El Pulga hizo algunas palabras mucho tiempo después, y también los demás inventábamos palabras de cuando en cuando. Pero al final acordamos aunar nuestras fuerzas y luchar como un solo hombre la próxima vez que los comecarne vinieran a robar nuestras mujeres. Y así se formó la tribu.
"Pusimos a dos hombres en la divisoria, uno por el día y otro por la noche, para advertir la llegada de los comecarne. Ellos eran los ojos de la tribu. Luego, tanto de día como de noche, tenía que haber también diez hombres despiertos, con sus garrotes y sus lanzas y flechas a mano, dispuestos para la lucha. Antes, cuando alguien iba en busca de peces, almejas o huevos de gaviota, llevaba consigo sus armas, y la mitad del tiempo se lo pasaba buscando comida y la otra mitad vigilando no fuera que otro le cazase a él. Ahora todo esto cambió. Los hombres salían sin sus armas y se dedicaban por completo a conseguir alimentos. Del mismo modo, cuando las mujeres subían a las montañas a buscar raíces y bayas, cinco de los diez hombres iban con ellas para protegerlas. Entretanto, noche y día, los ojos de la tribu vigilaban desde lo alto de la línea divisoria.
"Pero vinieron los problemas. Fue en relación con las mujeres, como de costumbre. Los hombres que no tenían mujeres querían las mujeres de otros y había muchas peleas entre ellos. Y, de cuando en cuando, a alguno le destrozaban la cabeza o le atravesaban de un lanzazo. Mientras uno de los vigilantes estaba arriba en su puesto, un hombre le robó su mujer y él bajó a defender lo suyo. El otro vigilante entonces temió que alguien se apoderase de su mujer y también abandonó su puesto. Por otro lado, hubo disputas entre los diez que llevaban siempre las armas, los cuales se enzarzaron en una pelea, cinco contra cinco, hasta que unos huyeron hacia el río y los otros salieron en su persecución.
"Así fue como la tribu se quedó sin ojos y sin guardianes. No sólo no teníamos ya la fuerza de sesenta, sino que la habíamos perdido toda. Entonces celebramos un consejo e hicimos nuestras primera leyes. Yo no era más que un rapazuelo, pero me acuerdo todavía. Dijimos que, para ser fuertes, no tenía que haber enfrentamientos entre nosotros. Así que hicimos una ley por la cual cuando un hombre matase a otro, la tribu le mataría a él. Hicimos otra ley según la cual al que robase la mujer a otro la tribu le daría muerte. Dijimos que al hombre que tuviera muchísima fuerza y la utilizara para hacer daño a sus hermanos de tribu le mataríamos para que su fuerza no volviese a perjudicar a nadie. Porque si permitíamos que su fuerza dañara a sus hermanos, éstos tendrían miedo y la tribu se desharía; y entonces seríamos tan débiles como cuando los comecarne nos atacaron la primera vez y mataron a Buuú.
"El Tabas era un hombre fuerte, muy fuerte; pero ignoraba la ley. Sólo conocía su propia fuerza y, valiéndose de ella, decidió apoderarse de la mujer de Tres-Almejas. Tres-Almejas intentó defenderla, pero el Tabas le saltó los sesos de un garrotazo. Sin embargo, el Tabas había olvidado que todos los hombres habíamos aunado nuestra fuerza para guardar la ley entre nosotros. Entonces le dimos muerte al pie de su árbol y colgamos su cadáver de una rama como advertencia de que la ley era más fuerte que cualquier hombre. Porque nosotros todos éramos la ley, y nadie era superior a la ley.
"Luego vinieron otros problemas, porque sabed, ¡oh, Corre-Ciervos, Cabeza-Rubia y Miedoso-de-la-Noche!, que no es fácil formar una tribu. Había tantas menudencias que discutir, que era un gran problema tener que andar continuamente reuniéndonos. Celebrábamos consejos mañana, tarde y noche, y hasta en medio de la noche. Apenas nos quedaba tiempo para salir a buscar comida, a causa de los consejos; porque siempre nos faltaba alguna pequeñez que resolver, como nombrar a dos nuevos vigilantes para sustituir a los anteriores en la montaña, o decidir cuánta comida les correspondía a los hombres que se dedicaban a las armas y no buscaban alimentos.
"Necesitábamos un jefe que se ocupara de estas cosas; alguien que fuera la voz del consejo y que respondiera ante éste de lo que hiciese. Entonces nombramos jefe a Fufú. Era un hombre fuerte y también muy astuto, y cuando se ponía furioso hacía Fufú como un gato salvaje.
"A los diez hombres que guardaban la tribu los mandamos construir una muralla de piedras en la parte estrecha del valle. Las mujeres y los niños mayores ayudaban, así como otros hombres, hasta que tuvimos un fuerte muro. Cuando se terminó, todas las familias abandonaron sus árboles y cuevas y construyeron chozas al abrigo de la muralla. Eran éstas casas grandes y mucho mejores que las cuevas y los árboles. Así, por haber aunado los hombres su fuerza y habernos convertido en una tribu, todo el mundo vivía mejor. Gracias a la muralla, a los guardianes y a los vigilantes, había más tiempo para cazar y pescar y para recoger raíces y bayas; había más comida y mejor que antes, y nadie pasaba hambre. Incluso Tres-Patas (le llamábamos así porque le habían aplastado las piernas cuando era un muchacho y tenía que caminar con un bastón), Tres-Patas consiguió la semilla del grano silvestre y la plantó en terrenos del valle, cerca de su casa. Y hasta intentó plantar jugosas raíces y otros vegetales que encontraba por los valles altos.
"Debido a la seguridad del Valle del Mar, conseguida gracias a la muralla y a los vigilantes y guardianes, y a la abundancia de comida obtenida pacíficamente, muchas familias vinieron de los valles costeros y de las altas montañas del interior, donde vivían más como animales salvajes como hombres. Y no pasó mucho tiempo sin que el Valle del Mar se llenase de innumerables familias. Pero antes de que esto ocurriera, la tierra, que había estado abierta y era de todos, fue dividida y cercada. El primero que lo hizo fue Tres-Patas cuanto plantó el grano. Pero la mayoría no teníamos interés en la tierra, y pensábamos que señalar linderos con tapias de piedra era una tontería. Si teníamos suficiente para comer, ¿qué más queríamos? Recuerdo que mi padre y yo construimos tapias para Tres-Patas y él nos dio grano a cambio.
"De este modo, sólo unos pocos se quedaron con toda la tierra y Tres-Patas con la mayor parte de ella. Además, otros que habían cogido tierra se la terminaron dando a los pocos que continuaban con ella, recibiendo a cambio grano, raíces y pieles de oso, así como pescado que los pescadores cambiaban a los agricultores por grano. Y cuando quisimos darnos cuenta toda la tierra había desaparecido.
"Por aquella época murió Fufú y nombramos jefe a su hijo Diente-de-Perro. De todos modos, él pidió que le hiciéramos jefe, ya que su padre había sido jefe antes. Incluso se consideraba un jefe más grande que su padre. Fue un buen jefe al principio, y trabajaba mucho. Tanto, que el consejo tenía cada vez menos que hacer. Entonces se alzó una nueva voz en el Valle del Mar. Era Labio-Torcido, al que nunca habíamos tenido mucho en cuenta hasta que empezó a hablar con los espíritus de los muertos. Más tarde le llamamos Bola-de-Sebo, porque, de comer tanto sin trabajar, se puso gordo y redondo como una bola. Un día nos contó que poseía los secretos de los muertos y que era la voz de Dios. Se hizo muy amigo de Diente-de-Perro, y éste nos mandó que construyésemos una choza para Bola-de-Sebo. Bola-de-Sebo la rodeó entonces de tabúes y guardó a Dios dentro.
"Día a día, Diente-de-Perro se hacía más poderoso que el consejo; pero cuando éste se quejó y quiso nombrar a un nuevo jefe, Bola-de-Sebo habló con la voz de Dios y dijo que no. Tres-Patas y los otros que poseían la tierra apoyaron también a Diente-de-Perro. Es más, a León-de-Mar, que era el hombre más fuerte del consejo, los terratenientes le dieron tierras en secreto, además de muchas pieles de oso y cestas de grano. Así, pues, León-de-Mar dijo que la voz de Bola-de-Sebo era verdaderamente la voz de Dios y que había que obedecerla. Poco después León-de-Mar fue nombrado la voz de Diente-de-Perro y hablaba casi siempre en su lugar.
