domingo, 24 de febrero de 2013

Una lección de realismo

24 de febrero
"En 1815, Napoleón Bonapare se fugó de su prisión en la isla de Elba y emprendió  viaje a la reconquista del trono de Francia.
Marchaba paso a paso, acompañado por una tropa creciente, mientras el diario Le Moniteur Universel, que había sido su órgano oficial, aseguraba que los franceses estaban locos de ganas de morir defendiendo al rey Luis XVIII, y llamaba  a Napoléon violador a mano armada del  suelo de la patria, extranjero fuera de la ley, usurpador, traidor, plaga, jefe de bandoleros, enemigo de Francia que osa ensuciar el suelo del que ha sido expulsado, y anunciaba: Éste será su último acto de locura.
Pero por fin el rey huyó, nadie murió por él, y Napoleón se sentó en el trono sin disparar ni un tiro.
Entones el mismo diario pasó a informar que la feliz noticia de la entrada de Napoleón en la capital ha provocado una explosión súbita y unánime, todo el mundo se abraza, las vivas al Emperador llenan el aire, en todos los ojos hay lágrimas de alegría, todos celebran el regreso del héroe de Francia y prometen a Su Majestad el Emperador la más profunda sumisión".
de Eduardo Galeano

LA YAPA

Caramba... vaya coincidencias...






El libro de los prodigios

23 de febrero
"En un día de éstos de 1455, salió a luz la Biblia, primer libro impreso en Europa con tipografía móvil.

Los chinos venían imprimiendo libros desde hacía dos siglos, pero fue Johannes Gutenberg quien inició la difusión masiva de la más apasionante novela de la literatura universal.
Las novelas cuentan pero no explican, ni tienen por qué explicar. La Biblia no dice qué dieta siguió Noé para llegar al Diluvio con seiscientos años de edad, ni cuál fue el método que usó la mujer de Abraham para quedar embarazada a los noventa ni aclara si sabía hablar en hebreo la burra de Balaam, que discutía con su amo."
de Eduardo Galeano

LA YAPA
Otra que cuenta pero no explica es Elisa Carrió, quien habla en parábolas, enigmáticas y crípticas afirmaciones, oscuros enunciados incompletos al mejor estilo del oráculo de Delfos que permiten que cada quien entienda según pueda. Dice y no-dice en un juego demencial que una "selecta" minoría todavía cree, enunciando cosas que nunca ocurrieron, catástrofes que nunca sucederán, como una pronosticadora del clima político.