lunes, 24 de septiembre de 2012

El sabio preguntón

25 de setiembre
"Miguel Ignacio Lillo no estudió en la universidad; pero supo reunir, libro tras libro, una biblioteca científica que le ocupaba toda la casa.
Un día como hoy, allá por 1915, unos cuantos estudiantes tucumanos pasaron toda una tarde en esa casa de libros, y quisieron saber cómo hacía don Miguel para conservarlos tan bien.
-Mis libros toman aire- explicó el sabio- Yo los abro. Los abro y les pregunto. Leer es preguntar.
Don Migual preguntaba a los libros, y mucho más preguntaba a la tierra.
Por el gusto de andar preguntando, recorrió a caballo todo el norte argentino, palmo a palmo, paso a paso, y así conoció secretos que el mapa escondía, antiguos decires y vivires, los cantos de los pájaros que las ciudades ignoraban, las farmacias silvestres que a campo abierto se ofrecían.
No son pocas las aves y las plantas que él bautizó."
de: Eduardo Galeano.


LA YAPA:
Miguel Lillo nació en San Miguel de Tucumán, terminó el secundari pero no prosiguió los estudios universitarios. Lillo fue autodidacta en temas científicos, especialmente ciencias naturales.
Publicó un ensayo sobre la flora tucumana; fue ayudante y discípulo de Federico Schickendantz,  químico y director de la oficina Química Municipal de Tucumán a quien sustituyó en 1892. En  1905 publicó "Fauna Tucumana, Aves" dando a conocer sus descubrimientos de nuevas especies.
En 1914 recibió el título Doctor Honoris Causa de la Universidad Nacional de La Plata. Enseñaba química y física en el Colegio Nacional y en la Universidad  Nacional de Tucumán.
Cuatro años más tarde se retiró de la docencia pero mantuvo el cargo honorario de director del Museo de Historia Natural de la Universidad de Tucumán.
En  diciembre de 1930, poco antes de morir, donó todos sus bienes a la Universidad Nacional de Tucumán: un terreno, una importante suma de dinero, su nutrida biblioteca, su colección zoológica y un herbolario con más de 20.000 ejemplares de unas 6.000 especies distintas que dieron origen a la Fundación Miguel Lillo. Falleció en la ciudad de San Miguel de Tucumán el 4 de mayo de 1931.