"Luego estaba Barriga-Chica, un hombre pequeño y tan flaco de vientre, que parecía que nunca había tenido para comer. Cerca de la desembocadura del río, donde la arena frena la fuerza de las olas, construyó una gran trampa para pescar. Nadie había visto antes una trampa así, ni a nadie se le había ocurrido nunca. Durante varias semanas trabajó en ella con su hijo y su mujer, mientras los demás nos burlábamos de sus esfuerzos. Pero cuando estuvo terminada, el primer día pescó con ella más peces que toda la tribu en una semana, lo cual provocó una gran alegría. Solamente había otro lugar en el río apropiado para una trampa, pero cuando mi padre y yo y doce hombres más comenzamos a construir una muy grande, los guardianes salieron de la gran choza que le habíamos hecho a Diente-de-Perro y, acercándose a nosotros, nos pincharon con sus lanzas y nos dijeron que nos marcháramos, porque el propio Barriga-Chica iba a construir allí otra trampa por orden de León-de-Mar, que era la voz de Diente-de-Perro.
"Hubo muchas quejas, y mi padre convocó un consejo. Pero cuando se levantó para hablar, León-de-Mar le atravesó la garganta de un lanzazo y murió. Y tanto Diente-de-Perro como Barriga-Chica, así como Tres-Patas y todos los que poseían tierras, dijeron que había hecho bien. Y Bola-de-Sebo añadió que era la voluntad de Dios. Desde entonces, todos tenían miedo de levantarse para hablar en el consejo, y ése fue su final.
"Otro hombre, Quijada-de-Cerdo, comenzó a criar cabras. Era algo que había aprendido de los comecarne, y al poco tiempo tenía muchos rebaños. Otros hombres, que no poseían tierra ni trampas de pesca, y que de otro modo hubieran pasado hambre, se mostraron dispuestos a trabajar para Quijada-de-Cerdo, cuidando sus cabras, protegiéndolas de los perros y fieras salvajes y conduciéndolas a los pastos de las montañas. A cambio, Quijada-de-Cerdo les daba carne de cabra para comer y pieles para vestirse, y ellos, a veces, cambiaban la carne por pescado, grano y raíces.
"Por aquella época surgió el dinero. León-de-Mar fue el primero a quien se le ocurrió, y lo consultó con Diente-de-Perro y Bola-de-Sebo. Habéis de saber que estos tres recibían una participación de todo lo que había en el Valle del Mar. Un cesto de grano de cada tres era suyo, así como un pez de cada tres y una cabra de cada tres. A cambio, ellos daban de comer a los guardianes y vigilantes, guardando el resto para ellos solos. A veces, cuando la pesca era abundante, no sabían ni qué hacer con lo que les tocaba. Entonces, León-de-Mar puso a las mujeres a hacer dinero con conchas: pequeñas piezas redondas, con un agujero en el medio y superficies pulidas. Luego las ensartaban en cordeles y las ristras se llamaban dinero.
"Cada ristra tenía el valor de treinta o cuarenta peces; pero las mujeres, que hacía un cordel por día, recibían dos peces cada una. El pescado provenía de las raciones que Diente-de-Perro, Bola-de-Sebo y León-de-Mar no se llegaban a comer. De este modo, todo el dinero les pertenecía a ellos. Luego dijeron a Tres-Patas y a los demás terratenientes que querían su porcentaje de grano y raíces en dinero; y lo mismo le dijeron a Barriga-Chica respecto a la parte de pescado y a Quijada-de-Cerdo respecto a las cabras y queso que les correspondía. Así, un hombre que no tenía nada trabajaba para otro que tenía, y se le pagaba en dinero. Con este dinero compraba grano, pescado, carne y queso. Y Tres-Patas y todos los propietarios de cosas pagaban a Diente-de-Perro, a León-de-Mar y a Bola-de-Sebo su parte en dinero. Y ellos pagaban a los guardianes y vigilantes en dinero, y los guardianes y vigilantes compraban su comida con el dinero. Y como el dinero era barato, Diente-de-Perro hizo a más hombres guardianes. Y como el dinero era barato de hacer, algunos comenzaron a hacer dinero ellos mismos con conchas. Pero los guardianes los mataron con sus lanzas y flechas, porque estaban tratando de romper la tribu. Y romper la tribu era malo, porque entonces vendrían los comecarne y los matarían a todos.
"Bola-de-Sebo era la voz de Dios, pero tomó a Costilla-Rota y le hizo sacerdote, de manera que éste se convirtió en la voz de Bola-de-Sebo y podía hablar en su lugar. Y ambos tenían otros hombres para servirles. Lo mismo hicieron Barriga-Chica, Tres-Patas y Quijada-de-Cerdo, los cuales tenían criados que holgazaneaban alrededor de sus chozas, haciéndoles recados y dando órdenes. Y cada vez era mayor el número de hombres retirados del trabajo, de manera que los que quedábamos teníamos que trabajar más que nunca. Parecía que los hombres no querían trabajar y que se afanaban en buscar nuevos medios por los cuales otros trabajasen en su lugar. Ojos-Torcidos descubrió uno de esos medios. Fue él quien elaboró el primer brebaje de fuego a partir del grano. Y desde entonces dejó de trabajar, porque entró en tratos secretos con Diente-de-Perro, Bola-de-Sebo y los otros amos, y acordaron que sólo él podría hacer el brebaje de fuego. Pero el trabajo no lo hacía Ojos-Torcidos. Eran otros los que hacían la bebida en su lugar, y él les pagaba con dinero, Luego la vendía, y todos los hombres la compraban. Con lo cual entregó muchas ristras de dinero a Diente-de-Perro y a los demás.
"Bola-de-Sebo y Costilla-Rota apoyaron a Diente-de-Perro cuando éste tomó a su segunda mujer y luego a la tercera. Dijeron que Diente-de-Perro era diferente a los demás y que sólo estaba por debajo de Dios, que Bola-de-Sebo guardaba en su casa sagrada; y lo mismo dijo Diente-de-Perro, preguntando quién eran ellos para andar refunfuñando sobre el número de sus mujeres. Diente-de-Perro se hizo construir una gran canoa y retiró de su trabajo a muchos más hombres, los cuales no hacían otra cosa que estar tumbados al sol, salvo cuando tenían que hacer de remeros en los paseos del jefe. Asimismo, a la cabeza de todos los guardianes puso a Cara-de-Tigre, quien se convirtió en su brazo derecho, de modo que, cuando no le gustaba alguien, Cara-de-Tigre se encargaba de darle muerte. Y Cara-de-Tigre, además, se buscó a otro hombre de confianza a quien dar órdenes y para que matara en su lugar.
"Pero lo más extraño de todo ello era que, a medida que pasaba el tiempo, los que quedábamos trabajábamos cada vez más y teníamos cada vez menos que comer.
-¿Y qué pasaba con las cabras, el grano, las raíces y el pescado? -preguntó Miedoso-de-la-Noche-. ¿Qué pasaba con todo eso? ¿No se conseguía más comida con el trabajo de un hombre?
-Es verdad -asintió Barba-Larga-. Sólo con que tres hombres atendieran a la trampa de pescado pescaban más peces que toda la tribu antes de que existiera la trampa. ¿Pero no he dicho que éramos unos necios? Cuantos más alimentos producíamos, menos teníamos que comer.
-¿Y no estaba claro entonces que el gran número de los que no trabajaban se lo comían todo? -preguntó Cabeza Rubia.
Barba-Larga asintió con un triste movimiento de cabeza.
-Los perros de Diente-de-Perro se atiborraban de carne, y los hombres que holgazaneaban al sol sin trabajar estaban cada día más gordos, y mientras tanto había niños que se dormían llorando por el hambre que les roía las entrañas.
Corre-Ciervos, aguzado su apetito por la anécdota del hambre, desgarró un pedazo de carne de oso y lo puso sobre las brasas atravesado en un palo. Luego lo devoró chascando los labios mientras Barba-Larga continuaba:
-Cuando nos quejábamos, Bola-de-Sebo se levantaba y, hablando con la voz de Dios, decía que éste había elegido a los hombres prudentes para que poseyeran la tierra, las cabras, la trampa de pescar y el brebaje de fuego, y que sin estos hombres prudentes seríamos todos animales como en los tiempos en que vivíamos en los árboles.
"Y apareció uno que hacía canciones de honor al "rey". Le llamaban el Pulga porque era pequeño y contrahecho, y superaba a cualquiera en holgazanería. Le gustaban los mejores huesos de caña, el pescado más selecto, la leche tibia directa de las cabras, el cereal más temprano y el lugar mejor resguardado junto al fuego. Y así, al convertirse en cantor del "rey", descubrió la manera de engordar sin hacer nada. Y como la gente se quejaba cada vez más y algunos llegaron a arrojar piedras contra la choza del "rey", el Pulga hizo un cantar sobre lo bueno que era ser un comepeces. En su cantar decía que los comepeces eran los elegidos de Dios y los seres más perfectos que Dios había hecho, y que los comecarne eran igual que cerdos y cuervos. Y cantaba acerca de lo hermoso y bueno que era que los comepeces luchaban y murieran cumpliendo la voluntad de Dios, que consistía en matar a los comecarne. La letra de su cantar era como un fuego en nuestras entrañas que hacía pedir a voces que nos llevaran a pelear contra los comecarne. Así olvidábamos nuestra hambre y los motivos de nuestras quejas, y fue una gran alegría para nosotros cuando Cara-de-Tigre nos condujo al otro lado de la divisoria y matamos a muchos comecarne.
