jueves, 16 de septiembre de 2010

ARGENTINA: 16-9-1976 / 16-9-.2010. LOS CHICOS ¡PRESENTES!


34 años que se los llevaron. Estudiantes secundarios que reclamabna por dignidad, por derechos. Igual que los estudiantes que hoy reclaman en la ciudad de Buenos Aires por el cumplimiento de la ley de presupuesto y por un lugar digno donde estudiar.

La nota que sigue es del periodista Hugo Presman, un relato completo de los hechos conocidos como "La Noche de los Lápices":
LA NOCHE DE LOS LÁPICES

A treinta y cuatro años

El país padecía los años de plomo. La primavera sólo estaba en el almanaque. El clima político y social era gélido. La muerte andaba
suelta y la vida estaba abaratada por el terrorismo de estado. El
establishment se solazaba con las medidas de Alfredo Martínez de Hoz y
le agradecía al Ministro del Interior Albano Hanguindeguy “el orden”
recuperado.
La cacería de lo que el poder estimaba subversivo estaba como el objetivo de primer orden.
El General Ibérico Saint Jean, Gobernador de la Provincia de Buenos Aires en Mayo de 1977, lo sintetizó con su sinceridad brutal: “Primero
mataremos a todos los subversivos, luego a sus colaboradores, después a
los simpatizantes, luego a los indiferentes; y por último a los tímidos”
Sobre la matanza se iba a montar las bases de un nuevo modelo económico.
El 16 de septiembre de 1976, en la Plata, en un nuevo aniversario de la Revolución Fusiladora, se iba a consumar “ La noche de los lápices”.
Un grupo de los adolescentes, que el año anterior habían obtenido el boleto estudiantil gratuito, después de una larga lucha, iban a ser las
víctimas de esa noche siniestra.
La mayoría de ellos eran militantes políticos de la organización peronista Unión de Estudiantes Secundarios. Pablo Díaz, uno de los sobrevivientes
pertenecía a la Juventud Guevarista del Partido Revolucionario de los
Trabajadores. Afirma:"Yo tenía trece años cuándo empecé a militar.
Estuve en Ezeiza, en Gaspar Campos, en el sindicato del calzado donde
Galimberti lanzó las milicias populares y di la vuelta al cajón de Perón
Emilce Moler, otra sobreviviente, describe el clima de época en 1975: “Yo diría al revés: ¿Cómo no iba a militar? Habría que haber vivido esos
años para darse cuenta. Por supuesto que también estaban los que no se
enganchaban, pero a la edad que yo tenía, y en Bellas Artes donde todo
era libertad, participación y solidaridad, era imposible no militar. La
revolución parecía estar ahí nomás. Latinoamérica estallaba por todos
lados. Teníamos los modelos socialistas de Chile y Cuba. Yo podía no
saber en qué partido, pero que iba a participar no tenía ninguna duda.
Había todo un clima en el que estaba muy mal visto aquel que no se
comprometía. Decirle a alguien, "sos un teórico", era el peor insulto.
Podías discutir, pero si no militabas y no llevabas a la práctica tus
ideas, eras lo peor.”
Del 16 al 19 de septiembre de 1976 se llevaron a cabo operativos contra el movimiento estudiantil. Francisco López Muntaner, María Claudia Falcone,
Claudio de Acha, Horacio Ángel Ungaro, Daniel Alberto Racero, María
Clara Ciocchini, Pablo Díaz, fueron bestialmente torturados en el Pozo
de Banfield. El único que salió vivo de ahí fue Pablo Díaz. Otros
chicos raptados en sus hogares, por Grupos de Tareas fueron Patricia
Miranda, Emilce Moler y Gustavo Calotti . Estuvieron en Arana, Pozo de
Quilmes, Comisaría 3 de Valentín Alsina y Devoto. Luego quedaron a
disposición del Poder Ejecutivo.
El testimonio de Gustavo Calotti que hoy vive en Francia, es aterrador. Luego de pasar por la tortura y una vez que fue sacado del Pozo de
Quilmes, después de muchos días cuenta “Cuando llegué, y al saberme
lejos de la guardia, menos controlado, comencé a sacarme las esposas o
las cuerdas (depende del momento) y las vendas de los ojos. Fue en ese
momento que pude observar mi cuerpo. No podía apoyar el pie derecho
porque tenía una infección. Las plantas de los pies estaban negras.
La piel había sido completamente quemada. Tenía heridas en los puños por las esposas y desde los senos hasta casi las rodillas había una placa
rígida que se había formado con las quemaduras y la sangre coagulada
provocada toda por la picana. En Quilmes el remedio milagroso se llamaba
Pancután, que es una pomada antiséptica que ayuda a cicatrizar las
quemaduras. Sólo con esa pomada fue desapareciendo la infección en la
planta del pie derecho. Durante estos tres meses en Quilmes, sumados a
los quince días en Arana, perdí mi aspecto humano. Para levantarme debía
hacerlo en varias etapas, lentamente, porque varias veces me desmayé. Y
cuando estaba de pie debía aferrarme a algo porque por unos instantes
se me nublaba la vista y tenía vértigos. Dormía no sé, 16 o 18 horas por
día. Cuando salí de la cárcel, casi tres años más tarde, pesaba 58
kilos y estaba bien. Pienso que en Quilmes debo haber pesado bastante
menos y cuando me detuvieron pesaba 72 kilos”.
Dice Victoria Ginzberg en Página 12 cuando se refiere a otro adolescente desaparecido: “La edad no era un impedimento para tener ideas claras.
Cuando Horacio Ungaro tenía trece años, su hermana Marta, que era
miembro de la juventud comunista, quiso reclutarlo. Horacio le contestó
que pensaba lo mismo que José Ingenieros: "El que sigue un ideal sin
entenderlo es un fanático". Y dos años después empezó a militar en la
UES. En la madrugada del 16 de septiembre de 1976 un grupo que se
identificó como perteneciente al "Ejército y las fuerzas de seguridad"
entró a su casa y se lo llevó, junto con Daniel Racero, que se había
quedado a dormir allí. Esa noche también desaparecieron Francisco López
Montaner, María Clara Ciochini, María Claudia Falcone, Horacio Ungaro y
Claudio de Acha. Son los seis que no volvieron de la decena de
adolescentes que fueron detenidos a mediados de ese septiembre.
DOS SÍMBOLOS: MARÍA CLAUDIA FALCONE Y PABLO DÍAZ

