jueves, 23 de abril de 2009

LOS INTELECTUALES AMAESTRADOS QUE JAMAS EXPRESAN LA REALIDAD DEL PAÍS.


son los cipayos de la pluma, los asociados de las estructuras estáticas, los correveidiles de los intereses extraños, retratados con la claridad de Don Arturo Jauretche:

LOS TÍTERES DE LA COLONIZACION PEDAGÓGICA.
En largos años de lucha al servicio de la idea de la emancipacion nacional, me fue dado conocer la mentalidad de los hombres que se autodesignan como intelectuales y su absoluto divorcio con la realidad del país, así como los obstáculos que ellos crean a la inteligencia argentina cuando busca su camino... Aislados por completo de la realidad nacional, sólo les ha afectado lo episódico y adjetivo en reacciones personales... lamentables ecos en los que se ve la sórdida irritación de los incomprendidos y el desprecio por un país al que se sienten desterrados desde otro, perfecto e indeterminado, al que ni siquiera hay esperanzas de pertenecer... En ellos será incidental la referencia a un hecho local, a la geografía, a la economía, a la sociedad en que viven. Citan autores y autores y lo remiten constantemente a uno a hechos políticos ocurridos a millares de kilómetros en paisajes y con nombres distintos, bajo circunstancias distintas, cuando no inversas sin que el lector pueda reconocer, en el vertifinoso caleidoscopio, una cara conocida por una experiencia vital, una imagen parecida por una experiencia vital, una imagen parecida a las que le brinda la naturaleza que lo rodea. Nunca pasará ante el lector el retrato, el paisaje, la anécdota, el episodio vivido, la enseñanza de la naturaleza o de lo shombres, ese contacto vivo que hace reconocer al combatiente de las letras como un hombre de los bandos argentinos.
Hay que cuidarse de ellos. Son como esos chicos que a la salida de la escuela se andan ofrecienod para tener el saco. Pero no les vayan a tocar un pelo porque entonces gritan a coro, los de uno y otro lado. Ellos empujan al militar y al zapatero, les llenan la cabeza de chismes al marino y al trabajador, al patrón y al peón y cuando la gente entre a matarse, ellos tienen coronita. ¡Al intelectual, no! gritan, como quien dice lasmujeres y los niños primero. ¡Los privilegiados de la inteligencia! Y la tierra se va cerrando sobre los que ellos empujaron. Muy casual que salga un hombre entre esos, pidiendo un cuchillo. Ellos están a la retaguardia, de boletineros. Eso sì, para pegar en el suelo son como mandados... De indiferenciados les viene la crueldad y les cabe la afirmación del Mahatma Gandhi, un sucio caudillo de una plebe sucia al que hubieran llamado nipo-nazi-falanjo: Temed la dureza de los hombres cultos.
Estos intelectuales tienen dos modos de comer, dando las gracias a cada bocado o rezongando igual que los perros, que lo shay de las dos layas. Pero siempre están al lado de los grandese interes, de la prensa grande, de las agencias noticiosas, etcétera, que es donde está la comida que les conviene. No hay que hacerles juicio a los que gruñen mientras comen; nunca están del lado del guarda del tranvía que les cobra el boleto, ni del peón que les ensilla el caballo. Están con los peones, con todos los peones del mundo, con los guardias, con todos los guardias del mundo, así, en bastracto. Ellos están con la libertad, pero nunca han seguido al vigilante gritando ¡Que lo larguen! a un preso de carne y hueso. Están con lahumanidad y eso los libera de la obligación de estar con lo humnao. NO se si me explico. Pero losmecenas los entienden y saben que sirven para distraer a la gente de las cosas concreta.
Nuestros intelectuales sólo expresarán la inteligencia cuando sean expresión de la propia realidad. Cuando, con humildad de cabecitas negras comprendan que ellos también son, en el mundo, cabecitas negras y que el esfuerzo intelectual consiste en dar una cada vez mas alta expresión del cabecita negra.

(De: Los Profetas del Odio)