"Pero las cosas no mejoraron en el Valle del Mar. El único modo de conseguir comida era trabajando para Tres-Patas, Barriga-Chica o Quijada-de-Cerdo, pues no quedaba ya más tierra en la que poder plantar grano. Y a menudo, como había más trabajadores de los que Tres-Patas y los otros necesitaban, estos hombres pasaban hambre, y también sus mujeres e hijos y sus ancianas madres. Cara-de-Tigre les decía que podían enrolarse en la guardia, y muchos de ellos lo hicieron. Y desde entonces ya no trabajaban más, salvo para pinchar con sus lanzas a los que trabajaban de verdad y se quejaban de tener que alimentar a tantos holgazanes.
"Y cada vez que nos quejábamos, el Pulga inventaba nuevos cantares. Decía que Tres-Patas, Quijada-de-Cerdo y los demás eran hombres fuertes y que por eso tenían tanto; que deberíamos estar contentos por tener con nosotros hombres fuertes, pues de otra manera, seríamos víctimas de nuestra propia inutilidad y de los comecarne. Por tanto, deberíamos aceptar de buen grado el que estos hombres fuertes se quedasen con cuanto pudieran. Y Bola-de-Sebo, Quijada-de-Cerdo y todos los demás dijeron que era verdad.
-De acuerdo -dijo Colmillo-Largo-. Entonces yo también seré un hombre fuerte.
"Y consiguió grano y comenzó a hacer agua de fuego y lo vendía por ristras de dinero. Y cuando Ojos-Torcidos se quejó, Colmillo-Largo respondió que también él era un hombre fuerte y que si Ojos-Torcidos seguía dando voces le iba a romper los sesos. Con lo cual, Ojos-Torcidos tuvo miedo y fue a hablar con Tres-Patas y Quijada-de-Cerdo. Y los tres juntos fueron a consultar con Diente-de-Perro. Y éste habló con León-de-Mar, el cual mandó un mensajero a Cara-de-Tigre. Entonces Cara-de-Tigre envió a sus guardianes, quienes quemaron la casa de Colmillo-Largo junto con el agua de fuego que había hecho. Además le dieron muerte a él y a toda su familia. Y Bola-de-Sebo dijo que bien hecho, y el Pulga compuso otra canción sobre lo bueno que era observar la ley y lo hermosa que era la tierra del Valle del Mar y cómo todos los que amasen el Valle del Mar debían ir a matar a los malvados comecarne. Y una vez más su cantar era como fuego en nuestras entrañas y nos olvidamos de nuestros agravios.
"Era muy extraño. Cuando Barriga-Chica pescaba demasiados peces y tenía que dar demasiados peces a cambio de poco dinero, volvía a arrojar al mar muchos de ellos, de manera que le pagasen más por los que quedaban. Y Tres-Patas dejaba a menudo muchos grandes terrenos sin cultivar para conseguir más dinero por su grano. Y como las mujeres hacían tanto dinero de conchas que se necesitaban muchas ristras para comprar algo, Diente-de-Perro decidió cesar su fabricación. Y al quedarse las mujeres sin trabajo, empezaron a ocupar los puestos de los hombres. Así, yo que trabajaba en la trampa de pescar, ganaba una ristra de dinero cada cinco días. Pero cuando mi hermana pasó a ocupar mi puesto, sólo le daban una ristra cada diez días. Y como las mujeres trabajaban más baratos y había menos comida, Cara-de-Perro nos dijo que nos hiciéramos guardianes. Pero yo no podía hacerlo porque cojeaba de una pierna y Cara-de-Perro no me quería. Y había muchos como yo, hombres desechos, útiles tan sólo para mendigar trabajo o cuidar de los niños pequeños mientras las mujeres trabajaban."
Cabeza-Rubia, a quién se le había abierto también el apetito con la narración, comenzó a asar un pedazo de carne sobre las brasas.
-¿Pero cómo no os dio por rebelaros y matar a Tres-Patas, Quijada-de-Cerdo, Bola-de-Sebo y a los demás para conseguir qué comer? -preguntó Miedoso-de-la-Noche.
-Porque no comprendíamos -Respondió Barba-Larga-. Teníamos demasiado en que pensar y, además, estaba la amenaza de la guardia con sus lanzas y los sermones de Bola-de-Sebo sobre dios, u las canciones que inventaba el Pulga. Y cuando a uno se le ocurría algo justo y lo decía, Cara-de-Tigre y sus guardianes lo cogían y lo ataban a las rocas con la marea baja para que se ahogase cuando subieran las aguas.
"Era una cosa extraña... el dinero. Era como los cantares del Pulga. Parecía bueno sin serlo; pero fue algo que tardamos en comprender. Diente-de-Perro comenzó a reunir el dinero, lo amontonó en una choza y puso guardias para vigilarlo día y noche. Y cuanto más dinero guardaba en la choza más caro se hacía este y tanto más teníamos que trabajar por una ristra. Además, siempre corrían entonces rumores de una guerra con los comecarne, y lo mismo Diente-de-Perro que Cara-de-Tigre se dedicaban a llenar muchas casas de grano, pescado seco, carne de cabra ahumada y queso. Y con todas estas montañas de comida guardada, la gente no tenía suficiente para comer. ¿Pero qué más daba? Cada vez que la gente se quejaba y protestaba, el Pulga inventaba una canción y Bola-de-Sebo decía que era la voluntad de dios que diésemos muerte a los comecarne; y Cara-de-Tigre nos condujo mas allá de la divisoria para matar y ser muertos. Yo no valía lo suficiente para pertenecer a la guardia, pero cuando se trataba de la guerra, Cara-de-Tigre se alegraba de contar conmigo. Y cuando nos habíamos comido todas las provisiones almacenadas en las casas, dejábamos de luchar y regresábamos al trabajo para amontonar más comida.
-Entonces debíais estar todos locos -comentó Corre-Ciervos.
-Entonces estábamos todos locos, verdaderamente -asintió Barba-Larga-. Era extraño todo aquello. Estaba Nariz-Partida que decía que todo era injusto; que era cierto que cuando formamos por primera vez la tribu fue una cosa justa privar de su fuerza a aquellos que se servían de ella para perjudicar a la tribu partiendo la cabeza a sus hermanos o robando a sus mujeres. Y ahora, añadía, la tribu no se estaba haciendo más fuerte, sino más débil, porque había hombres con otra clase de fuerza que estaban dañando a la tribu..., hombres que poseían la fuerza de la tierra, como Tres-Patas, o que tenía la fuerza de la trampa de pescar, como Barriga-Chica, o la de la carne de cabra, como Quijada-de-Cerdo. Lo que había que hacer, decía Nariz-Partida, era despojar a estos hombres de su fuerza dañina y obligarles a trabajar como a todos, y no permitir comer a nadie que no trabajase.
"Y el Pulga compuso otro cantar sobre los hombres como Nariz-Partida, que querían volver a vivir en los árboles.
"Pero Nariz-Partida respondió que no, que él no quería volver atrás, sino ir hacia adelante; que ellos se habían hecho fuertes cuando aunaron su fuerza, y que si los comepeces sumaran su fuerza a los comecarne, se acabarían las luchas y no habría necesidad de vigilantes ni guardianes, y que, trabajando todos, habría tanta comida que cada hombre no tendría que trabajar más de dos horas diarias.
"Entonces el Pulga volvió a cantar, diciendo que Nariz-Partida era un holgazán; y cantó además la Canción de las abejas. Era ésta una extraña canción y los que la oían se volvían locos, como si hubieran bebido agua de fuego fuerte. Hablaba de un enjambre de abejas y de una avispa ladrona que se había metido do a vivir con ellas y les robaba la miel. La avispa era una holgazana y les decía que no había necesidad de trabajar y que se hicieran amigos de los osos, pues éstos no eran ladrones de miel, sino unos amigos estupendos. Así cantaba el Pulga, con palabras retorcidas, de modo que los que le oían comprendían que el enjambre de abejas era la tribu del Valle del Mar, los osos, los comecarne y la avispa holgazana Nariz-Partida. Y cuando la canción decía que las abejas escucharon a la avispa hasta que el enjambre estuvo a punto de perecer, la gente empezó a gruñir amenazadoramente; y cuando dijo que las buenas abejas al fin se levantaron y dieron muerte a la avispa a picotazos, la gente tomó piedras del suelo y lapidaron al Nariz-Partida hasta hacerle desaparecer bajo el montón de piedras que le arrojaron. E incluso mucha gente pobre le tiró piedras. Gente que tenía que trabajar muchas horas y muy duro y que apenas tenía que comer.