María Claudia Falcone, fue una protagonista central en la lucha por el boleto estudiantil. Los que la conocieron, cuentan que era abanderada y
estudiante de Bellas Artes. Vivía en La Plata, iba a las villas a ayudar
y era reconocida como una líder. Lectora de Mario Benedetti y seguidora
entusiasta de Sui Generis, su flequillo lacio caía sobre sus enormes
ojos celestes. Se preocupaba por estar linda, le gustaba ir a bailar y
tenía un novio hippie. Militaba en la Unión de Estudiantes Secundarios.
Le tocó vivir en un período histórico en el cual “ cambiar el mundo “
era una mandato y la solidaridad un pasaporte.
Su madre ha declarado que ella no necesitaba el boleto estudiantil por la buena posición económica de la familia, pero María Claudia quería ayudar
a sus compañeros de menores recursos.
Tenía 16 años y un equipaje de sueños. Quería que todos tuvieran para comer y un lugar donde vivir. Junto al sobreviviente Pablo Díaz, cuidaron
embarazadas secuestradas en el “ Pozo de Banfield “. María Claudia había
sido salvajemente torturada y vejada en el “ Pozo de Arana “. Cuando
tuvo la convicción que no llegaría a los 17 años, le dijo a Pablo “Cada
31 de diciembre levantá la copa por mí “En ese “tiempo de desprecio “un
boleto estudiantil, la militancia política y social, podían ser un
pasaje a la muerte, previo paso por el infierno del horror.
Pablo Díaz cuyo testimonio ha sido fundamental ha dicho: “En Banfield ellos me gritaban que no los olvide, y que los recuerde siempre. Como
sobreviviente, yo respondo a eso”,
LA NOCHE DE LOS LÁPICES

