domingo, 11 de febrero de 2007

MENSAJES AL MAR... CONTRA EL OLVIDO

Contra el Olvido.

Decía aquél grande de la historia, Heródoto de Halicarnaso, que rescataba los hechos de los hombres para evitar que cayeran en el olvido. Que no fueran olvidados por su importancia, o porque pudieran servir de guía, de ejemplo, a las generaciones futuras. Que dichas generaciones pudieran conocer lo que otros hombres, en otro tiempo, habían hecho a favor de otros humanos.

La amnesia, el desconocimiento, sería entonces para la Humanidad, como andar a tientas, ciegos, en un mar de inquietudes, de errores, sin norte, y básicamente sin raíces. Porque la trascendencia a través de los legados culturales, refuerzan nuestra pertenencia; de los ejemplos se toma referencia para estar bien plantados frente a los problemas y a sus soluciones. Saber que existió una bomba atómica nos precave contra futuras construcciones bélicas; conocer cuál fue el resultado de la 2º Guerra Mundial nos alerta sobre las consecuencia de una guerra... y así podríamos citar muchos otros ejemplos.

¿A quién le convendría la desmemoria? la falta de conexión con el conocimiento de nuestro conlleva una profunda ruptura social pues corta, aniquila, "desaparece" la continuidad del proceso histórico. No sabemos de dónde venimos, luego no es concreto elaborar quiénes somos. Reproduzco, a continuación, palabras del Dr. EDUARDO LUIS DUHALDE de su escrito: " RODOLFO ORTEGA PEÑA (1936-1974) MODELO PARA ARMAR. 11/7/2003 pues continuan mi idea: "(El desconocimiento histórico) se inscribe en un desconocimiento más amplio y general. El ejercicio del olvido al que han sido condenados los argentinos desde el 24 de marzo de 1976 hasta el presente y los artilugios desarrollados para obliterar el pasado con el ejercicio interesado de la desmemoria, forman parte del esfuerzo por ocultar dos décadas intensas y profundas durante las que los jóvenes de entonces (entre los que me incluyo) se plantearon con profundo sentido solidario y colectivo ligar sus vidas con la búsqueda de un mundo mejor, más justo e igualitario, aun a costa de los mayores sacrificios. A su vez, el olvido no es sólo derogación de la memoria. Tiende a colocar en su lugar una mítica narración del pasado: el silencio ha dado lugar a formas de normalización falsificadas, a través de una unívoca interpretación oficial. Se sustituye la cultura social -que actúa como conciencia crítica - deslizándose el sentido conceptual del pasado a través de la opacidad del presente, resignificando la temporalidad rica y múltiple del saber crítico hasta llegar a la clausura de su significación: ninguna cuestión que pudiese plantearse carece de respuesta dentro del propio sistema articulado por la teoría de los dos demonios como eje de una suerte de fundamentalismo democrático"

Para evitarlo, entonces, ahí va este segundo mensaje al mar... ojalá lo encuentres.