"Y tras la muerte de Nariz-Partida, únicamente otro hombre se atrevió a levantarse y a decir lo que pensaba; y ese hombre fue Cara-Peluda-
"-¿Dónde está la fuerza de los fuertes? -preguntaba-. Nosotros somos los fuertes y todos unido somos más fuertes que Diente-de-Perro, Cara-de-Tigre, Tres-Patas, Quijada-de-Cerdo y todos los demás, que no hacen nada sino comer y debilitarnos con el daño de su fuerza inicua. Los hombres que viven en la esclavitud no son fuertes. Si el primer hombre descubrió el valor y la utilidad del fuego hubiese utilizado su fuerza, hubiéramos sido todos sus esclavos, del mismo modo que lo somos hoy de Barriga-Chica por descubrir la ventaja del uso de la trampa de pescar, y de los que descubrieron la utilización de la tierra, las cabras y el agua de fuego. Antes, hermanos, vivíamos en los árboles y nadie estaba seguro. Pero ya no luchamos entre nosotros. Hemos aunado nuestra fuerza. Entonces, dejemos de luchar ya contra los comecarne y unamos nuestra fuerza a la suya. Así seremos verdaderamente fuertes. Entonces podremos caminar juntos, los comepeces y los comecarne, y terminaremos con los tigres y los leones, con los lobos y los perros salvajes, y apacentaremos nuestras cabras en todas las laderas y plantaremos grano y raíces en los valles altos. Y ese día seremos tan fuertes que los animales salvajes huirán de nosotros o perecerán. Y nada podría detenernos, porque la fuerza de cada hombre será la fuerza de todos los hombres del mundo.
"Así habló Cara-Peluda, y ellos le dieron muerte porque decían que era un salvaje y que quería volver a vivir en los árboles. Era algo sumamente extraño. Siempre que aparecía alguien que quería avanzar, los que permanecían inmóviles les decían que lo que quería era ir hacia atrás, y que había que matarle. Y los pobres les ayudaban a lapidarle, porque eran necios. Todos éramos necios, excepto los que engordaban sin trabajar. A los necios se les llamaba prudentes, y los prudentes eran lapidados. Los que trabajaban no tenían suficiente para comer y los que no trabajaban comían demasiado.
"Y la tribu siguió perdiendo fuerza. Los niños eran débiles y enfermizos. Y por no comer suficiente nos sobrevinieron extrañas enfermedades y moríamos como moscas. Fue entonces cuando nos atacaron los comecarne. Muy a menudo habíamos seguido a Cara-de-Tigre al otro lado de la divisoria para darles muerte. Y ahora venían ellos a cobrárselo en sangre. Nosotros estábamos demasiado débiles y enfermos para defender la gran muralla. Y ellos nos exterminaron a todos, salvo a algunas mujeres que se llevaron con ellos. El Pulga y yo logramos escapar, y yo me escondí en los lugares más agrestes y me convertí en un cazador de carne y ya nunca volví a pasar hambre. Un día robé una mujer a los comecarne y me fui a vivir en las cavernas de las montañas altas donde no pudieran encontrarme. Y tuvimos tres hijos, y cada uno de ellos robó una esposa a los comecarne. Y el resto ya lo sabéis, pues ¿no sois vosotros los hijos de mis hijos?"
Pero, ¿y el Pulga? -preguntó Corre-Ciervos-. ¿Qué ocurrió con él?
Se fue a vivir con los comecarne para hacer canciones en honor al rey. Hoy es ya un anciano, pero todavía sigue con sus viejas canciones; y cuando surge un hombre que desea avanzar, él canta que ese hombre lo que desea es retroceder para volver a los árboles.
Barba-Larga hundió su mano en las entrañas del oso y, sacando un puñado de sebo, comenzó a chuparlo con sus desdentadas encías.
Algún día -dijo, limpiándose las manos en sus costados- todos los necios habrán muerto, y entonces, todos los que estén vivos caminarán hacia delante. Suya será la fuerza de los fuertes, y unirán su fuerza de modo que ni un solo hombre en el mundo luche contra otro. No habrá ni guardianes ni vigilantes en las murallas. Y todas las fieras salvajes serán exterminadas y, como decía Cara-Peluda, todas las laderas servirán para apacentar cabras, y todos los valles altos serán sembrados de grano y raíces. Y todos los hombres serán hermanos y nadie podrá holgazanear al sol y ser alimentado por sus compañeros. Y todo esto ocurrirá cuando hayan muerto los necios y no haya más cantores que canten la Canción de las abejas. Porque las abejas no son hombres.
"En estos días, y en otros también, celebran sus festivales los narradores que relatan cuentos a viva voz, escribiendo en el aire.
Los cuentacuentos tienen numerosas divinidades que los inspiran y los amparan.
Entre ellas, Rafuema, el abuelo que contó la historia del origen del pueblo uitoto, en la región colombiana de Araracuara.
Rafuema contó que los uitotos habían nacido de las palabras que contaban su nacimiento. Y cada vez que él lo contaba, los uitotos volvían a nacer."
de Eduardo Galeano.
LA YAPA
No simples cuentacuentos sino encargados de transmitir una cultura a las generaciones jovenes. La importancia de la batalla cultural.
TOMATE TU TIEMPO Y LEÉ ESTE RELATO DEL CUENTACUENTOS...
LA DE LOS FUERTES
Jack London
El viejo Barba-Larga hizo una en su narración, se lamió los grasientos dedos y se los enjugó en sus desnudos costados, por encima del andrajo de piel de oso que le cubría. Agachados en torno a él estaban enormes tres jóvenes, sus nietos: Corre-Ciervos, Cabeza-Rubia y Miedoso-de-la-Noche. Su aspecto era muy similar. Se cubrían parcialmente con pieles de animales salvajes. Eran de constitución enjuta y menuda, de caderas estrechas y arqueadas, pero al mismo tiempo tenían pecho ancho, brazos largos y fuertes, y manos. Un espeso vello les cubría el tórax y los hombros, así como la parte externa de brazos y piernas. Sus cabellos eran marañas de sucias greñas, con largos mechones que a menudo se interponían ante sus pequeños ojos, negros y brillantes como los de un pájaro. Tenían los ojos muy juntos y los pómulos anchos, mientras que sus mandíbulas inferiores eran grandes y sobresalientes.
Era una clara noche estrellada. Por debajo de ellos, perdiéndose en la distancia, se alineaban sierras cubiertas de bosque. En la lejanía, el resplandor de un volcán teñía de rojo el cielo. A sus espaldas se abría la negra boca de una caverna, de la cual surgían de cuando en cuando frías corrientes de aire. Ante ellos ardía una gran hoguera. A su lado se encontraba el cuerpo de un oso parcialmente devorado y, a cierta distancia, en torno a éste, unos cuantos perros grandes, lanudos y de aspecto alobunado. Por tierra, junto a cada hombre, se encontraba un arco con flechas y un gran garrote. A la entrada de la cueva, varias lanzas primitivas se hallaban apoyadas contra la roca.
-Y así fue como nos trasladamos de la caverna al árbol -concluyó Barba-Larga.
Se rieron ruidosamente, como niños grandes, recordando la historia que les acababa de contar. Barba-Larga se rió también mientras saltaba y bailaba el largo huesecillo que le atravesaba el cartílago de la nariz, dándole un aspecto aún más feroz. No eran exactamente éstas sus palabras, pero eso es lo que venían a decir los sonidos animales que su boca emitía.
-Y esto es lo primero que recuerdo del Valle del Mar -continuó Barba-Larga-. Éramos una gente muy necia. No conocíamos el secreto de la fuerza. Porque, ¡fijaos!, cada familia vivía por su cuenta y sólo se preocupaba de sí misma. Éramos treinta familias, pero no nos fortalecíamos unas con otras. Vivíamos en un mutuo temor continuo. Nadie hacía visitas. En la copa de un árbol hacíamos un chozo de maleza y ramas, y en la plataforma de fuera teníamos un montón de piedras destinadas a las cabezas de quienes se les ocurriera visitarnos. Además, teníamos nuestras lanzas y flechas. Nunca pasábamos por debajo de los árboles de las otras familias tampoco. Mi hermano pasó una vez bajo el árbol de buuú y le rompieron la cabeza; y así fue como terminó.
"El viejo Buuú era muy fuerte. Se decía que podía arrancarle a uno la cabeza de un tirón, aunque yo nunca oí que lo hiciera, porque nadie le daba ocasión. Y mi padre tampoco. Un día en que mi padre había bajado a la playa, Buuú comenzó a perseguir a mi madre. Ella no podía correr mucho porque la víspera había recibido el zarpazo de un oso mientras recogía bayas en las montañas. Entonces Buuú se apoderó de ella y se la llevó a su árbol. Mi padre nunca pudo recuperarla. Tenía miedo porque el viejo Buuú le hacía gestos amenazadores.