Los asesinaron cuando recién ingresaban a la adolescencia. Conocieron el horror infinito en un tiempo de desprecio. A treinta y cuatro años de
que los lápices dejaran de escribir, María Claudia Falcone es el nombre
de la Escuela Media Municipal número 7 de Palermo. En el 2006, otro
colegio, el número 12 de Gonnet, lleva el nombre de Horacio Ungaro, ahí
donde acunó sus sueños.
Y todos los 16 de septiembre, miles y miles de estudiantes recorren las calles recordando a aquellos jóvenes. Los que militaban por una sociedad
más justa. Los que libraron la lucha por el boleto estudiantil. Ahí en
la Plata, en sus diagonales, después de los años de silencio, el viento
de la memoria trae el estribillo de aquellas jornadas tumultuosas y
esperanzadoras: “ Tomala vos/ dámela a mí/ es el boleto estudiantil.”
En estos jóvenes secundarios con inquietudes distintas, acorde a un tiempo histórico diferente, que caminan recordando a sus predecesores de hace
tres décadas, está la continuidad de una historia inconclusa.
Mientras a los pibes la memoria les movilice los pies, Daniel, Francisco, María Clara, Horacio, María Claudia, Claudio, seguirán vivos en el recuerdo. Y
los Lápices seguirán escribiendo utopías para acercar el
horizonte.
ESTUDIANTES DESAPARECIDOS

Claudio de Acha, 17 años
Fecha de Nacimiento: 21 de septiembre de 1958, en el barrio Los Plátanos, cerca de la ciudad de La Plata. Colegio Nacional.
María Claudia Falcone, 16 años
Fecha de Nacimiento: 16 de Agosto de 1960, en la ciudad de La Plata.
Colegio: Bellas Artes.
Daniel Alberto Racero, 18 años
Fecha de Nacimiento: 28 de Julio de 1958
Colegio: Escuela Normal Nº 3
Horacio Ungaro, 17 años
Fecha de Nacimiento: 12 de mayo de 1959.
Vivía en Gonnet.
Colegio: Escuela Normal Nº3
María Clara Ciocchini, 18 años
Fecha de Nacimiento: 21 de abril de 1958. Nació en Bahía Blanca donde colaboraba en la Pequeña Obra con un grupo de monjas tercermundistas.
Trabajaban en las villas y barrios pobres, en educación y salud,
admiraba al Che y a Camilo Torres. Vivía en La Plata Estudiante de
Bellas Artes.
Francisco López Muntaner, 16 años
Fecha de Nacimiento: 7 de Septiembre de 1960
Colegio: Bellas Artes

ALGUNOS SOBREVIVIENTES
PABLO DIAZ
18 años.
Hijo de un docente universitario peronista de derecha, fue expulsado de un colegio católico y recaló en “La Legión”. Había militado en la UES pero
en 1976 militaba en la Juventud Guevarista. Secuestrado 21.09.76. Estuvo
en Arana, Pozo de Banfield, Comisaría 3 de Valentín Alsina y U- 9 de La
Plata (a disposición del PEN hasta 1980).
EMILCE MOLER
17 años. Militante de la UES en la Escuela de Bellas Artes, era hija de un comisario inspector retirado. Secuestrada el 17.09.76. Estuvo en Arana,
Pozo de Quilmes, Comisaría 3 de Valentín Alsina y Devoto (a disposición
del PEN hasta marzo 78)
GUSTAVO CALOTTI
“Francés”, 18 años.
Egresado del Colegio Nacional de La Plata, era cadete policial cuando fue secuestrado 8.09.76. Había militado en la UES pero en el ’76 ya se había
desvinculado y estaba más próximo a agrupaciones de izquierda. Estuvo
en Arana, Pozo de Quilmes, Comisaría 3 de Valentín Alsina y U- 9 de La
Plata (a disposición del PEN hasta 1979).
17 años. Militante de la UES en la Escuela de Bellas Artes, era hija de un comisario inspector retirado. Secuestrada el 17.09.76. Estuvo en Arana,
Pozo de Quilmes, Comisaría 3 de Valentín Alsina y Devoto (a disposición
del PEN hasta marzo 78)
PATRICIA MIRANDA
17 años.
Estudiante De Bellas Artes, nunca participó de las luchas por el boleto estudiantil ni tuvo militancia política. Secuestrada el. 17.09.76, nunca
hizo la denuncia. Estuvo en Arana, Pozo de Quilmes, Valentín Alsina y
Devoto (a disposición del PEN hasta marzo 78


15-09-2010
Publicado por Hugo Presman.