sábado, 9 de febrero de 2013

La amenaza

4 de febrero
"Se llamaba Juana Aguilar, pero la llamaban Juana la Larga, por el escandaloso tamaño de su clítoris.
La Santa Inquisición recibió varias denuncias de tal exceso criminoso; y en el año 1803, la Real Audiencia de Guatemala mandó que el cirujano Narciso Esparragosa examinara a la acusada.
Este sabio en anatomía dictaminó que Juana contradecía el orden natural, y advirtió que el clítores podía resulatr peligroso, como bien se sabía en Egipto y otros reinos de Oriente".
de Eduardo Galeano

LA YAPA
Así de peligroso sigue siendo hoy: las mujeres reivindicaron su derecho a gozar.
Pero en algunos lugares aun sigue siendo peligroso y se realiza la ablación del clítoris, una manera perversa de circuncisión que elimina la posibilidad del placer en la mujer. A veces realizado en condiciones espantosas y crueles, y con consecuencias terribles para la víctima: provoca trauma psicológico. Hay mujeres que mueren desangradas o por infección en las semanas posteriores a la intervención, ya que se realiza casi siempre de manera rudimentaria, a cargo de curanderas o mujeres mayores, y con herramientas no muy ortodoxas como cristales, cuchillos o cuchillas de afeitar y nunca en centros sanitarios.
Una verdadera mutilización en los genitales femeninos, otra forma de violencia de género aceptado por las mujeres que someten a sus hijas pequeñas a estas prácticas. En algunos países de África o de Oriente Medio, podría haber tenido origen en Egipto,  y provoca la pérdida casi total de sensibilidad y
A la ablación se le conoce con distintos nombres:

Según Amnistía Internacional existen 120 millones de mujeres clitoridectomizadas, y de tres millones de niñas por año en veintiocho países diferentes