"Pero a mi padre no le importó. Brazo-Fuerte era otro hombre fuerte y uno de los mejores pescadores. Pero un día buscando huevos de gaviota, se cayó del acantilado. Después de aquello, nunca recuperó su fuerza. Tosía mucho y se le encogieron los hombros. Entonces mi padre se apoderó de su mujer, y cuando vino a reclamarla, tosiendo bajo nuestro árbol, mi padre se reía de él y le arrojaba piedras. Era nuestra manera de ser en aquellos días. No sabíamos cómo apoyarnos mutuamente y hacernos fuertes."
-¿Y un hermano hubiera sido capaz de robar la mujer a otro hermano? -preguntó Corre-Ciervos.
-Si se había ido a vivir solo a otro árbol, sí.
-Pues nosotros no hacemos esas cosas ahora -objetó Miedoso-de-la-Noche.
-Porque yo he educado mejor a vuestros padres -respondió Barba-Larga, sacando con su peluda garra un puñado de sebo de las entrañas del oso y chupándolo con aire meditabundo. De nuevo enjugó las manos en sus desnudos costados y prosiguió:
-Lo que os cuento ocurrió hace mucho tiempo, antes de que aprendiéramos la lección.
-Debíais ser muy necios para no haberos dado cuenta -comentó Corre-Ciervos, mientras Cabeza-Rubia daba un gruñido de aprobación.
-Sí que lo éramos; pero nuestra necedad llegó a ser aún mayor, como ahora veréis. No obstante, algo llegamos a aprender, y fue de esta manera. Los comepeces no habíamos aprendido a aunar nuestra fuerza hasta convertirla en la fuerza de todos juntos. Pero los comecarne, que vivían al otro lado de la divisoria que separa el Gran Valle, se mantenían unidos: unidos cazaban, pescaban y luchaban. Un día entraron en nuestro valle. Cada uno de nuestras familias se refugió en su cueva o en su árbol. Los comecarne sólo eran diez, pero luchaban juntos mientras que nosotros luchábamos cada familia por su cuenta.
Barba-Larga fue contando lenta y penosamente con los dedos.
-Nosotros éramos sesenta hombres -consiguió al fin expresar por medio de labios y dedos-. Y teníamos mucha fuerza; sólo que no lo sabíamos. Vimos cómo los diez hombres atacaban el árbol de Buuú. El se defendió valientemente; pero estaba perdido. Los demás mirábamos. Cuando unos comecarne intentaron subir al árbol, Buuú tuvo que salir al descubierto para arrojarles piedras sobre las cabezas. Con lo cual, los otros, que estaban esperando precisamente esto, le acribillaron a flechazos. Y así terminó Buuú.
"A continuación, los comecarne liquidaron al Tuerto y a su familia, que se habían refugiado en su cueva. Hicieron una hoguera a la entrada de ésta y la llenaron de humo hasta hacerlos salir, como hicimos nosotros hoy con el oso. Luego fueron a buscar a Seis-Dedos a su árbol, y mientras le daban muerte a él y a su hijo mayor, los demás huimos de allí. Capturaron a algunas de nuestras mujeres, y mataron a dos viejos que no podían correr deprisa y a varios niños. A las mujeres se las llevaron consigo al Gran Valle.
"Después de aquello, los demás volvimos cautelosamente, y, tal vez porque estábamos atemorizados y sentíamos necesidad de compañía, el caso es que nos pusimos a hablar de lo ocurrido. Era nuestra primera reunión; nuestro primer consejo de verdad. Y en aquel consejo, por primera vez, formamos una tribu. Porque habíamos aprendido la lección. De los diez comecarne, cada uno había tenido la fuerza de los diez, porque luchaban como un solo hombre. Ellos habían sumado su fuerza. Nosotros, en cambio, de las treinta familias y sesenta hombres que éramos, habíamos tenido solamente la fuerza de un hombre, porque cada uno había luchado por sí.
"Fue una gran charla la que mantuvimos, y también difícil, porque entonces no teníamos las palabras de ahora para hablar. El Pulga hizo algunas palabras mucho tiempo después, y también los demás inventábamos palabras de cuando en cuando. Pero al final acordamos aunar nuestras fuerzas y luchar como un solo hombre la próxima vez que los comecarne vinieran a robar nuestras mujeres. Y así se formó la tribu.
"Pusimos a dos hombres en la divisoria, uno por el día y otro por la noche, para advertir la llegada de los comecarne. Ellos eran los ojos de la tribu. Luego, tanto de día como de noche, tenía que haber también diez hombres despiertos, con sus garrotes y sus lanzas y flechas a mano, dispuestos para la lucha. Antes, cuando alguien iba en busca de peces, almejas o huevos de gaviota, llevaba consigo sus armas, y la mitad del tiempo se lo pasaba buscando comida y la otra mitad vigilando no fuera que otro le cazase a él. Ahora todo esto cambió. Los hombres salían sin sus armas y se dedicaban por completo a conseguir alimentos. Del mismo modo, cuando las mujeres subían a las montañas a buscar raíces y bayas, cinco de los diez hombres iban con ellas para protegerlas. Entretanto, noche y día, los ojos de la tribu vigilaban desde lo alto de la línea divisoria.
"Pero vinieron los problemas. Fue en relación con las mujeres, como de costumbre. Los hombres que no tenían mujeres querían las mujeres de otros y había muchas peleas entre ellos. Y, de cuando en cuando, a alguno le destrozaban la cabeza o le atravesaban de un lanzazo. Mientras uno de los vigilantes estaba arriba en su puesto, un hombre le robó su mujer y él bajó a defender lo suyo. El otro vigilante entonces temió que alguien se apoderase de su mujer y también abandonó su puesto. Por otro lado, hubo disputas entre los diez que llevaban siempre las armas, los cuales se enzarzaron en una pelea, cinco contra cinco, hasta que unos huyeron hacia el río y los otros salieron en su persecución.
"Así fue como la tribu se quedó sin ojos y sin guardianes. No sólo no teníamos ya la fuerza de sesenta, sino que la habíamos perdido toda. Entonces celebramos un consejo e hicimos nuestras primera leyes. Yo no era más que un rapazuelo, pero me acuerdo todavía. Dijimos que, para ser fuertes, no tenía que haber enfrentamientos entre nosotros. Así que hicimos una ley por la cual cuando un hombre matase a otro, la tribu le mataría a él. Hicimos otra ley según la cual al que robase la mujer a otro la tribu le daría muerte. Dijimos que al hombre que tuviera muchísima fuerza y la utilizara para hacer daño a sus hermanos de tribu le mataríamos para que su fuerza no volviese a perjudicar a nadie. Porque si permitíamos que su fuerza dañara a sus hermanos, éstos tendrían miedo y la tribu se desharía; y entonces seríamos tan débiles como cuando los comecarne nos atacaron la primera vez y mataron a Buuú.
"El Tabas era un hombre fuerte, muy fuerte; pero ignoraba la ley. Sólo conocía su propia fuerza y, valiéndose de ella, decidió apoderarse de la mujer de Tres-Almejas. Tres-Almejas intentó defenderla, pero el Tabas le saltó los sesos de un garrotazo. Sin embargo, el Tabas había olvidado que todos los hombres habíamos aunado nuestra fuerza para guardar la ley entre nosotros. Entonces le dimos muerte al pie de su árbol y colgamos su cadáver de una rama como advertencia de que la ley era más fuerte que cualquier hombre. Porque nosotros todos éramos la ley, y nadie era superior a la ley.
"Luego vinieron otros problemas, porque sabed, ¡oh, Corre-Ciervos, Cabeza-Rubia y Miedoso-de-la-Noche!, que no es fácil formar una tribu. Había tantas menudencias que discutir, que era un gran problema tener que andar continuamente reuniéndonos. Celebrábamos consejos mañana, tarde y noche, y hasta en medio de la noche. Apenas nos quedaba tiempo para salir a buscar comida, a causa de los consejos; porque siempre nos faltaba alguna pequeñez que resolver, como nombrar a dos nuevos vigilantes para sustituir a los anteriores en la montaña, o decidir cuánta comida les correspondía a los hombres que se dedicaban a las armas y no buscaban alimentos.
"Necesitábamos un jefe que se ocupara de estas cosas; alguien que fuera la voz del consejo y que respondiera ante éste de lo que hiciese. Entonces nombramos jefe a Fufú. Era un hombre fuerte y también muy astuto, y cuando se ponía furioso hacía Fufú como un gato salvaje.
"A los diez hombres que guardaban la tribu los mandamos construir una muralla de piedras en la parte estrecha del valle. Las mujeres y los niños mayores ayudaban, así como otros hombres, hasta que tuvimos un fuerte muro. Cuando se terminó, todas las familias abandonaron sus árboles y cuevas y construyeron chozas al abrigo de la muralla. Eran éstas casas grandes y mucho mejores que las cuevas y los árboles. Así, por haber aunado los hombres su fuerza y habernos convertido en una tribu, todo el mundo vivía mejor. Gracias a la muralla, a los guardianes y a los vigilantes, había más tiempo para cazar y pescar y para recoger raíces y bayas; había más comida y mejor que antes, y nadie pasaba hambre. Incluso Tres-Patas (le llamábamos así porque le habían aplastado las piernas cuando era un muchacho y tenía que caminar con un bastón), Tres-Patas consiguió la semilla del grano silvestre y la plantó en terrenos del valle, cerca de su casa. Y hasta intentó plantar jugosas raíces y otros vegetales que encontraba por los valles altos.
"Debido a la seguridad del Valle del Mar, conseguida gracias a la muralla y a los vigilantes y guardianes, y a la abundancia de comida obtenida pacíficamente, muchas familias vinieron de los valles costeros y de las altas montañas del interior, donde vivían más como animales salvajes como hombres. Y no pasó mucho tiempo sin que el Valle del Mar se llenase de innumerables familias. Pero antes de que esto ocurriera, la tierra, que había estado abierta y era de todos, fue dividida y cercada. El primero que lo hizo fue Tres-Patas cuanto plantó el grano. Pero la mayoría no teníamos interés en la tierra, y pensábamos que señalar linderos con tapias de piedra era una tontería. Si teníamos suficiente para comer, ¿qué más queríamos? Recuerdo que mi padre y yo construimos tapias para Tres-Patas y él nos dio grano a cambio.
"De este modo, sólo unos pocos se quedaron con toda la tierra y Tres-Patas con la mayor parte de ella. Además, otros que habían cogido tierra se la terminaron dando a los pocos que continuaban con ella, recibiendo a cambio grano, raíces y pieles de oso, así como pescado que los pescadores cambiaban a los agricultores por grano. Y cuando quisimos darnos cuenta toda la tierra había desaparecido.
"Por aquella época murió Fufú y nombramos jefe a su hijo Diente-de-Perro. De todos modos, él pidió que le hiciéramos jefe, ya que su padre había sido jefe antes. Incluso se consideraba un jefe más grande que su padre. Fue un buen jefe al principio, y trabajaba mucho. Tanto, que el consejo tenía cada vez menos que hacer. Entonces se alzó una nueva voz en el Valle del Mar. Era Labio-Torcido, al que nunca habíamos tenido mucho en cuenta hasta que empezó a hablar con los espíritus de los muertos. Más tarde le llamamos Bola-de-Sebo, porque, de comer tanto sin trabajar, se puso gordo y redondo como una bola. Un día nos contó que poseía los secretos de los muertos y que era la voz de Dios. Se hizo muy amigo de Diente-de-Perro, y éste nos mandó que construyésemos una choza para Bola-de-Sebo. Bola-de-Sebo la rodeó entonces de tabúes y guardó a Dios dentro.
"Día a día, Diente-de-Perro se hacía más poderoso que el consejo; pero cuando éste se quejó y quiso nombrar a un nuevo jefe, Bola-de-Sebo habló con la voz de Dios y dijo que no. Tres-Patas y los otros que poseían la tierra apoyaron también a Diente-de-Perro. Es más, a León-de-Mar, que era el hombre más fuerte del consejo, los terratenientes le dieron tierras en secreto, además de muchas pieles de oso y cestas de grano. Así, pues, León-de-Mar dijo que la voz de Bola-de-Sebo era verdaderamente la voz de Dios y que había que obedecerla. Poco después León-de-Mar fue nombrado la voz de Diente-de-Perro y hablaba casi siempre en su lugar.
"Luego estaba Barriga-Chica, un hombre pequeño y tan flaco de vientre, que parecía que nunca había tenido para comer. Cerca de la desembocadura del río, donde la arena frena la fuerza de las olas, construyó una gran trampa para pescar. Nadie había visto antes una trampa así, ni a nadie se le había ocurrido nunca. Durante varias semanas trabajó en ella con su hijo y su mujer, mientras los demás nos burlábamos de sus esfuerzos. Pero cuando estuvo terminada, el primer día pescó con ella más peces que toda la tribu en una semana, lo cual provocó una gran alegría. Solamente había otro lugar en el río apropiado para una trampa, pero cuando mi padre y yo y doce hombres más comenzamos a construir una muy grande, los guardianes salieron de la gran choza que le habíamos hecho a Diente-de-Perro y, acercándose a nosotros, nos pincharon con sus lanzas y nos dijeron que nos marcháramos, porque el propio Barriga-Chica iba a construir allí otra trampa por orden de León-de-Mar, que era la voz de Diente-de-Perro.
"Hubo muchas quejas, y mi padre convocó un consejo. Pero cuando se levantó para hablar, León-de-Mar le atravesó la garganta de un lanzazo y murió. Y tanto Diente-de-Perro como Barriga-Chica, así como Tres-Patas y todos los que poseían tierras, dijeron que había hecho bien. Y Bola-de-Sebo añadió que era la voluntad de Dios. Desde entonces, todos tenían miedo de levantarse para hablar en el consejo, y ése fue su final.
"Otro hombre, Quijada-de-Cerdo, comenzó a criar cabras. Era algo que había aprendido de los comecarne, y al poco tiempo tenía muchos rebaños. Otros hombres, que no poseían tierra ni trampas de pesca, y que de otro modo hubieran pasado hambre, se mostraron dispuestos a trabajar para Quijada-de-Cerdo, cuidando sus cabras, protegiéndolas de los perros y fieras salvajes y conduciéndolas a los pastos de las montañas. A cambio, Quijada-de-Cerdo les daba carne de cabra para comer y pieles para vestirse, y ellos, a veces, cambiaban la carne por pescado, grano y raíces.
"Por aquella época surgió el dinero. León-de-Mar fue el primero a quien se le ocurrió, y lo consultó con Diente-de-Perro y Bola-de-Sebo. Habéis de saber que estos tres recibían una participación de todo lo que había en el Valle del Mar. Un cesto de grano de cada tres era suyo, así como un pez de cada tres y una cabra de cada tres. A cambio, ellos daban de comer a los guardianes y vigilantes, guardando el resto para ellos solos. A veces, cuando la pesca era abundante, no sabían ni qué hacer con lo que les tocaba. Entonces, León-de-Mar puso a las mujeres a hacer dinero con conchas: pequeñas piezas redondas, con un agujero en el medio y superficies pulidas. Luego las ensartaban en cordeles y las ristras se llamaban dinero.
"Cada ristra tenía el valor de treinta o cuarenta peces; pero las mujeres, que hacía un cordel por día, recibían dos peces cada una. El pescado provenía de las raciones que Diente-de-Perro, Bola-de-Sebo y León-de-Mar no se llegaban a comer. De este modo, todo el dinero les pertenecía a ellos. Luego dijeron a Tres-Patas y a los demás terratenientes que querían su porcentaje de grano y raíces en dinero; y lo mismo le dijeron a Barriga-Chica respecto a la parte de pescado y a Quijada-de-Cerdo respecto a las cabras y queso que les correspondía. Así, un hombre que no tenía nada trabajaba para otro que tenía, y se le pagaba en dinero. Con este dinero compraba grano, pescado, carne y queso. Y Tres-Patas y todos los propietarios de cosas pagaban a Diente-de-Perro, a León-de-Mar y a Bola-de-Sebo su parte en dinero. Y ellos pagaban a los guardianes y vigilantes en dinero, y los guardianes y vigilantes compraban su comida con el dinero. Y como el dinero era barato, Diente-de-Perro hizo a más hombres guardianes. Y como el dinero era barato de hacer, algunos comenzaron a hacer dinero ellos mismos con conchas. Pero los guardianes los mataron con sus lanzas y flechas, porque estaban tratando de romper la tribu. Y romper la tribu era malo, porque entonces vendrían los comecarne y los matarían a todos.
"Bola-de-Sebo era la voz de Dios, pero tomó a Costilla-Rota y le hizo sacerdote, de manera que éste se convirtió en la voz de Bola-de-Sebo y podía hablar en su lugar. Y ambos tenían otros hombres para servirles. Lo mismo hicieron Barriga-Chica, Tres-Patas y Quijada-de-Cerdo, los cuales tenían criados que holgazaneaban alrededor de sus chozas, haciéndoles recados y dando órdenes. Y cada vez era mayor el número de hombres retirados del trabajo, de manera que los que quedábamos teníamos que trabajar más que nunca. Parecía que los hombres no querían trabajar y que se afanaban en buscar nuevos medios por los cuales otros trabajasen en su lugar. Ojos-Torcidos descubrió uno de esos medios. Fue él quien elaboró el primer brebaje de fuego a partir del grano. Y desde entonces dejó de trabajar, porque entró en tratos secretos con Diente-de-Perro, Bola-de-Sebo y los otros amos, y acordaron que sólo él podría hacer el brebaje de fuego. Pero el trabajo no lo hacía Ojos-Torcidos. Eran otros los que hacían la bebida en su lugar, y él les pagaba con dinero, Luego la vendía, y todos los hombres la compraban. Con lo cual entregó muchas ristras de dinero a Diente-de-Perro y a los demás.
"Bola-de-Sebo y Costilla-Rota apoyaron a Diente-de-Perro cuando éste tomó a su segunda mujer y luego a la tercera. Dijeron que Diente-de-Perro era diferente a los demás y que sólo estaba por debajo de Dios, que Bola-de-Sebo guardaba en su casa sagrada; y lo mismo dijo Diente-de-Perro, preguntando quién eran ellos para andar refunfuñando sobre el número de sus mujeres. Diente-de-Perro se hizo construir una gran canoa y retiró de su trabajo a muchos más hombres, los cuales no hacían otra cosa que estar tumbados al sol, salvo cuando tenían que hacer de remeros en los paseos del jefe. Asimismo, a la cabeza de todos los guardianes puso a Cara-de-Tigre, quien se convirtió en su brazo derecho, de modo que, cuando no le gustaba alguien, Cara-de-Tigre se encargaba de darle muerte. Y Cara-de-Tigre, además, se buscó a otro hombre de confianza a quien dar órdenes y para que matara en su lugar.
"Pero lo más extraño de todo ello era que, a medida que pasaba el tiempo, los que quedábamos trabajábamos cada vez más y teníamos cada vez menos que comer.
-¿Y qué pasaba con las cabras, el grano, las raíces y el pescado? -preguntó Miedoso-de-la-Noche-. ¿Qué pasaba con todo eso? ¿No se conseguía más comida con el trabajo de un hombre?
-Es verdad -asintió Barba-Larga-. Sólo con que tres hombres atendieran a la trampa de pescado pescaban más peces que toda la tribu antes de que existiera la trampa. ¿Pero no he dicho que éramos unos necios? Cuantos más alimentos producíamos, menos teníamos que comer.
-¿Y no estaba claro entonces que el gran número de los que no trabajaban se lo comían todo? -preguntó Cabeza Rubia.
Barba-Larga asintió con un triste movimiento de cabeza.
-Los perros de Diente-de-Perro se atiborraban de carne, y los hombres que holgazaneaban al sol sin trabajar estaban cada día más gordos, y mientras tanto había niños que se dormían llorando por el hambre que les roía las entrañas.
Corre-Ciervos, aguzado su apetito por la anécdota del hambre, desgarró un pedazo de carne de oso y lo puso sobre las brasas atravesado en un palo. Luego lo devoró chascando los labios mientras Barba-Larga continuaba:
-Cuando nos quejábamos, Bola-de-Sebo se levantaba y, hablando con la voz de Dios, decía que éste había elegido a los hombres prudentes para que poseyeran la tierra, las cabras, la trampa de pescar y el brebaje de fuego, y que sin estos hombres prudentes seríamos todos animales como en los tiempos en que vivíamos en los árboles.
"Y apareció uno que hacía canciones de honor al "rey". Le llamaban el Pulga porque era pequeño y contrahecho, y superaba a cualquiera en holgazanería. Le gustaban los mejores huesos de caña, el pescado más selecto, la leche tibia directa de las cabras, el cereal más temprano y el lugar mejor resguardado junto al fuego. Y así, al convertirse en cantor del "rey", descubrió la manera de engordar sin hacer nada. Y como la gente se quejaba cada vez más y algunos llegaron a arrojar piedras contra la choza del "rey", el Pulga hizo un cantar sobre lo bueno que era ser un comepeces. En su cantar decía que los comepeces eran los elegidos de Dios y los seres más perfectos que Dios había hecho, y que los comecarne eran igual que cerdos y cuervos. Y cantaba acerca de lo hermoso y bueno que era que los comepeces luchaban y murieran cumpliendo la voluntad de Dios, que consistía en matar a los comecarne. La letra de su cantar era como un fuego en nuestras entrañas que hacía pedir a voces que nos llevaran a pelear contra los comecarne. Así olvidábamos nuestra hambre y los motivos de nuestras quejas, y fue una gran alegría para nosotros cuando Cara-de-Tigre nos condujo al otro lado de la divisoria y matamos a muchos comecarne.
"Pero las cosas no mejoraron en el Valle del Mar. El único modo de conseguir comida era trabajando para Tres-Patas, Barriga-Chica o Quijada-de-Cerdo, pues no quedaba ya más tierra en la que poder plantar grano. Y a menudo, como había más trabajadores de los que Tres-Patas y los otros necesitaban, estos hombres pasaban hambre, y también sus mujeres e hijos y sus ancianas madres. Cara-de-Tigre les decía que podían enrolarse en la guardia, y muchos de ellos lo hicieron. Y desde entonces ya no trabajaban más, salvo para pinchar con sus lanzas a los que trabajaban de verdad y se quejaban de tener que alimentar a tantos holgazanes.
"Y cada vez que nos quejábamos, el Pulga inventaba nuevos cantares. Decía que Tres-Patas, Quijada-de-Cerdo y los demás eran hombres fuertes y que por eso tenían tanto; que deberíamos estar contentos por tener con nosotros hombres fuertes, pues de otra manera, seríamos víctimas de nuestra propia inutilidad y de los comecarne. Por tanto, deberíamos aceptar de buen grado el que estos hombres fuertes se quedasen con cuanto pudieran. Y Bola-de-Sebo, Quijada-de-Cerdo y todos los demás dijeron que era verdad.
-De acuerdo -dijo Colmillo-Largo-. Entonces yo también seré un hombre fuerte.
"Y consiguió grano y comenzó a hacer agua de fuego y lo vendía por ristras de dinero. Y cuando Ojos-Torcidos se quejó, Colmillo-Largo respondió que también él era un hombre fuerte y que si Ojos-Torcidos seguía dando voces le iba a romper los sesos. Con lo cual, Ojos-Torcidos tuvo miedo y fue a hablar con Tres-Patas y Quijada-de-Cerdo. Y los tres juntos fueron a consultar con Diente-de-Perro. Y éste habló con León-de-Mar, el cual mandó un mensajero a Cara-de-Tigre. Entonces Cara-de-Tigre envió a sus guardianes, quienes quemaron la casa de Colmillo-Largo junto con el agua de fuego que había hecho. Además le dieron muerte a él y a toda su familia. Y Bola-de-Sebo dijo que bien hecho, y el Pulga compuso otra canción sobre lo bueno que era observar la ley y lo hermosa que era la tierra del Valle del Mar y cómo todos los que amasen el Valle del Mar debían ir a matar a los malvados comecarne. Y una vez más su cantar era como fuego en nuestras entrañas y nos olvidamos de nuestros agravios.
"Era muy extraño. Cuando Barriga-Chica pescaba demasiados peces y tenía que dar demasiados peces a cambio de poco dinero, volvía a arrojar al mar muchos de ellos, de manera que le pagasen más por los que quedaban. Y Tres-Patas dejaba a menudo muchos grandes terrenos sin cultivar para conseguir más dinero por su grano. Y como las mujeres hacían tanto dinero de conchas que se necesitaban muchas ristras para comprar algo, Diente-de-Perro decidió cesar su fabricación. Y al quedarse las mujeres sin trabajo, empezaron a ocupar los puestos de los hombres. Así, yo que trabajaba en la trampa de pescar, ganaba una ristra de dinero cada cinco días. Pero cuando mi hermana pasó a ocupar mi puesto, sólo le daban una ristra cada diez días. Y como las mujeres trabajaban más baratos y había menos comida, Cara-de-Perro nos dijo que nos hiciéramos guardianes. Pero yo no podía hacerlo porque cojeaba de una pierna y Cara-de-Perro no me quería. Y había muchos como yo, hombres desechos, útiles tan sólo para mendigar trabajo o cuidar de los niños pequeños mientras las mujeres trabajaban."
Cabeza-Rubia, a quién se le había abierto también el apetito con la narración, comenzó a asar un pedazo de carne sobre las brasas.
-¿Pero cómo no os dio por rebelaros y matar a Tres-Patas, Quijada-de-Cerdo, Bola-de-Sebo y a los demás para conseguir qué comer? -preguntó Miedoso-de-la-Noche.
-Porque no comprendíamos -Respondió Barba-Larga-. Teníamos demasiado en que pensar y, además, estaba la amenaza de la guardia con sus lanzas y los sermones de Bola-de-Sebo sobre dios, u las canciones que inventaba el Pulga. Y cuando a uno se le ocurría algo justo y lo decía, Cara-de-Tigre y sus guardianes lo cogían y lo ataban a las rocas con la marea baja para que se ahogase cuando subieran las aguas.
"Era una cosa extraña... el dinero. Era como los cantares del Pulga. Parecía bueno sin serlo; pero fue algo que tardamos en comprender. Diente-de-Perro comenzó a reunir el dinero, lo amontonó en una choza y puso guardias para vigilarlo día y noche. Y cuanto más dinero guardaba en la choza más caro se hacía este y tanto más teníamos que trabajar por una ristra. Además, siempre corrían entonces rumores de una guerra con los comecarne, y lo mismo Diente-de-Perro que Cara-de-Tigre se dedicaban a llenar muchas casas de grano, pescado seco, carne de cabra ahumada y queso. Y con todas estas montañas de comida guardada, la gente no tenía suficiente para comer. ¿Pero qué más daba? Cada vez que la gente se quejaba y protestaba, el Pulga inventaba una canción y Bola-de-Sebo decía que era la voluntad de dios que diésemos muerte a los comecarne; y Cara-de-Tigre nos condujo mas allá de la divisoria para matar y ser muertos. Yo no valía lo suficiente para pertenecer a la guardia, pero cuando se trataba de la guerra, Cara-de-Tigre se alegraba de contar conmigo. Y cuando nos habíamos comido todas las provisiones almacenadas en las casas, dejábamos de luchar y regresábamos al trabajo para amontonar más comida.
-Entonces debíais estar todos locos -comentó Corre-Ciervos.
-Entonces estábamos todos locos, verdaderamente -asintió Barba-Larga-. Era extraño todo aquello. Estaba Nariz-Partida que decía que todo era injusto; que era cierto que cuando formamos por primera vez la tribu fue una cosa justa privar de su fuerza a aquellos que se servían de ella para perjudicar a la tribu partiendo la cabeza a sus hermanos o robando a sus mujeres. Y ahora, añadía, la tribu no se estaba haciendo más fuerte, sino más débil, porque había hombres con otra clase de fuerza que estaban dañando a la tribu..., hombres que poseían la fuerza de la tierra, como Tres-Patas, o que tenía la fuerza de la trampa de pescar, como Barriga-Chica, o la de la carne de cabra, como Quijada-de-Cerdo. Lo que había que hacer, decía Nariz-Partida, era despojar a estos hombres de su fuerza dañina y obligarles a trabajar como a todos, y no permitir comer a nadie que no trabajase.
"Y el Pulga compuso otro cantar sobre los hombres como Nariz-Partida, que querían volver a vivir en los árboles.
"Pero Nariz-Partida respondió que no, que él no quería volver atrás, sino ir hacia adelante; que ellos se habían hecho fuertes cuando aunaron su fuerza, y que si los comepeces sumaran su fuerza a los comecarne, se acabarían las luchas y no habría necesidad de vigilantes ni guardianes, y que, trabajando todos, habría tanta comida que cada hombre no tendría que trabajar más de dos horas diarias.
"Entonces el Pulga volvió a cantar, diciendo que Nariz-Partida era un holgazán; y cantó además la Canción de las abejas. Era ésta una extraña canción y los que la oían se volvían locos, como si hubieran bebido agua de fuego fuerte. Hablaba de un enjambre de abejas y de una avispa ladrona que se había metido do a vivir con ellas y les robaba la miel. La avispa era una holgazana y les decía que no había necesidad de trabajar y que se hicieran amigos de los osos, pues éstos no eran ladrones de miel, sino unos amigos estupendos. Así cantaba el Pulga, con palabras retorcidas, de modo que los que le oían comprendían que el enjambre de abejas era la tribu del Valle del Mar, los osos, los comecarne y la avispa holgazana Nariz-Partida. Y cuando la canción decía que las abejas escucharon a la avispa hasta que el enjambre estuvo a punto de perecer, la gente empezó a gruñir amenazadoramente; y cuando dijo que las buenas abejas al fin se levantaron y dieron muerte a la avispa a picotazos, la gente tomó piedras del suelo y lapidaron al Nariz-Partida hasta hacerle desaparecer bajo el montón de piedras que le arrojaron. E incluso mucha gente pobre le tiró piedras. Gente que tenía que trabajar muchas horas y muy duro y que apenas tenía que comer.
"Y tras la muerte de Nariz-Partida, únicamente otro hombre se atrevió a levantarse y a decir lo que pensaba; y ese hombre fue Cara-Peluda-
"-¿Dónde está la fuerza de los fuertes? -preguntaba-. Nosotros somos los fuertes y todos unido somos más fuertes que Diente-de-Perro, Cara-de-Tigre, Tres-Patas, Quijada-de-Cerdo y todos los demás, que no hacen nada sino comer y debilitarnos con el daño de su fuerza inicua. Los hombres que viven en la esclavitud no son fuertes. Si el primer hombre descubrió el valor y la utilidad del fuego hubiese utilizado su fuerza, hubiéramos sido todos sus esclavos, del mismo modo que lo somos hoy de Barriga-Chica por descubrir la ventaja del uso de la trampa de pescar, y de los que descubrieron la utilización de la tierra, las cabras y el agua de fuego. Antes, hermanos, vivíamos en los árboles y nadie estaba seguro. Pero ya no luchamos entre nosotros. Hemos aunado nuestra fuerza. Entonces, dejemos de luchar ya contra los comecarne y unamos nuestra fuerza a la suya. Así seremos verdaderamente fuertes. Entonces podremos caminar juntos, los comepeces y los comecarne, y terminaremos con los tigres y los leones, con los lobos y los perros salvajes, y apacentaremos nuestras cabras en todas las laderas y plantaremos grano y raíces en los valles altos. Y ese día seremos tan fuertes que los animales salvajes huirán de nosotros o perecerán. Y nada podría detenernos, porque la fuerza de cada hombre será la fuerza de todos los hombres del mundo.
"Así habló Cara-Peluda, y ellos le dieron muerte porque decían que era un salvaje y que quería volver a vivir en los árboles. Era algo sumamente extraño. Siempre que aparecía alguien que quería avanzar, los que permanecían inmóviles les decían que lo que quería era ir hacia atrás, y que había que matarle. Y los pobres les ayudaban a lapidarle, porque eran necios. Todos éramos necios, excepto los que engordaban sin trabajar. A los necios se les llamaba prudentes, y los prudentes eran lapidados. Los que trabajaban no tenían suficiente para comer y los que no trabajaban comían demasiado.
"Y la tribu siguió perdiendo fuerza. Los niños eran débiles y enfermizos. Y por no comer suficiente nos sobrevinieron extrañas enfermedades y moríamos como moscas. Fue entonces cuando nos atacaron los comecarne. Muy a menudo habíamos seguido a Cara-de-Tigre al otro lado de la divisoria para darles muerte. Y ahora venían ellos a cobrárselo en sangre. Nosotros estábamos demasiado débiles y enfermos para defender la gran muralla. Y ellos nos exterminaron a todos, salvo a algunas mujeres que se llevaron con ellos. El Pulga y yo logramos escapar, y yo me escondí en los lugares más agrestes y me convertí en un cazador de carne y ya nunca volví a pasar hambre. Un día robé una mujer a los comecarne y me fui a vivir en las cavernas de las montañas altas donde no pudieran encontrarme. Y tuvimos tres hijos, y cada uno de ellos robó una esposa a los comecarne. Y el resto ya lo sabéis, pues ¿no sois vosotros los hijos de mis hijos?"
Pero, ¿y el Pulga? -preguntó Corre-Ciervos-. ¿Qué ocurrió con él?
Se fue a vivir con los comecarne para hacer canciones en honor al rey. Hoy es ya un anciano, pero todavía sigue con sus viejas canciones; y cuando surge un hombre que desea avanzar, él canta que ese hombre lo que desea es retroceder para volver a los árboles.
Barba-Larga hundió su mano en las entrañas del oso y, sacando un puñado de sebo, comenzó a chuparlo con sus desdentadas encías.
Algún día -dijo, limpiándose las manos en sus costados- todos los necios habrán muerto, y entonces, todos los que estén vivos caminarán hacia delante. Suya será la fuerza de los fuertes, y unirán su fuerza de modo que ni un solo hombre en el mundo luche contra otro. No habrá ni guardianes ni vigilantes en las murallas. Y todas las fieras salvajes serán exterminadas y, como decía Cara-Peluda, todas las laderas servirán para apacentar cabras, y todos los valles altos serán sembrados de grano y raíces. Y todos los hombres serán hermanos y nadie podrá holgazanear al sol y ser alimentado por sus compañeros. Y todo esto ocurrirá cuando hayan muerto los necios y no haya más cantores que canten la Canción de las abejas. Porque las abejas no son hombres.
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